Cuando todo vuelve al agua es la tercera y última parte de las Misiones de Arconte del Capítulo IV: Acto II, Una llovizna inesperada.
Detalles[]
- Encuentra una forma de sumergirte
- Ve al lugar que dijo Melus
- Busca la entrada de la fábrica de sinte
- Investiga a fondo
- Busca pistas en la fábrica de sinte
- El jugador será teletransportado al Dominio Los secretos del agua.
- Analiza con Paimon las pistas de las que disponen
- Busca pistas sobre Vacher
- Vuelve a la Ópera para presentar las pruebas
- Sal de la Ópera
- Lleva a Marcel a la plaza de la fuente
- Habla con Neuvillette
Recompensa[]
- EXP de Aventura
- Protogemas
- Mora
- Recuerdo del fluir del agua
- Ingenio del héroe
- Mineral de refinamiento místico
Notas[]
- Durante el paso 5, la parte activa se limita al Viajero.
- Completar el paso 8 otorga el logro Maravillas del mundo Una tragedia recurrente.
- Al completar esta misión, si el jugador se encuentra dentro de la Fontana Lucine, podrá escuchar la voz sollozante de Furina que dice: "Tan interminable... Tan solitaria... Solo... ¿cuánto tiempo más?" Esto presagia una escena en la misión de arconte La ópera de la oscuridad y la claridad en el Capítulo IV: Acto V - Mascarada de los culpables. Una vez completada la misión, su voz ya no se puede escuchar en la fuente.
Diálogos[]
- (Busca la entrada de la fábrica de sinte)
- Paimon : ¡Por fin lo encontramos! ¿De verdad este sitio tan normal es donde se hace el sinte?
- Su aspecto es normal a propósito.
- Lo especial estará en el interior.
- Paimon : Tienes razón. Seguro que en un sitio tan importante hay todo tipo de mecanismos y medidas de seguridad.
- Paimon : Navia debe de estar ahora mismo peleando en el juicio para ganar tiempo...
- (Ve a la Ópera para identificar al culpable)
- Neuvillette: Tal vez deba repetirle mi pregunta, don Tartaglia.
- Neuvillette: ¿Acepta usted los cargos por los que se le acusa de ser el culpable del caso de las chicas desaparecidas?
- Nobile: Sinceramente, no entiendo ni sus complicados procedimientos judiciales ni por qué intentan cargarme la culpa.
- Nobile: Pero por lo que sé, el acusado puede demostrar su inocencia mediante un duelo, ¿cierto?
- Nobile: Y eso quiere decir que, si acepto los cargos, podré luchar contra Clorinde, la verduga del justiciazgo, sin contenerme ni un poco, ¿correcto?
- Nobile: Esa es una propuesta imposible de rechazar.
- Nobile: La última vez que luchamos en privado, claramente se contuvo... Qué decepción.
- Furina: Oye, ¡no olvides que eres el sospechoso de un crimen! No estás aquí para divertirte luchando.
- Nobile: Oh, ¿quiere explicarme algo que no sé sobre la Ópera, Arconte Hydro?
- Nobile: ¿Qué tal si lucha usted contra mí? Soy aún mejor combatiendo bajo presión.
- Furina: ¿Eh? N-no, eso no es lo que quería decir...
- Neuvillette: Suspira, esta conversación no nos está llevando a ningún sitio...
- Neuvillette: Deje que se lo explique otra vez. El motivo de este juicio es encontrar al culpable del caso de las chicas desaparecidas.
- Navia: Señoría, este caso no tiene nada que ver con él. ¡No es el culpable!
- Espectadora segura de sí misma: ¿Eh? ¿Q-qué pasa?
- Espectadora dubitativa: ¿Ella otra vez?
- Espectador pensativo: Ya les dije que no era posible que uno de Los Once fuera el culpable.
- Neuvillette: Srta. Navia, ya es la segunda vez que hace esto. La vez pasada pasé por alto su comportamiento porque aportó un testimonio clave.
- Neuvillette: Pero aquello fue una excepción al protocolo convencional. Ahora puedo acusarla de desacato al tribunal.
- Navia: Señoría, ¿de verdad creía que tengo el más mínimo respeto por las farsas que tienen lugar en este tribunal?
- Navia: No estoy aquí para discutir con usted, sino para acusar al verdadero culpable de la desaparición de las chicas.
- Navia: Así que, si mi acusación se confirma, consecuentemente el Sr. Tartaglia sería declarado inocente, ¿no es así?
- Nobile: Oh, qué interesante, una joven señorita hace una aparición heroica para que me absuelvan de los cargos... Muchas gracias, la verdad es que ya estaba empezando a hartarme de tantas normas y protocolos.
- Nobile: Entonces, todo esto ya no me incumbe, ¿cierto, señoría?
- Neuvillette: Por favor, siéntese con el público. Esto no significa que esté libre de culpa.
- Neuvillette: Bueno, Srta. Navia, ¿a quién quiere acusar?
- Navia: Quiero acusar a...
- Navia: ¡Marcel, el presidente de la Cofradía Cabrière!
- Espectadora segura de sí misma: ¿La Cofradía qué? ¿Qué es eso?
- Espectador pensativo: He oído hablar de ellos... ¿pero no es una organización hermana de Spina di Rosula?
- Espectadora desdeñosa: Oooh, ¡es una obra sobre dos amigos que se vuelven enemigos!
- Neuvillette: Srta. Navia, permítame resaltar lo serio que es acusar a alguien. Eso querrá decir que usted también tiene cierta responsabilidad.
- Neuvillette: Si realiza una acusación formal, podría ser culpada de difamación en caso de no ganar el juicio. Aun sabiendo esto, ¿desea proseguir con su acusación?
- Navia: Sí.
- Neuvillette: De acuerdo. Entonces, declaro válida su acusación. Srta. Navia, por favor, diríjase a su lugar junto a sus abogados.
- Un rato después, el confuso y sorprendido Marcel llega y se sienta en el banquillo de los acusados.
- Neuvillette: Don Marcel, no necesita un abogado, ¿cierto?
- Marcel: Lo siento, todo ha ocurrido tan rápido que aún no entiendo qué es lo que ocurre.
- Marcel: No creo que necesite un abogado. Seguramente todo esto sea un malentendido por parte de Navia.
- Neuvillette: Bien, ya que ambas partes están aquí, por favor, que la acusación presente sus cargos.
- Navia: Primero hemos de remontarnos al caso de Calas el Deshonesto, hace tres años.
- Navia: Las desapariciones de las chicas solo se pueden entender si averiguamos la verdad sobre dicho caso.
- Marcel: No creerás que yo soy el culpable de lo que le ocurrió a tu padre, ¿cierto?
- Marcel: Yo no tenía ningún motivo para matarlo. El Sr. Calas era mi benefactor, y además, tanto tú como yo fuimos juntos a ver qué ocurría cuando se escucharon los disparos.
- Marcel: Si yo soy sospechoso, entonces también lo eran todas las personas allí presentes.
- Furina: N-no creo que haga falta empezar por los detalles. Seguramente entre el público haya gente que no está enterada del caso... De hecho, ni siquiera yo lo recuerdo bien.
- Navia: Tiene razón, señoría. Antes de explicar nada, debería refrescarle la memoria a todo el mundo en cuanto a lo que ocurrió en el caso.
- Neuvillette: De acuerdo. En vista de esta situación, narraré los hechos según la investigación realizada por la Oficina Judicial.
- Navia: (El que quería matar a alguien no era mi padre, sino Jacques, pero él tampoco tenía ningún motivo para hacerlo.)
- Navia: (Una tercera persona mató a Jacques con el primer disparo, y el segundo fue de mi padre matando a dicha persona con la misma arma.)
- Navia: (El verdadero culpable convirtió a la tercera persona en agua, con lo que borró todo rastro posible.)
- Navia: Gracias, señoría. Ciertamente, en aquel momento todos pensábamos que esa era la única conclusión posible.
- Navia: Pero todo cambió al descubrir que el agua del Mar Primigenio puede hacer que la gente se disuelva.
- Espectadora dubitativa: Vaya...
- Espectadora segura de sí misma: Espera, ¿entonces el agua del Mar Primigenio se lleva usando tantos años a pesar de lo peligrosa que es?
- Marcel: Es una buena hipótesis, y también explica los móviles del Sr. Calas y de Jacques... Entonces, no se dispararon el uno al otro.
- Neuvillette: Don Marcel, es usted el acusado. Ahora es el momento de que refute los argumentos de la acusación.
- Marcel: Bueno, es que lo que ha dicho Navia tiene mucho sentido, pero no hay nada que apunte a que yo soy culpable.
- Furina: E-entonces, yo llevaré a cabo el interrogatorio, principalmente sobre dos cuestiones.
- Furina: Primero, ¿tienes alguna prueba que sustente tus conclusiones?
- Navia: Ahora mismo no, lo siento.
- Espectadora desdeñosa: Jajaja, ¿y entonces para qué dice nada?
- Navia: Aunque aún no tengo, sé cómo encontrarlas. Si nos fijamos bien en la ropa que había en el suelo...
- Navia: ... Y la contrastamos con los registros de gente que desapareció aquel día, averiguaremos algo.
- Navia: Debido a las desapariciones de chicas del caso, la Guardia nunca se tomaría a la ligera una desaparición independientemente del género de la persona desaparecida, ¿no es así?
- Furina: Sí, estoy de acuerdo... Neuvillette, creo que se podría investigar en esa dirección.
- Navia: ¿Soy yo o la Arconte Furina no se está comportando como de costumbre hoy?
- Silver: No quiere volver a quedar en ridículo.
- Melus: O tal vez esté siendo más precavida para no volver a acusar injustamente a una buena persona.
- Furina: Tengo otra pregunta sobre el duelo que tuvo lugar después. Suponiendo que la verdad coincide con sus argumentos...
- Furina: ... ¿Por qué Calas no se defendió en su juicio? Podría haber tenido cierto margen si hubiera hablado de la persona que se disolvió.
- Navia: Yo también lo pensé, y la respuesta es muy sencilla: no quería hacerlo.
- Navia: Para el culpable del caso de las chicas desaparecidas, la utilidad del agua del Mar Primigenio era un secreto muy importante.
- Navia: Mi padre podía haberlo sacado todo a la luz o seguir ocultándolo.
- Navia: En aquella época, Spina di Rosula se encontraba en una situación complicada y la reputación de mi padre ya estaba por los suelos. Nada le garantizaba que fueran a descubrir al verdadero culpable incluso aunque se revelara esa importante pista.
- Navia: Y lo que es peor, tampoco le garantizaba que yo fuera a estar a salvo.
- Melus: El señor me dijo una vez que habían escogido a la señorita como la próxima chica en desaparecer.
- Furina: ¡¿Qué?!
- Navia: Si el secreto se hubiera hecho público, el resultado solo podía ser uno: o el culpable o Spina di Rosula desaparecían, lo cual no solo me ponía a mí en peligro, sino a toda nuestra organización.
- Navia: Tras todo ello, la Guardia podría haber resuelto el caso para hacerle justicia a Spina di Rosula.
- Navia: Pero ¿para qué hubiera servido? ¿Habría sido de ayuda para alguien?
- Navia: Si mi padre hubiera tenido la más mínima fe en que la Ópera impartiría justicia, ¡nunca habría fundado Spina di Rosula!
- Navia: Al mantenernos en silencio, seguíamos siendo capaces de disuadir al enemigo y de mantener las cosas en un punto muerto.
- Navia: Al convertirme en presidenta de Spina di Rosula, me volví un blanco difícil para una desaparición, lo que también me dio tiempo.
- Navia: Tiempo para averiguar la verdad, para estar bien preparada y para que yo, y no esta Ópera, ¡le diera a mi padre la verdad y el honor que tanto se merecía!
- Furina: Entonces, quieres decir que... ¿Calas quería morir en el duelo?
- Navia: Así es.
- Furina: ¿Tienes alguna prueba?
- Navia: Por supuesto.
- Navia: Mi prueba es Clorinde, la rival de mi padre.
- Clorinde: ...
- Navia: No necesito ni tus disculpas, ni tu remordimiento, ni tu apoyo desde las sombras. No tienes que hacer nada por mí.
- Navia: Pero ya que él confió en ti, al menos deberías hacer algo por él.
- Furina: Humm, entonces... cuando luchabas con Calas, ¿pudiste sentir que quería morir?
- Clorinde: Sí, lo sentí.
- Clorinde: Como verduga del justiciazgo, he luchado un sinfín de batallas y ajusticiado un sinfín de vidas sin honor.
- Clorinde: También he presenciado el deseo de vivir de muchas personas, algunas apasionadas, otras decididas, otras iracundas y otras retorcidas...
- Clorinde: Así que, en cuanto las tengo frente a mí, sé qué tipo de personas quieren vivir y cuáles desean morir.
- Clorinde: Juro por mi posición y honor como verduga del justiciazgo que el Sr. Calas no quería seguir viviendo.
- Navia: ...
- Furina: No hay más preguntas, señoría. Por lo visto, es cierto que hay motivos suficientes para reabrir el caso...
- Neuvillette: Concuerdo con usted. No obstante, Srta. Navia, aún no nos ha contado cuál es la relación entre el caso y el acusado.
- Espectador pensativo: Sí, unos argumentos extraordinarios, pero...
- Espectadora segura de sí misma: Un momento, ¿todo esto va de las chicas desaparecidas?
- Navia: Señoría, ambos casos están relacionados por el momento justo en el que sucedieron.
- Navia: Cuando el culpable quiso asesinar a Jacques y a Calas, esperó a que se oyeran los dos disparos para actuar.
- Navia: Y al final del juicio de Lyney, hizo que aquella persona se disolviera justo antes de revelar su identidad.
- Navia: De no estar en el lugar en cuestión, el culpable no podría haber tenido un control tan perfecto del tiempo.
- Navia: ¿Y quién estaba tanto en el banquete de hace tres años como en el juicio de Lyney? Marcel.
- Marcel: ¿Por eso sospechabas de mí? Suspira, aunque es cierto que estuve en ambos casos, tu razonamiento es un tanto disparatado.
- Marcel: Pero no puedo decir que no esté acostumbrado. Desde pequeña, siempre has sido muy impulsiva, Navia, y te dejas llevar por tus sentimientos. Aunque por eso eres tan adorable.
- Silver: ¿En serio vas a jugar esa carta?
- Marcel: No voy a intentar refutar tus argumentos porque, aun suponiendo que lo que has dicho sea cierto, yo no era el único que estuvo en ambas ocasiones.
- Marcel: Además, se puede actuar en el momento justo incluso sin estar en la escena, como por ejemplo, con métodos de vigilancia de control remoto.
- Navia: Ajá...
- Espectador pensativo: A ver cómo le refuta eso...
- Marcel: Tal vez pienses que solo con esos argumentos e investigando un poco podrás acotar tu lista de culpables hasta que yo sea el único en ella.
- Marcel: Suspira, que una chica a la que le tengo tanto cariño me acuse de matar a su padre... Qué decepción...
- Marcel: Si niego todo lo que dices, ¿también me acusarás de herir tus sentimientos? Mira, bonita, te voy a explicar algo que quizá no sepas.
- Marcel: ¿Sabes cuál es el mayor fallo de tu lógica?
- Navia: ¿Cuál?
- Marcel: Lo del “momento justo”.
- Marcel: Soy un comerciante que se dedica a los negocios. No tengo ningún motivo para secuestrar mujeres porque eso no me aporta ningún beneficio y, además, conllevaría un riesgo enorme.
- Marcel: Cuando era joven, me marché de mi hogar natal, Snezhnaya, para trabajar en Poisson. Más tarde, con el apoyo de Calas, mi negocio empezó a prosperar.
- Marcel: Lo que quiero decir es que ya había casos de chicas desaparecidas antes de que yo llegara a Fontaine.
- Navia: Oh...
- Melus: Lo siento, señorita. Ignoraba ese hecho por completo.
- Navia: No es culpa tuya. Seguro que ya lo tenía todo preparado...
- Marcel: ¿No tienes nada más que decir? Ah, ya sé, ¿qué tal si comprobamos la fecha de mi solicitud de registro de negocio y la comparamos con el primer caso de una chica desaparecida?
- Marcel: Luego, podemos comprobar mis registros de entrada y salida de Fontaine y preguntar a mi familia y amigos de Snezhnaya cuándo me fui de allí.
- Marcel: Una vez que hagamos eso, ¿aliviará un poco la angustia que sientes en tu corazoncito?
- Espectadora dubitativa: Otra vez han acusado a alguien inocente.
- Espectadora desdeñosa: Ahora la juzgarán por difamación.
- Marcel: En realidad, creo que has hecho un gran trabajo analizando cómo se iba sintiendo tu padre a medida que se acercaba la hora de su muerte.
- Marcel: Pero ¿no estás defraudándolo ahora con todo este teatrillo que has montado?
- Marcel: Él quería que fueras una persona inteligente, racional y minuciosa, no alguien que solo piensa en sí misma.
- Marcel: Tu padre solo se sentirá orgulloso de ti cuando aprendas a pensar en los demás y a no dejarte llevar por tus impulsos.
- Navia: Hace mucho tiempo que esto dejó de ser solo cosa mía.
- Navia: Lo que me diferencia de las muchas víctimas de este caso es que yo aún tengo la capacidad de buscar la verdad.
- Navia: La cantidad de vidas y familias destrozadas por el sinte, de dolor causado a los seres queridos de las chicas desaparecidas y de personas que tuvieron finales trágicos por sus ideales de justicia...
- Navia: Miles de nombres se me pasan por la cabeza, y seguro que a todos los aquí presentes también.
- Navia: ¿A ti no se te ocurre ninguno, Marcel?
- Navia: Tal vez... ¿el de un hombre llamado Vacher?
- Marcel: ¡...!
- Navia: Oh, conque conoces ese nombre.
- Marcel: Solo me he sorprendido un poco al escucharte decir un nombre desconocido.
- Navia: Estaba esperando que dijeras eso.
- (Entra en la fábrica de sinte)
- Paimon : Después de tanto trabajo, por fin hemos llegado.
- Paimon : Como esperábamos, el verdadero culpable no está aquí.
- Si nuestra hipótesis es cierta, es bueno que no esté aquí.
- Quizá esté en el juicio con Navia.
- Paimon : Tienes razón. Entonces, no nos demoremos más y busquemos algo con lo que poder ayudar.
- (Busca pistas en la fábrica de sinte)
- Paimon : Guau... ¡Esto está lleno de sinte! Y de botellas que contienen... ¿agua del Mar Primigenio?
- Hay muchísimas...
- Paimon : A ver... “En preparación”, “Completado”, “Muestra”... Humm, están todas bien clasificadas.
- Paimon : ¡Y hasta hay de sabor a frutas!
- Parece que sí es aquí donde hacen el sinte.
- Paimon : Sí, Paimon cree que ha quedado muy claro.
- Paimon : ¿Qué hay aquí dentro? Vaya, qué cosas tan bonitas.
- Paimon : Colgantes de color rosa, cintas, collares y hasta estuches de maquillaje...
- Y tienen nombres.
- Paimon : Sí, Paimon también se dio cuenta. Pero ¿por qué están etiquetados con nombres de chicas?
- Deben de ser víctimas de desapariciones.
- Paimon : Guau... ¿Quieres decir que las trajeron hasta aquí...?
- Paimon : ... ¿Y las convirtieron en agua?
- Paimon : Pero hay un montón de nombres... Esto le está dando mucho miedo a Paimon.
- Paimon : ¿Y esto? A Paimon le da la impresión de que lo usaban para investigar.
- Paimon : “El objetivo del experimento n.º 16 es demostrar las conclusiones de la investigación de Jakob Ingold sobre el Mar Primigenio y basarse en ellas para lograr más avances”.
- Paimon : “El experimento fracasó, ya que ningún sujeto consiguió salir del estanque de agua del Mar Primigenio. De hecho, los sujetos n.º 22, 23 y 24 se disolvieron por completo”.
- Paimon : ¡¡Aaaaah!!
- Tranquilízate, Paimon.
- Paimon : P-perdón, de verdad. Es que Paimon nunca había leído algo tan aterrador...
- Paimon : ¿Cómo puede alguien escribir algo tan horrible de una manera tan fría?
- Paimon : T-toma, lee tú lo que pone después, Paimon no se atreve.
- El objetivo del investigador era salvar a Vigneire, su amada.
- El investigador quería salvar a su amada, Vigneire, tras disolverse.
- Paimon : ¿Por eso hizo todos estos experimentos?
- Paimon : ¿Pensó que encontraría una solución si repetía una y otra vez el proceso de disolución? ¡Eso es de locos!
- Y también hay un nombre: “Vacher”.
- Aparece escrito el nombre de Vacher...
- Paimon : ¿Ese no es el nombre que oíste en la fuente de la Ópera? Era el que vio cómo se disolvía una chica, ¿cierto?
- No, creo que es el investigador.
- Vacher debe de ser el investigador del experimento.
- Paimon : ¿Vacher es el que llevó a cabo todos estos experimentos?
- Sí, su firma aparece en muchos de los informes de laboratorio.
- La voz que escuché en la fuente debía de ser la de Vigneire.
- Paimon : O sea, que... Vacher no fue la víctima, sino que él mismo hizo que su amada...
- Paimon : No puede ser. De ser así, ¿por qué iba a buscar la forma de salvarla?
- Hay algo más que se nos escapa.
- Paimon : B-bueno, Paimon lo apuntará todo.
- Paimon : A ver qué pone aquí... ¡Nada escapa a la vista de la detective Paimon!
- Paimon : Humm... ¿Calas, el padre de Navia? Parece un informe de investigación sobre él.
- Debe de ser la investigación de su caso.
- Paimon : Bien, aquí dice que necesitaba buscar a alguien para matar a Jacques y a Calas porque no se fiaba de que Jacques fuera capaz de completar la misión.
- Paimon : Esta puede ser una prueba decisiva de que sí había una tercera persona, ¿no crees?
- ¿Qué más pone?
- Paimon : Oh, a ver... “Aún no sabemos cuál es esa información clave que Calas le dio a los miembros de su organización”.
- Paimon : “Qué difícil es deshacerse de ese tipo. Aunque cumpla con su promesa, seguirá teniendo ventaja”.
- Paimon : “Puede actuar contra nosotros cuando le dé la gana, así que la única solución es matarlo”.
- Paimon : “Tienes razón, deberíamos mandar a alguien para que lo mate. Siempre y cuando no toquemos a Navia, no actuará en nuestra contra”.
- Paimon : Parece un montón de correspondencia...
- Todo era una conspiración contra él...
- Paimon : *Suspira*, qué gente tan horrible...
- Paimon : Aquí hay un estanque muy grande lleno de agua.
- ¿Será agua del Mar Primigenio?
- Paimon : Podría ser. Después de todo, estamos en el sitio donde se hace el sinte. Este estanque podría ser el agua con la que se produce.
- Paimon : Si se mezcla con agua normal, se convertirá en sinte, pero si se usa directamente, podría hacer que una persona se disuelva.
- Paimon : ¡Paimon tomará nota de todo esto!
- (Analiza con Paimon las pistas de las que disponen)
- Paimon : Ya hemos visto todo lo importante y los hechos se asemejan mucho a lo que pensábamos, pero...
- ¿Quién es Vacher?
- Paimon : Sí, ¿quién es y por qué no hemos encontrado nada de información para saberlo?
- Paimon : Con razón ni siquiera el juez supremo Neuvillette encontró algo. El culpable debió de destruir todo lo que lo relacionaba con Vacher...
- Paimon : Visto así, no podremos confirmar quién es el verdadero culpable ni aunque vayamos a la Ópera con todas estas pistas.
- Era una persona muy astuta.
- Tenemos que seguir buscando.
- Paimon : ¡Sí, Paimon tampoco se va a rendir!
- (Busca pistas sobre Vacher)
- Paimon : Paimon no se lo puede creer. Por muy minuciosamente que hayamos revisado todos y cada uno de los objetos, seguimos sin encontrar nada...
- Un rato después...
- Paimon : *Suspira*, nada, no hay ninguna prueba, ni tampoco un poco de comida para hacer una pausa.
- Paimon, he encontrado algo.
- Paimon : ¿En serio? ¡A ver, a ver!
- Paimon : ¿“Vigneire” no era el nombre de la amada de Vacher?
- Paimon : Entonces, eso que tienes podría ser su cuaderno. Deja que Paimon eche un vistazo...
- Paimon : Humm, solo es un diario de amor. Qué adorable era... Ahora a Paimon le da más pena aún.
- Mira esta página.
- Mira, aquí está pensando en nombres para un niño.
- Paimon : ¡Toda una página llena de nombres! Y están todos tachados. ¿Eso quiere decir que ninguno le convencía?
- Paimon : Mira, el nombre por el que se decidió fue...
- Paimon : ¡¿“Marcel”?!
- Paimon : No puede ser, Marcel ya es muy mayor. Si es el hijo de Vacher y Vigneire, ¿desde cuándo hay desapariciones de chicas?
- Ya tengo la respuesta.
- Vámonos, Paimon.
- Paimon : ¡O-oye, que Paimon aún no lo ha entendido!
- (Vuelve a la Ópera para presentar las pruebas)
- Navia: ¿A ti no se te ocurre ninguno, Marcel?
- Navia: Tal vez... ¿el de un hombre llamado Vacher?
- Marcel: ¡...!
- Navia: Oh, conque conoces ese nombre.
- Marcel: Solo me he sorprendido un poco al escucharte decir un nombre desconocido.
- Navia: Estaba esperando que dijeras eso.
- Paimon: ¡Navia, ya estamos aquí!
- Navia: ¡Socia(o)s! ¡Sabía que llegarían a tiempo!
- Neuvillette: Por favor, ¿cuántas veces más van a montar este espectáculo y alterar el orden en la sala?
- Furina: Tranquilo, Neuvillette. Si tan segura(o)s están, es porque han encontrado alguna pista importante.
- Dices que no conoces a Vacher porque...
- ¡Tú, Marcel, eres Vacher!
- Marcel: ¡...!
- Paimon: ¡Hemos estado investigando en tu guarida y ya lo sabemos todo!
- Paimon: Para recuperar a Vigneire, la persona a la que amabas y que se disolvió, hiciste un experimento tras otro con otras chicas.
- Paimon: Te inventaste el nombre de “Marcel” y te deshiciste de todo lo que podría relacionarte con Vacher.
- Furina: Vaya, pocas veces se ve en la Ópera a un villano tan despiadado...
- Furina: Y con esto, Marcel tiene un móvil para cometer el crimen...
- Navia: Hasta aquí llegan tus argumentos sobre los “momentos oportunos”.
- Navia: Marcel, ¿sabes por qué has perdido?
- Marcel: ...
- Navia: Porque solo te centraste en tu difunta amada y nunca tuviste en cuenta a la gente que te rodeaba.
- Navia: Por eso nunca te fijaste en cómo cambiábamos y crecíamos.
- Melus: Y por eso tampoco entendiste nunca lo que el padre de la señorita esperaba de ella realmente.
- Silver: Ni tampoco te fijaste en nuestra determinación para averiguar la verdad.
- Marcel: ¿Su... determinación? Ja... Jajaja...
- Neuvillette: Don Marcel, si tiene algo que objetar, le ruego que proceda ahora mismo. De lo contrario, pasaremos a la siguiente parte del juicio.
- Marcel: De verdad pensabas... ¿De verdad pensabas que quería hacer todo esto?
- Marcel: ¿Que no me fijé en ustedes? ¡Por favor! ¿Acaso se fijaron ustedes en mí? ¿Acaso han tenido que pasar por lo que yo he pasado? ¡He visto cómo la persona que más amaba se disolvía frente a mis propios ojos!
- Marcel: Y no hubo nadie que me ayudara o me creyera. Hace décadas, hasta los de la Oficina Judicial me dijeron...
- Marcel: ... Que cómo era posible que alguien se convirtiera en agua, que algo me debía de haber pasado para estar tan loco. ¡Ninguno de ustedes le dio la más mínima importancia a la muerte de mi querida Vigneire!
- Marcel: Y ahora que lo saben, ¡ya es tarde! ¡Porque la gente que se disuelve no puede volver!
- Marcel: Todo esto es culpa suya, ¡y nada más que suya! Celebrar estos ostentosos juicios con el pretexto de hacer justicia y regodearse en sus dramas... ¡mientras les da exactamente igual el sufrimiento de la gente normal!
- Marcel: ¡Y ahora Vigneire está muerta! Le prometí hace mucho tiempo que iría con ella fuera donde fuera, ¡se lo prometí!
- Marcel: Pero no puedo disolverme porque no soy de Fontaine...
- Paimon: Un momento, ¿acaba de beber agua del Mar Primigenio?
- Marcel: ¡No me puedo disolver, no me puedo disolver, no me puedo disolver!
- Marcel: ¿Lo ven? No puedo ir con ella, no puedo... Por eso, lo único que me quedaba era pensar en una forma de recuperarla.
- Marcel: Pero ¿qué ha ocurrido al final? Que ese maldito Calas me puso un último obstáculo...
- Marcel: He ido con cuidado durante toda mi vida para que, finalmente, ¡su estúpida hija me dé una puñalada por la espalda! ¡Jajaja! ¡Jajaja!...
- Neuvillette: El acusado está perdiendo los nervios. Guardias, por favor, contrólenlo.
- Marcel: ¡No se acerquen! ¡No se atrevan a acercarse a mí! Aún tengo que salvar a Vigneire, tengo que cumplir mi promesa...
- Marcel: Vigneire, Vigneire...
- Marcel: Por favor, no me odies... De verdad, lo que más deseo en este mundo es poder cumplir lo que te prometí...
- Neuvillette: Creo que tenemos un veredicto. Al quedar demostrada la firmeza de la acusación de la Srta. Navia, don Tartaglia queda absuelto de todos sus cargos.
- Nobile: Oh, no se preocupe, señoría. Es cierto que al principio me aguó un poco la fiesta, pero me siento mucho mejor tras haber visto este fantástico debate.
- Neuvillette: Antes de que reconstruya los hechos relativos al caso de las chicas desaparecidas, Srta.(don) Jugador, por favor, entregue sus pruebas a la Guardia.
- Neuvillette: Reúne y revisa las pruebas y los hechos...
- Neuvillette: El nombre original de don Marcel era “Vacher” y, junto a su amada Vigneire, ambos eran compañeros de aventuras.
- Neuvillette: Al explorar unas aguas, Vigneire entró en contacto con el agua del Mar Primigenio y se disolvió con Vacher como testigo.
- Neuvillette: Con la ayuda de otras personas, Vacher averiguó qué era aquella agua y comenzó a secuestrar chicas para investigar y recuperar a Vigneire.
- Neuvillette: Para ocultar su identidad, empleó el nombre falso de “Marcel” y comenzó un negocio en Poisson.
- Neuvillette: Más adelante, Vacher averiguó que al diluir el agua del Mar Primigenio e ingerirla se producía una sensación de euforia, por lo que comenzó a comercializarla como “sinte”.
- Neuvillette: Sin embargo, se encontró con la oposición de Spina di Rosula a medida que reunía fondos y seguía investigando.
- Neuvillette: Tras mucho tiempo luchando entre las sombras, quiso aprovechar un banquete para asesinar a Calas, el entonces presidente de Spina di Rosula.
- Neuvillette: Aunque el asesinato no fue como había planeado, logró disolver al asesino a sueldo que contrató para que Calas pareciera el principal sospechoso.
- Neuvillette: Entonces, hace poco, Vacher empleó el mismo método para inculpar a Lyney del caso de las chicas desaparecidas.
- Neuvillette: Sin embargo, este plan también fracasó cuando se hizo público el uso del agua del Mar Primigenio. En consecuencia, salió a la luz el complot de Vacher y se le acusó formalmente en juicio.
- Neuvillette: Así pues, queda resuelto el enigmático caso de las chicas desaparecidas.
- Público: Aplausos.
- Neuvillette: Y ahora, la Analizadora pasará a emitir su veredicto con respecto a los cargos de don Vacher.
- Neuvillette: En vista del veredicto de la Analizadora de Instrucción Cardenalicia, declaro a don Vacher...
- Neuvillette: Culpable.
- Marcel: ...
- Furina: ¡Guardias, llévenselo!
- Espectadora entusiasmada: ¡Se lo tiene merecido!
- Espectador hablador: Así termina el caso de las chicas desaparecidas...
- Espectadora conmovida: Hemos presenciado cómo se ha hecho historia. Quién iba a pensar que la mente detrás de todo fuera a ser ese tipo con pinta de buenecito.
- Paimon: ¡Bieeen! ¡Hemos ayudado a que se haga justicia!
- Paimon: Después de hacer daño a tantos inocentes, por fin tiene el final que se merece.
- Paimon: ¿Eh? ¿Pasa algo?
- Navia...
- Navia: ...
- Silver: Señorita, ha estado fantástica.
- Melus: Señorita, por fin ha llegado el día tan anhelado por su padre. De hoy en adelante, ya puede estar tranquila.
- Navia: Sí... por fin terminó todo. Y todo gracias a ustedes y a mis socia(o)s.
- Navia: ¿Lo ves, papá? Conmigo, Spina di Rosula está en buenas manos...
- Nobile: Vaya, qué espectáculo tan maravilloso. El culpable ha sido detenido, el inocente queda libre de sospecha y todos vivieron felices para siempre...
- Nobile: Como me ha gustado tanto la obra, pasaré por alto que me hayan acusado injustamente. Tengo cosas que hacer, así que yo me...
- Neuvillette: Don Tartaglia, un momento, por favor.
- Nobile: ¿Eh? ¿Qué pasa? Pensé que ya no tenían nada pendiente conmigo.
- Neuvillette: Según el procedimiento judicial, debemos aplicarle una sentencia a usted también porque este juicio comenzó debido a unos cargos contra usted.
- Nobile: ¿Es eso necesario? Si ya han atrapado al culpable, ¿por qué no me dejan en paz a mí, un pobre actor secundario de la obra?
- Neuvillette: Este siempre ha sido el procedimiento convencional, así que le ruego respete las leyes de Fontaine.
- Nobile: Está bien, está bien. Qué pesadez... Solo tengo que ponerme en ese estrado, ¿cierto? Pues vamos, dese prisa.
- Neuvillette: En vista del veredicto de la audiencia anteriormente celebrada, se presume que don Tartaglia no guarda relación alguna con el caso de las chicas desaparecidas.
- Neuvillette: Puesto que el culpable es otra persona, don Tartaglia debería ser inocente.
- Neuvillette: A continuación... la Analizadora de Instrucción Cardenalicia emitirá su veredicto.
- Neuvillette: Humm...
- Neuvillette: En vista del veredicto de la Analizadora de Instrucción Cardenalicia, declaro a don Tartaglia...
- Neuvillette: Culpable.
- Paimon: ¡¿Qué?!
- Nobile: Oye, oye, ¿qué clase de broma es esta? ¿No dijo que debería ser inocente?
- Nobile: ¿Por qué este veredicto? ¿Es que se les ha roto ese cacharro o qué?
- Espectadora segura de sí misma: ¿Eh? Es la primera vez que veo a la Analizadora emitir un veredicto distinto al del juez supremo.
- Espectador pensativo: Seguro que ese de Los Once ha hecho alguna de las suyas. La Analizadora habrá detectado algún otro delito y querrá hacer justicia.
- Espectadora dubitativa: Pero ahora se le está juzgando por el caso de las chicas desaparecidas. Si es culpable de otro delito, no se le sentenciaría ahora por él, ¿no?
- La Analizadora ha declarado a Nobile culpable...
- ¿Qué significa todo esto?
- Neuvillette: El tribunal falla a favor de la Analizadora de Instrucción Cardenalicia y acepta su veredicto de culpabilidad.
- Neuvillette: Guardias, llévenselo de conformidad con el protocolo del tribunal.
- (Inicio de cinemática)
-
- Nobile: Así que esta es la famosa Nación de la Justicia.
- Nobile: Qué ridiculez...
- Nobile: Ustedes tienen sus normas...
- Nobile: Ja...
- Paimon: ¡Aaah!
- Paimon: ¡Va a usar el Legado del mal!
- Neuvillette: Mis disculpas.
- Neuvillette: Si se cometió un error, descubriremos por qué.
- Neuvillette: Pero las normas del tribunal...
- Neuvillette: se deben respetar.
- Paimon: ¡¿Qué pasa, señoría?! ¿No era Nobile inocente?
- Neuvillette: Lo siento, esta situación también es nueva para mí, pero según las normas fundacionales del tribunal de Fontaine, el veredicto debe fallar siempre a favor de la Analizadora.
- Neuvillette: Lo que han presenciado solo era yo impartiendo justicia. Si desean saber el porqué del veredicto de la Analizadora, les recomiendo que pregunten a otra persona.
- Ni siquiera el juez supremo lo sabe...
- Solo la Arconte Hydro sabe lo que ha ocurrido.
- Furina: ¿Eh? ¿P-por qué me miran a mí? Yo no sé nada.
- Furina: ¿Cómo iba a saber que ocurriría esto? Por favor, dejen de mirarme.
- Espectadora segura de sí misma: ¿Qué quiere decir la Arconte Furina?
- Espectador pensativo: ¿Ella tampoco sabe qué ha pasado? Pero ¿no fue ella quien creó la Analizadora?
- Espectadora dubitativa: Sí, fue ella. ¿Es que ya no podemos fiarnos ni de las decisiones de la Analizadora? ¿Cómo podemos estar seguros de que no ha sido un error judicial?
- Furina: ...
- Furina: Ejem, damas y caballeros, ¿de verdad piensan que permitiríamos un veredicto tan disparatado en el tribunal? ¿De verdad piensan que ha habido un error o que se trata de un imprevisto?
- Furina: ¿Acaso piensan que... no sé lo que está pasando?
- Paimon: Pues... a juzgar por cómo reaccionó, Paimon diría que no.
- Furina: Dado el rumbo de los acontecimientos, dejen que les aclare lo sucedido. Todo, incluida mi reacción, ha sido parte de una elaborada actuación para enfatizar el tono dramático y darle más emoción.
- Furina: Y, evidentemente, toda actuación tiene un guion, así que todo ha ocurrido según lo previsto. La Analizadora es la encarnación de la justicia, ¡y jamás emitiría una sentencia arbitraria!
- Furina: Ustedes creen que Nobile no tiene ninguna relación con el caso de las chicas desaparecidas, pero eso es porque los ha cegado su aparente inocencia.
- Furina: ¡Es una persona peligrosa y todo lo que ha hecho es completamente imperdonable!
- Furina: Y si aún tienen dudas, ¡el tiempo me dará la razón! Tarde o temprano, entenderán mis nobles actos y la razón tras este veredicto, ¡muajajaja!
- Furina: ... Bien, dicho esto, y aunque no me gusta dejar a nadie con la intriga, es hora de dar por finalizada la función. Como protagonista, seré la primera en marcharme, así que... ¡Adiós!
- Neuvillette: Otra vez huyendo...
- Paimon: ¿Quiere decir que no tenemos por qué creer completamente en lo que ha dicho la Arconte Hydro?
- Neuvillette: Efectivamente. Estoy seguro de que solo lo ha hecho para mantener las apariencias, pero en realidad ella tampoco entiende lo que ha ocurrido.
- Qué bien la conoce...
- Neuvillette: No se preocupen. Investigaré personalmente lo ocurrido aquí hoy y, tal y como prometí, si se ha juzgado a alguien injustamente, descubriremos el porqué.
- Paimon: De acuerdo. A Paimon le da pena Nobile, pero confía en Su Señoría.
- Paimon: Con todas las cosas malas que habrá hecho Nobile, seguro que sabía que tarde o temprano un día como este llegaría.
- (Sal de la Ópera)
- Esmond: ¡Eh! ¿Qué estás haciendo? ¡Rápido, deténganlo!
- Marcel: ¡Jugador! ¡Eh, Jugador!
- Paimon: ¿Marcel? ¿A qué has venido?
- Esmond: Si sigues resistiéndote, ¡tu sentencia será aún peor!
- Marcel: ¡Por favor, no! Dejen que hable un momento con Jugador. Les prometo que no me voy a escapar, pero, por favor, denme tan solo un minuto...
- Neuvillette: Veamos qué tiene que decir.
- Marcel: Gracias... Gracias...
- Marcel: Mientras me llevaban detenido, me vino una pregunta a la cabeza... ¿Cómo conocen el nombre de “Vacher”?
- Marcel: Borré todo rastro de él, así que solo hay una posibilidad...
- Esmond: ¿Aún intentas demostrar tu inocencia? Será mejor que lo dejes, ya has recibido tu condena.
- Es lo que estás pensando, Marcel.
- Vi a esa persona.
- Marcel: ¿D-de verdad? ¿Lo dices en serio? Pero... ¿cómo? ¿Cómo pudiste verla?
- Fue en la Fontana Lucine.
- La vi en la Fontana gracias a mi sensibilidad al elemento Hydro.
- Marcel: ¿En la Fontana Lucine? Es decir, que todo este tiempo ha estado tan cerca de mí, y yo no...
- Marcel: Se lo ruego, denme una oportunidad para verla. Dejen que Jugador me lleve hasta ella... Es lo último que pido en esta vida, me da igual cómo quieran castigarme...
- Esmond: A ti te dan la mano y tomas el brazo, ¿eh? ¿Cómo puedes pedir tanto con la condena que te han puesto?
- Paimon: ¡Hum! Es cierto, ¿por qué haríamos caso a un vil criminal como él?
- Neuvillette: Don Marcel, ¿considera esta petición tan importante como su propia vida?
- Marcel: Sí, señoría. Bueno, no, la considero aún más importante.
- Neuvillette: Los humanos son capaces de ir en contra de su propio instinto de supervivencia con tal de cumplir sus deseos inmateriales...
- Neuvillette: Está bien, le concedo el permiso para ello.
- Esmond: Pero, Su Señoría, ¿no cree que...?
- Neuvillette: No te preocupes. Yo iré con él, así que no escapará.
- Esmond: Oh... Está bien, si va usted, entonces me quedo tranquilo.
- Marcel: Gracias... Gracias, señoría.
- (Dialogo con Neuvillette)
-
- Paimon : Señoría, ¿qué era ese poder que usó para reducir a Nobile? ¿Qué o quién es usted realmente?
- Neuvillette : ¿Eh? Soy el juez supremo de Fontaine, quien ejecuta las leyes. Si no tuviera el poder que corresponde a mi cargo, no podría hablar de justicia.
- (Lleva a Marcel a la plaza de la fuente)
- Marcel: ¿Dices que es aquí? ¿Y qué tenemos que hacer para verla?
- Cuando la vi, había bebido agua del Mar Primigenio...
- Beber agua del Mar Primigenio aumentó mi sensibilidad al elemento Hydro.
- Paimon: Sí, hasta Paimon escuchó su voz cuando bebió esa agua. Además, tú antes bebiste un montón, así que en teoría...
- ¿Oceánida?: Vacher...
- Marcel: ¡¡¡...!!!
- Paimon: ¡Sí, esa es la voz! Entonces, ¿tú también la oyes?
- Marcel: ¡Vigneire! ¡Soy yo, Vacher! ¡Vigneire!
- ¿Oceánida?: Vacher... Vacher...
- Marcel: Estoy aquí, Vigneire, estoy aquí... He venido para verte.
- Paimon: ¡Oye, espera! ¡Cuidado! ¡Eeeeeeh!
- Marcel: Vigneire, ¿eres tú? Soy yo, Vacher...
- ¿Oceánida?: Vacher... ¿Por qué estás aquí? Dije que no quería que vinieras...
- ¿Oceánida?: Has... envejecido mucho. ¿Cuánto tiempo ha pasado?
- Marcel: Han pasado... más de veinte años. Más de veinte años sufriendo desde que te fuiste...
- Marcel: En ese tiempo, he vivido únicamente para encontrar la forma de recuperarte. El resto me da igual...
- Marcel: Debo de estar soñando... Nunca pensé que tendría una última oportunidad para contarte cómo me siento.
- Marcel: Vigneire, tú lo eres todo para mí. Sin ti no sé vivir...
- ¿Oceánida?: Y yo siento que... habría estado mejor sin ti.
- Marcel: Qué... ¿qué has dicho?
- ¿Oceánida?: De no ser por ti, habría terminado la carrera de Derecho y me podría haber convertido en una gran abogada...
- ¿Oceánida?: De no ser por ti, podría haber cumplido mi sueño de seguir dibujando y que algún día colgaran mis cuadros en el Palacio Mermonia...
- ¿Oceánida?: De no ser por ti, podría haber estado junto a mi madre para que no envejeciera sola y no muriera con lágrimas derramándose por las mejillas...
- ¿Oceánida?: Todo fue por tu egoísmo, Vacher... Todo fue por ti.
- Marcel: Un momento, tú no eres Vigneire... ¡¿Quién eres tú?!
- ¿Oceánida?: Efectivamente, no soy Vigneire. Soy... las personas sacrificadas.
- ¿Oceánida?: La consciencia de todas las mujeres que murieron por tu culpa ha desaparecido junto a sus cuerpos para volver al Mar Primigenio.
- ¿Oceánida?: Nuestras consciencias circulan por dicho mar sin dispersarse, como corrientes de agua que acaban convergiendo en un todo.
- ¿Oceánida?: Soy Crécy, soy Lemonie, soy Aisine...
- ¿Oceánida?: Lo único que no soy es Vigneire.
- Marcel: ¿Pero por qué? ¿Dónde está Vigneire?
- ¿Oceánida?: No quiere verte. Está evitando cualquier cosa que tenga que ver contigo.
- ¿Oceánida?: Este es el final que se merece tu egoísmo. Nos arrebataste la vida egoístamente y no dejaste de decir que estabas dispuesto a hacer lo que fuera por ella.
- ¿Oceánida?: Pero nunca pensaste si ella quería ver todo esto o si se sentiría decepcionada por lo que has hecho.
- Marcel: Yo... Yo...
- ¿Oceánida?: Eres un mentiroso, un monstruo, un asesino y un cobarde narcisista.
- ¿Oceánida?: Lo único que no eres es el amado de Vigneire.
- ¿Oceánida?: Ella no ha hecho más que odiarte desde que mataste a la primera chica y uniste su consciencia a la de Vigneire.
- Viajero: (Así que la primera vez que vine no vi a Vigneire, sino que lo que querían era atraer a Marcel a través de mí...)
- Marcel: No... ¿Vigneire me odia? No es posible, déjenme que la vea, por favor.
- ¿Oceánida?: ¿Sigues sin entenderlo? Ya dije en su momento que no quería que vinieras a verme. Eso es lo que deseaba la auténtica Vigneire.
- ¿Oceánida?: Aunque también lo dijo porque era el último resquicio de compasión que le quedaba por ti.
- ¿Oceánida?: Ella sabía muy bien que... si venías, nosotras no tendríamos ninguna piedad contigo.
- ¿Oceánida?: Vacher... Vacher... Vacher... Vacher... Vacher... Vacher... Vacher... Vacher... Vacher... Vacher... Vacher...
- ¿Oceánida?: Muere.
- Marcel: ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaaah!!!
- Más tarde, los Guardias descubren que el culpable del caso de las chicas desaparecidas, Marcel, parecía haber perdido el alma. Sin embargo, el informe final de los médicos afirma que murió de un susto masivo.
- Muchos días después
- Paimon: Por fin tenemos algo de tiempo para ir tranquilamente de compras. Hacía mucho que no podíamos disfrutar de algo así...
- Ir de compras es un rollo.
- A este paso, me voy a herniar.
- Navia: ¡Socia(o)s! Hoy me levanté de muy buen humor, ¡pero es aún mejor encontrarme con ustedes por aquí!
- Melus: Ni siquiera este tiempo ha podido acabar con su buen humor, señorita.
- Silver: Qué alegría volver a verla(o)s.
- Paimon: ¡Pero si es Navia! Solo han pasado unos días y Paimon ya estaba empezando a echarte de menos.
- Navia: ¿En serio? Bueno, supongo que no es difícil de creer. Al fin y al cabo, ¿quién no querría a una socia como yo, con la que es tan fácil trabajar y que siempre atrae la victoria?
- Paimon: Jaja, ¡sí que estás de buen humor, Navia! Oye, ¿qué has estado haciendo estos días?
- Navia: *Suspira*, ¡he estado ocupadísima! Desde que terminó el juicio, he estado todo el tiempo entre Poisson y la Corte de Fontaine.
- Navia: Los muchachos de Spina di Rosula organizaron un funeral para mi padre. Como su reputación estaba por los suelos cuando falleció, nadie habría venido aunque lo hubiéramos celebrado.
- Navia: Pero esta vez han asistido tanto la gente de Poisson como otros ciudadanos de la Corte de Fontaine que se enteraron de la noticia.
- Paimon: Paimon se alegra mucho de que se haya hecho honor a Calas.
- Melus: Es lo que siempre había deseado la señorita.
- Navia: Jeje, ese viejo... Al final hice bien en creer en él. Me alegro de no haber abandonado el caso en aquel entonces.
- Un final feliz para todos.
- Navia: Y luego... me encontré con Charlotte tras el funeral.
- Navia: *Suspira*, en realidad sabía que terminaría viniendo.
- Paimon: ¿Eh? ¿Tú también conoces a Charlotte? ¿Charlotte, la reportera de «El Pájaro de Vapor»?
- Navia: Claro. Cuando me convertí en presidenta de Spina di Rosula, ella fue la primera en venir a atosigarme.
- Navia: De hecho, publicó un reportaje titulado “Los secretos de la rosa amarilla: el auténtico corazón de la oscuridad”.
- Navia: En realidad, en él hablaba muy bien de mí, así que acabamos llevándonos muy bien, jajaja.
- Navia: Aprovechando nuestra buena relación, ahora quiere hacerme una entrevista sobre el caso de las chicas desaparecidas.
- Paimon: Humm, cierto, ella también nos dijo que siempre había estado muy pendiente del caso. Pues esto será para ella un sueño hecho realidad.
- Navia: También le dije que hiciera sonar muy bien el momento en que ustedes dos llegaron para salvar el juicio con sus pruebas.
- Paimon: Jeje, Paimon no puede esperar a leer ese reportaje. ¡Confiamos en las habilidades de Charlotte!
- Navia: Ah, y también invité a Clorinde a comer.
- Paimon: Oh, ¿ya han hecho las paces?
- Navia: Cuando ustedes aún estaban en la base de Vacher buscando pistas, Clorinde testificó a favor de mi padre en el tribunal.
- Navia: De hecho, el juicio empezó a ir bien gracias a su testimonio, así que... *Suspira*, no tenía sentido seguir manteniendo esa situación tan incómoda, así que fue un buen momento para reconciliarnos.
- Paimon: ¡Genial! Ya sabía Paimon que Clorinde no era mala persona. Además, siempre está bien tener más amigos.
- Navia: Por fin ha terminado todo... Con el tiempo, la gente empezará a olvidarse del caso de las chicas desaparecidas.
- Navia: Aunque aún hay algo que falta por hacer...
- Paimon: ¿Qué cosa?
- Navia: Visitar la tumba de mi padre y contarle tanto el final como la verdad de toda esta historia.
- Navia: Y también decirle que la gente sigue queriéndolo.
- Navia: Incluida yo.
- Silver: Srta. Navia...
- Melus: Así es.
- ¿Podemos ir contigo?
- Paimon: ¡Sí, nosotra(o)s también queremos ir! Calas era una persona que se hacía respetar.
- Navia: Muy bien, así conocerá a mis socia(o)s. Sin ustedes dos, este final no habría sido posible.
- Melus: ¡Andando, pues! Espero que podamos llegar a Poisson antes de que anochezca, porque últimamente hace un tiempo...
- Navia: Cierto, últimamente no ha dejado de llover.
- (Ve al cementerio que hay cerca de Poisson)
- Navia: Este es el cementerio en el que está mi padre. A decir verdad, hacía mucho tiempo que no venía...
- Paimon: ¿Eh? Miren, hay alguien ahí. Un momento, ¿ese no es...?
- Navia: ...
- Paimon: ¿Neuvillette? ¿Qué hace aquí su señoría el juez? ¡Oye, Navia!
- Neuvillette: ¿Eh?
- Navia: ...
- Neuvillette: Lo siento, debí haberle pedido permiso antes de venir a ofrecer mis respetos a su padre.
- Navia: No diga eso.
- Neuvillette: Perdone.
- Navia: Ah, quiero decir que no hace falta que se disculpe.
- Navia: Me gustaría que mi padre me viera ahora que soy mayor, pero no tan mayor como para que el juez supremo de nuestra nación no deje de pedirme perdón.
- Neuvillette: Bien, entonces dejaré a un lado las disculpas.
- Navia: *Suspira*, no entiende usted para nada los sentimientos de la gente, señoría...
- Navia: Bueno, y... ¿a qué ha venido?
- Neuvillette: Desde aquel día, no he dejado de pensar en algo... ¿Qué es la justicia?
- Neuvillette: Nunca he querido creer que, para los humanos, hay cosas más importantes que su propia vida.
- Neuvillette: O más bien, no puedo creer que, como seres vivos que son, los humanos puedan ir en contra de su propio instinto, de las leyes naturales, y que otras cosas sean más importantes que su propia vida.
- Neuvillette: Esa fue la razón por la que no detuve a su padre cuando se batió en un duelo.
- Neuvillette: Nadie verdaderamente inocente renunciaría así a su propia vida, pues no hay nada más importante que la existencia en este mundo... O al menos así debería ser.
- Neuvillette: Pero don Calas refutó por completo lo que yo pensaba.
- Neuvillette: Sin su sacrificio, el caso de las chicas desaparecidas seguiría sin resolverse.
- Neuvillette: Tomó esa decisión por su hija, por la gente que permanecía a su lado y por otras personas que no tenían nada que ver con él...
- Neuvillette: Al final, se podría decir que lo hizo por... la justicia.
- Neuvillette: Una justicia aún más noble que la propia vida.
- Neuvillette: Así que, si me pregunta por qué he venido...
- Neuvillette: ... Solo puedo decirle que para pedir perdón a don Calas por no haberme dado cuenta antes de todo esto.
- Neuvillette: Debido a ello, siento una aflicción de la que no puedo liberarme.
- Neuvillette: Esa silla tan elevada en la que me siento en la Ópera impidió que viera muchas cosas, así que debo dar las gracias a toda Spina di Rosula por su trabajo y perseverancia.
- Navia: Eh... Siento haberme enfadado con usted.
- Navia: No sabía que era usted... de esas personas aparentemente frías, pero que luego piensan mucho en privado... Se parece a Silver, mi ayudante.
- Neuvillette: Lo siento, no se me da bien mostrar mi verdadero yo.
- Navia: Ya le dije que no hacía falta que se disculpara...
- Paimon: Parece que Navia y Su Señoría también se han reconciliado.
- Paimon: Será mejor que no los molestemos. Ya vendremos más tarde a presentar nuestros respetos.
- Paimon: Paimon nunca había hecho esto, espera no haber hecho algo irrespetuoso.
- Normalmente no se permite flotar sobre las tumbas de los difuntos.
- Paimon: ¿En serio? Pero... es que Paimon no tiene más remedio, Paimon es así...
- Paimon: Ay, Paimon espera que Navia no se enfade con ella.
- (Se lo ha creído...)
- Paimon: Por cierto, Neuvillette aún está ahí, ¿qué tal si aprovechamos para hablar con él? Ya que es tan difícil hacerlo con la Arconte Hydro, no podemos perder esta oportunidad.
- (Habla con Neuvillette)
- ¿Qué puede contarnos sobre el agua del Mar Primigenio?
- Paimon: Durante el juicio, los malos no dejaron de hablar del agua del Mar Primigenio, pero ¿qué es en realidad?
- Neuvillette: La nomenclatura para ese objeto no podría ser mejor. Vacher y los suyos llevaron a cabo todo tipo de meticulosos experimentos hasta dar con ese concepto.
- Neuvillette: Antiguamente, había en este planeta un mar muy especial cuya agua no tenía nada que ver con la de los mares de hoy en día.
- Neuvillette: La mayoría de los seres vivos de Teyvat se originaron en ese mar, el cual, a su vez, nutrió la vida en este planeta.
- Paimon: Así que por eso se llama “Mar Primigenio”... La verdad es que es un nombre muy acertado.
- Neuvillette: No obstante, el Mar Primigenio ya no está en la superficie de este planeta.
- Neuvillette: Lo más probable es que lo que encontraron Vacher y los suyos fuera o bien una excepción, o bien restos de una época muy antigua.
- Paimon: Oooh... Cuántas cosas sabe, señoría. Pero entonces, ¿por qué la humanidad...? Paimon quiere decir, ¿por qué la gente de Fontaine se disolvería en ese mar?
- Neuvillette: ¿Por qué el Mar Primigenio, que debería crear y nutrir la vida, ahora quiere engullirla? Es una buena pregunta...
- Neuvillette: Yo no tengo la respuesta, pero quizá alguien en Fontaine tenga algo de información al respecto.
- Neuvillette: ¿Hay algo más que quieran preguntar?
- ¿Conoce la profecía que circula por Fontaine?
- Neuvillette: El nivel del mar subirá, todo el mundo se disolverá en él y solo quedará la Arconte Hydro sentada en su trono divino mientras llora. En ese momento, por fin se absolverá a la gente de Fontaine de los crímenes cometidos.
- Neuvillette: Esa es la profecía de la que hablan, ¿cierto?
- Paimon: Sí, más o menos eso fue lo que nos contó Lyney.
- Neuvillette: Llegados a este punto, no queda mucho tiempo para que nos enfrentemos cara a cara a la profecía.
- Neuvillette: Se rumorea que la profecía se originó con las últimas palabras que nos dejó la anterior Arconte Hydro antes de morir.
- Paimon: ¿La profecía la empezó la anterior Arconte Hydro? Es la primera vez que oímos eso...
- Neuvillette: A día de hoy, ya se han cumplido dos cosas: el nivel del agua ha subido y la gente de Fontaine se está disolviendo. Sin duda, debemos mantener el nivel de alerta y estar atentos a cualquier señal.
- Neuvillette: A decir verdad, Furina siempre ha estado tan pendiente de la profecía que hasta ha viajado por todo Teyvat en busca de información.
- Neuvillette: De confirmarse su veracidad, estaríamos ante un acertijo que la anterior Arconte Hydro le dejó a Furina.
- Paimon: Pero siendo Furina como es... ¿de verdad podemos confiar en ella?
- Neuvillette: ¿Hay algo más que quieran preguntar?
- ¿Qué pasó con Nobile?
- Neuvillette: Lo siento, aún no ha concluido la investigación.
- Neuvillette: Sin embargo, sigo creyendo que el veredicto de la Analizadora no fue arbitrario.
- Paimon: Pero si hasta usted lo declaró inocente...
- Neuvillette: Sé que en todos estos años la Analizadora nunca ha replicado mis veredictos de forma mecánica.
- Neuvillette: Como máquina creada por la Arconte, en ella se integra la fe unificada del pueblo en el concepto de justicia.
- Neuvillette: No solo produce la poderosa indemnitium, sino que muy probablemente también tenga algo similar a una consciencia propia.
- Neuvillette: Por eso, me he estado preparando desde hace tiempo para una ocasión como esta, en la que hay dos veredictos distintos.
- Paimon: Ahora que lo dice, cuando hablamos con Lyney, nos dijo que le pareció oír una voz en la sala donde está el núcleo de la Analizadora.
- Neuvillette: Ya veo... Tal vez eso sirva para confirmar lo que pensaba. Haré que lo añadan a la lista de objetos a investigar.
- Neuvillette: No obstante, me inclino a pensar que existe una razón para el veredicto de la Analizadora... Solo que aún no tenemos ninguna pista.
- Neuvillette: Y a juzgar por la reacción de Furina, yo diría que ella tampoco, y que por eso comenzó con sus habituales actuaciones rimbombantes y melodramáticas.
- Neuvillette: Pero no abandonaremos la investigación, y mientras no sepamos la verdad, me temo que ese miembro de Los Once tendrá que esperar en el Fuerte Merópide.
- Neuvillette: Si realmente lo acusamos injustamente, veremos la manera de darle la máxima compensación posible.
- Paimon: Conociendo a Nobile, pelear contra usted será la mejor compensación que le pueda ofrecer...
- Neuvillette: ¿Hay algo más que quieran preguntar?
- ¿Ha visto a mi hermano(a)?
- Neuvillette : ¿Tu hermano(a)? ¿Quieres decir otro viajero rubio(otra viajera rubia) como tú? Lo siento, pero no.
- Neuvillette : Si alguna vez ha venido a Fontaine, seguro que respetaba las leyes locales y no tenía ningún motivo para venir a la Ópera.
- Neuvillette : ¿Hay algo más que quieran preguntar?
- No tengo más preguntas.
- Neuvillette: De acuerdo. He disfrutado mucho de la conversación. Ha sido un placer poder responder a sus dudas.
- Neuvillette: Me quedaré un rato más disfrutando de la tranquilidad de este sitio antes de volver al Palacio Mermonia.
- Paimon: Paimon pensaba que, aunque es usted un hombre muy ocupado, hoy tenía el día libre y por eso había venido al cementerio.
- Neuvillette: Los delincuentes no tienen vacaciones, así que la justicia tampoco. Así es el trabajo de un juez.
- Paimon: Ah, claro, tiene toda la razón...
- Paimon: Oh, Paimon acaba de darse cuenta de que ha dejado de llover.
- Neuvillette : Oh, son ustedes. ¿La Srta. Navia la(o)s invitó a venir para presentar sus respetos a su difunto padre?
- Paimon : Sí, nos encontramos con ella en la calle y vinimos a acompañarla.
- Neuvillette : Entiendo. ¿Y para qué quieren hablar conmigo?
- Paimon : Bueno... es que... como siempre está usted tan ocupado, nos preguntábamos si podría responder a unas preguntas...
- Neuvillette : Claro, pregunten lo que quieran. Después de todo, han ayudado a Fontaine con un caso tan importante a pesar de no ser de aquí. Responderles es lo mínimo que puedo hacer.
- Paimon : Esto... Navia, perdona a Paimon por haberle faltado el respeto a tu padre...
- Navia : ¿Eh? ¿De qué hablas, Paimon? No entiendo a qué te refieres.
- Paimon : No se puede volar al presentar respetos a un difunto, ¿cierto?
- Navia : ¿Eh? ¿Quién te ha dicho eso?
- Paimon : ¿Cómo? ¡Jugador, otra vez le tomaste el pelo a Paimon!
Historial de cambios[]
- Versión 4.0
- Cuando todo vuelve al agua se añadió al juego.