Mamífera
2,423
Drama
Lola disfruta de una vida feliz con su pareja, Bruno, hasta que un embarazo inesperado revoluciona todos sus planes. Aunque Lola siempre ha tenido claro que lo de ser madre no va con ella, ahora se siente cuestionada por las expectativas sociales y se enfrenta a sus temores internos. Durante los tres días que tienen que esperar hasta que llegue su cita en la clínica, Lola se acerca a sus amigas y su familia con la intención de reafirmar ... [+]
26 de abril de 2024
51 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
Naturalidad. Verdad. Tratamiento luminoso de un tema trascendental, como es el no querer ser madre.
Película sencilla pero una joya
Es una película luminosa, aunque tiene de trasfondo un tema trascendental, el no querer tener hijos por parte de una mujer, treintañera sana, con pareja estable y con amigas todas madres.
El guión es potente: una mujer que tiene claro que no quiere ser madre y se encuentra con una situación inesperada. Su relación, muy interesante, con su pareja, con su madre, con sus amigas treintañeras que todas son o quieren ser madre e incluso su relación consigo misma y cómo puede cambiar con la situación.
Dentro del guión hay silencios, gestos, las expresiones, miradas, importantes, que marcan la emoción a través de lo visual en lugar de a través del texto, sin que transmitan una sensación de lentitud sino al contrario, aportan mucho.
Cada amiga tiene su propia historia, plasma verazmente las relaciones entre amigas de una determinada edad en la que, para una mujer, el tema de la maternidad es “el tema”.
María, la protagonista, tiene un trabajo vocacional, es artista, pero dentro de un estatus social bajo. El cliché más típico de una mujer que no quiere tener hijos es porque se dedica a salvar vidas en África o a grandes colaboraciones solidarias que hacen que se le perdone que no quiera tener hijos, no ser madre. Sin embargo, dentro del mundo del arte, el apartado del collage es considerado un “arte menor”.
Otra protagonista es una perra, con discapacidad, una perra ciega. Que supuso todo un reto en el rodaje, porque el animal no tenía miedo a nada, se chocaba con todo, con el cuidado del equipo y de una adiestradora. Se eligió a una perra adulta con una discapacidad con el sentido de quitar clichés en la protagonista: el hecho de ser una perra con discapacidad daba una imagen de Lola como una persona que sí cuida, que sí quiere cuidar (aunque no quiera tener hijos). Lola no es una egoísta empedernida. Además la parte de que es un perro adulto para quitar la idea de que si no eres madre tienes que sublimar tu maternidad en algo. El perro no podía ser un cachorro, para que Lola no fuera “una mami del cachorro”, sino una persona adulta que sabe qué quiere (no tener hijos) y que sí es responsable de otro ser.
El papel interpretado por Enric Auquer (Bruno) es un hombre con responsabilidad afectiva, con encanto, pero de igual a igual. Es una pareja sana. Que sin hacer nada excepcional, acompaña a su pareja. Sin embargo llama la atención que al ver su actuación somos conscientes de lo poco que abundan los hombres de esta manera. Es llamativo lo bajo que tenemos el listón de la pareja en cuanto cómo debe ser el comportamiento de la masculinidad en la pareja. Tenemos muy poca expectativa sobre los cuidados que un hombre también puede ejercer. Siendo una pareja sana, tiene la base de que ambos pueden ser padres conjuntamente, que podría funcionar. Es una pareja que se lleva bien, aunque son muy distintos en la parte que ella medita mucho sus convicciones y él no tiene tan pensado las decisiones. Pero es una buena relación.
Es una película luminosa, aunque tiene de trasfondo un tema trascendental, más oscuro, como es el no querer tener hijos e incluso, más allá, el aborto. Tiene un tono alegre, colorida que huye del tono oscuro y traumático relacionado con el aborto, hablando de él de una forma tranquilizadora. La película pretende que lo traumático del aborto se desprenda de la estigmatización social que hay alrededor de él, que el trauma no provenga de la sociedad más que por el hecho en sí.
Hay unas escenas de sueños, de animación con collage, recortes. Era una idea muy “exportable” la de plasmarlos con una creación de collage animado, de la artista chilena Maria José Garcés, coloridos, con elementos mezclados de collage digital de otra artista catalana Mónica Rull.
En la documentación para la realización del guión, hay cuestiones en las que le ayudó para el guión el contacto con una asociación llamada “las mujeres sin hijos”.
La película tiene momentos muy emocionales, como la historia de una de las amigas (Judith), que quiere ser madre sin pareja y vive transiciones duras por todo el protocolo que supone llevarlo a cabo y que incide directamente en el sentimiento de la actriz (Ruth Llopis) que lo interpreta y que, por sus propias convicciones respecto a la maternidad, transmite emoción real exteriorizando su sentimiento interior que llega plenamente al espectador.
El título de Mamífera proviene de que todas las mujeres son completas tanto si son madres como si no, y son mamíferas tanto si emplean esa característica con hijos o no, siendo el lugar común de las hembras.
La película ha sido muy bien acogida en Festivales como el de Austin (Texas) donde ha recibido premios, a pesar de estar hablada en un idioma que no conocen en EEUU (catalán) pero que llega a transmitir todo el interés del tema, la emoción y la convicción que tienen los protagonistas de la historia, tanto la pareja principal como las amigas que rodean a Lola.
Curiosa película cuando aún hay países en el mundo en el que una mujer no vale para nada si no tiene hijos, si no tiene un hombre, no tiene identidad.
Es una película muy necesaria, que viene en el momento preciso, para verla tanto por parte de mujeres como de hombres. Muy buena propuesta.
Película sencilla pero una joya
Es una película luminosa, aunque tiene de trasfondo un tema trascendental, el no querer tener hijos por parte de una mujer, treintañera sana, con pareja estable y con amigas todas madres.
El guión es potente: una mujer que tiene claro que no quiere ser madre y se encuentra con una situación inesperada. Su relación, muy interesante, con su pareja, con su madre, con sus amigas treintañeras que todas son o quieren ser madre e incluso su relación consigo misma y cómo puede cambiar con la situación.
Dentro del guión hay silencios, gestos, las expresiones, miradas, importantes, que marcan la emoción a través de lo visual en lugar de a través del texto, sin que transmitan una sensación de lentitud sino al contrario, aportan mucho.
Cada amiga tiene su propia historia, plasma verazmente las relaciones entre amigas de una determinada edad en la que, para una mujer, el tema de la maternidad es “el tema”.
María, la protagonista, tiene un trabajo vocacional, es artista, pero dentro de un estatus social bajo. El cliché más típico de una mujer que no quiere tener hijos es porque se dedica a salvar vidas en África o a grandes colaboraciones solidarias que hacen que se le perdone que no quiera tener hijos, no ser madre. Sin embargo, dentro del mundo del arte, el apartado del collage es considerado un “arte menor”.
Otra protagonista es una perra, con discapacidad, una perra ciega. Que supuso todo un reto en el rodaje, porque el animal no tenía miedo a nada, se chocaba con todo, con el cuidado del equipo y de una adiestradora. Se eligió a una perra adulta con una discapacidad con el sentido de quitar clichés en la protagonista: el hecho de ser una perra con discapacidad daba una imagen de Lola como una persona que sí cuida, que sí quiere cuidar (aunque no quiera tener hijos). Lola no es una egoísta empedernida. Además la parte de que es un perro adulto para quitar la idea de que si no eres madre tienes que sublimar tu maternidad en algo. El perro no podía ser un cachorro, para que Lola no fuera “una mami del cachorro”, sino una persona adulta que sabe qué quiere (no tener hijos) y que sí es responsable de otro ser.
El papel interpretado por Enric Auquer (Bruno) es un hombre con responsabilidad afectiva, con encanto, pero de igual a igual. Es una pareja sana. Que sin hacer nada excepcional, acompaña a su pareja. Sin embargo llama la atención que al ver su actuación somos conscientes de lo poco que abundan los hombres de esta manera. Es llamativo lo bajo que tenemos el listón de la pareja en cuanto cómo debe ser el comportamiento de la masculinidad en la pareja. Tenemos muy poca expectativa sobre los cuidados que un hombre también puede ejercer. Siendo una pareja sana, tiene la base de que ambos pueden ser padres conjuntamente, que podría funcionar. Es una pareja que se lleva bien, aunque son muy distintos en la parte que ella medita mucho sus convicciones y él no tiene tan pensado las decisiones. Pero es una buena relación.
Es una película luminosa, aunque tiene de trasfondo un tema trascendental, más oscuro, como es el no querer tener hijos e incluso, más allá, el aborto. Tiene un tono alegre, colorida que huye del tono oscuro y traumático relacionado con el aborto, hablando de él de una forma tranquilizadora. La película pretende que lo traumático del aborto se desprenda de la estigmatización social que hay alrededor de él, que el trauma no provenga de la sociedad más que por el hecho en sí.
Hay unas escenas de sueños, de animación con collage, recortes. Era una idea muy “exportable” la de plasmarlos con una creación de collage animado, de la artista chilena Maria José Garcés, coloridos, con elementos mezclados de collage digital de otra artista catalana Mónica Rull.
En la documentación para la realización del guión, hay cuestiones en las que le ayudó para el guión el contacto con una asociación llamada “las mujeres sin hijos”.
La película tiene momentos muy emocionales, como la historia de una de las amigas (Judith), que quiere ser madre sin pareja y vive transiciones duras por todo el protocolo que supone llevarlo a cabo y que incide directamente en el sentimiento de la actriz (Ruth Llopis) que lo interpreta y que, por sus propias convicciones respecto a la maternidad, transmite emoción real exteriorizando su sentimiento interior que llega plenamente al espectador.
El título de Mamífera proviene de que todas las mujeres son completas tanto si son madres como si no, y son mamíferas tanto si emplean esa característica con hijos o no, siendo el lugar común de las hembras.
La película ha sido muy bien acogida en Festivales como el de Austin (Texas) donde ha recibido premios, a pesar de estar hablada en un idioma que no conocen en EEUU (catalán) pero que llega a transmitir todo el interés del tema, la emoción y la convicción que tienen los protagonistas de la historia, tanto la pareja principal como las amigas que rodean a Lola.
Curiosa película cuando aún hay países en el mundo en el que una mujer no vale para nada si no tiene hijos, si no tiene un hombre, no tiene identidad.
Es una película muy necesaria, que viene en el momento preciso, para verla tanto por parte de mujeres como de hombres. Muy buena propuesta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
26 de agosto de 2024
44 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues para ponerte de los nervios mismos. Existe un cierto cine independiente español que te pone de los nervios, porque no solo te cuenta cosas, sino que te las explica, te las grita, te las mete la cabeza, la agita y te obliga a tragártelas, y el espectador, pues eso, a ver luego cómo las echa. Bien, dicho esto, sabemos que la prota es una tía muy guay, que es vegana (en su carrito de la compra se lee VEGAN), que tiene un perro ciego, que visita mercadillos para comprar revistas y recortar fotos en el suelo (¿por qué en el suelo?) o en su supermac, que usa el transporte público y que tiene una madre no menos guay en un barrio de las afueras. Pero lo mejor de Lola (María Rodríguez Soto, en un papel casi idéntico al de 'Los días que vendrán', vaya encasillamiento...) es que tiene un novio que es la repera: la cuida, la quiere, la mima, le sube el desayuno, se lo prepara, sonríe, hace chistes, la adora y, también, pide tracatá casi todas las mañanas. Pero un día, vaya, se queda embarazada y empieza la tragedia, mostrada por la muy poco sutil Liliana Torres porque Lola no para de llorar en ningún momento. No quiere tener el niño, vaya, y la vida se va a la mierda. En fin, una peli incrustada a martillazos por Torres en los cerebros de la audiencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
12 de septiembre de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Correcta cinta que, creo sinceramente, ha sido o está siendo sobrevalorada.
Pertenece a esa mirada femenina (no sé si también feminista) que impera ahora en el cine español, donde se nos muestran aspectos de la vida de la mujer, a veces, como en este caso, encontrados e incluso enfrentados con la valoración moral de la mayoría de personas.
En este caso el deseo o mejor dicho "no deseo" de ser madre. Algo que la sociedad, desde prácticamente siempre ha cuestionado e incluso rechazado de plano.
Es por ello que el punto de partida es interesante, qué duda cabe. Lo que no me acaba de convencer es cómo se nos narra la historia.
Y sí, hay imaginación y hasta originalidad, o casi, al mostrar lo que le pasa por la cabeza a la protagonista, en forma de ensoñaciones o así, de gran colorido y plasticidad. Eso está bien, de acuerdo.
Pero el resto, aceptando que las interpretaciones son muy estimables, las cuestiono yo en parte porque no logro creerme varias decisiones de los protagonistas, al menos como los veo en pantalla.
No hay profundidad, algunos hechos hay que aceptarlos sin más, pero no convencen en su exposición, al resultar poco claros, faltos de rigor. O eso me ha parecido a mí, claro.
Se podría hablar mucho de ello en un posterior debate a su visión en un, por ejemplo, cineclub, pero por no extenderme digo tan sólo que la he visto sin la menor dificultad, no aburre y tiene cosas interesantes, pero me entusiasmado lo más mínimo.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
Pertenece a esa mirada femenina (no sé si también feminista) que impera ahora en el cine español, donde se nos muestran aspectos de la vida de la mujer, a veces, como en este caso, encontrados e incluso enfrentados con la valoración moral de la mayoría de personas.
En este caso el deseo o mejor dicho "no deseo" de ser madre. Algo que la sociedad, desde prácticamente siempre ha cuestionado e incluso rechazado de plano.
Es por ello que el punto de partida es interesante, qué duda cabe. Lo que no me acaba de convencer es cómo se nos narra la historia.
Y sí, hay imaginación y hasta originalidad, o casi, al mostrar lo que le pasa por la cabeza a la protagonista, en forma de ensoñaciones o así, de gran colorido y plasticidad. Eso está bien, de acuerdo.
Pero el resto, aceptando que las interpretaciones son muy estimables, las cuestiono yo en parte porque no logro creerme varias decisiones de los protagonistas, al menos como los veo en pantalla.
No hay profundidad, algunos hechos hay que aceptarlos sin más, pero no convencen en su exposición, al resultar poco claros, faltos de rigor. O eso me ha parecido a mí, claro.
Se podría hablar mucho de ello en un posterior debate a su visión en un, por ejemplo, cineclub, pero por no extenderme digo tan sólo que la he visto sin la menor dificultad, no aburre y tiene cosas interesantes, pero me entusiasmado lo más mínimo.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
19 de octubre de 2024
Sé el primero en valorar esta crítica
Si la chica de la película no tuviese claro lo que iba a hacer, era para decirle "¡Ni se te ocurra! No le amargues la vida a tu hij@! Madre! Qué desagradable y que cara de asco durante toda la película!
Imagino que la intención de la directora era esta, o no. Pero viendo toda reacción que tiene con cualquier personaje, sea adulto o infante, es la mejor decisión la tomada.
Me gusta especialmente el encuentro que tiene con una de sus amigas y su conversación sobre maternidad. No es que la amiga sea distinta, incluso lo dice, pero toma una decisión y, le guste poco o nada, achanta con ella. Me es imposible pensar que eso pasaría si los papeles se tornaran.
No estoy diciendo que no me guste. Todo lo contrario. Me gusta porque viéndola es la mejor decisión que puede tomar, y la actriz (María Rodríguez Soto) refleja muy bien todo eso y no sería extraño verla en la categoría de actriz revelación en los Goya.
También me gusta el personaje del novio (Enric Auquer) que últimamente está hasta en la sopa ¡Y que le dure, por supuesto! Aunque empieza a ser un poco cansino estos personajes masculinos superguais y que caen bien a todo el mundo, además de infantiles y un tanto calzonazos.
Imagino que la intención de la directora era esta, o no. Pero viendo toda reacción que tiene con cualquier personaje, sea adulto o infante, es la mejor decisión la tomada.
Me gusta especialmente el encuentro que tiene con una de sus amigas y su conversación sobre maternidad. No es que la amiga sea distinta, incluso lo dice, pero toma una decisión y, le guste poco o nada, achanta con ella. Me es imposible pensar que eso pasaría si los papeles se tornaran.
No estoy diciendo que no me guste. Todo lo contrario. Me gusta porque viéndola es la mejor decisión que puede tomar, y la actriz (María Rodríguez Soto) refleja muy bien todo eso y no sería extraño verla en la categoría de actriz revelación en los Goya.
También me gusta el personaje del novio (Enric Auquer) que últimamente está hasta en la sopa ¡Y que le dure, por supuesto! Aunque empieza a ser un poco cansino estos personajes masculinos superguais y que caen bien a todo el mundo, además de infantiles y un tanto calzonazos.
30 de agosto de 2024
9 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vista en Filmin.
Cuarta película de Liliana Torres, programada para su visionado con interés por las buenas críticas, pero decepciona, la que podía ser a priori la película que le valiera un espaldarazo a su directora, se queda en una película fallida.
Guion correcto, pero sin ningún interés especial, da la sensación de haber visto esta producción ya bastantes veces, producción basada en un esquema de un exitoso cine catalán social de autor, donde se repiten una y otra vez las mismas premisas, haciendo de la película algo muy previsible, en su guión, en su dirección y en sus diferentes jefaturas. Dicho esquema de producción falleció artísticamente hace ya bastante tiempo.
La interpretación de su protagonista, María Rodríguez Soto, muy poco atractiva, arquetípica, genera poca empatía hacia el espectador para conectar con ella.
Lo mejor de la película: No tiene ningún interés, película bastante ramplona. Por salvar algo, algunas aportaciones del personaje interpretado por Enric Auquer, que por otra parte desde la dirección se queda totalmente desaprovechado.
Lo peor de la película: prácticamente todo.
nada recomendable.
Cuarta película de Liliana Torres, programada para su visionado con interés por las buenas críticas, pero decepciona, la que podía ser a priori la película que le valiera un espaldarazo a su directora, se queda en una película fallida.
Guion correcto, pero sin ningún interés especial, da la sensación de haber visto esta producción ya bastantes veces, producción basada en un esquema de un exitoso cine catalán social de autor, donde se repiten una y otra vez las mismas premisas, haciendo de la película algo muy previsible, en su guión, en su dirección y en sus diferentes jefaturas. Dicho esquema de producción falleció artísticamente hace ya bastante tiempo.
La interpretación de su protagonista, María Rodríguez Soto, muy poco atractiva, arquetípica, genera poca empatía hacia el espectador para conectar con ella.
Lo mejor de la película: No tiene ningún interés, película bastante ramplona. Por salvar algo, algunas aportaciones del personaje interpretado por Enric Auquer, que por otra parte desde la dirección se queda totalmente desaprovechado.
Lo peor de la película: prácticamente todo.
nada recomendable.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here