Verdad Quotes

“Hasta que se llora de veras no se sabe si se tiene o no alma.”
― Miguel de Unamuno, Niebla

“Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza la mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace fuerte. (Sempere)”
― Carlos Ruiz Zafón, The Shadow of the Wind

“Me resulta complicado escribir sobre mi vida, porque no sè cuánto recuerdo y cuánto es producto de mi imaginación;la estricta verdad puede ser tediosa y por eso, sin darme ni cuenta, la cambio o la exagero, pero me he propuesto corregir ese defecto y mentir lo menos posible en el futuro.”
― Isabel Allende, El cuaderno de Maya

“In order to know something, you must go back to the source. You have to be critical and wise what are the original roots and not the corrupted outcome but in order to know the truth, you have to examine all angles, all sides, all possible traces of deception, the fortress of protection of hidden elements camouflaged with what it seemed overlapping masks along a river of clear or dirty water. The water flows in varying speed depending on the atmospheric factors and men’s interventions in using the flowing water however, the stone remains.

Think of the truth: many would hide it, distort it, change it, bury it, or even destroy it but the uncorrupted truth, the unparalleled truth shall always come out.

How do you seek the truth?

When you seek for the truth, are you guided with an honest heart?

Why do you seek the truth?

Or, are you among those folks who prefer to hide or bury the truth thinking that the majority won’t find it out?

If and when the truth comes out, are you among those persons who will target sacrificial lambs for scapegoats?

It is wise to remember that the truth however hidden shall eventually come out.

A Cameroonian proverb says, "Water always finds a way out."

The same thing I can say about the truth:
the truth however hidden shall eventually come out.

The water flows, the stones remain.
The lies flow, the truth remains.

The truth thrives forever."

~ Angelica Hopes, an excerpt from K.H. Trilogy”
― Angelica Hopes

“- Que quieres de ese hombre?- pregunto de repente la nodriza.
- La verdad - respondio el general.
- Conoces muy bien la verdad.
- No la conozco - dijo el en voz ata, sin preocuparse por el servicio, que habia interrumpido abajo la colocacion de las flores y miraba hacia arriba. Volvieron a bajar la mirada inmediatamente, con un gesto mecanico y continuaron con sus quehaceres- La verdad es precisamente lo que no conozco.
- Pero conoces la realidad- observo la nodriza con un tono agudo, casi agresivo.
- La realidad no es lo mismo que la verdad- respondio el general- La realidad son solo detalles.”
― Sandor Marai

“Salió a la gris luz y se quedó allí de pie y fugazmente vio la verdad absoluta del mundo. El frío y despiado girar de la tierra intestada. Oscuridad implacable. Los perros ciegos del sol en su carrera. El aplastante vacío negro del universo. Y en alguna parte dos animales perseguidos temblando como zorros escondidos en su madriguera. Tiempo prestado y mundo prestado y ojos prestados con que llorarlo.”
― Cormac McCarthy, The Road

“Las personas estamos dispuestas a creer cualquier cosa antes que la verdad.”
― Carlos Ruiz Zafón, The Shadow of the Wind

“...bien vistas las cosas, no hay en el mundo nada que, en sentido absoluto, nos pertenezca, verdad ésta no menos transparente.”
― José Saramago

“En la guerra los fuertes hacen esclavos a los débiles, y en la paz los ricos hacen esclavos a los pobres.”
― Oscar Wilde, Fairy Tales

“que en toda circunstancia aparezca en nuestras palabras el fondo de nuestro corazón.”
― Molière

“—Tu madre debe ser muy diferente de la mía.
—¿Cómo es la tuya?
—Nunca discute por nada.
—Porque no le has planteado nunca algo que no pueda.”
― E.M. Forster, Maurice

“—Tú te interesas por mí un poquito, lo creo —admitió—. Pero no puedo basar toda mi vida en un poquito. Ni tú. Tú apoyas la tuya en Anne. No te preocupas de sí tu relación con ella es platónica o no. Solo sabes que es lo suficientemente grande como para apoyar en ella una vida. Yo no puedo apoyar la mía en los cinco minutos que me dedicas entre ella y la política. Tú no harás nada por mí, salvo verme. Es lo único que has hecho en todo este año infernal. Me dejas libremente en tu casa, y procuras por todos los medios casarme, porque eso te libera de mí. Te preocupas un poco por mí, ya lo sé —pues Clive había protestado—, pero nada tenemos que hablar, y tú no me amas. Yo fui tuyo una vez hasta la muerte, y lo sería si te hubieras preocupado de conservarme, pero ahora soy de otro… No puedo apoyarme en el dolor para siempre… y él es mío de una forma que te sorprende, pero ¿por qué no dejas de sorprenderte y atiendes a tu propia felicidad?”
― E.M. Forster, Maurice

“Los detalles corroboraban lo que ella decía que era, y eso se agregaba a una sensación sólida, aunque subliminal, de algo cierto que tal vez escapaba a la paranoia profesional de los que trabajan en seguridad”
― Lois McMaster Bujold, The Mountains of Mourning

“La sinceridad tiene su propia fuerza. Las frases mejor expresadas, los razonamientos más elaborados, los argumentos más sólidos, nada es comparable a la simple y desnuda verdad.”
― Marisa Sicilia, Tú en la sombra

“El hecho es un estado de la materia,
La verdad es un estado mental.”
― Abhijit Naskar, Vande Vasudhaivam: 100 Sonnets for Our Planetary Pueblo

“Se comprenden grandes verdades sin que sea necesario aprenderlas, se aceptan sin estupefacción.”
― Lisa Jane Smith, Scende la notte

“La ira como el deseo inflexible, de dar a conocer tu verdad.”
― Sebastian Crugley, Oceanos de Cemento

“Muchas veces se parte de la premisa falaz de que mantener una opinión a lo largo del tiempo es mejor y más deseable que cambiarla.

Pero solo se debería juzgar al cambio de opinión como bueno o malo en función de cuánto este acerque a la verdad a la persona.”
― Juan I. Fernández, Libertad para Gente Inteligente: De la cognición a la acción

“Y de eso se trata, de trabajar en estar cada vez menos errados, de alejarnos progresivamente de lo falso o “no verdadero” como mecanismo iterativo de acercamiento asintótico hacia la verdad”
― Juan I. Fernández, Libertad para Gente Inteligente: De la cognición a la acción

“Leer te hace querer cosas que no sabías que querías. Antes de perderte entre las páginas eres una persona y al cerrar un libro te conviertes en otra. ”
― Lu Sal, Sonríe para mí

“Creyó ver el mundo entero asolado por una epidemia espantosa y sin precedentes, que se había declarado en el fondo de Asia y se había abatido sobre Europa. Todos habían de perecer, excepto algunos elegidos. Triquinas microscópicas de una especie desconocida se
introducían en el organismo humano. Pero estos corpúsculos eran espíritus dotados de inteligencia y de voluntad. Las personas afectadas perdían la razón al punto. Sin embargo —cosa extraña—, jamás los hombres se habían creído tan inteligentes, tan seguros de estar en posesión de la verdad; nunca habían demostrado tal confianza en la infalibilidad de sus juicios, de sus teorías
científicas, de sus principios morales. Aldeas, ciudades, naciones enteras se contaminaban y perdían el juicio. De todos se apoderaba una mortal desazón y todos se sentían incapaces de comprenderse unos a otros. Cada uno creía ser el único poseedor de la verdad y miraban con piadoso desdén a sus semejantes. Todos, al contemplar a sus semejantes, se golpeaban el pecho, se retorcían las manos, lloraban… No se ponían de acuerdo sobre las sanciones que había que
imponer, sobre el bien y el mal, sobre a quién había que condenar y a quién absolver. Se reunían y formaban enormes ejércitos para lanzarse unos contra otros, pero, apenas llegaban al campo de batalla, las tropas se dividían, se rompían las formaciones y los hombres se estrangulaban y devoraban unos a otros.
En las ciudades, las trompetas resonaban durante todo el día. Todos los hombres eran llamados a las armas, pero ¿por quién y para qué? Nadie podía decirlo y el pánico se extendía por todas partes. Se abandonaban los oficios más sencillos, pues cada trabajador proponía sus ideas, sus reformas, y no era posible entenderse. Nadie trabajaba la tierra. Aquí y allá, los hombres formaban grupos y se comprometían a no disolverse, pero poco después olvidaban su compromiso y empezaban a acusarse entre sí, a contender, a
matarse. Los incendios y el hambre se extendían por toda la tierra. Los hombres y las cosas desaparecían. La epidemia seguía extendiéndose, devastando. En todo el mundo sólo tenían que salvarse algunos elegidos, unos cuantos hombres puros, destinados a formar una nueva raza humana, a renovar y purificar la vida humana. Pero nadie había visto a estos hombres, nadie
había oído sus palabras, ni siquiera el sonido de su voz.”
― Fedor Dostoyevski, CRIMEN Y CASTIGO

“Ninguna cosa despierta tanto el bullicio del pueblo como la novedad.”
― Francisco de Quevedo

“«La verdad es la verdad, da igual quién la descubra».”
― Sheila Moreno Griñón, El baile de las maldiciones

“Te voy a enseñar algo de la naturaleza humana. La gente dice que quiere "objetividad". Pero no.
Pregunta a alguien: "¿Quieres todos los datos? ¿Quieres la verdad?. Dirán: "Oh, por supuesto. La exijo". Pero no.”
― Brian Michael Bendis, Ultimate Spider-Man, Volume 2

“La verdad no necesita defensores ni amigos, ya que se impone con su presencia.”
― Byron Rizzo, Mejor no leer el fin: cuento de suspenso psicológico y literario

“La amabilidad es la verdad suprema, no hay divinidad sino humanidad.”
― Abhijit Naskar, Abigitano: El Divino Refugiado

“La inteligencia te hace arrogante,
El entendimiento te hace humilde.
Saber lo que sabes es conocimiento,
Saber lo que no sabes te hace sapiente.”
― Abhijit Naskar, Abigitano: El Divino Refugiado

“La verdad nos ayuda a superar los prejuicios,
No nos envuelve con nuevos prejuicios.
La verdad nos ayuda a vencer las mentiras,
No nos vende mentiras sofisticadas.”
― Abhijit Naskar, Abigitano: El Divino Refugiado

“Usa tu luz para iluminar el mundo, no cegar al mundo con una frialdad lógica.”
― Abhijit Naskar, Abigitano: El Divino Refugiado

“Si quieres creer, no pidas conocimiento. Si quieres saberlo, no cedas a las creencias.”
― Abhijit Naskar, Abigitano: El Divino Refugiado