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Voto de Marc Fernández:
6
6,3
12.486
Drama
Adonis Creed se debate entre las obligaciones personales y el entrenamiento para su próxima gran pelea, con el desafío de su vida por delante. Enfrentarse a un oponente que tiene vínculos con el pasado de su familia solo intensifica su inminente batalla en el ring. Afortunadamente Rocky Balboa está a su lado a lo largo de todo el camino, y juntos se cuestionarán por lo que vale la pena luchar y descubrirán que nada es más importante que ... [+]
14 de junio de 2019
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya lo dije en su momento cuando hable de Creed: soy un gran fan de Rocky IV. Y hace poco me lancé a ver la precuela de esta película y lo cierto que me sorprendió porque era un producto que contaba con seis precuelas a sus espaldas, pero sabía aportar un aire de frescor. Si sumamos todo esto, Creed II tenía que ser mi película favorita y... Bueno, no es terrible, pero creo que con esta han bajado un poquito los brazos y se han llevado un gancho a la mandíbula.
Después de que el boxeador soviético Ivan Drago (Dolph Lundgren) matara al padre de Adonis Creed (Michael B. Jordan) y perdiese posteriormente contra Rocky Balboa (Sylvester Stallone), su vida ha ido cuesta abajo y ha centrado todos sus esfuerzos en entrenar a su hijo Viktor (Florian Munteanu), que, a pesar de ser poco reconocido, reta directamente al ahora campeón Adonis. Creed se ve obligado a aceptar el reto con el fin de honrar el nombre de su padre.
Que se apoye tanto en el pasado tiene sus partes buenas y sus partes malas. Lo bueno es que el personaje de Ivan Drago pasa de ser simplemente un supremacista soviético a un exboxeador torturado por su pasado, dándole una dimensión nueva a un personaje que lo cierto es que no tenía mucho que sacar. Lo malo es que el nuevo boxeador ruso de turno, Viktor Drago es de pura pega. Por lo menos en la anterior entrega, Ricky Conlan contaba con algo de carisma, pero Viktor Drago es simplemente un armario de 1,90 (que por otra parte me sorprende que Creed y Drago sean de la misma categoría de peso teniendo en cuenta que el ruso es como 5 veces Adonis) sin carisma y que sí, tiene el mismo conflicto que su padre, pero a su padre lo interpreta Dolph Lundgren y a Viktor lo interpreto un boxeador amateur sin experiencia en el cine.
Además, es una apuesta continuista con respecto a la primera en cuanto a su estilo. Esto no tiene por qué ser necesariamente malo, pero el problema es que el estilo visual y estético que tan llamativo se hacía en la primera película ha desaparecido completamente. Probablemente esto tenga que ver con la incorporación de Steven Caple como director sustituyendo a Ryan Coogler, que si supo hacer un estilo muy de acuerdo a la película. Las batallas no se sienten tan poderosas como su antecesora.
Pero, aunque parezca que la película es una basura por todo lo criticado, la aparición del nuevo Ivan Drago y el estilo urbano de la película (que, aunque sea menos llamativo, sigue siendo acertado) siguen formando una película que, si bien no está al nivel de su precuela, sigue siendo una película bastante disfrutable y que cuenta con un cierto componente nostálgico que le sienta bien.
Después de que el boxeador soviético Ivan Drago (Dolph Lundgren) matara al padre de Adonis Creed (Michael B. Jordan) y perdiese posteriormente contra Rocky Balboa (Sylvester Stallone), su vida ha ido cuesta abajo y ha centrado todos sus esfuerzos en entrenar a su hijo Viktor (Florian Munteanu), que, a pesar de ser poco reconocido, reta directamente al ahora campeón Adonis. Creed se ve obligado a aceptar el reto con el fin de honrar el nombre de su padre.
Que se apoye tanto en el pasado tiene sus partes buenas y sus partes malas. Lo bueno es que el personaje de Ivan Drago pasa de ser simplemente un supremacista soviético a un exboxeador torturado por su pasado, dándole una dimensión nueva a un personaje que lo cierto es que no tenía mucho que sacar. Lo malo es que el nuevo boxeador ruso de turno, Viktor Drago es de pura pega. Por lo menos en la anterior entrega, Ricky Conlan contaba con algo de carisma, pero Viktor Drago es simplemente un armario de 1,90 (que por otra parte me sorprende que Creed y Drago sean de la misma categoría de peso teniendo en cuenta que el ruso es como 5 veces Adonis) sin carisma y que sí, tiene el mismo conflicto que su padre, pero a su padre lo interpreta Dolph Lundgren y a Viktor lo interpreto un boxeador amateur sin experiencia en el cine.
Además, es una apuesta continuista con respecto a la primera en cuanto a su estilo. Esto no tiene por qué ser necesariamente malo, pero el problema es que el estilo visual y estético que tan llamativo se hacía en la primera película ha desaparecido completamente. Probablemente esto tenga que ver con la incorporación de Steven Caple como director sustituyendo a Ryan Coogler, que si supo hacer un estilo muy de acuerdo a la película. Las batallas no se sienten tan poderosas como su antecesora.
Pero, aunque parezca que la película es una basura por todo lo criticado, la aparición del nuevo Ivan Drago y el estilo urbano de la película (que, aunque sea menos llamativo, sigue siendo acertado) siguen formando una película que, si bien no está al nivel de su precuela, sigue siendo una película bastante disfrutable y que cuenta con un cierto componente nostálgico que le sienta bien.