Objetivo: La Casa Blanca

¿Por qué los malos tienen balas que ya quisiera Tony Stark y los buenos no acertarían ni disparando a bocajarro a Falete? ¿Le enseñaron en el entrenamiento a los buenos a cubrirse cuando les disparan o son simplemente estúpidos y les encanta correr hacía el fuego enemigo? ¿O son masillas de los Power Rangers? ¿Son tan incompetentes que tiene que llegar un agente despedido y supuestamente inútil a hacer todo (y digo TODO) su trabajo? ¿Los aviones-tuneados-terroristas llegan tan fácilmente a la Casa Blanca sin ser derribados? Jopelines Bin Laden, te acaban de dejar como un auténtico gilicolas… ¿Un grupo de terroristas a pie va más rápido que un helicóptero? Ah, que EEUU era la tierra de los sueños... Pero ¿cómo es posible que sea tan lento e inútil el ejército de los EEUU? ¿El control de mando es fan de ‘Sálvame Deluxe’ y les encanta montar pollos en los gabinetes de crisis? ¿Sabrían los guionistas que un misil balístico intercontinental debe estar armado con códigos de lanzamiento y que los terroristas nunca tuvieron los mismos, por lo que EEUU nunca estuvo realmente en peligro en esta película? ¿Estuvo nuestro cerebro en peligro? Al parecer sí…

Entre que el presidente de los EEUU también es estúpido y lo normal es que él mismo hubiera solicitado su erradicación para salvar el país o la cabeza de mando de EEUU hubiera decido ‘sacrificarle’, descubrimos que montan un pedazo-pollo para conseguir unos códigos de un programa secreto… ¡Y van y se los dan! ¡Y por orden del propio presidente! Ese mismo que decía que no negociaba con terroristas… Bueno, todos los códigos no… Todos, menos el del presidente… claro. ¡Y vemos que NO lo necesitan! Y, entonces, ¿pa’ qué tanto rollo con encontrar a su hijo? Luego tenemos que una hacker asiática y un comando de terroristas con armamento militar comprado del mercadillo y tuneado en un episodio de “El equipo A” deja como una panda de incompetentes a todo el gobierno de EEUU. En la Casa Blanca tienen un arma súper-secreta que no conoce nadie… y llegan los terroristas y la aprenden a utilizar en diez minutos. ¡Diez minutos!

Pero lo mejor es la moraleja de la historia: un vengativo, asesino y torturador —pero héroe, al fin y al cabo, con un útil cursillo de enfermería y vendajes presidenciales— defiende los valores de la democracia frente al ¿comunismo? ejecutando a seres humanos (y no en defensa propia) sin juicio y al final le ponen una medallita y recupera su trabajo. Solo faltaba que también le hubieran dado el Premio Nobel de la Paz y hubieran conseguido resucitar a la esposa fallecida del presidente y a todos los caídos en el asalto con las bolas de Dragón. Ya que nos ponemos… ¡con dos cojones, oigan!

Y, por favor, en los títulos de crédito no se olviden de cantar todos juntos: ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡EEUU! ¡Qué Dios bendiga América! ¡ESO! Qué DIOS bendiga también nuestro cerebro… porque está película quiere erradicarlo por completo junto al precio de la entrada.

Vamos a ver: cuando un misil nuclear o de cualquier otro tipo se autodestruye, la carga principal no detona. De hecho para eso existe un dispositivo de autodestrucción, para que la explosión no se produzca. La gran amenaza de la película es que un terrorista obtiene los códigos de autodestrucción de los misisles y los guionistas pretenden hacernos creer que cuando esto suceda, todo Estados Unidos va a explotar. Increíble.

Esto hace que el segundo error parezca una nimiedad: ninguno de los códigos de la Casa Blanca ha cambiado en año y medio. ¿En serio?

Corrigiendo estos a mi parecer graves errores de guión, con Bruce Willis y algunos retoques, podría haber sido una magnífica "Jungla de cristal 5".

Todavía me da vueltas la cabeza. Pobre el Rambo agente secreto del presidente, está deprimido porque el coche del presidente cayó por un puente y se mató la señora presidenta y se siente culpable. Pero la suerte cambia: atacan la casa presidencial con niño dentro y secuestran al señor presidente y a todos los funcionarios. Entonces el Rambo ya se anima y grita: Hoy puede ser mi gran noche y se va contra ellos todo decidido. Su churri le esperará en casa con el uniforme de enfermera que le pone al tío; y no dudes ni un momento que estará a su lado esa gran noche.

Espectacular. Ritmo vertiginoso. Fenómeno Fuqua. El Rambo clava los cuchillos en las cabezas de los secuaces del coreano como el frutero clava la navaja en los melones para catarlos. Corta cuellos con la velocidad del rayo y los disparos están hechos perfectamente, se han esmerado. Apuntan, tiro a la cabeza y salpicón de sangre a la pared. Ni con tiralíneas. Perfecto. No se puede pedir más.

Rambo para actuar se pone en contacto con el gabinete de crisis con un manos libres. Los del gabinete son unos pringaos menos Morgan Freeman que es prácticamente Dios, está en todas las películas, un día me lo voy a encontrar en el cuarto de baño. El Rambo a Morgan le respeta por eso. Lo cansino es el peloteo que hacen al presidente todo el rato con lo de Señor: señor, nos atacan; señor por aquí; cuidado señor; deprisa señor; qué hostia señor; y el que más está con lo de señor, el Rambo.

No entiendo como la representación coreana se mete en la Casa Blanca con armas y de esa forma tan sencilla, tiene que haber un protocolo, habrán presentado unas credenciales de la gente que va a ver al presidente pero claro, hay que pensar que también el pequeño Nicolás se metió en Palacio y le dio la mano al Rey de España y un beso a la Leticia. Luego todo es posible en este mundo.

Película para no parar ni un momento, no te da tiempo ni de mirar el wassap. Al presidente le dan de hostias y no le dan por culo por poco, pero el no va más es la paliza que le pegan a la Secretaria de Defensa. No hay palabras para describirlo. Pobre mujer, puñetazos, patadas… Para alucinar. Si es a un tío no le dan tanto. Da la impresión que tenían algo personal contra esa mujer, no me lo explico, con qué saña le han sacudido a la tía. Todavía estará de baja, evidentemente.

También hay que destacar el plan final con los silos de los missiles americanos y la idea de hacerlos explotar sin abrir la tapa para joder a todos los vecinos de alrededor. Un genio el guionista o el escritor o el que tuviera la idea, una mente diabólica. Gente así se necesitan en los gobiernos para luchar contra los tocaos esos de terroristas y asesinos.

Buena película y distraída, muy aconsejable. El nuevo Rambo además acaba saliendo de la Casa Blanca con el presidente con el brazo por encima de su hombro, como colegas, que más parece que salen de estar toda la noche bebiendo en el pub, que de entre los escombros de la Casa Blanca. Y el presidente de los EEUU con un tiro a bocajarro en el esternón pero sin problemas, sopla para dentro y la bala le sale sola. Estos son tipos duros, qué hostias…