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Sibila de Delfos rating:
8
2023
Los Javis (Creator), Javier Ambrossi (Creator) ...
7.5
12,593
Language of the review:
- es
November 17, 2023
168 of 194 users found this review helpful
Curioso lo que pasa en esta sacrosanta casa de FilmAffinity con las series... lo lógico seria esperar a que terminasen para comentarlas, ¿no? Pues parece que muchos usuarios no están de acuerdo.
Dicho esto, La Mesías es sin duda lo mejor que han hecho hasta la fecha Javier Ambrossi y Javier Calvo, es decir, "los Javis". Es mejor que Veneno, que ya era bastante buena. No obstante, al margen de la opinión personal que cada uno pueda tener sobre Calvo y Ambrossi como personajes mediáticos y/o televisivos, lo cierto es que hay que dar al César lo que es del César, y se tiene que reconocer su madurez creativa, su conocimiento de la ficción (se ve a la legua que han visto y ven muchas series y películas de todo tipo) y sus múltiples recursos para hacer productos que, por unas razones u otras, el público recuerda (que ya es más de lo que muchos creadores pueden decir).
A ver, tampoco hay que pasarse. Esas comparaciones de la pareja con Almodóvar... exageradas es poco. Además, la serie no se puede llevar el sobresaliente porque fallos tiene, y bastantes. El más grave es la irregularidad en el interés de los capítulos, dando como resultado algunos bastante flojos e insulsos, como el primero o, sorprendentemente, el último, y otros que son sencillamente para enmarcar, como son los que van del tercero al sexto incluidos. Además, hay cosas en la historia que no se entiende por qué están ahí (la subtrama de los aliens, el personaje de Cecilia Roth), y la conclusión, como hemos mencionado, sencillamente no está a la altura. No vamos a desvelar nada, obviamente, pero después de un episodio tan potente como el 6, sencillamente sabe a muy poco.
Sin embargo, está claro que La Mesías es una serie impactante, llena de emoción, de tensión e intensidad dramáticas y narrativas casi insoportable en muchos momentos (en el buen sentido), que hace al espectador uno con Enric e Irene, que horroriza y aterra con los delirios de Montse y Pep, y que además en ningún momento deshumaniza a los padres de la familia Puig Baró. A pesar de ser los villanos, claramente, nunca son tratados como tal por Ambrossi y Calvo, que nos los presentan como personas. Equivocadas, terribles, enfermizas, pero personas al fin y al cabo, con emociones. En contraposición, el retrato de la manipulación que sufren las hijas pequeñas de la familia y del dolor incapacitante del trauma de los mayores, sobre todo de Enric, es de los mejores que se pueden encontrar en la ficción española. Como mencionábamos antes, hay capítulos, como el 3 o especialmente el 6, que son para enmarcarlos. Unas horas de televisión absolutamente brillantes.
El otro gran acierto de Calvo y Ambrossi es el reparto, absolutamente excepcional. Albert Pla resulta siniestro y, a la vez, digno de cierta lástima, dominado sin mesura por una mujer asfixiante. Roger Casamajor (transpira dolor de una forma increíble... su Enric es sin duda el personaje más complicado en su convivencia con el trauma) y Macarena García hace la mejor interpretaciones de sus carreras, sobre todo ella, que está sencillamente magistral. Cristina Rueda, como Aina, aunque breve, deja una impresión indeleble en el espectador (ver su mirada a Cecilia a través de la verja de la casa). Y Amaia Romero, la gran sorpresa, es algo difícil de describir. Es su debut como actriz y parece que lo haya hecho toda la vida. En ningún momento vemos a Amaia, la cantante ganadora de OT 2017, sino a Cecilia Puig Baró, con esa inocencia, esa mirada (¡qué ojos tiene!), esa ilusión y esa humildad que provocan una ternura infinita no sólo en Irene y Enric (ver su conversación con su hermano junto al piano), sino en todos los espectadores.
Y por supuesto, las tres Monserrat Baró merecen párrafo aparte. Era muy difícil interpretar semejante personaje sin caer en la caricatura y el maniqueísmo, pero las tres intérpretes lo logran como si fuera lo más sencillo. Por un lado, está Ana Rujas, caótica, perdida e irresponsable, pero mostrando todavía cariño por sus hijos. Lola Dueñas, absolutamente monumental, provoca auténtico terror, pero deja traslucir también un alma torturada, aún arrastrando muchas cosas de la etapa previa. Y Carmen Machi, que es sin duda una de las mejores actrices de la historia de España, recoge el testigo de Rujas y Dueñas incorporando manierismos de ambas, en una Montserrat ya afianzada como visionaria y tirana, manipuladora terrible, pero a la vez asustada y débil.
En definitiva, una serie que hay que ver, disfrutar y sufrir, porque tiene todos esos elementos, aunque queda el sabor agridulce de que podría haber sido una obra maestra. En eso, se queda a medio camino.
Lo mejor: El reparto, sobresaliente (sobre todo Macarena García, Amaia Romero y Lola Dueñas), la utilización de la música y la intensidad dramática y narrativa, casi insufrible, de muchas escenas.
Lo peor: Es irregular, hay cosas que sobran por completo, y la conclusión no está a la altura.
Dicho esto, La Mesías es sin duda lo mejor que han hecho hasta la fecha Javier Ambrossi y Javier Calvo, es decir, "los Javis". Es mejor que Veneno, que ya era bastante buena. No obstante, al margen de la opinión personal que cada uno pueda tener sobre Calvo y Ambrossi como personajes mediáticos y/o televisivos, lo cierto es que hay que dar al César lo que es del César, y se tiene que reconocer su madurez creativa, su conocimiento de la ficción (se ve a la legua que han visto y ven muchas series y películas de todo tipo) y sus múltiples recursos para hacer productos que, por unas razones u otras, el público recuerda (que ya es más de lo que muchos creadores pueden decir).
A ver, tampoco hay que pasarse. Esas comparaciones de la pareja con Almodóvar... exageradas es poco. Además, la serie no se puede llevar el sobresaliente porque fallos tiene, y bastantes. El más grave es la irregularidad en el interés de los capítulos, dando como resultado algunos bastante flojos e insulsos, como el primero o, sorprendentemente, el último, y otros que son sencillamente para enmarcar, como son los que van del tercero al sexto incluidos. Además, hay cosas en la historia que no se entiende por qué están ahí (la subtrama de los aliens, el personaje de Cecilia Roth), y la conclusión, como hemos mencionado, sencillamente no está a la altura. No vamos a desvelar nada, obviamente, pero después de un episodio tan potente como el 6, sencillamente sabe a muy poco.
Sin embargo, está claro que La Mesías es una serie impactante, llena de emoción, de tensión e intensidad dramáticas y narrativas casi insoportable en muchos momentos (en el buen sentido), que hace al espectador uno con Enric e Irene, que horroriza y aterra con los delirios de Montse y Pep, y que además en ningún momento deshumaniza a los padres de la familia Puig Baró. A pesar de ser los villanos, claramente, nunca son tratados como tal por Ambrossi y Calvo, que nos los presentan como personas. Equivocadas, terribles, enfermizas, pero personas al fin y al cabo, con emociones. En contraposición, el retrato de la manipulación que sufren las hijas pequeñas de la familia y del dolor incapacitante del trauma de los mayores, sobre todo de Enric, es de los mejores que se pueden encontrar en la ficción española. Como mencionábamos antes, hay capítulos, como el 3 o especialmente el 6, que son para enmarcarlos. Unas horas de televisión absolutamente brillantes.
El otro gran acierto de Calvo y Ambrossi es el reparto, absolutamente excepcional. Albert Pla resulta siniestro y, a la vez, digno de cierta lástima, dominado sin mesura por una mujer asfixiante. Roger Casamajor (transpira dolor de una forma increíble... su Enric es sin duda el personaje más complicado en su convivencia con el trauma) y Macarena García hace la mejor interpretaciones de sus carreras, sobre todo ella, que está sencillamente magistral. Cristina Rueda, como Aina, aunque breve, deja una impresión indeleble en el espectador (ver su mirada a Cecilia a través de la verja de la casa). Y Amaia Romero, la gran sorpresa, es algo difícil de describir. Es su debut como actriz y parece que lo haya hecho toda la vida. En ningún momento vemos a Amaia, la cantante ganadora de OT 2017, sino a Cecilia Puig Baró, con esa inocencia, esa mirada (¡qué ojos tiene!), esa ilusión y esa humildad que provocan una ternura infinita no sólo en Irene y Enric (ver su conversación con su hermano junto al piano), sino en todos los espectadores.
Y por supuesto, las tres Monserrat Baró merecen párrafo aparte. Era muy difícil interpretar semejante personaje sin caer en la caricatura y el maniqueísmo, pero las tres intérpretes lo logran como si fuera lo más sencillo. Por un lado, está Ana Rujas, caótica, perdida e irresponsable, pero mostrando todavía cariño por sus hijos. Lola Dueñas, absolutamente monumental, provoca auténtico terror, pero deja traslucir también un alma torturada, aún arrastrando muchas cosas de la etapa previa. Y Carmen Machi, que es sin duda una de las mejores actrices de la historia de España, recoge el testigo de Rujas y Dueñas incorporando manierismos de ambas, en una Montserrat ya afianzada como visionaria y tirana, manipuladora terrible, pero a la vez asustada y débil.
En definitiva, una serie que hay que ver, disfrutar y sufrir, porque tiene todos esos elementos, aunque queda el sabor agridulce de que podría haber sido una obra maestra. En eso, se queda a medio camino.
Lo mejor: El reparto, sobresaliente (sobre todo Macarena García, Amaia Romero y Lola Dueñas), la utilización de la música y la intensidad dramática y narrativa, casi insufrible, de muchas escenas.
Lo peor: Es irregular, hay cosas que sobran por completo, y la conclusión no está a la altura.