Aunque “X-men: Apocalisis” (2016) es una interesante película, no se puede ocultar la sensación que el director Bryan Singer y la gente de Fox están buscando con pinzas en las historias de Marvel para buscar resquicios entre las cintas originales de la saga para así inventar más y más films que quizá no eran del todo necesarios.

Es cierto que la cinta alcanza momentos de buena empatía con el espectador, especialmente por algunos personajes en particular, pero en medio de este aire a “precuela de la precuela”, a veces no alcanza con solo entregar algunos “regalos” reconocibles por los fanáticos o los seguidores, como para dejarlos aliviados o con la impresión que “valió la pena verla porque ahí sale cuando…”. No solo basta con cuadrar “por cumplir” la cada vez menos creíble línea de tiempo de X-men, también debe convencer por sí sola como capítulo válido, y en eso al menos, titubea.

“X-men: Apocalipsis” sigue buscando la mixtura de los aciertos de sus ejes clásicos y los triunfos conseguidos con las precuelas de sus orígenes, pero tal vez sea esa búsqueda de sumar lo mejor de ambas sagas lo que limita su crecimiento más allá y termina quedándose con “lo que vende más” o “se ve mejor” sin que esto por supuesto signifique un producto de calidad.

En lo práctico, en esta pasada queda claro que la saga X-men hace rato tocó techo en el cine actual y tras ocho películas, si no hay un golpe de timón que lo amerite, sería mejor que no lleguen a rodar otro capítulo innecesario.

Recomendación:
Regular. Tiene sus momentos pero no alcanzan para disimular el tedio de más de dos horas de explicaciones sobre el por qué de ciertas cosas, lo que por cierto nunca pedimos.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinsi.wordpress.com