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Sentido De La Vida Quotes

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C.S. Lewis
“¿Por qué, entonces, nos ha dado Dios el libre albedrío? Porque el libre albedrío, aunque haga posible el mal, es también lo único que hace que el amor, la bondad o la alegría merezcan la pena tenerse. Un mundo de autómatas —de criaturas que funcionasen como máquinas— apenas merecería ser creado. La felicidad que Dios concibe para Sus criaturas más evolucionadas es la felicidad de estar libre y voluntariamente unidas a Él.”
C.S. Lewis, Mere Christianity

Ignatius of Loyola
“En toda buena elección, en cuanto es de nuestra parte, el ojo de nuestra intención debe ser simple, solamente mirando para lo que soy criado, es a saber, para alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi ánima, y así, cualquier cosa que yo eligiere debe ser a que me ayude para al fin para que soy criado, no ordenando ni trayendo el fin al medio, mas el medio al fin. Porque primero hemos de poner por obyecto querer servir a Dios, que es el fin, y secundario tomar beneficio o casarme, si más me conviene, que es el medio para el fin; así ninguna cosa me debe mover a tomar los tales medios o a privarme dellos, sino sólo el servicio y alabanza de Dios nuestro Señor y salud eterna de mi ánima.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Ignatius of Loyola
“El primer punto. Es necesario que todas cosas de las cuales queremos hacer elección sean indiferentes o buenas en sí, y que militen dentro de la santa madre Iglesia jerárquica, y no malas ni repugnantes a ella. Segundo. Hay unas cosas que caen debajo de elección inmutable, así como son sacerdocio, matrimonio, etc.; hay otras que caen debajo de elección mutable, así como son tomar beneficios o dejarlos, tomar bienes temporales o lanzallos. Tercero. En la elección inmutable, que ya una vez se ha hecho elección, no hay más que eligir, porque no se puede desatar; así como es matrimonio, sacerdocio, etc. Sólo es de mirar que, si no ha hecho elección debida y ordenadamente sin afecciones desordenadas, arrepintiéndose, procure hacer buena vida en su elección.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Ignatius of Loyola
“Primer modo para hacer una buena elección:
El primer punto es proponer delante la cosa sobre que quiero hacer elección, así como un oficio o beneficio para tomar o dejar, o de otra cualquier cosa que cae en elección mutable. Segundo. Es menester tener por obyecto el fin para que soy criado, que es para alabar a Dios nuestro Señor y salvar mi ánima; y con esto hallarme indiferente, sin afección alguna desordenada. Quinto. Después que así he discurrido y raciocinado a todas partes sobre la cosa propósita, mirar dónde más la razón se inclina; y así, según la mayor moción racional, y no moción alguna sensual, se debe hacer deliberación sobre la cosa propósita.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Ignatius of Loyola
“Segundo modo para hacer una buena elección:
La primera es que aquel amor que me mueve y me hace eligir la tal cosa descienda de arriba, del amor de Dios. De forma que el que elige sienta primero en sí que aquel amor más o menos que tiene a la cosa que elige, es sólo por su Criador y Señor. La segunda, mirar a un hombre que nunca he visto ni conocido, y deseando yo toda su perfección, considerar lo que yo le diría que hiciese y eligiese para mayor gloria de Dios nuestro Señor y mayor perfección de su ánima; y, haciendo yo asimismo, guardar la regla que para el otro pongo. La tercera, considerar, como si estuviese en el artículo de la muerte, la forma y medida que entonces querría haber tenido en el modo de la presente elección; y, reglándome por aquella, haga en todo la mi determinación. La cuarta, mirando y considerando cómo me hallaré el día del juicio, pensar cómo entonces querría haber deliberado acerca la cosa presente; y la regla que entonces querría haber tenido, tomarla ágora.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Pope Benedict XVI
“La respuesta de Jesús al Buen Ladrón va más allá de la petición. En lugar de un futuro indeterminado habla de un «hoy»: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc 23,43) También estas palabras están llenas de misterio, pero nos enseñan ciertamente una cosa: Jesús sabía que entraba directamente en comunión con el Padre, que podía prometer el paraíso ya para «hoy». Sabía que reconduciría al hombre al paraíso del cual había sido privado: a esa comunión con Dios en la cual reside la verdadera salvación del hombre.
Así, en la historia de la espiritualidad cristiana, el buen ladrón se ha convertido en la imagen de la esperanza, en la certeza consoladora de que la misericordia de Dios puede llegarnos también en el último instante; la certeza de que, incluso después de una vida equivocada, la plegaria que implora su bondad no es vana. «Tú que escuchaste al ladrón, también a mí me diste esperanza», reza, por ejemplo, el Dies irae.”
Benedict XVI, Jesus of Nazareth, Part Two: Holy Week: From the Entrance into Jerusalem to the Resurrection

C.S. Lewis
“Si hay un poder controlador fuera del universo, no podría mostrársenos como uno de los hechos dentro del universo… del mismo modo que el arquitecto de una casa no podría ser una pared o una escalera o una chimenea de esa casa. El único modo en que podríamos esperar que se nos mostrase sería dentro de nosotros mismos como una influencia o una orden intentando que nos comportásemos de una cierta manera. Y eso es justamente lo que encontramos dentro de nosotros.”
C.S. Lewis, Mere Christianity

C.S. Lewis
“En el acto mismo de intentar demostrar que Dios no existía —en otras palabras, que toda la realidad carecía de sentido— descubrí que me veía forzado a asumir que una parte de la realidad — específicamente mi idea de la justicia— estaba llena de sentido. En consecuencia, el ateísmo resulta ser demasiado simple. Si todo el universo carece de significado, jamás nos habríamos dado cuenta de que carece de significado, del mismo modo que, si no hubiera luz en el universo, y por lo tanto ninguna criatura tuviese ojos, jamás habríamos sabido que el universo estaba a oscuras. La palabra oscuridad no tendría significado.”
C.S. Lewis, Mere Christianity

Viktor E. Frankl
“Vivir significa asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las cuestiones que la existencia nos plantea, cumplir con las obligaciones que la vida nos asigna a cada uno en cada instante particular.”
Viktor Frankl

Natasha Keen
“El ciclo de la vida acaba convirtiendo a todos en presas de algo tarde o temprano, y ella era presa del dolor”
Natasha Keen, ¿Quién tiró la primera piedra?

Neus Figueras
“Entonces solo puedes fallarnos si no haces nada.”
Neus Figueras, Lorac

Neus Figueras
“Solo puedes fracasar si no haces nada.”
Neus Figueras, Lorac

“El látigo enseñó al muchacho la oración y esta se convirtió en instrumento de consuelo. ¿Acaso las penas y sufrimientos que encontramos en el camino no son el látigo que utiliza Dios para procurarnos la felicidad? ¿Por qué, entonces, habíamos de temerlo tanto? Él nos ama con amor infinito y los látigos nos enseñan a orar, conduciéndonos a verdaderas alegrías.”
Anonymous, The Way of a Pilgrim

Ignatius of Loyola
“El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor y, mediante esto, salvar su ánima; y las otras cosas sobre la haz de la tierra son criadas para el hombre, y para que le ayuden en la prosecución del fin para que es criado. De donde se sigue, que el hombre tanto ha de usar dellas cuanto le ayudan para su fin, y tanto debe quitarse dellas cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas criadas, en todo lo que es concedido a la libertad de nuestro libre albedrío y no le está prohibido; en tal manera, que no queramos de nuestra parte más salud que enfermedad, riqueza que pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y por consiguiente en todo lo demás; solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce para el fin que somos criados.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Ignatius of Loyola
“Semana 2, preámbulo para considerar estados: comenzaremos, juntamente contemplando la vida de Cristo, a investigar y a demandar en qué vida o estado de nosotros se quiere servir su divina majestad. Y así, para alguna introducción dello, en el primer ejercicio siguiente veremos la intención de Cristo nuestro Señor y, por el contrario, la del enemigo de natura humana; y cómo nos debemos disponer para venir en perfección en cualquier estado o vida que Dios nuestro Señor nos diere para eligir.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Walter J. Ciszek
“Durante esos largos de años de soledad y sufrimiento, Dios me condujo a una comprensión de la vida y de su amor que solo quienes la han experimentado son capaces de entender. Me despojó de muchos de los consuelos externos, físicos y religiosos, en los que se apoya el hombre y me dejó como única guía un núcleo esencial de verdades aparentemente simples.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“Tendemos demasiado fácilmente a asociar nuestra satisfacción con un sentimiento de bienestar, a buscarla únicamente en nuestra comodidad. Perdemos de vista que, por debajo y detrás de todo eso, está Dios, que nos mantiene y sostiene. Dios permite que nuestro mundo se trastoque para recordarnos que no es nuestra morada permanente ni nuestro destino final y trabajemos por nuestro destino eterno y nuestra salvación.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“Experimenté lo que ya había escuchado de algunos directores espirituales o leído en algunos libros, pero nunca había entendido plenamente: que la voluntad de Dios se puede discernir por los frutos espirituales que trae consigo; que la paz del alma y la alegría del corazón son dos de esas señales, siempre que surjan de un total compromiso, de una plena y exclusiva apertura a Dios, y no residan en los propios deseos. Que la validez de una llamada –bien sea la llamada a una vocación, bien a algún nuevo comienzo dentro de esa vocación– puede probarse por los movimientos del alma que la acompañan. Que los movimientos de la gracia de Dios deben ser siempre aceptados y entendidos a través de la vida de fe, porque, en definitiva, la verdad de toda acción misteriosa de la gracia se distingue a la luz de la fe, y no por la fuerza de la razón o el intelecto.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“Esta verdad tan sencilla –la de que el único fin de la vida del hombre en la tierra es hacer la voluntad de Dios– contiene riquezas y recursos suficientes para toda una vida. Una vez que se aprende a vivir juzgándola lo más importante, a ver cada día y cada actividad diaria bajo esa luz, se convierte en algo más que en fuente de salvación eterna: se convierte en una fuente de gozo. La maravilla de la gracia de Dios que transforma las acciones humanas carentes de valor en medios eficaces para extender el reino de Cristo en la tierra causa un asombro y una humildad sin límites, y aporta una paz y una alegría desconocidas para quienes nunca lo han experimentado e inexplicable para los que no creen.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“En el sufrimiento y el sacrificio había un matiz de profunda alegría interior, porque en ellos veías cumplida la voluntad de Dios en una vida que, de otro modo, sería frustrante; veías realizada la gran obra de la salvación. Si miras el sacrificio y el sufrimiento solamente con los ojos de la razón, tiendes a evitarlos todo lo posible, porque el dolor en sí mismo nunca es agradable. Pero, si eres capaz de aprender a ver el papel del dolor y el sufrimiento en relación con el plan redentor de Dios para el universo y para cada alma, tu actitud cambiará. No lo rehúyes cuando te alcanza, sino que lo soportas en la medida de la gracia que recibes.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“Cada día, todos los días de nuestra vida, Dios nos pone delante personas y ocasiones con las que espera que actuemos. No espera más de nosotros, pero no aceptará menos; y faltamos a nuestra promesa y a nuestro compromiso si no descubrimos su divina voluntad en cada momento de cada día. Cualquier momento de la vida de los hombres es precioso a los ojos de Dios y ninguno se debe malgastar por culpa de las dudas o el desaliento.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“Como sacerdote, tiene que ofrecer un testimonio especial del poder del reino para transformar todo lo humano, incluso lo torcido y lo distorsionado, lo monótono y lo que parece insignificante. De hecho, las cosas intrascendentes y las aparentemente imposibles son su verdadero desafío. Porque también eso debe ser transformado y redimido para que Cristo alcance su victoria. El reino de Dios no llegará a su cumplimiento en el mundo gracias a una extraordinaria batalla a espada contra el poder de las tinieblas, sino al trabajo y al sufrimiento diarios de cada uno de nosotros como Cristo trabajó y sufrió, hasta que todo acabe transformado. Y ese proceso de transformación continúa hasta el fin de los tiempos.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“Resistirse a la humillación es algo completamente natural. Retrocedemos ante las experiencias humillantes porque atentan contra nuestra dignidad (que es otra manera de decir que hieren nuestro orgullo). Esa es la clave del problema. Entonces nos vendrá bien recordar quiénes somos nosotros realmente y quién es Dios. Si detrás de esa experiencia solo vemos el daño y lo desagradable del hecho, únicamente puede ser porque hemos perdido de vista, al menos momentáneamente, la voluntad de Dios y su providencia. Porque las humillaciones nacen de las circunstancias, de los acontecimientos y de la gente que Dios nos pone delante cada día; y todas esas cosas no son sino manifestaciones de su providencia. De ahí que debamos aprender a descubrir en todo ello, incluso en las humillaciones, ocasiones para una mayor conformidad con la voluntad de Dios.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“No existe ninguna diferencia entre un hombre de fe y un hombre sin fe (o con poca fe) en la rutina de cada momento de nuestra vida, día tras día, una semana y un mes y un año tras otro. Externamente, nuestras vidas difieren muy poco de la de quienes nos rodean; lo que marca la diferencia, lo que tiene que marcar la diferencia, es la fe que inspira todas nuestras decisiones, nuestras elecciones y nuestras acciones. Sin la fe, nuestras vidas no son más que una rutina vacía, tediosa y hueca, y los días se suceden casi sin sentido y con la sensación de no haber hecho nada importante. Con la fe, sin embargo, hasta la acción más tediosa y rutinaria del día posee un valor y un sentido para nosotros y para el reino de Dios.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Walter J. Ciszek
“¿Qué puede inquietar al alma que acepta cada momento de cada día como un don salido de las manos de Dios, y que lucha por hacer su voluntad? «Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?». Nada, ni siquiera la muerte, puede separarnos de Él. No hay nada que nos afecte que no salga de sus manos; nada puede turbarnos, porque todo procede de ellas. ¿Es esto demasiado simple, o es más bien que nos da miedo creerlo, aceptarlo plenamente y en cada detalle de nuestra vida; que nos da miedo entregarnos a ello con un compromiso total?”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Neal Lozano
“En las Escrituras, un nombre propio habla de la identidad y el destino. Dios le ha asignado significado y propósito a tu nombre. Te representa a ti. A Él le encanta tu nombre. Le encanta pronunciarlo. Él sabía tu nombre antes de que nacieras, incluso antes de que tus padres lo pronunciaran. Tu nombre tiene sentido, y tu vida le da sentido a tu nombre. Deja que Dios te diga tu nombre. Reflexiona sobre el significado de tu nombre. Considera con qué propósito te formó Dios al punto que te “plasmó en el seno de tu madre” (Salmo 139, 13)”
Neal Lozano, Unbound: A Practical Guide to Deliverance

“Roma me mostró las sorprendentes hazañas que pueden llevar a cabo los hombres de fe. Orar ante las tumbas de los santos y mártires, y estar en un lugar donde tanta gente ha vivido y ha muerto antes de mí, me hizo reflexionar sobre los constantes avisos de Nuestra Señora respecto a la brevedad de la vida en la tierra. Cuando llegas a conocer el Cielo, miras el mundo de un modo diferente. Entiendes que la vida en la tierra es sólo temporal y que la muerte no es un final. «Liberáos de todo lo que os ata solamente a las cosas terrenas y permitid que lo que es de Dios modele vuestra vida a través de la oración y el sacrificio».”
Mirjana Soldo, My Heart Will Triumph

“Cuando la gente fallece «demasiado joven», nos preguntamos por qué Dios no les dejó vivir una vida plena. Pero recordad: nosotros no morimos. Nuestra Señora sabe cómo uno se siente cuando se pierde un hijo, pero ella se reunió con Cristo en el Cielo y ha estado con Él desde entonces. Estamos destinados a ver de nuevo a nuestros seres queridos que murieron, pero no siempre es fácil entender la voluntad de Dios. ¿Quién dice que una vida breve vale menos que una vida larga? «Si un día es como mil años» para nuestro eterno Dios, la diferencia entre una década y un siglo es infinetesimal.”
Mirjana Soldo, My Heart Will Triumph

Hiromi Kawakami
“Visto así, todo carece de sentido.”
Hiromi Kawakami, De pronto oigo la voz del agua

Santiago Posteguillo
“Pues ¿qué es la vida sino un largo texto, un largo discurso que vamos construyendo, día a día, sobre nosotros mismos?”
Santiago Posteguillo, Maldita Roma: La conquista del poder de Julio César

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