El cielo despejado
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Drama. Romance. Bélico
El piloto aéreo Astakhov, héroe de la Unión Soviética durante la Segunda Guerra Mundial, es hecho prisionero por las tropas alemanas. Cuando regresa a casa liberado al acabar la guerra, es expulsado del Partido Comunista, despedido de su trabajo y privado de todas sus condecoraciones. Lo consideran un traidor y espía. Durante años, no puede encontrar trabajo como piloto. Poco a poco, su decadencia se incrementa con el alcohol; pero su ... [+]
29 de agosto de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sus dos primeras películas habían encumbrado a Chukhrai no sólo como uno de los estandartes del nuevo cine soviético, sino como de uno de los potenciales más seguros del cine mundial. Quizás ello le hizo confiarse en poder realizar una película demasiado abierta para el régimen de la URSS, aun a pesar de la muerte de Stalin. La revisión del concepto de héroe y de la politica stalinista con la sanción al culto de la personalidad, era un material en exceso delicado para el tiempo de la realización del film. Pese a la gran calidad del resultado final, con una soberbia fotografía y montaje, y una cuidada planificación, el film fue prácticamente secuestrado de las pantallas, y apenas visto en su día. Ni siquiera ese falso final feliz pudo disimilar su carácter revisionista tanto de la figura del héroe (el propio director podía considerarse un héroe de guerra al haber sido condecorado hasta en cinco ocasiones por actos de valentía durante la segunda guerra mundial) como de la política de Stalin. Tras este film y el posterior Pamyat que estuvo más de cuatro años sin exhibirse, la carrera de Chukhrai se vio sensiblemente reducida. Al margen de los films mencionados, solo consiguió acabar cuatro más. Una lástima
13 de octubre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El teniente, Aleksei Astákhov, parece estar convencido de que ya todo el mundo lo conoce y lo aprecia por sus logros como piloto de la fuerza aérea soviética, porque, tras encontrar un mensaje de invitación escrito en un cristal con destino a otra persona, él decide aparecerse en dicha fiesta, pero, de inmediato, Lyusya Lvova, la anfitriona y autora del mensaje -y que no sabe de quién se trata- lo rechaza y el oficial se ve obligado a marcharse. Pero, su presencia allí ha dejado huella en Sasha -la hermana menor de Lyusya-, quien ha quedado prendada de él, ya que sabe algo de su vida porque lo leyó en una revista. Pronto, la vivaracha joven hará la forma de encontrarse con el militar… y entre el 21 y el 25 de noviembre de ese año en que la II Guerra Mundial está en todo su furor, su vida cambiará para siempre porque ha conocido al hombre de su vida. Pero, como durante toda la guerra el amor y el sufrimiento se repartirán las horas y los días, la pareja de jóvenes tendrá que enfrentarse a un mundo donde no abunda la comprensión.
Con, “El Cuarenta y Uno” y “La Balada del Soldado”, el director Grigori Chukhrai, completa su trilogía de la guerra, al tiempo que redondea tres grandes historias de amor difíciles de olvidar. La fibra poética y la honda sensibilidad de este brillante director ruso, resplandece en cada uno estos filmes que, por sus muchos valores, han enriquecido al arte cinematográfico.
<<EL CIELO DESPEJADO>>, comienza como una conmovedora historia de amor, pero, luego se transforma en un doloroso drama, cuando a las tragedias y el sufrimiento que la guerra deja en el alma y el cuerpo, la rigidez de ciertas autoridades las lleva a medir con el mismo rasero comportamientos que podrían tener otras explicaciones. Así, un héroe puede convertirse en un paria… y solo un cambio de conciencia podría llegar a resarcir su honor.
Chukhrai, no disimula su crítica al régimen stalinista que él conoció de primera mano, y bastan dos planos para mostrar que a él apuntan sus principales dardos: El primero, es la gigantesca estatua de Iósif Stalin que vemos en el salón donde se reprocha el comportamiento del teniente Astákhov, y su figura resulta amenazante; y el segundo, el deshielo que comienza a producirse tras el anuncio de la muerte del imponente líder. Los hechos posteriores, también darán cuenta de que ahora hay un ‘cielo despejado’… y el director logra, así, un filme que de principio a fin está hecho para significar.
La película tiene momentos que son arte puro: El primer encuentro entre Sasha y Aleksei, donde, sin modular palabra, ella se da tiempo para tratar de interpretar el comportamiento de su galán. Mejor aún, es la composición de ese momento en el que, tras el anuncio de su padre de que el tren con los soldados pasará por la ciudad, Sasha y un sinnúmero de esposas, novias e hijas, salen a verlos esperanzadas; y también resulta muy bella y conmovedora, la escena en la que Aleksei llama a la puerta para anunciar que ha regresado… ¿es un sueño o es realidad?
Las interpretaciones de todo el elenco, encabezado por Nina Drobysheva e Yevgeni Urbansky (actor que hiciera de lisiado en “La Balada del Soldado”), y secundados por Georgi Kulikov (Mitya) y Natalya Kuzmina (Lyusya), entre otros, logra mantener un constante interés por este filme que ha sido muy bien ambientado, y donde la fotografía, la edición, la banda sonora y demás aspectos formales, han sido cuidados con el mayor esmero.
Me animaría a ver la restante filmografía de este valiosísimo director, pero ¡nos la escamotean tanto!
Título para Latinoamérica: <<CIELO DESPEJADO>>
Con, “El Cuarenta y Uno” y “La Balada del Soldado”, el director Grigori Chukhrai, completa su trilogía de la guerra, al tiempo que redondea tres grandes historias de amor difíciles de olvidar. La fibra poética y la honda sensibilidad de este brillante director ruso, resplandece en cada uno estos filmes que, por sus muchos valores, han enriquecido al arte cinematográfico.
<<EL CIELO DESPEJADO>>, comienza como una conmovedora historia de amor, pero, luego se transforma en un doloroso drama, cuando a las tragedias y el sufrimiento que la guerra deja en el alma y el cuerpo, la rigidez de ciertas autoridades las lleva a medir con el mismo rasero comportamientos que podrían tener otras explicaciones. Así, un héroe puede convertirse en un paria… y solo un cambio de conciencia podría llegar a resarcir su honor.
Chukhrai, no disimula su crítica al régimen stalinista que él conoció de primera mano, y bastan dos planos para mostrar que a él apuntan sus principales dardos: El primero, es la gigantesca estatua de Iósif Stalin que vemos en el salón donde se reprocha el comportamiento del teniente Astákhov, y su figura resulta amenazante; y el segundo, el deshielo que comienza a producirse tras el anuncio de la muerte del imponente líder. Los hechos posteriores, también darán cuenta de que ahora hay un ‘cielo despejado’… y el director logra, así, un filme que de principio a fin está hecho para significar.
La película tiene momentos que son arte puro: El primer encuentro entre Sasha y Aleksei, donde, sin modular palabra, ella se da tiempo para tratar de interpretar el comportamiento de su galán. Mejor aún, es la composición de ese momento en el que, tras el anuncio de su padre de que el tren con los soldados pasará por la ciudad, Sasha y un sinnúmero de esposas, novias e hijas, salen a verlos esperanzadas; y también resulta muy bella y conmovedora, la escena en la que Aleksei llama a la puerta para anunciar que ha regresado… ¿es un sueño o es realidad?
Las interpretaciones de todo el elenco, encabezado por Nina Drobysheva e Yevgeni Urbansky (actor que hiciera de lisiado en “La Balada del Soldado”), y secundados por Georgi Kulikov (Mitya) y Natalya Kuzmina (Lyusya), entre otros, logra mantener un constante interés por este filme que ha sido muy bien ambientado, y donde la fotografía, la edición, la banda sonora y demás aspectos formales, han sido cuidados con el mayor esmero.
Me animaría a ver la restante filmografía de este valiosísimo director, pero ¡nos la escamotean tanto!
Título para Latinoamérica: <<CIELO DESPEJADO>>
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