La novena puerta
30.105
Intriga. Thriller
Dean Corso (Johnny Depp) es un bibliófilo dotado de una sólida cultura, nervios de acero y pocos escrúpulos. Es, además, un hombre extremadamente minucioso y eficaz en su trabajo. Gracias a su reputación, Boris Balkan, un coleccionista de textos satánicos, le encarga una misión muy peligrosa: encontrar los dos últimos ejemplares del legendario manual de invocación satánica ”Las Nueve Puertas del Reino de las Sombras”; pero los recursos ... [+]
29 de diciembre de 2007
154 de 180 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me comentaba un anciano polaco, emigrante en Argentina, al que conocí hace unos años, que coincidió con Polanski en los años 50 en la academia de cine de Lodz, que ya entonces el director judío nacido en Francia estaba obsesionado por el satanismo y las ciencias ocultas en general.
No sé si aquello que dicen los parapsicólogos, por ejemplo en el tema de las psicofonías, que al final en las grabaciones el nombre del investigador aparece tarde o temprano en ellas, fue en cierta forma lo que le ocurrió posteriormente a Polanski, pero lo que es cierto es que su vida y su obra tienen suficientes elementos oscuros como para pensar que los tratos con seres “extraños” puedan tener algún viso de realidad.
“La novena puerta” es una nueva aproximación hacia el lado demoniaco de la sociedad humana y sus cultos y sociedades secretas. Lamentablemente lo que podría haber sido una de las películas más interesantes de la temporada en su momento se convirtió en una demostración de que Polanski debía de cambiar el chip y dedicarse ya a otro tipo de historias. Afortunadamente lo hizo y nos regaló esa joya que es “El pianista”.
Si el material de inicio, la novela de Arturo Pérez Reverte no era precisamente mala, parecía prometer algo más, es la manera tan pobre de avanzar en la narración lo que hace que sea un producto olvidable.
La primera media hora, incluso 45 minutos es de notable alto, en esa parte el clímax que nos encontramos es muy destacable y consigue que sólo con libros, bibliotecas y ocultismo podamos tener una verdadera intriga en una gran historia.
Pero sin embargo la película se va cayendo, esencialmente cuando llegan a Francia, con escenas como la pelea del muelle o la persecución en el coche rojo, y así hasta llegar a una parte final que resulta totalmente increíble que fuera rodada por el mismo director del principio.
El resultado definitivo es un producto excesivamente largo y confuso, que progresivamente va sustituyendo la intriga por la acción, y que en las últimas escenas parece pensando para telespectadores con cuatro neuronas.
Si arrancamos esta página de la filmografía de Polanski, el mundo no se perdería gran cosa. Aproximadamente y por orden cronológico la cosa sería así.
Disfrutable 45 minutos.
Soporífera 45 minutos.
Irritable 30 minutos.
Vean el principio e imagínense el resto, es lo mejor.
No sé si aquello que dicen los parapsicólogos, por ejemplo en el tema de las psicofonías, que al final en las grabaciones el nombre del investigador aparece tarde o temprano en ellas, fue en cierta forma lo que le ocurrió posteriormente a Polanski, pero lo que es cierto es que su vida y su obra tienen suficientes elementos oscuros como para pensar que los tratos con seres “extraños” puedan tener algún viso de realidad.
“La novena puerta” es una nueva aproximación hacia el lado demoniaco de la sociedad humana y sus cultos y sociedades secretas. Lamentablemente lo que podría haber sido una de las películas más interesantes de la temporada en su momento se convirtió en una demostración de que Polanski debía de cambiar el chip y dedicarse ya a otro tipo de historias. Afortunadamente lo hizo y nos regaló esa joya que es “El pianista”.
Si el material de inicio, la novela de Arturo Pérez Reverte no era precisamente mala, parecía prometer algo más, es la manera tan pobre de avanzar en la narración lo que hace que sea un producto olvidable.
La primera media hora, incluso 45 minutos es de notable alto, en esa parte el clímax que nos encontramos es muy destacable y consigue que sólo con libros, bibliotecas y ocultismo podamos tener una verdadera intriga en una gran historia.
Pero sin embargo la película se va cayendo, esencialmente cuando llegan a Francia, con escenas como la pelea del muelle o la persecución en el coche rojo, y así hasta llegar a una parte final que resulta totalmente increíble que fuera rodada por el mismo director del principio.
El resultado definitivo es un producto excesivamente largo y confuso, que progresivamente va sustituyendo la intriga por la acción, y que en las últimas escenas parece pensando para telespectadores con cuatro neuronas.
Si arrancamos esta página de la filmografía de Polanski, el mundo no se perdería gran cosa. Aproximadamente y por orden cronológico la cosa sería así.
Disfrutable 45 minutos.
Soporífera 45 minutos.
Irritable 30 minutos.
Vean el principio e imagínense el resto, es lo mejor.
30 de septiembre de 2012
135 de 185 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de Polanski, basada en una novela de Arturo Pérez Reverte y con participación de Enrique Urbizu en el guión. Suena bien, eh? Bueno, pues como casi todo lo que suena bien de primeras termina sonando como el culo.
Vaya por delante que leí "El club Dumas" hace mogollón de años y que no me acuerdo de nada. Vamos, que no puedo establecer comparativas con la novela, ni para bien ni para mal. Sólo puedo decir que la película es una especie de "Código da Vinci" pero a lo Polanski, o sea, con la semilla del diablo de fondo. Sé que Polanski es un apasionado del género demoníaco, pero... realmente era necesario esto, Roman?
Desde el principio todo es un puro disparate. Un bibliófilo fumando y bebiendo coñac mientras estudia un tesoro bibliográfico del siglo XVII???? Y el mismo bibliófilo paseando por toda Europa en un macuto un ejemplar único de incalculable valor????? Pero qué me estás contando????
Claro que para personaje imposible el feliz dueño del ejemplar, un coleccionista que tiene un pedazo de bunker para guardar su colección con toda clase de medidas de seguridad, y sin embargo le entrega tranquilamente su más preciado volumen a Deep, un pringao que vive en un apartamentucho de mierda, para que se lo lleve a su casa y analice si es auténtico o no. Madre mía, qué nivel de confianza! Es como si el director del Louvre le entregara la Mona Lisa a la restauradora del Ecce Homo de Lorca para que se la llevara a casa a hacerle un arreglito.
En fin, como bibliófila aficionadilla, me pasé toda la película sufriendo y mordiéndome las uñas cada vez que veía a Johnny Deep fumando mientras manipulaba el supuesto tesoro de la corona, y pasando las páginas como si del Pronto o el Diez minutos se tratara, que sólo le faltaba chuparse el dedo para pasarlas. Claro que si te fijas en el ejemplar en cuestión ya te das cuenta de que las posibilidades de que eso sea un libro antiguo auténtico son las mismas de que la momia de Tutankamon se levante mañana cantando el Porompompero. Unas hojas blancas y limpias como la patena, una encuadernación impecable, ni un signo de deterioro, ni una leve manchita de humedad... Que digo yo que no es tan complicado hacer que un libro parezca viejo, Polanski, tío.
Coñac va coñac viene, whisky va whisky viene, cigarrito va cigarrito viene... Todo esto justo encima del famoso ejemplar único. Y venga a echarle ceniza encima, toma ya! Creo que no había sufrido tanto viendo una película desde "Precious". Y por lo menos Precious era una petarda llorona y a ratos daban ganas de asesinarla pero este pobre libro... qué coño había hecho para tener todo el día al puto pirata del Caribe este echándole ceniza sin piedad?
Vaya por delante que leí "El club Dumas" hace mogollón de años y que no me acuerdo de nada. Vamos, que no puedo establecer comparativas con la novela, ni para bien ni para mal. Sólo puedo decir que la película es una especie de "Código da Vinci" pero a lo Polanski, o sea, con la semilla del diablo de fondo. Sé que Polanski es un apasionado del género demoníaco, pero... realmente era necesario esto, Roman?
Desde el principio todo es un puro disparate. Un bibliófilo fumando y bebiendo coñac mientras estudia un tesoro bibliográfico del siglo XVII???? Y el mismo bibliófilo paseando por toda Europa en un macuto un ejemplar único de incalculable valor????? Pero qué me estás contando????
Claro que para personaje imposible el feliz dueño del ejemplar, un coleccionista que tiene un pedazo de bunker para guardar su colección con toda clase de medidas de seguridad, y sin embargo le entrega tranquilamente su más preciado volumen a Deep, un pringao que vive en un apartamentucho de mierda, para que se lo lleve a su casa y analice si es auténtico o no. Madre mía, qué nivel de confianza! Es como si el director del Louvre le entregara la Mona Lisa a la restauradora del Ecce Homo de Lorca para que se la llevara a casa a hacerle un arreglito.
En fin, como bibliófila aficionadilla, me pasé toda la película sufriendo y mordiéndome las uñas cada vez que veía a Johnny Deep fumando mientras manipulaba el supuesto tesoro de la corona, y pasando las páginas como si del Pronto o el Diez minutos se tratara, que sólo le faltaba chuparse el dedo para pasarlas. Claro que si te fijas en el ejemplar en cuestión ya te das cuenta de que las posibilidades de que eso sea un libro antiguo auténtico son las mismas de que la momia de Tutankamon se levante mañana cantando el Porompompero. Unas hojas blancas y limpias como la patena, una encuadernación impecable, ni un signo de deterioro, ni una leve manchita de humedad... Que digo yo que no es tan complicado hacer que un libro parezca viejo, Polanski, tío.
Coñac va coñac viene, whisky va whisky viene, cigarrito va cigarrito viene... Todo esto justo encima del famoso ejemplar único. Y venga a echarle ceniza encima, toma ya! Creo que no había sufrido tanto viendo una película desde "Precious". Y por lo menos Precious era una petarda llorona y a ratos daban ganas de asesinarla pero este pobre libro... qué coño había hecho para tener todo el día al puto pirata del Caribe este echándole ceniza sin piedad?
12 de abril de 2007
75 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que no he leído el libro de Reverte. La película me parece interesantísima. Tiene un tacto de suspense que te deja enganchado hasta la última media hora del final, donde ya sólo miras el final por acabar de ver la película. Lo dicho, el final no está acorde con lo fantástico de el resto de la película.
10 de diciembre de 2006
68 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película indigna de la novela, indigna del director e indigna de los actores en ella reunidos.
Pese a una buena ambientación, a una capacidad innegable para entretener y a una banda sonora correcta –aunque de mosqueante parecido con un tema de los que Bernstein compuso para "Los cazafantasmas"–, el guión, del que Polanski es corresponsable, otorga una comicidad inoportuna y contraproducente a algunos secundarios y se alarga más de la cuenta, sobre todo en la parte final, que es una apoteosis de lo ridículo.
Pese a una buena ambientación, a una capacidad innegable para entretener y a una banda sonora correcta –aunque de mosqueante parecido con un tema de los que Bernstein compuso para "Los cazafantasmas"–, el guión, del que Polanski es corresponsable, otorga una comicidad inoportuna y contraproducente a algunos secundarios y se alarga más de la cuenta, sobre todo en la parte final, que es una apoteosis de lo ridículo.
27 de julio de 2010
46 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacer una crítica ecuánime de esta película es complicado.
Cierto es que no es una maravilla del séptimo arte, pero tampoco es la abominación que otros dicen que es.
A mí particularmente me resulta una película de lo más entretenida, con pasajes notables donde la intriga y el misterio están bien conseguidos.
No obstante coincido con otros usuarios en que la historia está mal culminada debido a que se resuelve de forma atropellada traicionando el interesante clímax generado en los minutos iniciales.
A pesar de lo dicho también he de añadir que considero inteligente y consecuente haber dejado el final abierto a la interpretación.
La adaptación del libro “El club Dumas” de Arturo Pérez Reverte ha sido bastante correcta, y en ningún caso me ha parecido inadecuado que Polanski sólo se haya fijado en la mitad más sombría del mismo. De hecho, cuando leí “El club Dumas” siempre me pareció estar leyendo dos libros en uno, y puestos a elegir, la historia satánica resulta la más sugerente.
En cuanto a las actuaciones decir que Johnny Depp cumple adecuadamente en su cometido de crear un protagonista interesante y carismático.
No obstante, el auténtico hallazgo de este film es la luciferina belleza de Emmanuelle Seigner, la cual consigue crear un personaje siniestro y seductor a partes iguales, a través de miradas hipnóticas llenas de malicia, lujuria y secreto conocimiento.
No quiero finalizar la crítica sin alabar la magnífica BSO creada por Wojciech Kilar en esta película, en especial la pieza que suena durante los títulos de crédito.
En resumen, una película controvertida, surtida de fallos, pero no exenta de interés.
Cierto es que no es una maravilla del séptimo arte, pero tampoco es la abominación que otros dicen que es.
A mí particularmente me resulta una película de lo más entretenida, con pasajes notables donde la intriga y el misterio están bien conseguidos.
No obstante coincido con otros usuarios en que la historia está mal culminada debido a que se resuelve de forma atropellada traicionando el interesante clímax generado en los minutos iniciales.
A pesar de lo dicho también he de añadir que considero inteligente y consecuente haber dejado el final abierto a la interpretación.
La adaptación del libro “El club Dumas” de Arturo Pérez Reverte ha sido bastante correcta, y en ningún caso me ha parecido inadecuado que Polanski sólo se haya fijado en la mitad más sombría del mismo. De hecho, cuando leí “El club Dumas” siempre me pareció estar leyendo dos libros en uno, y puestos a elegir, la historia satánica resulta la más sugerente.
En cuanto a las actuaciones decir que Johnny Depp cumple adecuadamente en su cometido de crear un protagonista interesante y carismático.
No obstante, el auténtico hallazgo de este film es la luciferina belleza de Emmanuelle Seigner, la cual consigue crear un personaje siniestro y seductor a partes iguales, a través de miradas hipnóticas llenas de malicia, lujuria y secreto conocimiento.
No quiero finalizar la crítica sin alabar la magnífica BSO creada por Wojciech Kilar en esta película, en especial la pieza que suena durante los títulos de crédito.
En resumen, una película controvertida, surtida de fallos, pero no exenta de interés.
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