Fernando's Reviews > Noches Blancas

«Yo no puedo callar cuando el corazón me da gritos…»

Esta es sin ningún lugar a dudas, la más elevada y romántica historia del genial novelista ruso y una de las más recordadas de la literatura.
Luego de la exitosa publicación de "Pobres Gentes", su libro debut y del fracaso estrepitoso de su segundo libro "El Doble", ambos de 1846, Dostoievski siguió escribiendo cuentos y novelas. En su etapa inicial, entre 1846 y 1847 fueron apareciendo varios escritos que nos mostraron la temprana narrativa de Dostoievski muy inclinada hacia el amor y la compasión. El tratamiento al intercambio epistolar en "Pobres Gentes seguiría en otros relatos como "El señor Projarchin" y en la sufrida historia de "Nietochka Nezvánova", que apareciera ya en 1849.
"Noches Blancas" es el epitome del romanticismo en estado puro y una de las más claras muestras de amor, soledad y ensoñación y esto reside en que el Dostoievski más joven, exclamaba lo mismo que esa canción que dice "yo vengo a ofrecer mi corazón". Este Dostoievski se encuentra no muy lejos de experimentar las épocas más duras de su vida, como el arresto por integrar parte de un grupo revolucionario que conspiraba contra el Zar y su posterior simulacro de fusilamiento y prisión en Siberia durante cuatro años.
Sus tempranas lágrimas derramadas al leer poemas de Pushkin o apasionadas novelas de Goethe y Schiller forjarían una especial sensibilidad en su talento literario a la hora de escribir.
Pero este joven Fiódor de 1848 nos regala una pequeña nouvelle de cuatro noches y una mañana en la que un narrador sin nombre, un soñador del que podrán decir que es un soñador, pero no el único, se cruza con Nasténka y a partir de allí, su triste y solitaria vida girará hacia un instante supremo de felicidad como él declama al final, más allá de que su amor, independientemente de la carta de Nasténka no le es correspondido.
Su ingenuidad es digna de destacar, pero nos deja un cierto sinsabor puesto que a pocas páginas del final nos imaginamos otro destino para estos dos personajes.
No es la única vez que Dostoievski juega con amores no correspondidos. En otras dos novelas suyas sucede lo mismo entre dos de los personajes principales.
En primer lugar en el magnífico "Humillados y Ofendidos", cuando en las líneas finales el personaje principal, Vania lee los ojos de Nastaha y declama: «Podríamos haber sido tan felices juntos», así también como en otra de sus primeras y desconocidas novelas, "La Patrona" de 1847, donde Dostoievski crea una historia en donde el triángulo Ordinov-Murin-Katerina oscila entre el delirio místico y el ardor amoroso y culmina con ese amor trunco con un tercero en discordia como en estos dos casos anteriores.
"Noches Blancas" es uno de los relatos más hermosos que podemos leer de Dostoievski y para ello debemos hacer lo mismo que el narrador: poner en juego el corazón apostando a que seguramente perdamos la partida.