La flor de mi secreto

Bueno, bueno, bueno, je, je, mi momento de hacer pública mi opinión sobre mi preferida de Almodóvar...

Por extraño que parezca, me llevó dos o tres visionados de esta película el apreciarla tanto como lo hago ahora... Fue hace algunos años, cuando hablando sobre esta película con un amigo, me comentó que no la entendía mucho porque la protagonista «está un poco loca». Entonces, algo me dijo en mi interior que tenía que volver a verla.

¿Está loca Leocadia? Definitivamente, no. Leocadia sólo quiere vivir con su ingrato, previsible y común marido una historia de amor como las que Amanda Gris escribe. A Leocadia se le ha devorado su propia creación literaria y un mundo en el que una mala racha es suficiente para estigmatizarnos, un mundo que echa vinagre en las heridas de un corazón destrozado.

Está claro que quien no haya sido rechazado por alguien a quien ama profundamente, nunca logrará entender a Leocadia. Nunca podrá valorar lo largo que puede llegar a ser un pasillo cuando quien está llamando a la puerta es la persona amada, nunca sabrá lo interminables que pueden llegar a ser los minutos cuando se espera la llamada de la que depende nuestro humor del día, nunca sabrá cuánto se necesita en ése momento a una madre que, aunque no entienda nada, te demuestre que ella sí que te sigue queriendo.

Una película de sentimiento más que de acción, pero con la esencia del dolor, la melancolía, la desesperación y la locura perfectamente captadas.

Bravo, Pedro.

Amo a Pedro. Considero que es un auténtico creador y que la pegó un buen golpe de timón a la industria del cine en su momento con sus películas innovadoras y arriesgadas. Lo he comentado en otras oportunidades que es un hacedor de un estilo propio inconfundible y absolutamente transgresor y todos sus films llevan su impronta. Pero lo que nunca termina de asombrarme y es uno de los motivos por los cuáles lo quiero y respeto más, es por el conocimiento tan profundo e intenso que tiene sobre la naturaleza femenina, el tipo nos conoce de punta a punta y es ímposible no sentirte identificada con sus personajes porque nos ama con absoluta devoción. Por éso cada una de sus pelis son una disección profunda y honesta al alma de las mujeres, y como un médico que escudriña el cuerpo de su paciente, Pedro indaga hasta las entrañas a sus protagonistas; las desnuda, las examina, las adora, las cuida, las admira con un entendimiento que pocos directores lograron igualar. Y en La flor de mi secreto logra uno de los puntos cumbres de su carrera. Se mete en el terreno pantanoso del abandono, y con la colaboración indispensable y magistral de Marisa Paredes, logra uno de sus mejores films. Leo es una escritora de novelas rosas, enamorada con locura de su marido, a quién le toca transitar uno de los dolores más viscerales y espantosos que a todas nos tocó vivir alguna vez y es que el amor de tu vida te deje. Y como un alma en pena Leo ve cómo su mundo se desintegra y siente que no va a poder soportar ése dolor y arroja la frase que nos decuartiza el corazón: ¿existe alguna posibilidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro?, recibiendo la peor de las respuestas que és un descorazonado NO. Lo de Marisa Paredes es algo impresionante, le pone vida a su personaje como pocas actrices podrían hacerlo, queda expuesta hasta sus venas en una actuación antológica que se mereció todos los premios. Y en éste derrotero de dolor la Leo va muriendo y resucitando, caminando todos los estados de tristeza y amargura, pero como las féminas de Pedro, se levanta y resurge de sus propias cenizas y sigue una y otra vez. Todos los personajes son ejecutados con total maestría gracias al talento del elenco y también a que Almodóvar es un director que sabe como pocos poner en carne viva a sus actrices. Película de una excelencia suprema merece ser reinvindicada porque es uno de los mejores films del genial manchego.

Decimosegundo largometraje de Pedro Almodóvar (Calzada de Calatrava, Ciudad Real, 24-IX-1949). El guión, escrito por P. Almodóvar, se inspira en el relato breve “The Lovely Leave” (1943), de Dorothy Parker. Se rueda en escenarios naturales de Madrid y Almagro (Ciudad Real). Es nominado a 7 Goya. Producido por Esther García y Agustín Almodóvar para El Deseo, se estrena el 22-IX-1995 (España).

La acción dramática tiene lugar en Madrid, Almagro y Parla (Madrid) durante la primavera de 1995. Leocadia “Leo” Macías (Paredes) es una escritora de novelas rosa de éxito, que se oculta tras el pseudónimo de Amanda Gris. Después de un período de crisis matrimonial, su marido la abandona y a ella el mundo se le viene abajo. Paco (Arias) es militar de carrera y trabaja en Split (Croacia) al servicio de la OTAN. Betty (Elías), psicóloga de renombre, es la mejor amiga de Leo y la ayuda a encontrar trabajo. Le manda visitar a Ángel (Echanove), un periodista sensible, jefe de la sección de cultura de un diario madrileño, simpático, cinéfilo, algo bebedor y dado a leer melodramas. Leo visita con frecuencia a su hermana Rosa (de Palma), que vive en Parla junto a su madre.

La narración se desarrolla de manera lineal y directa. Focaliza la atención en torno a un personaje central y dominante, cuyo retrato se define con pulcritud y profundidad. Conocedor de la psicología femenina, Almodóvar construye una figura que define con trazos seguros y una amplia riqueza de detalles. En torno a ella desarrolla la historia, que en esta ocasión se presenta menos dispersa y mejor centrada que en otros trabajos. El lenguaje que se usa es más sobrio, contenido y equilibrado que el habitual del realizador. Por lo demás, el relato se enmarca en un contexto más positivo y más grato que el dependiente del agudo pesimismo que informa buena parte de sus películas. Incorpora, además, un personaje masculino tan positivo como el de Ángel, comprensivo, amable, generoso, dispuesto a ayudar a Leo y capaz de echarle una mano.

El film adquiere formas de drama psicológico, emocional y personal, que afecta a la protagonista en términos verosímiles y convincentes. Posiblemente es por ello por lo que el espectador capta su fuerza y su profundidad, se hace cargo de las terribles consecuencias que tiene en el ánimo de la protagonista y es capaz de simpatizar con ella y comprenderla. La magnífica interpretación de Marisa Paredes, la actriz preferida de Almodóvar, lleva al público a constatar el pálpito humano de una mujer que se revela viva, de carne y hueso, real y verdadera. Algunos consideran que en esta ocasión, como en otras cintas de Almodóvar, la actriz entrega algunas sobreactuaciones. Al respecto conviene decir que en todo caso el nivel de la intensidad de la representación está programado, es el que el realizador y la actriz dan por bueno y está puesto al servicio de una dramatización que en su conjunto complace y convence.

(Sigue sin espoileres/aguafiestas)

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Pura Sensibilidad, una historia de amor con risas y llantos.

Inicialmente titulada "¿Existe alguna posibilidad por pequeña que sea de salvar lo nuestro?", Pedro cambió el titulo por el mas comercial "La flor de mi secreto" y no fue el único cambio, también despide a Ana Belen por su asidua Marisa Paredes y no pudo hacer mejor.

Imanol Arias vuelve a participar en una película de Almodóvar tras la muy lejana "Laberinto de pasiones", Rossy y Chus Absolutamente geniales aportando el toque de humor siempre necesario en una obra Almodovariana.

Leo Macias se esconde tras el seudónimo de Amanda Gris para escribir novelas rosa, paco su marido al regresar del extranjero la abandona definitivamente, leo tiene que vivir tan desagradable desamor mientras media entre su madre y hermana.

Como anécdota, el libro que rechaza la editorial de Leo, se parece sospechosamente a la reciente "Volver"
¿Joaquín Cortés es actor?

Si en lugar de durar 102 minutos durase sólo seis, y si encima esos seis coincidiesen con la escena en la que Leo (Marisa Paredes) visita la casa donde viven su madre (Chus Lampreave) y su hermana (Rossy De Palma) esta película ganaría muchos, pero que muchos enteros. Sería qué sé yo, una obra maestra. Al menos mi "diez" a la excelencia lo tendría fijo, bueno eso seguro.

Seis minutos gloriosos que son lo mejor que ha rodado (y que rodará) jamás Pedro Almodóvar.

Se trata de una secuencia divertidísima que reproduce una situación costumbrista con la que cualquier espectador, sobre todo español, puede verse identificado. Es sin duda una de las escenas más hilarantes de toda la filmografía almodovariana que aparece además en uno de los melodramas más puros del cineasta. Las batallas domésticas entre Rosa y su madre suponen el reverso cómico y ligero a la lucha interna que mantiene consigo misma la desventurada Leo. De hecho, la verdadera tragedia de la película es en realidad la que viven los personajes que encarnan Rossy y Chus, una maruja amargada por un marido que bebe y no pega ni chapa la primera, una octogenaria que se ahoga en Madrid y que sólo piensa en volver al pueblo que la vio nacer la segunda.
“La flor de mi secreto” es un intenso drama sentimental con elementos brillantísimos, pero que en ocasiones parece contagiarse del tono rosa y folletinesco de las novelas de su apócrifa protagonista, Amanda Gris. Como en todas sus películas, Almodóvar mima el aspecto visual y la puesta en escena, destacando la magnífica fotografía de Alfonso Beatto y la banda sonora de Alberto Iglesias acompañada con piezas de Chavela Vargas o de Bola de Nieve. Asimismo, el manchego sabe extraer un impecable trabajo de Marisa Paredes que está tremenda. En contrapartida, desarrolla un guión bastante correcto que avanza sin demasiados sobresaltos, lo cual quizá no es decir mucho en alguien que nos tiene acostumbrados a unas tramas más elaboradas.
Como anécdota, se puede decir que en “La flor de mi secreto” está el germen de la posterior “Volver”. No solo por el detalle de que el argumento de ésta es la sinopsis de la novela que rechaza la editora de Amanda Gris. Volver al pueblo con su madre es lo que salva finalmente a Leo y lo que la hace resurgir de sus cenizas. Es fácil reconocer el escenario donde están rodadas las escenas de ambas películas; se trata de la misma casa