Llévame a la luna
4.346
30 de julio de 2013
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedieta romántica con un desenlace más que previsible pero con un planteamiento inicial curioso y un desarrollo de la historia aderezado de momentos con una comicidad innegable.
Es una de esas películas que aunque intuyes como van a terminar, resultan atractivas por que, quizás no te estén contando nada nuevo pero te sirven para pasar el rato, para desconectar , que es lo que la mayoría buscamos cuando vemos una película.
Es lo que tienen estas comedias romanticonas, que después de inocularte una buena dosis de humor y buenos sentimientos, cuando terminan consiguen que al menos durante un ratillo te sientas más positivo y reconfortado. Una fórmula que nunca falla.
Es una de esas películas que aunque intuyes como van a terminar, resultan atractivas por que, quizás no te estén contando nada nuevo pero te sirven para pasar el rato, para desconectar , que es lo que la mayoría buscamos cuando vemos una película.
Es lo que tienen estas comedias romanticonas, que después de inocularte una buena dosis de humor y buenos sentimientos, cuando terminan consiguen que al menos durante un ratillo te sientas más positivo y reconfortado. Una fórmula que nunca falla.
23 de julio de 2013
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El peor favor que le hacen a esta película es presentarla como de los mismos productores de "Intocable"; sin darse cuenta, ya están disminuyendo sus posibilidades de éxito. Comedia ligera, nada pretenciosa, que gusta por el acierto en la elección de sus dos protagonistas pero que no causa ninguna otra expectativa que pasar ciertos momentos divertidos y, otros tantos, más aburridos pues su guión es un clásico de las guerras de sexo, totalmente previsible y que no llega demasiado lejos. Liviana e insignificante en su contenido, sus momentos puntuales de explosión no la salvan de catalogarla como débil, superficial, floja y muy, muy endeble; Diane Kruger lleva el peso de toda la comedia -la malvada siempre es la mujer- y Dany Boon se limita a ser el tonto que la sigue, con final feliz incluido, por supuesto. Comedia romántica que gusta sin exigir demasiado, que entretiene lo suficiente para pasar el rato -la base de la diversión es la constante humillación del género masculino que se pierde ante dos tetas!!!- y que no da más de sí; confórmate y no pidas lo que no vas a encontrar!!!
28 de noviembre de 2013
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un argumento que parece prometedor a los pocos minutos encalla para convertirse en el típico producto vanamente comercial de usar y tirar. Enseguida nos encontramos un viaje a la subrealidad por los derroteros de la estupidez absurda, o en todo caso, sublime. Con el previsible final y el sabor del regustillo de otros film de copiar y pegar. Al margen de la mediocridad de esta obra apta para todos los públicos, a su favor tiene que se hace a su pesar, amena conseguido por la buena elección de actores logrando entretener en una sobremesa frente al televisor. Incluso a mi me ha logrado sacar alguna sonrisa una vez te creas esta absurda historia. Y a pesar de lo ridículo de su personaje, la actriz alemana 'Diane Kruger', demuestra que no sólo es guapísima sino que además es una soberbia actriz.
12 de abril de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al final resulta que "Llévame a la Luna" no solo no me ha desagradado tanto como comedia romántica, sino que me ha parecido de las más decentes que he visto. Y eso que se juntaban dos de los conceptos que más me cuesta digerir en lo referente al séptimo arte, comedia romántica y cine francés.
Ciertamente, "Llévame a la Luna" se podría definir como una comedia romántica que utiliza dos tipos de humor. En la primera mitad de cinta utiliza el humor suave y facilón, y de mitad hacia delante se decanta por el humor malicioso. Siendo honestos, me hubiera gustado que toda la película hubiera sido más cercana al segundo tipo de comedia. Y es que, es en esa parte cuando la historia me engancho más. Pero bueno, que le vamos a hacer.
Otro de los puntos fuertes del film, respecto a otras comedias románticas, es Diane Kruger. Ella solita se basta y se sobra para llenar la pantalla, cosa que se termina agradeciendo.
Narrativamente hablando, la película deja más lagunas. Esa forma de contar la historia, como si de un episodio de "Los Simpsons" se tratara, de esos en los que ojean un álbum de fotos alrededor del fuego y cuentan la historia a sus hijos, no me ha convencido mucho. De hecho, resulta totalmente innecesario, consiguiendo únicamente frenar el ritmo de la historia principal.
Definitivamente, "Llévame a la luna" es una comedia romántica agradable e interesante, que no es poco. Se ve bien y no irritara a todo aquel que no sea muy afín a este tipo de historias.
Ciertamente, "Llévame a la Luna" se podría definir como una comedia romántica que utiliza dos tipos de humor. En la primera mitad de cinta utiliza el humor suave y facilón, y de mitad hacia delante se decanta por el humor malicioso. Siendo honestos, me hubiera gustado que toda la película hubiera sido más cercana al segundo tipo de comedia. Y es que, es en esa parte cuando la historia me engancho más. Pero bueno, que le vamos a hacer.
Otro de los puntos fuertes del film, respecto a otras comedias románticas, es Diane Kruger. Ella solita se basta y se sobra para llenar la pantalla, cosa que se termina agradeciendo.
Narrativamente hablando, la película deja más lagunas. Esa forma de contar la historia, como si de un episodio de "Los Simpsons" se tratara, de esos en los que ojean un álbum de fotos alrededor del fuego y cuentan la historia a sus hijos, no me ha convencido mucho. De hecho, resulta totalmente innecesario, consiguiendo únicamente frenar el ritmo de la historia principal.
Definitivamente, "Llévame a la luna" es una comedia romántica agradable e interesante, que no es poco. Se ve bien y no irritara a todo aquel que no sea muy afín a este tipo de historias.
26 de julio de 2013
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sigue quedando patente de nuevo que, bien por la decadencia de las producciones estadounidenses, bien por la calidad de las francesas, las mejores comedias se ruedan en nuestro país vecino. Si hace escasas semanas llegó a las pantallas “Popular”, como soplo de aire fresco en una cartelera necesitada de humor de alto nivel –no decadente, basto o simplón-, ahora se estrena con idéntico efecto “Llévame a la Luna”. Sin embargo, ¿cuáles han sido las alternativas procedentes de Estados Unidos? Dejando al margen el género de animación, nos encontramos con “Niños grandes 2”, “Los becarios”, “Resacón 3”, “Scary Movie 5”, “La gran boda”, “Por la cara”... Podría seguir, pero prefiero parar. Si Billy Wilder levantara la cabeza y viese lo que, bajo la etiqueta de “comedia”, muestra su país de adopción a día de hoy, se echaría a llorar. Y, salvo que alguno de los escasos cineastas que pueden mantener a flote esta modalidad cinematográfica –como Alexander Payne o Jason Reitman- lo remedien, vale más certificar la defunción de un tipo de cine que hasta hace poco tiempo era un referente de la potente y casi hegemónica industria estadounidense.
El realizador Pascal Chaumeil tan sólo ha dirigido dos largometrajes pero su nombre comienza a hacerse un hueco entre los aficionados al Séptimo Arte. Después de ejercer como ayudante de su compatriota Luc Besson en “Leon: El profesional”, “El quinto elemento” o “Juana de Arco”, debutó detrás de las cámaras en 2010 con el delicioso y divertido film “Los seductores” que, sin un gran presupuesto ni una complicada puesta en escena, resultó agradable y entretenido. Destacó entre todas las comedias de aquel año, pese a no contar con diálogos impactantes ni secuencias memorables.
Ahora presenta su segundo trabajo, la historia de una mujer en cuya familia –sea por maldición, casualidad o superstición- jamás han funcionado los primeros matrimonios, desde tiempos inmemoriales. Dado que disfruta de una relación sentimental que considera ideal y definitiva, y debido a ese temor al mal fario de sus antepasados, decide casarse y divorciarse de inmediato y secretamente con un desconocido, dispuesta a esquivar esa pésima suerte que persigue a los suyos. El elegido para ese primer enlace fallido es un hombre aparentemente ridículo que le hará atravesar situaciones disparatadas y rocambolescas por varios países del mundo, hasta que los sentimientos fingidos y los verdaderos comienzan a entremezclarse.
Si bien el guión es parcialmente mejorable y el ritmo no mantiene la regularidad durante todo el metraje, la cinta resulta graciosa y entretenida y hace albergar esperanzas de recuperación de un género que, si no moribundo, parecía huérfano. Se ve con agrado y muchas de sus escenas mueven a la sonrisa, cuando no a la risa. Se trata de una apuesta segura para los amantes de la comedia y la confirmación de que habrá que seguir la pista de Chaumeil en el futuro. Con su próximo proyecto, basado en una novela del aclamado escritor Nick Hornby, va a dar el salto al mercado anglosajón, rodando en inglés y con actores británicos en su mayoría. Desde luego, me apunto a ver el resultado final y confío en que dicho cambio no afecte negativamente a su trayectoria artística.
Los protagonistas de “Llévame a la Luna” son la bellísima Diane Kruger y el simpático Dany Boon, ambos con una notable vis cómica. La actriz alemana incluso se marca un baile en la escena final con el que demuestra su versatilidad.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
El realizador Pascal Chaumeil tan sólo ha dirigido dos largometrajes pero su nombre comienza a hacerse un hueco entre los aficionados al Séptimo Arte. Después de ejercer como ayudante de su compatriota Luc Besson en “Leon: El profesional”, “El quinto elemento” o “Juana de Arco”, debutó detrás de las cámaras en 2010 con el delicioso y divertido film “Los seductores” que, sin un gran presupuesto ni una complicada puesta en escena, resultó agradable y entretenido. Destacó entre todas las comedias de aquel año, pese a no contar con diálogos impactantes ni secuencias memorables.
Ahora presenta su segundo trabajo, la historia de una mujer en cuya familia –sea por maldición, casualidad o superstición- jamás han funcionado los primeros matrimonios, desde tiempos inmemoriales. Dado que disfruta de una relación sentimental que considera ideal y definitiva, y debido a ese temor al mal fario de sus antepasados, decide casarse y divorciarse de inmediato y secretamente con un desconocido, dispuesta a esquivar esa pésima suerte que persigue a los suyos. El elegido para ese primer enlace fallido es un hombre aparentemente ridículo que le hará atravesar situaciones disparatadas y rocambolescas por varios países del mundo, hasta que los sentimientos fingidos y los verdaderos comienzan a entremezclarse.
Si bien el guión es parcialmente mejorable y el ritmo no mantiene la regularidad durante todo el metraje, la cinta resulta graciosa y entretenida y hace albergar esperanzas de recuperación de un género que, si no moribundo, parecía huérfano. Se ve con agrado y muchas de sus escenas mueven a la sonrisa, cuando no a la risa. Se trata de una apuesta segura para los amantes de la comedia y la confirmación de que habrá que seguir la pista de Chaumeil en el futuro. Con su próximo proyecto, basado en una novela del aclamado escritor Nick Hornby, va a dar el salto al mercado anglosajón, rodando en inglés y con actores británicos en su mayoría. Desde luego, me apunto a ver el resultado final y confío en que dicho cambio no afecte negativamente a su trayectoria artística.
Los protagonistas de “Llévame a la Luna” son la bellísima Diane Kruger y el simpático Dany Boon, ambos con una notable vis cómica. La actriz alemana incluso se marca un baile en la escena final con el que demuestra su versatilidad.
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@gerardo_perez_s
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