Corazón marchito
31
Romance. Drama
"Corazón marchito" es una historia sencilla, con personajes complejos, de amor y desamor, amistad y soledades compartidas, encuentros y desencuentros. Donde los protagonistas se enfrentan a si mismos y a sus circunstancias cotidianas, a veces cómicas, chuscas, otras un tanto dramáticas. Buscan sin saber lo que buscan, o sin saber lo que van a encontrar. Y cuando encuentras... ¿Valdrá la pena arriesgar una maravillosa amistad de toda la ... [+]
2 de mayo de 2008
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Corazón Marchito… es de entrada una cuestión: ¿Se puede tener todo en la vida?
Realmente no se sabe, hay gente que cuenta con bienes materiales pero no con lo espiritual, y viceversa hay quien tiene el interior lleno y sin ningún bien tangible. En ambos casos se puede compartir con alguien lo que se tiene, sin embargo siempre esta esa sensación de vacío que nos introduce en etapas de abundante apatía al no encontrar el complemento idóneo, que aderece la rutina. Entonces se recurre a la búsqueda complicada a nivel personal y profesional y nos toparemos con puertas cerradas, entreabiertas por periodos largos, medianos y cortos, pero el problema esta ahí y mientras satisfacemos esa necesidad vendrán cientos de ideas absurdas y analíticas, eso plantea Corazón Marchito… A quien no le ha pasado.
Corazón Marchito… es más que una comedia sin aportación, es la exposición de la soledad en la juventud, de las presiones sociales ejercidas si se opta por romper con lo establecido como estilo de vida estándar. Es un análisis ligero con respecto a las necesidades afectivas de las personas y de salidas ingenuas que a final de cuentas concluyen en fracaso al no haber total convencimiento con los hechos y posibilidades. Un cuestionamiento a la injusta vida por colocarnos en situaciones ingratas como es perder el empleo o ser el típico solterón que se exige demasiado y es incapaz de adaptarse a las condiciones presentes.
Corazón Marchito… es identificación directa: hombre de 31 años de edad, diseñador gráfico con trabajo estable y remunerado; hombre inexpresivo pero decidido y analítico; en ocasiones de timidez infinita para expresar su sentir convirtiéndolo en su principal contrincante a vencer; soñador y exitoso en el ámbito profesional, pero un desastre con las relaciones personales; complejo y contradictorio que el desamor le invade; que se confronta una y otra vez para saber que busca; indeciso con su mejor amiga, con quien tiene una relación de 15 años e incapaz de exceder la línea de la amistad. Así es él, cualquier parecido con la realidad es absoluta coincidencia.
Corazón Marchito… fue una película con poca difusión, estrenada en noviembre del año pasado y que la masa pasó por desapercibida supongo debido a que es una comedia muy agridulce, a lo que la mayoría no quiere verse expuesta gracias al concepto del cine como evasión de la realidad. También rompe con el estereotipo de películas con títulos un tanto rosas que suponemos serán sosas sin ningún intento de ni reflexión.
Corazón Marchito… Irradia frescura y aunque los actores de televisión no son una virtud dentro de la pantalla grande, los interpretes cumplen con lo requerido.
Interesante.
Realmente no se sabe, hay gente que cuenta con bienes materiales pero no con lo espiritual, y viceversa hay quien tiene el interior lleno y sin ningún bien tangible. En ambos casos se puede compartir con alguien lo que se tiene, sin embargo siempre esta esa sensación de vacío que nos introduce en etapas de abundante apatía al no encontrar el complemento idóneo, que aderece la rutina. Entonces se recurre a la búsqueda complicada a nivel personal y profesional y nos toparemos con puertas cerradas, entreabiertas por periodos largos, medianos y cortos, pero el problema esta ahí y mientras satisfacemos esa necesidad vendrán cientos de ideas absurdas y analíticas, eso plantea Corazón Marchito… A quien no le ha pasado.
Corazón Marchito… es más que una comedia sin aportación, es la exposición de la soledad en la juventud, de las presiones sociales ejercidas si se opta por romper con lo establecido como estilo de vida estándar. Es un análisis ligero con respecto a las necesidades afectivas de las personas y de salidas ingenuas que a final de cuentas concluyen en fracaso al no haber total convencimiento con los hechos y posibilidades. Un cuestionamiento a la injusta vida por colocarnos en situaciones ingratas como es perder el empleo o ser el típico solterón que se exige demasiado y es incapaz de adaptarse a las condiciones presentes.
Corazón Marchito… es identificación directa: hombre de 31 años de edad, diseñador gráfico con trabajo estable y remunerado; hombre inexpresivo pero decidido y analítico; en ocasiones de timidez infinita para expresar su sentir convirtiéndolo en su principal contrincante a vencer; soñador y exitoso en el ámbito profesional, pero un desastre con las relaciones personales; complejo y contradictorio que el desamor le invade; que se confronta una y otra vez para saber que busca; indeciso con su mejor amiga, con quien tiene una relación de 15 años e incapaz de exceder la línea de la amistad. Así es él, cualquier parecido con la realidad es absoluta coincidencia.
Corazón Marchito… fue una película con poca difusión, estrenada en noviembre del año pasado y que la masa pasó por desapercibida supongo debido a que es una comedia muy agridulce, a lo que la mayoría no quiere verse expuesta gracias al concepto del cine como evasión de la realidad. También rompe con el estereotipo de películas con títulos un tanto rosas que suponemos serán sosas sin ningún intento de ni reflexión.
Corazón Marchito… Irradia frescura y aunque los actores de televisión no son una virtud dentro de la pantalla grande, los interpretes cumplen con lo requerido.
Interesante.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
15 de mayo de 2008
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se podría decir que "Corazón marchito" es un testimonio representativo de la situación que viven los urbanitas de hoy día. Un deambular inseguro por todas esas dudas existenciales y circunstancias que suelen afectar a la mayor parte de la gente de a pie, con lo cual la posible identificación con alguno de los personajes o hechos que suceden es casi segura.
En ese circuito competitivo que es la vida actual, regido por ciertos patrones y modelos de conducta impuestos por la sociedad y la cultura circundantes, los individuos se hallan sometidos a unas determinadas presiones en ese código no escrito pero muy evidente que impone la comunidad.
Dicho "código" marca unos pasos generales a seguir y, aunque no de un modo rígido sino hasta cierto punto abierto a las características individuales, dichos pasos van señalando un sendero en constante construcción que, con más o menos desvíos, bifurcaciones, curvas, cambios de rasante, obstáculos, tramos deteriorados, en reparación y reformados y, sobre todo, imprecisas dosis de riesgo, es el que tendemos a tomar. Por supuesto, sin saber a dónde nos conducirá la siguiente revuelta.
Entre esas pautas que durante nuestro recorrido nos van señalando los posibles rumbos, como si se tratase de señales de tráfico en una carretera, tenemos algunas fundamentales como la plenitud afectiva / adaptación e integración social, la educación / cualificación profesional, la búsqueda de empleo / realización laboral y encontrar a la pareja ideal / formar una familia. Quizás esas cuatro constituyan los pilares básicos (aunque por supuesto se puede sobrevivir y salir adelante sin alguno/s de ellos, pero digamos que son los que se podrían considerar como los necesarios para lo que la mayoría tildaría de una vida plena, aunque no tenga por qué ser así), que se ramifican para adaptarse a las necesidades personales.
Cuando vamos circulando por esa carretera, las señales van apareciendo, recordándonos continuamente los objetivos. Tenemos un determinado plazo para adaptarnos en un círculo social, para obtener nuestra cualificación profesional, para buscar empleo y para encontrar a la persona que nos acompañe sentimentalmente. ¿Qué ocurre cuando se nos pasa de largo una de las señales y no estamos preparados para afrontar ese objetivo, o sencillamente no queremos, o por más que lo intentemos no nos favorezca la suerte? ¿Qué ocurre cuando algo se tuerce y se nos escapa de las manos alguno de los objetivos que ya creíamos haber alcanzado?
En ese circuito competitivo que es la vida actual, regido por ciertos patrones y modelos de conducta impuestos por la sociedad y la cultura circundantes, los individuos se hallan sometidos a unas determinadas presiones en ese código no escrito pero muy evidente que impone la comunidad.
Dicho "código" marca unos pasos generales a seguir y, aunque no de un modo rígido sino hasta cierto punto abierto a las características individuales, dichos pasos van señalando un sendero en constante construcción que, con más o menos desvíos, bifurcaciones, curvas, cambios de rasante, obstáculos, tramos deteriorados, en reparación y reformados y, sobre todo, imprecisas dosis de riesgo, es el que tendemos a tomar. Por supuesto, sin saber a dónde nos conducirá la siguiente revuelta.
Entre esas pautas que durante nuestro recorrido nos van señalando los posibles rumbos, como si se tratase de señales de tráfico en una carretera, tenemos algunas fundamentales como la plenitud afectiva / adaptación e integración social, la educación / cualificación profesional, la búsqueda de empleo / realización laboral y encontrar a la pareja ideal / formar una familia. Quizás esas cuatro constituyan los pilares básicos (aunque por supuesto se puede sobrevivir y salir adelante sin alguno/s de ellos, pero digamos que son los que se podrían considerar como los necesarios para lo que la mayoría tildaría de una vida plena, aunque no tenga por qué ser así), que se ramifican para adaptarse a las necesidades personales.
Cuando vamos circulando por esa carretera, las señales van apareciendo, recordándonos continuamente los objetivos. Tenemos un determinado plazo para adaptarnos en un círculo social, para obtener nuestra cualificación profesional, para buscar empleo y para encontrar a la persona que nos acompañe sentimentalmente. ¿Qué ocurre cuando se nos pasa de largo una de las señales y no estamos preparados para afrontar ese objetivo, o sencillamente no queremos, o por más que lo intentemos no nos favorezca la suerte? ¿Qué ocurre cuando algo se tuerce y se nos escapa de las manos alguno de los objetivos que ya creíamos haber alcanzado?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here