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Llorar Quotes

Quotes tagged as "llorar" Showing 1-29 of 29
Dulce  María
“Porque en los momentos mas tristes hay alguien que llora contigo, sufre porque tu sufres, te entiende perfectamente bien cuando te enojas, comprende que en el fondo de tu enojo hay dolor, y no te deja nunca sola. Porque en los momentos mas felices brinca, baila, sonríe y sueña contigo. Y en los momentos mas difíciles, cuando sientes que el mundo esta en tu contra, sabes que ese alguien va a saltar para defenderte y nadie te hará daño. Ese alguien nunca te va a dejar sola, ese alguien te ama, llego contigo y se ira contigo... Ese alguien eres tu.”
Dulce María

Beatriz Esteban
“—Si lo piensas, cuando tienes diecinueve años también tienes dieciocho, y diecisiete, y dieciséis, y quince, catorce, trece, doce, once... Hasta un año. Te pasas la vida despertando la mañana de tu cumpleaños esperando sentirte distinto, pero no. Todo sigue igual que ayer. Y no sientes que hayas cumplido diecinueve años, te sientes como dieciocho. Pero también los tienes. Por eso habrá días que dirás algo estúpido y esa será la parte de ti que todavía tiene diez años. O quizás algún día necesites buscar los brazos de tu madre porque estás asustada, y esa es la parte de ti que tiene cinco años. Y por eso, quizás, cuando seamos adultos, también necesitaremos llorar como si tuviéramos tres años. Y está bien. A veces necesitamos llorar porque nos sentimos niños.
—Y a veces porque sentimos que ya no lo somos.”
Beatriz Esteban, Aunque llueva fuego

José Emilio Pacheco
“Me vine a pie hasta la casa, con ganas de llorar pero aguantándome, con ganas de mandarlo todo a la chingada, y dispuesto a escribirlo y a guardarlo para después, a ver si un dia me llega a parecer cómico lo que ahora es tan trágico... Pero quién sabe.”
José Emilio Pacheco

María Fernanda Heredia
“Quería llorar, pero no lo haría, el llanto propio es a veces un trofeo para otros, y un trofeo solo debe ser entregado a quien se lo merece.”
María Fernanda Heredia, Hay palabras que los peces no entienden

Orhan Pamuk
“¿Por qué nos inquieta un hombre bañado en lágrimas? Una mujer que llora puede considerarse una parte excepcional pero conmovedora y digna de pena, de nuestra vida cotidiana, la acogemos con sinceridad y cariño. Pero ante un hombre que llora nos llena un sentimiento de desesperación. Es como si para él hubiera llegado el fin del mundo o como si él hubiera llegado al límite de lo que podía hacer.”
Orhan Pamuk, The Black Book

Josefina Vicens
“Sollocé inconsolablemente por lo que se me moría, antes de vivirlo. Sin saberlo, creyendo que lloraba por mí, en realidad lloraba por los dos más agrios dolores del hombre: el amor y el adiós.”
Josefina Vicens, El libro vacío / Los años falsos

Garth Stein
“Llorar ayuda porque lava el dolor.”
Garth Stein, The Art of Racing in the Rain
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Stephen         King
“Empezó a llorar, no histéricamente o a gritos, como llora la gente cuando disimula la rabia con lágrimas, sino con los sollozos continuos de quien acaba de descubrir que está solo y lo estará durante mucho tiempo. Lloró porque la seguridad y la razón parecían haber abandonado el mundo. La soledad era esto, una realidad, pero en esta situación la locura era asimismo una posibilidad nada remota.”
Stephen King, The Talisman
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David Foenkinos
“Eso es lo bonito de las lágrimas: que pueden tener significados opuestos. Se llora de dolor, se llora de felicidad. Pocas manifestaciones físicas tienen esa identidad de dos cabezas, como para materializar la confusión.”
David Foenkinos, Le Mystère Henri Pick

Fyodor Dostoevsky
“—No, no le dije una palabra de eso; de cualquier manera, no habría comprendido. Pienso que, si con la ayuda de la lógica se puede convencer a alguien de que no hay razón para llorar, dejará de llorar de inmediato. Está claro. ¿No le parece que estoy en lo cierto?

—En ese caso, la vida sería demasiado fácil —replicó Raskolnikov.”
Fyodor Dostoyevsky, Crime and Punishment

John Green
“No entiendo qué sentido tiene llorar. Además, creo que llorar es casi totalmente inevitable si sigues dos reglas muy sencillas: 1) no dar demasiada importancia, y 2) callarte. Todas las desgracias que me han sucedido en la vida han sido consecuencia de no haber cumplido una de estas dos reglas.”
John Green, Will Grayson, Will Grayson

María Fernanda Heredia
“Quiso llorar pero no puedo. Incluso las lágrimas pierden fuerza, se cansan y un día se rehúsan a salir”
Maria Fernanda Heredia, La lluvia sabe por qué

Sanmao
“Aunque llevaba muchos años fuera de casa, aún me resultaba bastante complicado controlar el dolor y las emociones que me asaltaban al tener que volver a alejarme de él nuevamente. (…) Hay que vivir intensamente todo lo que nos pasa en la vida, si no, es un aburrimiento. ¡Poder llorar siempre es buena señal!”
Sanmao, Diarios de las Canarias

Carol Zardetto
“Lo que realmente sucedía es que para ella el mundo había empezado a girar sin que estuviera en él. Se sentía apartada, solitaria, encerrada en sí misma, indiferente a lo que la rodeaba, sin que nada pudiese hacerla alegrarse profundamente, llorar desconsoladamente, vibrar, vivir. Sólo la pasaba. Sin pena, sin gloria.”
Carol Liliana Zardetto de la Vega, El Discurso del Loco

Banana Yoshimoto
“Pero ¿no están corriendo las lágrimas por mis mejillas y caen a goterones sobre mi pecho? Me sorprendió. Pensé que el funcionamiento de mi cuerpo se había estropeado. Igual que cuando una está muy borracha y las lágrimas van saliendo, una tras otra, sin parar, por algo que no tiene relación con una misma.”
Banana Yoshimoto, Kitchen

Federico Dario Teijeiro
“No hagas con el amor lo que un niño con su globo; que por jugar lo pierde y por perder lo llora.”
Federico Dario Teijeiro

Philippe Claudel
“Llorarlo es lanzar un puñado de vida a los ojos de la muerte. Sabes que sólo la cegará durante unos instantes, pero te alivia.”
Philippe Claudel, Geuren

“Lloré. Mis lágrimas finalmente habían regresado ahora que ya llevaba tanto sin acercarme a la cocaína. Tal vez lloré un poco más de lo que la situación justificaba. Tal vez ser capaz de llorar otra vez fue bueno.”
Patricia Velásquez, Straight Walk: A Supermodel's Journey to Finding Her Truth

Laurie Colwin
“Polly había llorado tanto que se sentía deshidratada. El llanto juvenil es una cosa y el llanto adulto otra muy distinta. Las lágrimas de la juventud son limpiadoras, como las siestas o las duchas tonificantes. Una buena llorera hace que el joven que sufre sienta que se ha conseguido algo. Las lágrimas de la edad adulta dejan a la víctima seca y agotada. Dejan los ojos escocidos. Dejan a su paso un dolor bajo las costillas y en la frente.”
Laurie Colwin, Family Happiness

Ignacio Novo
“Llora si te han roto el corazón, pero piensa que quizá es la manera que tiene el destino de salvarte de la persona equivocada.”
Ignacio Novo
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Ignacio Novo
“No llores porque se fue., sonríe porque te ha dado la oportunidad de encontrar a alguien mucho mejor. Ya sé que ahora no estás para razonarlo así, pero el tiempo te hará comprender que tengo razón.”
Ignacio Novo
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Ignacio Novo
“No llores. Todo lo que perdemos en esta vida aparece siempre más adelante en otra forma. Ojalá algún día seas capaz de entenderlo.”
Ignacio Novo
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Nozomu Tamaki
“Llevas una enorme carga... te lamentas sobre una vieja herida... te arrepientes... si insistes en ser la cría de un conejo, entonces llorar hasta que tus ojos estén rojos e hinchados está bien. Sin embargo, ¡No eres un pequeño conejo! ¡Eres un lobo! Los lobos nunca lloran. Debes tomar responsabilidad por esa herida con tus colmillos... debido a que sólo con ellos podrás encargarte de esos asuntos.”
Nozomu Tamaki, Dance in the Vampire Bund Vol. 8

“Si un niño ve las lágrimas de sus padres, es una tragedia. Si ellos, que son mis padres, personajes mayores y muy fuertes, lloran, ¿qué me queda a mí por hacer?”
José de Cora, Habla Mario

Rodrigo de Souza Leão
“Llueve y lloro. Lloro y llueve.”
Rodrigo de Souza Leão, All Dogs Are Blue

Joaquin G. Gutierrez
“Soy un payaso en blanco y negro actuando de espaldas a un público que no hace mas que llorar.”
Joaquin G. Gutierrez

Nerea Riesco
“A los hombres los educan para saber dominarse. Reprimir el dolor es la esencia de la virilidad. Los hombres no lloran.
No me preguntes por qué.”
Nerea Riesco, La ciudad bajo la luna

Alejandro Zambra
“fumar rabiosamente y aguantar las lágrimas, lo que no era fácil, porque fumar y llorar son actividades complementarias”
Alejandro Zambra, Poeta chileno

Almudena Grandes
“Aquella fue la primera vez en su vida que Raquel Fernández Perea vio llorar a su abuelo, la primera y la última, la única, pero nunca se sintió privilegiada ni orgullosa por haber sido testigo de su llanto, como había sido tantas veces espectadora de su alegría, porque su abuelo lloraba como un niño pequeño, sin freno, sin pausa, sin consuelo, olvidado de su nieta y de sí mismo, del hombre que había sido y del que seguía siendo, un hombre que había podido morir muchas veces y había salvado la vida para celebrar la muerte de su enemigo bailando un pasodoble con su mujer en una plaza del Barrio Latino de París, muy poco, poquísimo, casi nada, con un frío que pelaba y delante de una pandilla de inocentes, Ignacio Fernández Muñoz, alias el Abogado, defensor de Madrid, capitán del Ejército Popular de la República, combatiente antifascista en la segunda guerra mundial, condecorado dos veces por liberar Francia, rojo, español, y propietario de una pena negra, honda y sonriente que su nieta no olvidaría jamás, como no olvidaría la tarde en que le vio llorar, más solo, más angustiado, más derrotado que nunca, incapaz de seguir reteniendo por más tiempo todas las lágrimas que no había dejado ir mientras toreaba a la muerte por su cuenta, mientras se fugaba de las cárceles, de los campos, de los trenes, de los que le querían matar sólo porque era él, y que eran todos, mientras se acostumbraba al fracaso perpetuo de una vida próspera en un país ajeno, y al sueño imposible de la ciudad propia que volvía a perder cada mañana, porque somos de un país de hijos de puta, vamos a brindar, porque somos de un país de mierda, brindemos, él había levantado la copa, todas sus copas, pero había retenido también todas sus lágrimas para dejarlas ir ahora, sin freno, sin pausa, sin consuelo, para llorar el llanto de una vida entera [...]”
Almudena Grandes, El corazón helado