iCarlySerie

Típica y tópica sitcom para pre-adolescentes de la factoría de Dan Schneider, ese orondo señor que ha perpetrado el lamentable debut de la hermana de Britney Spears en 'Zoey 101', la floja 'Drake & Josh' y alguna más mínimamente salvable como 'Lo que me gusta de ti', pero siempre tirando de lo facilón y la moralina.

Vale, ya sabemos ante qué tipo de producto estamos. Ahora cabe valorarlo no al mismo rasero que las comedias de situación "buenas" sino, pues eso, como sit-com de usar y tirar para chavalines estadounidenses (y de medio mundo). En ese contexto hay que agradecer que 'iCarly' no sea una serie tan enormemente condescendiente como son las de Disney (en general Nickelodeon busca un tipo de serie menos maniqueísta, lo cual no quiere decir que hagan algo bueno... pero intención de ser menos encrespantes que las Hannah Montana y compañía al menos la tienen).

'iCarly' eleva un poco el listón del humor y tiene algunas puyas dentro de su inofensiva estructura de toda serie de estas características: A los protagonistas se les plantea un problema (normalmente con dilema moral de por medio), se suelen dejar tentar para al final resolver que lo mejor es no caer en la tentación y seguir siendo los buenos chicos de siempre.

La serie toma cierto cariz original por su idea: Tres adolescentes hacen un programa para su página de internet desde el sótano de su casa y pronto el programa alcanza una gran popularidad en la red. La serie va dando bandazos entre el programa, los problemas que supone y la vida diaria sobre todo de Carly (Miranda Cosgrove), la protagonista; su irresponsable hermano mayor Spencer (Jerry Trainor), su deslenguada amiga Sam (Jeannette McCurdy) y su otro amigo, encargado de la parte técnica del programa, Freddie (Nathan Kress).

Probablemente en la vida real esto de que unas adolescente emitan por internet nos sonaría bastante a chonis del Tuenti, pero la serie es bastante blanca aunque no insultantemente blanca, lo que es muy de agradecer y es por lo que se salva. No es buena, pero se deja ver sin pretensiones en los ratos muertos.

Sus guiones son bastante limitados y llenos de chistes descafeinados, pero también hay que reconocer que uno de cada diez puede tener su punto. Que oye, no es poco si tenemos en cuenta que 'Hannah Montana' (sic) debe tener como un chiste bueno cada... ¿12 episodios? ¿una temporada entera? No sé.

'iCarly' cuenta con un personaje fundamental que es el de la amiga de Carly, Sam, que aporta ese contrapunto de mala leche que tanto oxigena lo endeble de las historias que narran. De hecho la gran diferencia respecto a las series de Disney dirigidas al mismo sector de audiencia es esa pizca de ironía mucho más marcada.

No es gran cosa, pero haciendo un balance general, es de las series medio aceptables para el entretenimiento de un pre-adolescente. Por supuesto, no apto para adultos en busca de comedias "de verdad". Pero al menos no te revolverá el estómago.

Odio este tipo de series, son completamente carentes de creatividad, de viveza, de sentimiento. Los padres conservadores hasta las prefieren así a los dibujos animados, ya que como padres ultra arcaicos que son, piensan que la animación es algo "a contracorriente" y que con un descuido pueden mostrar imágenes fuertes o antivalores, entre otras cosas.

Y me da cierta rabia que haya quién diga que Hannah Montana es peor, la dicha y esta son exactamente iguales en su concepto (la búsqueda de la fama) y su calidad (mala a montones).

Repasando un poco el tema de su concepto... hay tantos niños hoy en día que son infelices, carentes de creatividad (e incapaces de entretenerse sin algo material), y que solo buscan ser el centro de atención y ser aceptados... y la culpa la tienen estas series. Los personajes de ICarly son un grupo de niñatos repelentes que quieren ser famosos por internet, y para llamar la atención, hacen cosas inusuales. Por si fuera poco, uno podría entenderlo como un mensaje de "aceptarse tal como eres" o de "lo diferente mola"... Pues bueno, hay cosas que son diferentes y molan, pero también otras cosas que siendo diferentes dan asco. Me parece un mensaje nocivo para la sociedad, en lugar de educar a los niños con valores de "defender el mundo" (Digimon, Dragon Ball, Spider-Man, Las Supernenas, Power Rangers ¿sigo?...), o de la importancia de la amistad (Pokémon, también Digimon, Naruto, Lilo y Stitch, etc...), aquí dan mensajes de "si no eres famoso, eres un don nadie".

Flipante la sociedad actual.

En mi opinión, iCarly no tiene aspectos rescatables.
Las actuaciones de todos me parecen lamentables, nada creibles; las historias me recuerdan miles de series; tiene comedia de lo más barata; risas falsas en los momentos menos graciosos; una vez más, actuaciones patéticas, y, lo más importante de todo es que es una total copia de "Drake & Josh", desde los nombres usados hasta las situaciones que esta vez rayan la estupides.

De las series de adolescentes o preadolescentes, iCarly es una de las mejores que he visto en años. Mis hijos, mis mejores críticos televisivos, disfrutan con ella y me han hecho icarly-adicto.

La serie cuenta las vivencias de tres preadolescentes que emiten un programa en Internet llamado "iCarly" y que resulta un éxito apoteósico. De los cuatro personajes iniciales: Carly, su hermano el artista, Sam (la devoradora compulsiva de pollo y matona a ratos) y Freddie, el manitas técnico, me divierten mucho más las ocurrencias de sam o del hermano artista, o de algunos secundarios cargantes, como el odioso Newell o el niño-vecino sicópata. A todos les has visto crecer en pantalla, como los actores de Harry Potter.

Sin embargo, de esta serie se ha ido adueñando un personaje que, de salir esporádicamente y sin figurar en el reparto, desde la cuarta temporada ya figura en los créditos iniciales: el inigualable y entrañable Gibby (Noah Munck). Es el el chico gordito y nada acomplejado con una aficción desmesurada a quitarse la camiseta y bailar. Es el mejor personaje creado en años en estas series, a la altura de Steve Urkel, otro que tampoco era la estrella de su serie y que se ha ido adueñando de iCarly. Desgraciadamente, al ser un protagonista, en la cuarta temporada en ocasiones los guionistas no sabían que hacer con él, dándole diálogos menos interesantes, aunque sus escenas bailando con un smoking entre muslitos y alitas de pollo colgadas del techo merecen pasar a la antología de estas series, o su baile sin camiseta sobre la mesa de un restaurant, en la 2ª temporada, y que le catapultó. Noah Munck borda el personaje, sin duda oiremos hablar de él en el futuro.

Veanla con sus hijos o sin compañia, la verdad es que es muy fresca y graciosa, a años luz de la castaña pretenciosa de "Victorious", otra de la factoría Nickelodeon.

A ver, que no es la mejor comedia de la TV es muy cierto, pero tampoco pasa desapercibida. Es una de esas series de comedia que puedo ver con mi hermana pequeña y que sé que no va a causar ningún daño en su creatividad (cosa que no puedo decir de las series de Disney Channel). Hay algunos chistes con los que me río muchísimo porque son ingeniosos y originales, con otros no tanto.
También me gusta el hecho de que los actores no son ni buenos ni malos, son mejores de lo que te puedes esperar de una serie como esta. No soy una "fan" de ello, pero cuando no hay nada en la tele si lo veo y me entretiene.