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The Slynx
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¡SLYNX… SSLYYNNXX, SSSLLLYYYNNNXXX!!!
Ese es el sonido del miedo; del miedo primitivo, del original, no de un miedo concreto, cortado a la medida de tus circunstancias. Pero no vayáis a creer que éste es un libro de terror, no, esto se parece más a una sátira quijotesca, incluidos sus matices de tratado filosófico sobre la condición humana, su increíble sentido del humor y agudeza psicológica.
¿Y qué, además del miedo, comparten los hombres, no importa de qué tiempo o lugar? El anhelo. El anhelo de algo inaprensible, algo que se te escapa, una intuición vaga pero apremiante que impulsa a buscar lo que en realidad no es nada que se halle fuera de ti mismo, sino un desarrollo de tu propio ser, de tu mente y de tu comprensión del mundo. Los libros se convierten así en la autopista para llegar allí; una autopista de elevado peaje en este caso.
Bueno, pues imaginad todo esto en una distopía postapocalíptica en la edad de piedra: el componente surrealista está servido.
Realmente se trata de una obra extraordinaria, y eso que estoy segura de que en la traducción se debe perder tantísimo de la gracia, el ingenio y la originalidad del lenguaje, las cómicas distorsiones de palabras y conceptos que reflejan el habla de unos seres en un estadio primitivo o, más bien, entre primitivo y descabalado. Todo ello por obra y gracia de “the Blast” (o “el zambombazo”) y sus “consecuencias” visibles ahora en sus propios cuerpos y mente. Un lenguaje que habla de lo elemental, pero contaminado de ecos de un pasado mítico, que no es sino nuestro presente. Puede verse en qué sentido la traducción de un texto así supone todo un reto.
Otro aspecto que seguro no he podido apreciar como corresponde es la cantidad de citas procedentes de fuentes de la literatura rusa o canciones populares, con toda la carga que dichos escritos le aportarán a un hablante ruso.
Con todo y eso, Benedikt te resulta cercano y conocido, sus avatares los de tantos héroes a su pesar, y los villanos, los de siempre… con su cortedad de miras, su zafiedad, su hipocresía y su doblez y, como siempre y por encima de todo, el poder, el gran corruptor.
“He could see everything through this crevice, all human affairs, trivial, cowardly, fussy: all people want is a bit of soup and to bed, but the wind howls, the snowstorm shrieks and the Slynx is in flight; it soars triumphant over the city.
Ese es el sonido del miedo; del miedo primitivo, del original, no de un miedo concreto, cortado a la medida de tus circunstancias. Pero no vayáis a creer que éste es un libro de terror, no, esto se parece más a una sátira quijotesca, incluidos sus matices de tratado filosófico sobre la condición humana, su increíble sentido del humor y agudeza psicológica.
¿Y qué, además del miedo, comparten los hombres, no importa de qué tiempo o lugar? El anhelo. El anhelo de algo inaprensible, algo que se te escapa, una intuición vaga pero apremiante que impulsa a buscar lo que en realidad no es nada que se halle fuera de ti mismo, sino un desarrollo de tu propio ser, de tu mente y de tu comprensión del mundo. Los libros se convierten así en la autopista para llegar allí; una autopista de elevado peaje en este caso.
Bueno, pues imaginad todo esto en una distopía postapocalíptica en la edad de piedra: el componente surrealista está servido.
Realmente se trata de una obra extraordinaria, y eso que estoy segura de que en la traducción se debe perder tantísimo de la gracia, el ingenio y la originalidad del lenguaje, las cómicas distorsiones de palabras y conceptos que reflejan el habla de unos seres en un estadio primitivo o, más bien, entre primitivo y descabalado. Todo ello por obra y gracia de “the Blast” (o “el zambombazo”) y sus “consecuencias” visibles ahora en sus propios cuerpos y mente. Un lenguaje que habla de lo elemental, pero contaminado de ecos de un pasado mítico, que no es sino nuestro presente. Puede verse en qué sentido la traducción de un texto así supone todo un reto.
Otro aspecto que seguro no he podido apreciar como corresponde es la cantidad de citas procedentes de fuentes de la literatura rusa o canciones populares, con toda la carga que dichos escritos le aportarán a un hablante ruso.
Con todo y eso, Benedikt te resulta cercano y conocido, sus avatares los de tantos héroes a su pesar, y los villanos, los de siempre… con su cortedad de miras, su zafiedad, su hipocresía y su doblez y, como siempre y por encima de todo, el poder, el gran corruptor.
“He could see everything through this crevice, all human affairs, trivial, cowardly, fussy: all people want is a bit of soup and to bed, but the wind howls, the snowstorm shrieks and the Slynx is in flight; it soars triumphant over the city.
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The Slynx.
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Reading Progress
May 15, 2022
–
Started Reading
May 15, 2022
– Shelved
May 15, 2022
–
26.42%
"But when you lean over at the waist, your head turned to side so you can see what's going on, and your arm is stuck waaayyy in to the window slot (it's deep) and your fingers are spread to grab the chits, and your shoulder aches -- well, then you get a feeling for what government service means, its power and glory, and authority on earth, for all time, amen."
page
79
May 22, 2022
–
Finished Reading
May 24, 2022
– Shelved as:
russian
May 24, 2022
– Shelved as:
dystopian
May 24, 2022
– Shelved as:
symbolical
Comments Showing 1-4 of 4 (4 new)
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message 1:
by
Vladys
(new)
-
rated it 4 stars
May 24, 2022 12:22PM
But the ending, the ending was botched, no?
reply
|
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Hello, Vladys. The end you say.... well if you are referring to the whole last chapter I think it is really good and fitting (I won't include here details that could be a spoiler); but if you are referring to the last scene, that peculiar flight 😁, I must say it also baffled me, but then I realized that it is both a final mockery by the author and a new embodiment of the Slynx: a rag-doll of sorts, stitched by Benedikt's guilt and sense of loss. What do you think of this?
Sorry Maria, I don't remember the details and the book has escaped from my shelves. What I remember is the change in tone, meaning and metaphor in the last chapter, which as far as I know was written more than ten years after the main (quite exceptional) part of the text.