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Críticas ordenadas por utilidad
5 de noviembre de 2022
56 de 63 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cuarto pasajero está dirigida por Álex de la Iglesia, quien nos mete de lleno en una road movie en la que Julián (Alberto San Juan) ha de llevar desde Bilbao a Madrid a Lorena (Blanca Suárez), y de paso confesarle su amor. Sin embargo, dos ocupantes también lo harán a su vez (Rubén Cortada y Ernesto Alterio). Y lo que iba a ser un plácido viaje se convierte en una disparatada aventura con unas conversaciones eléctricas en las que, cómo no, aparece un Ernesto Alterio pasando de roscas, que es cuando realmente funciona. En los primeros compases de metraje la cosa se desborda en el coche, hasta que se van conociendo y la road-movie acaba convirtiéndose en una entremezcla de comedia romántica de Blablacar con dosis de acción innecesarias.
Suele sucederle a menudo a Álex de la Iglesia, que parece que no acaba de atinar con sus tramos medios de película, donde todo se aletarga hasta que de pronto vuelve a arrancar. Es filme que arranca grandes carcajadas, sobre todo porque el personaje de Alberto San Juan y el de Ernesto Alterio son como la noche y el día, además de que es un plus ver a Alterio en este tipo de películas, pues sabe como nadie aportarle ese toque bohemio, loco y estridente que necesita. Por lo demás, Blanca Suárez, Rubén Cortada y Carlos Areces están correctos, sobre todo ella, con la tensión amorosa que produce entre unos y otros. Sin embargo, lo que más lastra al filme es que empieza como un tiro, creando una expectativa que acaba aplanándose para ser una comedia comercial sin más.
En definitiva, EL CUARTO PASAJERO funcionará bien para espectadores con ganas de pasárselo bien y lanzar unas cuantas carcajadas viendo a Ernesto Alterio divirtiéndose en una comedia que desbarra en sus primeros compases y se va normalizando a medida que se descubre el pastel. Es una pena que a Álex de la Iglesia le pase esto tan a menudo. A veces, no es necesario incluir acción a la desesperada en una película. Echadle un vistazo.
Suele sucederle a menudo a Álex de la Iglesia, que parece que no acaba de atinar con sus tramos medios de película, donde todo se aletarga hasta que de pronto vuelve a arrancar. Es filme que arranca grandes carcajadas, sobre todo porque el personaje de Alberto San Juan y el de Ernesto Alterio son como la noche y el día, además de que es un plus ver a Alterio en este tipo de películas, pues sabe como nadie aportarle ese toque bohemio, loco y estridente que necesita. Por lo demás, Blanca Suárez, Rubén Cortada y Carlos Areces están correctos, sobre todo ella, con la tensión amorosa que produce entre unos y otros. Sin embargo, lo que más lastra al filme es que empieza como un tiro, creando una expectativa que acaba aplanándose para ser una comedia comercial sin más.
En definitiva, EL CUARTO PASAJERO funcionará bien para espectadores con ganas de pasárselo bien y lanzar unas cuantas carcajadas viendo a Ernesto Alterio divirtiéndose en una comedia que desbarra en sus primeros compases y se va normalizando a medida que se descubre el pastel. Es una pena que a Álex de la Iglesia le pase esto tan a menudo. A veces, no es necesario incluir acción a la desesperada en una película. Echadle un vistazo.
7 de diciembre de 2019
54 de 74 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fernando González Molina dirige un película que bien podría pasar por teleserie o serie B, con muchas promesas pero poco contenido, que no aporta nada nuevo y no sorprende en ningún aspecto. Marta Etura lo intenta pero no convence, y Leonardo Sbaraglia e Imanol Arias hacen acto de presencia y poco más. Los diálogos están sacados de la novela, algo que encaja fatal con lo cinematográfico, por lo tanto, quedan impostados, faltos de naturalidad. Como punto positivo queda el emplazamiento, pero todo queda emborronado.
La trama avanza a trompicones y el desenlace... en fin, un acto de fantasía e inverosimilitud que acaba por echar al barro cualquier esperanza, si es que quedaba alguna. LEGADO EN LOS HUESOS supone una gran decepción, puesto que es aburrida de principio a fin. Los actores no pueden sacar más de unos personajes que posiblemente sean carismáticos en la novela, pero que en la gran pantalla son incapaces de brillar. Posiblemente no sea culpa de los actores, sino de la idea de sacar rendimiento a una trilogía de éxito y de tratar de condensar una novela en apenas dos horas.
En definitiva, LEGADO EN LOS HUESOS es una gran decepción que constata que la idea llevar al cine un best-seller no es siempre la mejor opción. Carencia de carisma, falta de ritmo, pesadez y aburrimiento son algunas de las cosas que no encontraremos, por no hablar de un desenlace inverosímil que, tras el sopor, ya ni nos sorprende. No os la recomiendo, quedaos con la novela.
La trama avanza a trompicones y el desenlace... en fin, un acto de fantasía e inverosimilitud que acaba por echar al barro cualquier esperanza, si es que quedaba alguna. LEGADO EN LOS HUESOS supone una gran decepción, puesto que es aburrida de principio a fin. Los actores no pueden sacar más de unos personajes que posiblemente sean carismáticos en la novela, pero que en la gran pantalla son incapaces de brillar. Posiblemente no sea culpa de los actores, sino de la idea de sacar rendimiento a una trilogía de éxito y de tratar de condensar una novela en apenas dos horas.
En definitiva, LEGADO EN LOS HUESOS es una gran decepción que constata que la idea llevar al cine un best-seller no es siempre la mejor opción. Carencia de carisma, falta de ritmo, pesadez y aburrimiento son algunas de las cosas que no encontraremos, por no hablar de un desenlace inverosímil que, tras el sopor, ya ni nos sorprende. No os la recomiendo, quedaos con la novela.
11 de noviembre de 2017
31 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basada en hechos reales, por supuesto, Billy Jean King (Emma Stone), ganadora de 12 Grand Slams, y una de las tenistas más importantes y grandes de la historia del tenis femenino, además luchó junto al resto de jugadoras por la igualdad salarial, cosa que consiguió, entre otras cosas, gracias a una de sus más brillantes victorias. Y lo hizo derrotando al ex-número 1 del mundo, Booby Riggs (Steve Carell), autoproclamado cerdo machista que defendía, como otros tantos australopitecus, que el hombre era superior a la mujer, y que por tanto las retribuciones de los torneos debían ser superiores para los hombres. Y Billy Jean King se encargó de derrotarle en la pista, convirtiéndola en una revolución feminista y, además, más tarde se divorciaría de su marido para vivir su vida junto a una mujer (Andrea Riseborough). Todo un icono de la historia del deporte.
Battle of the sexes es una película muy interesante, pero que también cae en intentar abarcar muchos géneros. Es romántica por la relación que se establece entre ambas mujeres, también con grandes dosis de comedia gracias a Bobby Riggs, y también una denuncia que parece quedar envuelta en las brumas de lo anteriormente mencionado, sobre todo porque la parte deportiva también está implicada. Quizás le falta pegada en ese aspecto, pero lo que está claro es que la película de Jonathan Dayton y Valerie Faris es muy entretenida y que Emma Stone y Steve Carell marcan diferencias con sus personajes, demostrando que la primera es una de las mejores actrices de Hollywood y que el segundo puede funcionar a la perfección fuera de lo cómico, como ya ha demostrado en más de una ocasión.
LA BATALLA DE LOS SEXOS funciona realmente bien cuando Emma Stone y Andrea Riseborough aparecen juntas en pantalla. Primeros planos interesantes, fotografía de Linus Sandgren (La La Land) y una complicidad que traspasa la pantalla. Además, denuncia una injusticia y el personaje de Steve Carell es desproporcionado y excesivo, algo que funciona realmente bien, incluso en sus momentos más dramáticos. En cuanto a lo deportivo es más bien justa, sobre todo teniendo en cuenta que todo gira en torno al tenis. Quizás los directores han optado por destacar más la liberación sexual de la mujer por encima de la igualdad, que es de lo que parecía que trataba la película.
En todo caso, y aunque se quiera abarcar muchos géneros, LA BATALLA DE LOS SEXOS es una buena película para amantes de biopics. Más de uno debería verla para darse cuenta de cuánto ha avanzado la historia, de cuánto se ha tenido que luchar para conseguir una igualdad que, por desgracia, todavía estamos lejos de conseguirla en plenitud. Emma Stone brilla como siempre y Steve Carell se divierte como pocas veces. Una película motivadora sobre Billy Jean King, feminista que cambió la historia del deporte femenino y consiguió igualdad retributiva, además de callar unas cuantas bocas. No os la perdáis.
Battle of the sexes es una película muy interesante, pero que también cae en intentar abarcar muchos géneros. Es romántica por la relación que se establece entre ambas mujeres, también con grandes dosis de comedia gracias a Bobby Riggs, y también una denuncia que parece quedar envuelta en las brumas de lo anteriormente mencionado, sobre todo porque la parte deportiva también está implicada. Quizás le falta pegada en ese aspecto, pero lo que está claro es que la película de Jonathan Dayton y Valerie Faris es muy entretenida y que Emma Stone y Steve Carell marcan diferencias con sus personajes, demostrando que la primera es una de las mejores actrices de Hollywood y que el segundo puede funcionar a la perfección fuera de lo cómico, como ya ha demostrado en más de una ocasión.
LA BATALLA DE LOS SEXOS funciona realmente bien cuando Emma Stone y Andrea Riseborough aparecen juntas en pantalla. Primeros planos interesantes, fotografía de Linus Sandgren (La La Land) y una complicidad que traspasa la pantalla. Además, denuncia una injusticia y el personaje de Steve Carell es desproporcionado y excesivo, algo que funciona realmente bien, incluso en sus momentos más dramáticos. En cuanto a lo deportivo es más bien justa, sobre todo teniendo en cuenta que todo gira en torno al tenis. Quizás los directores han optado por destacar más la liberación sexual de la mujer por encima de la igualdad, que es de lo que parecía que trataba la película.
En todo caso, y aunque se quiera abarcar muchos géneros, LA BATALLA DE LOS SEXOS es una buena película para amantes de biopics. Más de uno debería verla para darse cuenta de cuánto ha avanzado la historia, de cuánto se ha tenido que luchar para conseguir una igualdad que, por desgracia, todavía estamos lejos de conseguirla en plenitud. Emma Stone brilla como siempre y Steve Carell se divierte como pocas veces. Una película motivadora sobre Billy Jean King, feminista que cambió la historia del deporte femenino y consiguió igualdad retributiva, además de callar unas cuantas bocas. No os la perdáis.
12 de mayo de 2018
40 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Game Night está dirigida por John Francis Daley y Jonathan Goldstein, y tiene pinta de saga al estilo Resacón en las Vegas. El argumento es muy simple: una pareja se reúne cada fin de semana junto a sus amigos para jugar a juegos de mesa, mímica y demás. Sin embargo, el hermano del protagonista (Kyle Chandler) se presenta ante ellos con una noche de juegos tan especial que será inolvidable. Aquello se convierte en una suerte de escape room que contiene algunos gags más acertados que otros.
La gracia de Game Night viene dada por la implicación de Jason Bateman y Rachel McAdams, que se divierten como nunca y eso se traslada al espectador. Por lo demás, secundarios que acompañan y algún giro de guion interesante. Destacable la incorporación de Jesse Plemons como secundario, realmente de lo más desternillante. También hay mucha acción, siempre rodeada de comedia y de situaciones inverosímiles que consiguen arrancar la sonrisa o la carcajada del espectador.
En definitiva, NOCHE DE JUEGOS supone un entretenimiento, sin más. Una comedia americana en la que suceden muchas cosas, casi todas para que echemos un buen rato, y con un elenco entregado a la causa. Imagino que saldrán secuelas si tiene buena audiencia. Supone una buena elección para aquellos que quieran desconectar y reírse un buen rato. Original guion de engaños y giros de guion que volverán loco al espectador. Echadle un vistazo.
La gracia de Game Night viene dada por la implicación de Jason Bateman y Rachel McAdams, que se divierten como nunca y eso se traslada al espectador. Por lo demás, secundarios que acompañan y algún giro de guion interesante. Destacable la incorporación de Jesse Plemons como secundario, realmente de lo más desternillante. También hay mucha acción, siempre rodeada de comedia y de situaciones inverosímiles que consiguen arrancar la sonrisa o la carcajada del espectador.
En definitiva, NOCHE DE JUEGOS supone un entretenimiento, sin más. Una comedia americana en la que suceden muchas cosas, casi todas para que echemos un buen rato, y con un elenco entregado a la causa. Imagino que saldrán secuelas si tiene buena audiencia. Supone una buena elección para aquellos que quieran desconectar y reírse un buen rato. Original guion de engaños y giros de guion que volverán loco al espectador. Echadle un vistazo.
20 de marzo de 2017
26 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Devorar a cambio del éxito es algo muy estadounidense, y más cuando se es una persona locuaz con una ambición que no tiene límites. Te como a ti, les como a ellos y me acabo comiendo a todo el que aparezca con tal de seguir lucrándome. Michael Keaton protagoniza este biopic tan interesante sobre uno de los negocios más prósperos y que más crecen en todo el mundo. Las hamburguesas de McDonald's entran al cine de la mano de John Lee Hancock, que entra en la vida de Ray Kroc, cuya desmesurada ambición hizo que el negocio familiar de los hermanos McDonald's despegara de una manera inimaginable.
En los años 50, Ray Krock era un vendedor de batidoras a domicilio. Ni que decir tenía que no vendía apenas, pero la llamada de los hermanos Dick y Mac McDonald pidiéndole ocho hace que se desplace hasta el sur de California para ver en qué demonios andan metidos. Allí se dará cuenta de que el negocio de los hermanos funciona como un reloj con un sencillo menú: hamburguesa, patatas y refresco. En quince rápidos segundos tienes el menú preparado y listo para comer, sin tenedores, cucharas ni mesas en las que comer. Una auténtica revolución que Ray Kroc, por supuesto, entiende como un filón. Sin duda esta primera parte es la más interesante, la que nos hace abrir los ojos ante la iniciación de algo muy grande.
Los hermanos McDonald no están muy por la labor, así que Kroc les compra los derechos para establecer franquicias por todo el país. Firman un contrato que limita al locuaz protagonista a extenderse más allá de sus métodos y este se pone manos a la obra. Con una ambición desmesurada y escasez moral, Kroc convierte a McDonald's en todo un imperio. Eso sí, por el camino se quedan los hermanos que iniciaron el negocio junto a él. Ray Kroc es una figura con cierto carisma, pero carente de escrúpulos y obsesionado con el éxito. Algunas de sus frases son demoledoras, lo que nos llevará a preguntarnos si es necesario ser así para triunfar. Está claro que en Estados Unidos funciona.
Una demoledora crítica al capitalismo al ver que una persona con los valores de Ray Kroc acaba arrebatando no solo la idea de los hermanos McDonald, ¡sino también su propio apellido!. El trabajo de Michael Keaton, de nuevo, brillante. Un Ray Kroc al que empezaremos incluso a querer en el primer tercio de la película; es un vendedor frustrado al que le atisbamos dotes para llegar a lo más alto a costa de cualquier cosa. Y eso también le pasa factura en su matrimonio, con una mujer a la que apenas ve (Laura Dern) y con la que el espectador empatizará de inmediato. La frialdad de Ray Kroc a la hora de dar determinadas noticias es casi escalofriante.
EL FUNDADOR, por lo tanto, no tiene ni el apellido ni la idea original del sistema de fastfood más conocido del mundo, demostrando así cómo funciona el sistema: yo llego antes y para mí el éxito. Se recrean a la perfección los años 50; la primera parte de la película es la más interesante, pues asistimos a la explicación del método de trabajo ideado por los hermanos McDonald, los altos estándares de calidad y el inicio del despegue del imperio de franquicias de Ray Kroc. Una película que, sin embargo, parece ensalzar su figura a pesar de su clara crítica al capitalismo. Quizás en Estados Unidos tengan claro que la ética y la moral en los negocios nunca van de la mano. Desde luego, si véis la película ya no volveréis a visitar McDonald's de la misma manera.
En definitiva, EL FUNDADOR es una película muy entretenida, incluso didáctica y obligatoria para aquellos emprendedores que deseen motivarse y también preguntarse hasta dónde deben llegar para alcanzar el éxito. Ray Kroc lo tenía bien claro pero, ¿Y vosotros? Michael Keaton está estupendo, como siempre, el alma de la película. No os la perdáis.
En los años 50, Ray Krock era un vendedor de batidoras a domicilio. Ni que decir tenía que no vendía apenas, pero la llamada de los hermanos Dick y Mac McDonald pidiéndole ocho hace que se desplace hasta el sur de California para ver en qué demonios andan metidos. Allí se dará cuenta de que el negocio de los hermanos funciona como un reloj con un sencillo menú: hamburguesa, patatas y refresco. En quince rápidos segundos tienes el menú preparado y listo para comer, sin tenedores, cucharas ni mesas en las que comer. Una auténtica revolución que Ray Kroc, por supuesto, entiende como un filón. Sin duda esta primera parte es la más interesante, la que nos hace abrir los ojos ante la iniciación de algo muy grande.
Los hermanos McDonald no están muy por la labor, así que Kroc les compra los derechos para establecer franquicias por todo el país. Firman un contrato que limita al locuaz protagonista a extenderse más allá de sus métodos y este se pone manos a la obra. Con una ambición desmesurada y escasez moral, Kroc convierte a McDonald's en todo un imperio. Eso sí, por el camino se quedan los hermanos que iniciaron el negocio junto a él. Ray Kroc es una figura con cierto carisma, pero carente de escrúpulos y obsesionado con el éxito. Algunas de sus frases son demoledoras, lo que nos llevará a preguntarnos si es necesario ser así para triunfar. Está claro que en Estados Unidos funciona.
Una demoledora crítica al capitalismo al ver que una persona con los valores de Ray Kroc acaba arrebatando no solo la idea de los hermanos McDonald, ¡sino también su propio apellido!. El trabajo de Michael Keaton, de nuevo, brillante. Un Ray Kroc al que empezaremos incluso a querer en el primer tercio de la película; es un vendedor frustrado al que le atisbamos dotes para llegar a lo más alto a costa de cualquier cosa. Y eso también le pasa factura en su matrimonio, con una mujer a la que apenas ve (Laura Dern) y con la que el espectador empatizará de inmediato. La frialdad de Ray Kroc a la hora de dar determinadas noticias es casi escalofriante.
EL FUNDADOR, por lo tanto, no tiene ni el apellido ni la idea original del sistema de fastfood más conocido del mundo, demostrando así cómo funciona el sistema: yo llego antes y para mí el éxito. Se recrean a la perfección los años 50; la primera parte de la película es la más interesante, pues asistimos a la explicación del método de trabajo ideado por los hermanos McDonald, los altos estándares de calidad y el inicio del despegue del imperio de franquicias de Ray Kroc. Una película que, sin embargo, parece ensalzar su figura a pesar de su clara crítica al capitalismo. Quizás en Estados Unidos tengan claro que la ética y la moral en los negocios nunca van de la mano. Desde luego, si véis la película ya no volveréis a visitar McDonald's de la misma manera.
En definitiva, EL FUNDADOR es una película muy entretenida, incluso didáctica y obligatoria para aquellos emprendedores que deseen motivarse y también preguntarse hasta dónde deben llegar para alcanzar el éxito. Ray Kroc lo tenía bien claro pero, ¿Y vosotros? Michael Keaton está estupendo, como siempre, el alma de la película. No os la perdáis.
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