Gran HotelSerie
2011
Ramón Campos (Creador), Gema R. Neira (Creadora) ...
3.715
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2011-2013). 3 temporadas. 39 episodios. Hacia 1905, a un hotel en plena campiña llega un joven (Yon González) para investigar la extraña desaparición de su hermana. Mientras realiza averiguaciones, se enamora de la hija de la propietaria y prometida del director del hotel (Amaia Salamanca). Un amor imposible pero también peligroso. (FILMAFFINITY)
20 de setiembre de 2016
31 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie contempla un error conceptual: por una parte trata de generar una atmosfera de misterio y por otro lado apura mucho el desenlace de cada conflicto. Casi toda la serie plantean un conflicto (algo por descubrir) y los 2 o 3 capítulos está resuelto, para entrabar un nuevo conflicto. Demasiado vertiginoso, demasiado poco indagador en los personajes, demasiado poco elaborado para poder generar una real atmosfera de misterio. Demasiado interés por entretener como para poder generar algo más. ¿Algo más? Si, algo que pase de ser un momento entretenido a un momento introspectivo.
Gran Hotel no logra sorprender, la primera temporada es la mejor, es la que “menos creativos” (en forma irónica) se pone el guión. La primera temporada son dos o tres misterios, los mismos, sobre los cuales se construye una atmósfera con algo de misterio. Con todas las debilidades de la serie: actuaciones mediocres, personajes poco desarrollados, diálogos poco elaborados, etc, pero con todas esas debilidades, aun así, entretiene.
Luego las siguientes temporadas son mucho más mediocres, las debilidades mencionadas se acrecientan, los guionistas se “ponen creativos” y generan cientos de conflictos, uno tras otro, como si esto fuese una competencia de nudos dramáticos y no el buen desarrollo de algunos, cada uno se resuelve casi instantáneamente, durando la tensión no más de uno o dos capítulos. Llega a ser cansador el nivel de aceleración de la historia, llega a ser cansador el ritmo poco cuidado que toma la serie.
Respecto a las actuaciones, la Adriana Ozores es lamentable, parte de lo que cuesta sostener la serie es que la villana no llega nunca a ser una villana, es con suerte una villanita. Amaia Salamanca, no destaca por su actuación, pero si por su ángel, es la serie donde más hermosa se ha visto.
Véala, pero no espere gran cosa.
Gran Hotel no logra sorprender, la primera temporada es la mejor, es la que “menos creativos” (en forma irónica) se pone el guión. La primera temporada son dos o tres misterios, los mismos, sobre los cuales se construye una atmósfera con algo de misterio. Con todas las debilidades de la serie: actuaciones mediocres, personajes poco desarrollados, diálogos poco elaborados, etc, pero con todas esas debilidades, aun así, entretiene.
Luego las siguientes temporadas son mucho más mediocres, las debilidades mencionadas se acrecientan, los guionistas se “ponen creativos” y generan cientos de conflictos, uno tras otro, como si esto fuese una competencia de nudos dramáticos y no el buen desarrollo de algunos, cada uno se resuelve casi instantáneamente, durando la tensión no más de uno o dos capítulos. Llega a ser cansador el nivel de aceleración de la historia, llega a ser cansador el ritmo poco cuidado que toma la serie.
Respecto a las actuaciones, la Adriana Ozores es lamentable, parte de lo que cuesta sostener la serie es que la villana no llega nunca a ser una villana, es con suerte una villanita. Amaia Salamanca, no destaca por su actuación, pero si por su ángel, es la serie donde más hermosa se ha visto.
Véala, pero no espere gran cosa.
20 de diciembre de 2011
24 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Gran hotel" ha sido una auténtica sorpresa para mí, y a hecho que vuelva a tener fe en las series españolas. Esta serie que recuerda muchísimo a la fantástica "Downton Abbey" trae ecos de las novelas de Agatha Christie, y nos adentra en un mundo de clases sociales, asesinatos, mentiras y abusos de poder. Una corrupción camuflada bajo cuberterías de oro, manteles de lino y trajes de seda.
La serie se disfruta desde el primer capítulo y consigue enganchar de tal modo que uno no puede parar de contar los días para que llegue el siguiente.
Uno se siente encandilado con ese magnífico edificio que nos traslada a otra época. Unos años que se revolucionaban con la introducción de la luz eléctrica, y en el que la diferencia de clases estaban muy marcadas (guiño increíble a la serie "Arriba y abajo").
Todos los actores sin excepción realizan un trabajo sobresaliente, dando vida a unos personajes que ocultan mucho y tratan de ocultar aun más. ¿Quién es el asesino? Todo el mundo es sospecho y todo el mundo tiene coartadas. ¿Cual es el secreto que guarda el Gran Hotel y la familia Alarcón? Cuestiones planteadas y llevadas de un modo fantástico creando incógnitas que son difíciles de resolver.
En fin, nos encontramos ante una grandísima serie que sin lugar a dudas hay que ver. Uno odiará, amará y disfrutará con los personajes y los sucesos. Uno será testigo de increíbles giros dramáticos al observar que cada personaje no es lo que parece, y sobre todo que todos tienen algo por lo que matar. Pero ¿quién de ellos es el que está produciendo que ese hotel sólido se derrumbe como un castillo de naipes?
La serie se disfruta desde el primer capítulo y consigue enganchar de tal modo que uno no puede parar de contar los días para que llegue el siguiente.
Uno se siente encandilado con ese magnífico edificio que nos traslada a otra época. Unos años que se revolucionaban con la introducción de la luz eléctrica, y en el que la diferencia de clases estaban muy marcadas (guiño increíble a la serie "Arriba y abajo").
Todos los actores sin excepción realizan un trabajo sobresaliente, dando vida a unos personajes que ocultan mucho y tratan de ocultar aun más. ¿Quién es el asesino? Todo el mundo es sospecho y todo el mundo tiene coartadas. ¿Cual es el secreto que guarda el Gran Hotel y la familia Alarcón? Cuestiones planteadas y llevadas de un modo fantástico creando incógnitas que son difíciles de resolver.
En fin, nos encontramos ante una grandísima serie que sin lugar a dudas hay que ver. Uno odiará, amará y disfrutará con los personajes y los sucesos. Uno será testigo de increíbles giros dramáticos al observar que cada personaje no es lo que parece, y sobre todo que todos tienen algo por lo que matar. Pero ¿quién de ellos es el que está produciendo que ese hotel sólido se derrumbe como un castillo de naipes?
12 de diciembre de 2011
17 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me gustaría decir antes de nada, que no suelo ver series nacionales, no se no me engancho a ninguna, normalmente veo series U.S.A que son las que me gustan.
El otro día me animé a ver el piloto de esta serie porque ví que por aquí gustaba y la verdad que me he enganchado bastante, voy por el capítulo 7 y me tiene muy intrigado, me ha sorprendido gratamente como esta ambientado, la magnifica fotografía, las increibles actuaciones y la trama, es la primera vez que para mi gusto hacen una seríe con nada que envidiar a una Americana de las buenas, muy bien por Antena 3 por crear esta serie.
Para quien tenga dudas en ponerse a verla, tengo que decir que no lo dudeis que os va a gustar mucho, puede que muchos crean que es una copia de Downton Abbey, serie que por cierto me encantó, pero nada mas lejos de la realidad, tiene similitudes y parecidos pero la trama es muy diferente y conforme vas viéndola esa sensación de similitud va desapareciendo asta no quedar nada.
Espero que os guste y que os animeis a verla, es una buena forma de hacer que cada vez mas nuestras series vayan teniendo la calidad de las de fuera.
El otro día me animé a ver el piloto de esta serie porque ví que por aquí gustaba y la verdad que me he enganchado bastante, voy por el capítulo 7 y me tiene muy intrigado, me ha sorprendido gratamente como esta ambientado, la magnifica fotografía, las increibles actuaciones y la trama, es la primera vez que para mi gusto hacen una seríe con nada que envidiar a una Americana de las buenas, muy bien por Antena 3 por crear esta serie.
Para quien tenga dudas en ponerse a verla, tengo que decir que no lo dudeis que os va a gustar mucho, puede que muchos crean que es una copia de Downton Abbey, serie que por cierto me encantó, pero nada mas lejos de la realidad, tiene similitudes y parecidos pero la trama es muy diferente y conforme vas viéndola esa sensación de similitud va desapareciendo asta no quedar nada.
Espero que os guste y que os animeis a verla, es una buena forma de hacer que cada vez mas nuestras series vayan teniendo la calidad de las de fuera.
5 de octubre de 2011
24 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
La campaña previa, y el sello de Bambú en la producción (Gran Reserva, Hispania), hacían presagiar que la nueva serie de Antena 3 destacaría por su impecable factura. ¿Pero estamos en condiciones de exigir a la ficción nacional algo más que una buena ambientación? Yo creo que sí.
Que el vestuario, la iluminación, los decorados, la banda sonora y todos los aspectos técnicos iban a ser meritorios era algo que se intuía en el tráiler de la serie. El imponente palacio de la Magdalena de Santander suponía la traca final para una producción de auténtico lujo. El presupuesto parece no haber escatimado en gastos a la hora de recrear Downton Abbey en versión hotel de lujo. Tampoco a la hora de contratar a pesos pesados y estrellas de moda de la interpretación en nuestro país. Pero la ambición parece haberse encallado en lo que a priori parece más barato y en cambio no tiene precio, el talento.
El éxito de Downton Abbey no se limita exclusivamente a su cuidada recreación de una época marcada por la división de clases. El mérito no está sólo en los vestidos de fiesta o la puesta en escena. Puede que su trama no contenga tantos ganchos de misterio como Gran hotel, pero sin embargo lo que seduce de la propuesta británica es su exquisito cuidado con los detalles, la exhaustiva construcción de sus guiones, el mimo y respeto hacia los personajes. Y en ese aspecto es en el que flojea la producción de Bambú.
De la misma manera que alguien hizo el esfuerzo de documentarse sobre el año que se introdujo la luz eléctrica en España, también debería existir una figura que velase por la credibilidad del argumento. No es creíble que un hotel que cuida al milímetro los detalles contrate a un camarero sin la formación suficiente. O que dicho camarero se camufle como invitado en una cena de gala sin que el supervisor lo reconozca. Tampoco estaría mal que los diálogos disimulasen de forma más sutil las sorpresas que quedan por venir (¿A alguien se le escapó que la muerte en extrañas circunstancias del dueño del hotel fue en realidad un envenenamiento?).
La manera más fácil de camuflar estos pequeños flecos es con interpretaciones convincentes. Y en ese sentido, Gran Hotel adolece de un pequeño desequilibrio entre grandiosas actuaciones (las de los veteranos Manuel de Blas y Concha Velasco) y aportaciones sin carisma como las de Adriana Ozores y Amaia Salamanca, ambas fracasando en su esfuerzo por ser la mala y la buena de la película.
Así, entre homenajes (o plagios) a la lucha en tercera clase de Titanic, al acoso a la víctima en plena celebración de Motivos personales, a las comidas de la servidumbre en la cocina de Downton Abbey, discurre un primer capítulo que prefiere desgranar todas las tramas y reservar los fuegos artificiales de cara al segundo episodio. Seremos pacientes. Los cimientos de este hotel son lo suficientemente robustos como para aguantar pequeñas grietas que en nada desmerecen la belleza del edificio.
Que el vestuario, la iluminación, los decorados, la banda sonora y todos los aspectos técnicos iban a ser meritorios era algo que se intuía en el tráiler de la serie. El imponente palacio de la Magdalena de Santander suponía la traca final para una producción de auténtico lujo. El presupuesto parece no haber escatimado en gastos a la hora de recrear Downton Abbey en versión hotel de lujo. Tampoco a la hora de contratar a pesos pesados y estrellas de moda de la interpretación en nuestro país. Pero la ambición parece haberse encallado en lo que a priori parece más barato y en cambio no tiene precio, el talento.
El éxito de Downton Abbey no se limita exclusivamente a su cuidada recreación de una época marcada por la división de clases. El mérito no está sólo en los vestidos de fiesta o la puesta en escena. Puede que su trama no contenga tantos ganchos de misterio como Gran hotel, pero sin embargo lo que seduce de la propuesta británica es su exquisito cuidado con los detalles, la exhaustiva construcción de sus guiones, el mimo y respeto hacia los personajes. Y en ese aspecto es en el que flojea la producción de Bambú.
De la misma manera que alguien hizo el esfuerzo de documentarse sobre el año que se introdujo la luz eléctrica en España, también debería existir una figura que velase por la credibilidad del argumento. No es creíble que un hotel que cuida al milímetro los detalles contrate a un camarero sin la formación suficiente. O que dicho camarero se camufle como invitado en una cena de gala sin que el supervisor lo reconozca. Tampoco estaría mal que los diálogos disimulasen de forma más sutil las sorpresas que quedan por venir (¿A alguien se le escapó que la muerte en extrañas circunstancias del dueño del hotel fue en realidad un envenenamiento?).
La manera más fácil de camuflar estos pequeños flecos es con interpretaciones convincentes. Y en ese sentido, Gran Hotel adolece de un pequeño desequilibrio entre grandiosas actuaciones (las de los veteranos Manuel de Blas y Concha Velasco) y aportaciones sin carisma como las de Adriana Ozores y Amaia Salamanca, ambas fracasando en su esfuerzo por ser la mala y la buena de la película.
Así, entre homenajes (o plagios) a la lucha en tercera clase de Titanic, al acoso a la víctima en plena celebración de Motivos personales, a las comidas de la servidumbre en la cocina de Downton Abbey, discurre un primer capítulo que prefiere desgranar todas las tramas y reservar los fuegos artificiales de cara al segundo episodio. Seremos pacientes. Los cimientos de este hotel son lo suficientemente robustos como para aguantar pequeñas grietas que en nada desmerecen la belleza del edificio.
5 de octubre de 2011
16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran Hotel me parece una buena apuesta. Su productora (Gran Reserva, Hispania) nos ofrece productos de calidad, gusten o no. Una calidad a la que los españoles no estamos acostumbrados a ver en nuestra televisión y que hace que nos quedemos deslumbrados en cuanto llega una producción extranjera un poco cuidada como Downton Abbey.
No seré yo quien niegue las evidentes influencias de Dowton y su escenario, Titanic y la pareja protagonista e incluso Gran Reserva y hasta Hispania. Pero si funciona ¿porque no utilizarlo? Muchos de los que se rasgan las vestiduras y critican tales parecidos deberían criticar cosas peores como la moda vampírica adolescente. Antena 3 no ha engañado a nadie, que ‘Gran Hotel’ intentaría parecerse a ‘Downton Abbey’ ya lo sabíamos.
También reconozco que estamos frente a "un hotel con tramas de motel" como diría la crítica Charo Morais y que a la pareja protagonista, más ella que el, les queda todavía mucho por aprender en el mundo de la interpretación. Sin embargo, los medios invertidos en la producción brillan como deberían. El resto de ‘Gran Hotel’ funciona, casi a la perfección. La producción y la realización están a años luz de lo que se estila en España, con músicas que envuelven cada escenas, una gran fotografía, un excelente vestuario y una ambientación, que aunque tiene fallos que sobre todo a un historiador le tiran para atrás, no son garrafales.
Si hay que preferir, prefiero que la serie española se parezca a la británica a que pase sin pena ni gloria y me avergüencen como otras apuestas de la nueva temporada televisa en España (Homicidios, Piratas, Cheers). Supone un paso adelante en la ficción española.
Por último, la cabecera de la serie, Concha Velasco y la banda sonora, soberbías.
No seré yo quien niegue las evidentes influencias de Dowton y su escenario, Titanic y la pareja protagonista e incluso Gran Reserva y hasta Hispania. Pero si funciona ¿porque no utilizarlo? Muchos de los que se rasgan las vestiduras y critican tales parecidos deberían criticar cosas peores como la moda vampírica adolescente. Antena 3 no ha engañado a nadie, que ‘Gran Hotel’ intentaría parecerse a ‘Downton Abbey’ ya lo sabíamos.
También reconozco que estamos frente a "un hotel con tramas de motel" como diría la crítica Charo Morais y que a la pareja protagonista, más ella que el, les queda todavía mucho por aprender en el mundo de la interpretación. Sin embargo, los medios invertidos en la producción brillan como deberían. El resto de ‘Gran Hotel’ funciona, casi a la perfección. La producción y la realización están a años luz de lo que se estila en España, con músicas que envuelven cada escenas, una gran fotografía, un excelente vestuario y una ambientación, que aunque tiene fallos que sobre todo a un historiador le tiran para atrás, no son garrafales.
Si hay que preferir, prefiero que la serie española se parezca a la británica a que pase sin pena ni gloria y me avergüencen como otras apuestas de la nueva temporada televisa en España (Homicidios, Piratas, Cheers). Supone un paso adelante en la ficción española.
Por último, la cabecera de la serie, Concha Velasco y la banda sonora, soberbías.
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