La larga noche de los bastones blancos
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Drama
Andrés, joven provinciano que quedó ciego durante su infancia, viene a la capital con posibilidades de hacerse un transplante y recuperar la vista. A su llegada se hospeda en casa de un viejo amigo de la familia, Rogelio Molinos, quien vive con su hija Marisol. Pronto entre los dos jóvenes se establece una relación que hace que Andrés conciba falsas ilusiones. Paralelamente el joven ciego conoce en una taberna a otro invidente, este de ... [+]
22 de julio de 2016
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dentro del panorama del cine del tardo franquismo (En realidad no se si considerarla como tal es de 1979). Hay cosas interesantes. Directores que con poco dinero sorprendian y hacían películas interesantes. La historia de un joven provinciano ciego que va a la capital para una operación va en casa de unos amigos de su madre y hace amistad con un hombre ciego. (Un inmenso Jose María Rodero). Suyas son las mejores frases y los mejores momentos. La película se adentra en el mundo del drama para ser en la segunda parte una película con tintes de suspense muy bien llevado te hace meterte en la piel de un ciego. Muy buena
26 de octubre de 2017
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces me tropiezo en la tele con una película de la que no había leído ni oído hablar jamás, que me gusta mucho, y me pregunto dónde ha estado escondida, por qué ha sido ignorada. Es el caso de "La larga noche de los bastones blancos", que "Historia de nuestro cine" emitió anoche.
Drama protagonizado por dos ciegos, uno de ellos de nacimiento, que construyen una hermosa relación de amistad y reflexionan, entre otras cosas, sobre lo que significaría para los que vemos una ciudad concebida para ciegos. La mayor parte de la película transcurre en un ambiente que resultaría aún más aterrador para mí, contra el cual no dejan de luchar. Despedida del cine del gran actor José Mª Rodero; Enrique San Francisco se complementa muy bien con él.
Drama protagonizado por dos ciegos, uno de ellos de nacimiento, que construyen una hermosa relación de amistad y reflexionan, entre otras cosas, sobre lo que significaría para los que vemos una ciudad concebida para ciegos. La mayor parte de la película transcurre en un ambiente que resultaría aún más aterrador para mí, contra el cual no dejan de luchar. Despedida del cine del gran actor José Mª Rodero; Enrique San Francisco se complementa muy bien con él.
31 de octubre de 2017
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película del debutante Javier Elorrieta hace una explícita denuncia hacia una sociedad deshumanizada y egoísta que ignora los problemas de los incapacitados, en este caso, los invidentes. Critica las barreras arquitectónicas, pero no sólo las físicas, también las morales. Buena prueba de ello es el trato que recibe el pueblerino Andrés (excelente trabajo de Enrique San Francisco), un joven que sueña en volver a la luz con un trasplante de córneas, donde sólo encuentra tinieblas. El trato ingrato y vejatorio, por compromiso y mala gana que recibe de sus anfitriones en Madrid: Marisol (Virginia Mataix), mezquina y perversa, y su padre, antiguo amigo del progenitor del invidente.
Andrés se traslada a la gran urbe para operarse. conoce a otro maduro ciego, escéptico y muy crítico con la sociedad que le rodea, con el que entabla una buena amistad de la que ambos se retroalimentan para justificar su existencia. Pero el buen entendimiento entre los dos es puesto a prueba cuando, de manera imprevista, se quedan encerrados en un vagón del Metro. Drama con grandes momentos de suspense y hasta terror, situado dentro del panorama del cine posterior a la nueva democracia constitucional. Se trata de una historia realista y sensible que se involucra de lleno en el mundo de los discapacitados. Protagonizada por un magistral José María Rodero (Pablo), en la que se trataba de su vuelta a la gran pantalla después de una larga ausencia teatral. Sus amargas reflexiones existencialistas, aportan un tono irónico y lírico a la relación entre el hombre maduro de vuelta de todo y el joven lleno de esperanza.
El pulso narrativo es bueno para un cineasta sin experiencia, la trama emotiva y desgarrada, su puesta en escena atractiva, sacando un gran partido de los actores. Mención especial merece Irene Gutiérrez Caba como compañera de Pablo, una mujer comprensiva y noble. La trama es interesante y a veces nos invade la zozobra, dos desgraciados seres luchando desde la misma “trinchera oscura”, como afirma Pablo en un momento emotivo del film. Un joven que añora su hábitat y un viejo intrépido que presume de conocer los laberintos subterráneos de la gran ciudad. Imágenes tétricas y angustiosas se intercalan con imágenes idílicas de una infancia luminosa. La película no te deja indiferente porque plantea reflexiones por medio de metáforas y alegorías, con situaciones límites que a veces se nos presentan en la vida.
Andrés se traslada a la gran urbe para operarse. conoce a otro maduro ciego, escéptico y muy crítico con la sociedad que le rodea, con el que entabla una buena amistad de la que ambos se retroalimentan para justificar su existencia. Pero el buen entendimiento entre los dos es puesto a prueba cuando, de manera imprevista, se quedan encerrados en un vagón del Metro. Drama con grandes momentos de suspense y hasta terror, situado dentro del panorama del cine posterior a la nueva democracia constitucional. Se trata de una historia realista y sensible que se involucra de lleno en el mundo de los discapacitados. Protagonizada por un magistral José María Rodero (Pablo), en la que se trataba de su vuelta a la gran pantalla después de una larga ausencia teatral. Sus amargas reflexiones existencialistas, aportan un tono irónico y lírico a la relación entre el hombre maduro de vuelta de todo y el joven lleno de esperanza.
El pulso narrativo es bueno para un cineasta sin experiencia, la trama emotiva y desgarrada, su puesta en escena atractiva, sacando un gran partido de los actores. Mención especial merece Irene Gutiérrez Caba como compañera de Pablo, una mujer comprensiva y noble. La trama es interesante y a veces nos invade la zozobra, dos desgraciados seres luchando desde la misma “trinchera oscura”, como afirma Pablo en un momento emotivo del film. Un joven que añora su hábitat y un viejo intrépido que presume de conocer los laberintos subterráneos de la gran ciudad. Imágenes tétricas y angustiosas se intercalan con imágenes idílicas de una infancia luminosa. La película no te deja indiferente porque plantea reflexiones por medio de metáforas y alegorías, con situaciones límites que a veces se nos presentan en la vida.
9 de diciembre de 2021
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta película uno se da cuenta de lo grandísimo actor que era el desaparecido Enrique San Francisco que en paz descanse.
Aquí interpreta a un joven ciego que se desplaza a la ciudad para someterse a una operación con la que tiene muchas posibilidades de recuperar la vista. Una vez en la ciudad se hace amigo de otro ciego y un día ambos quedan atrapados en uno de los trenes, en la total oscuridad deben apañárselas para lograr salir de los túneles subterráneos del metro. Un laberinto angustioso que ambos deben recorrer guiados por el instinto y los reflejos.
La película tarda un poco en arrancar mostrando anécdotas de la infancia del protagonista, su llegada a la ciudad, ect... Pero cuando arranca no te deja ni pestañear debido a la situación que sufren los dos ciegos atrapados.
Una verdadera joya del cine español que cada vez que la reviso parece más brillante y fascinante.
Aquí interpreta a un joven ciego que se desplaza a la ciudad para someterse a una operación con la que tiene muchas posibilidades de recuperar la vista. Una vez en la ciudad se hace amigo de otro ciego y un día ambos quedan atrapados en uno de los trenes, en la total oscuridad deben apañárselas para lograr salir de los túneles subterráneos del metro. Un laberinto angustioso que ambos deben recorrer guiados por el instinto y los reflejos.
La película tarda un poco en arrancar mostrando anécdotas de la infancia del protagonista, su llegada a la ciudad, ect... Pero cuando arranca no te deja ni pestañear debido a la situación que sufren los dos ciegos atrapados.
Una verdadera joya del cine español que cada vez que la reviso parece más brillante y fascinante.
14 de febrero de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pocas premisas tan terroríficas como la de que unos ciegos se queden atrapados en la soledad y oscuridad del metro de Madrid. Demasiado explicativa en cuanto a las referencias de la ceguera, aunque no exenta de cierta poesía, posee la originalidad de la que otras carecen. Y ese es su gran bastión y su fuente primordial. Las dotes actorales de San Francisco no van acorde con la distinción de su físico y ese es otro de los factores que impiden que "La larga noche de los bastones blancos" sea un clásico indiscutible, pero en general cumple el cometido de un entretenimiento oscuro, dramático y con mensaje.
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