Anne Hathaway es una actriz que me encanta. Ja me enamoró en Hechizada, que protagonizó hace exactamente veinte años. Y me encantó en otras películas como El diablo viste de Prada o La boda de Rachel. Pero me apena reconocer que en estos últimos años me cuesta encontrarla en alguna película o serie que me guste. Y esta, La idea de tenerte, no ha sido una excepción. Por el contrario, para mí es el peor film en el que ha intervenido.

El guion es pobrísimo, aburrido, previsible… Y las actuaciones, nada creíbles. Enseguida te importa un pimiento lo que sucede a los protagonistas. Los secundarios, nada interesantes, casi insoportables; solo les salva que sus apariciones son reducidas e insignificantes.

Y el caso es que la comedia romántica es un género que me agrada. Pero esta es insufrible. No recuerdo la última vez que no soporté ver una película entera. En este caso, al cabo de unos veinte minutos ya me di cuenta de que no podría sufrir verla al completo. Y después de casi una hora de paciencia muy impaciente, esperando que sucediera algo que la salvara, me rendí y decidí verla pasando rápido las imágenes y parando de vez en cuando. Solo así pude llegar al final.

Una nueva decepción, querida Anne.

Los momentos brillantes que se disfrutan en esta cinta, sobre todo aquellos en qué la música se hace dueña y luce resplandeciente, se conjugan con un guion relativamente poco interesante e interpretaciones con trazos poco inspirados, con algunas vocalizaciones difíciles de discernir y quizás con un montaje poco inspirado.

La película se deja ver e incluso tiene muy buenos momentos, pero tiene un problema principal:no acabas de empatizar con el protagonista, al que cuesta entender sus decisiones y sentimientos. Un poco te da igual lo que le suceda. Interesante la actuación de Marina Salas e incluso el curioso papel de Carolina Yuste, no tanto la de Àlex Monner, mientras que los demás personajes son poco más que de relleno, excepto el que interpreta Juan Diego y especialmente Lander Otaola.

Otro de los protagonistas de la película es Benidorm. Secun De La Rosa nos presenta este polo de atracción turístico con sus luces y sus sombras. Destaca la belleza de las imágenes que muestran amplios planos generales así como el sabor real que transmite, la diversión sincera e inocente en el interior de algunos locales musicales.

Ricky Gervais en su salsa. Sonrisa, risa, vergüenza ajena, lágrimas de emoción... ¡Vale la pena, sí! Cierto que a quien no le agrada el humor de Gervais probablemente no disfrutará con la película. Cierto también que a quién le molestes lo políticamente incorrecto quizá se violentará con lo que dice y hace David Brent. Cierto al fin que la vergüenza ajena puede confundirse con nuestra propia vergüenza al reconocernos no tan distantes del personaje creado por Gervais. Un perdedor con alma, con bondad al fin, aunque bajo una apariencia de faltón, de infantilidad sin filtro. Y, al fin y al cabo, oye, es que no canta tan mal ni sus canciones son tan patéticas (bueno, las letras sí lo son).

La película, aunque tal vez demasiado previsible en su desarrollo y final, se merece un aplauso y nos deja con más y más ganas de Ricky Gervais.

Ayer vi esta película de Taika Waititi y realmente me gustó. Sorprende el tono de parodia, especialmente de la primera mitad del film, en un escenario y entorno tan violento y agresivo. Ese tono de comedia y esperpento no molesta y para nada puede interpretarse como un blanqueo del nazismo u otros fascismos o totalitarismos.

Muy interesante cómo se explica de manera muy senzilla la manera de deshumanizar al enemigo para que no importe su destrucción e incluso provoque que se desee para llegar a un fin superior: así es como se consigue llevar a cometer actos deplorables a gente con buen corazón, llenando su cabeza de una mezcla perfecta de miedo y odio. El personaje protagonista y principalmente su buen amigo real Yorki son un ejemplo de como la propaganda mentirosa y la alienación consiguen meter en su cabeza esa mezcla de miedo, odio y deseo de acabar con el enemigo.

No me gustó ni creo que encaje ni sume el personaje interpretado por el propio director, histriónico, ridículo y, sobretodo, pesado, y más a medida que avanza la película. En cambio, el personaje interpretado por Sam Rock, va ganando en interés y profundidad cuanto más avanza el metraje.

Me habría gustado más participación de Scarlett Johansson y de Steve Merchant, desaprovechados ambos, principalmente este último.

No acaba de ser una película sobresaliente, pero sí muy destacable. Totalmente recomendable.

Es de esas películas que cuando crees que ya no pueden empeorar, empeoran.
Sabes como va a terminar desde un primer momento. Carece de todo interés. No te importa, en ningún momento, lo que haga, diga o sienta ninguno de los personajes, a cuál más ridículo, tópico y previsible. Aunque el actor protagonista pueda presumir de un cierto prestigio y de una carrera algo sólida, aquí no muestra nada de sus capacidades interpretativas. A la actriz protagonista quizá se le podría dar una segunda oportunidad y quién sabe si podría actuar mejor si estuviera mínimamente bien dirigida y con un guion un poco sólido, con algo de gracia en los diálogos, por ejemplo. Quizás.
Y mira que somos muchos a los que les gusta mirar películas de Navidad por Navidad. Pero...
creo que es un bodrio insuperable.

Hacer un spoiler de esta película creo que es imposible por su nula capacidad de sorprender y por su triste transparente previsibilidad.