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Críticas ordenadas por utilidad
11 de diciembre de 2021
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un clásico del cine europeo. Vi la película hace años, más de veinte quizá y me pareció buena. Ahora, por segunda vez, me parece extraordinaria. Tiene tensión, ritmo, mensaje... Narrada con una pausa especial, como si se tratase de un clásico americano de policías. La frialdad del asesino contrasta con la brutalidad del crimen. Porque aunque el espectador, de una manera u otra, se sitúa en el plano del asesino, en su punto de vista, en su perspectiva, sabes que le van a descubrir, que no le va a salir bien, que no puede salirse con la suya.
Lo interesante es que no te cuenta las razones del homicidio, lo narra como un hecho, pero sin carga moral alguna. Es la investigación criminal la trama del asunto. Pero sin móvil. Todo se trata de coartadas, de testigos, de seguimiento policial. Todo se complica, claro, cuando quien ha encargado el asesinado no quiete pagar el trabajo e intenta asesinar al asesino.
Desde luego la película también puede leerse desde el otro punto de vista, desde el policial y el éxito de las pesquisas policiales. Es lo bueno de una gran película, su capacidad para poder ser apreciada desde diferentes puntos de vista, y esta, desde luego, puede serlo.
Me ha encantado.
Melville es un director especial, muy 'americano' a pesar de ser francés. Se paseaba con un sombrero de Cowboy y vestía con botas de vaquero y traje, en esas fotos tan características con gafas de sol y el corpachón que tenía sentado en una silla que no le contenía. Sólo rodó 14 películas, pero dejó mucha huella en el mundo del cine.
Es un tipo de asesino que ha causado furor. No me cabe duda de que "El profesional" (Luc Besson, 1994) bebe en estas fuentes.
Lo interesante es que no te cuenta las razones del homicidio, lo narra como un hecho, pero sin carga moral alguna. Es la investigación criminal la trama del asunto. Pero sin móvil. Todo se trata de coartadas, de testigos, de seguimiento policial. Todo se complica, claro, cuando quien ha encargado el asesinado no quiete pagar el trabajo e intenta asesinar al asesino.
Desde luego la película también puede leerse desde el otro punto de vista, desde el policial y el éxito de las pesquisas policiales. Es lo bueno de una gran película, su capacidad para poder ser apreciada desde diferentes puntos de vista, y esta, desde luego, puede serlo.
Me ha encantado.
Melville es un director especial, muy 'americano' a pesar de ser francés. Se paseaba con un sombrero de Cowboy y vestía con botas de vaquero y traje, en esas fotos tan características con gafas de sol y el corpachón que tenía sentado en una silla que no le contenía. Sólo rodó 14 películas, pero dejó mucha huella en el mundo del cine.
Es un tipo de asesino que ha causado furor. No me cabe duda de que "El profesional" (Luc Besson, 1994) bebe en estas fuentes.
7 de enero de 2022
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lino Ventura nunca lució tan bien como con Melville. Aquí aporta una calidez y una entereza al personaje que verdaderamente pones cara a uno de los jefes de la resistencia. Así tenía que ser su cara y su quehacer, su forma de comportarse, con esa mezcla de pausa y valentía tan características en los inconscientes o en los antihéroes.
Un ritmo contenido y un cuidado uso de los medios dramáticos hacen de la cinta un relato expresionista de un tiempo singular en donde ser un hombre fuera del rebaño podría costarte no sólo la vida, sino también otras cosas.
No hay prólogo, introducción o introito, ni tampoco corolario, conclusiones, o carga moral, simplemente narra unas vivencias de forma clara y nítida. Bien es cierto que carece de la intensidad dramática de otras obras suyas, magistralmente acometidas en "Hasta el último aliento" (1966) o "El Samurai" (1967), por ejemplo. Estos fueron sus mejores años, los más creativos. Su ultima película es de 1972. Lástima que muriera tan joven, podría haber dado muchas obras al cine Europeo.
Un ritmo contenido y un cuidado uso de los medios dramáticos hacen de la cinta un relato expresionista de un tiempo singular en donde ser un hombre fuera del rebaño podría costarte no sólo la vida, sino también otras cosas.
No hay prólogo, introducción o introito, ni tampoco corolario, conclusiones, o carga moral, simplemente narra unas vivencias de forma clara y nítida. Bien es cierto que carece de la intensidad dramática de otras obras suyas, magistralmente acometidas en "Hasta el último aliento" (1966) o "El Samurai" (1967), por ejemplo. Estos fueron sus mejores años, los más creativos. Su ultima película es de 1972. Lástima que muriera tan joven, podría haber dado muchas obras al cine Europeo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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26 de marzo de 2022
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo a Aldrich como un director excelente, con películas estupendas y llenas de potencia. Y esta es una de ellas. Con el magnífico Burt Lancaster a la cabeza, que es capaz por sí mismo de llenar la pantalla.
Es un Westher descarnado, a veces violento, pero no por el afán de serlo, no por el capricho de mostrarnos lo más salvaje del ser humano, sino porque es su naturaleza, su ser más propio, donde muestra su ser más escondido. En muchas películas suyas la violencia es un personajes más de la trama. Y esta no es menos.
El otro personaje son los caballos, que están presentes desde el principio hasta al fin.
Tiene algo de Westher reposado, maduro, sereno. No hay prisas, no es que sobre el tiempo, es que cada cosa tiene su propio ritmo, y eso no lo va a cambiar la necesidad de encontrar a Ulzana. Me gusta mucho que no explique las razones por las que los indios se levantan, probablemente porque está en su propia naturaleza, en su forma de ser.
El racismo que exudan los soldados hacia los apaches no les hace ningún favor, les dificulta incluso la comprensión de lo que sucede, no ya de la táctica a seguir y la forma de abordar los problemas, sino de la completa estrategia que debe rodear todo propósito, también la persecución de los huidos de la reserva.
La capacidad de análisis del sargento es poca, pero tiene una ventaja, que es capaz de escuchar al indio que les acompaña como guía y al blanco que conoce el terreno, la problemática de los indios y es capaz de mantener la sangre fría.
Los secundarios están perfectos, sobre todo Bruce Davison que borda su papel de teniente excesivamente pretencioso y con necesidades de creerse a sí mismo en su papel de mandamás del grupito que persigue a los indios.
Los escenarios naturales evocan películas más ambiciosas, Wester de los años 50 y 60 tremendamente ambiciosos en cuanto a los decorados y la ambientación.
Es un Westher descarnado, a veces violento, pero no por el afán de serlo, no por el capricho de mostrarnos lo más salvaje del ser humano, sino porque es su naturaleza, su ser más propio, donde muestra su ser más escondido. En muchas películas suyas la violencia es un personajes más de la trama. Y esta no es menos.
El otro personaje son los caballos, que están presentes desde el principio hasta al fin.
Tiene algo de Westher reposado, maduro, sereno. No hay prisas, no es que sobre el tiempo, es que cada cosa tiene su propio ritmo, y eso no lo va a cambiar la necesidad de encontrar a Ulzana. Me gusta mucho que no explique las razones por las que los indios se levantan, probablemente porque está en su propia naturaleza, en su forma de ser.
El racismo que exudan los soldados hacia los apaches no les hace ningún favor, les dificulta incluso la comprensión de lo que sucede, no ya de la táctica a seguir y la forma de abordar los problemas, sino de la completa estrategia que debe rodear todo propósito, también la persecución de los huidos de la reserva.
La capacidad de análisis del sargento es poca, pero tiene una ventaja, que es capaz de escuchar al indio que les acompaña como guía y al blanco que conoce el terreno, la problemática de los indios y es capaz de mantener la sangre fría.
Los secundarios están perfectos, sobre todo Bruce Davison que borda su papel de teniente excesivamente pretencioso y con necesidades de creerse a sí mismo en su papel de mandamás del grupito que persigue a los indios.
Los escenarios naturales evocan películas más ambiciosas, Wester de los años 50 y 60 tremendamente ambiciosos en cuanto a los decorados y la ambientación.
24 de diciembre de 2021
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un puzzle, un rompecabezas, un caleidoscopio, un espejo, un juego de equívocos, un collage que se va completando a medida que se consume el metraje, que, a diferencia de otras cintas, se hace corto. Bien podría construirse una serie alrededor de esta trama, dadas sus derivaciones, aspectos secundarios y vericuetos. Tiene algo seminal, de comienzo, de principio, de empezar un proyecto que va más allá de una mera película. Algo gigantesco. La presentación de los personajes es, sencillamente, magistral. El cabecilla el primero, luego los asesinos, más tarde la chica. Todo ello antes de poner la trama en pie. Todavía, en ese momento, no sabes, ni qué ha ocurrido, ni por qué, ni quién es quién, ni cuáles son sus pretensiones o motivaciones. Obviamente sabes que están todos metidos en el mundo del hampa, y que el fugado de prisión parece ser el cabecilla de la trama.
La policía tampoco parece tener escrúpulos, ni estómago.
La música de Jazz rodea todo el ambiente, tanto en el club como en los momentos no dialogados. Buena música además.
Un blanco y negro con sombras y luces proyectadas a diestro y siniestro.
El reparto es extraordinario. Nunca vi a Lino Ventura en un papel tan sólido. Le acompaña Paul Meurisse en el rol del policía, junto con Christine Fabréga, una mujer muy 'francesa', guapa y fina, aunque con una carrera muy corta, no sé muy bien por qué. Les acompaña Raymond Pellegrin, Marcel Bozzuffi, Paul Frankeur, Denis Manuel, Jean Négroni, Jacques Léonard, Régis Outin, Jean-Claude Bercq, y Michel Constantin.
Me ha parecido una obra superior, concentrada, cerrada, pétrea. Me ha encantado.
La policía tampoco parece tener escrúpulos, ni estómago.
La música de Jazz rodea todo el ambiente, tanto en el club como en los momentos no dialogados. Buena música además.
Un blanco y negro con sombras y luces proyectadas a diestro y siniestro.
El reparto es extraordinario. Nunca vi a Lino Ventura en un papel tan sólido. Le acompaña Paul Meurisse en el rol del policía, junto con Christine Fabréga, una mujer muy 'francesa', guapa y fina, aunque con una carrera muy corta, no sé muy bien por qué. Les acompaña Raymond Pellegrin, Marcel Bozzuffi, Paul Frankeur, Denis Manuel, Jean Négroni, Jacques Léonard, Régis Outin, Jean-Claude Bercq, y Michel Constantin.
Me ha parecido una obra superior, concentrada, cerrada, pétrea. Me ha encantado.
17 de enero de 2022
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine 'polar' en su máxima expresión. Un Alain Delon en su máxima expresión, acompañado de un trio de actores impresionantes. Bourvil (que parece ingles, aunque es francés), actor y cantante que hace bastante bien su papel. Y dos monstruos sagrados del cine europeo: Gian Maria Volonté, y Yves Montand. Excelente reparto.
Narrada con una vivacidad propia del cine de acción, con dos tramas paralelas que irán convergiendo a lo largo de la cinta para conseguir un resultado magnífico. Sólo la había visto una vez, hace ya muchos años y la recordaba un poco larga y deslavazada, y aunque bien es cierto que es larga mi criterio sobre ella ha cambiado. Me parece una gran película, no tan buena con otras de Melville, que tiene unas cuantas mejores, pero sí bastante decente.
El 'ambiente' no está tan bien logrado como en "El confidente", o incluso en "El guardaespaldas", y el relato criminal en sí mismo es menos detallista que "Hasta el último aliento", pero en general es una buena película. Sí es cierto que mi impresión de que era muy larga y de que no necesitaba tanto metraje para contar lo que quería contar se ha confirmado. Le sobran no menos de 30 minutos...
La escena de presentación de Yves Montand es impresionante. De las que se recuerdan. Por cierto, su presencia es, literalmente, imponente, majestuosa. Un actor de una pieza. Uno de los más grandes del cine europeo.
Narrada con una vivacidad propia del cine de acción, con dos tramas paralelas que irán convergiendo a lo largo de la cinta para conseguir un resultado magnífico. Sólo la había visto una vez, hace ya muchos años y la recordaba un poco larga y deslavazada, y aunque bien es cierto que es larga mi criterio sobre ella ha cambiado. Me parece una gran película, no tan buena con otras de Melville, que tiene unas cuantas mejores, pero sí bastante decente.
El 'ambiente' no está tan bien logrado como en "El confidente", o incluso en "El guardaespaldas", y el relato criminal en sí mismo es menos detallista que "Hasta el último aliento", pero en general es una buena película. Sí es cierto que mi impresión de que era muy larga y de que no necesitaba tanto metraje para contar lo que quería contar se ha confirmado. Le sobran no menos de 30 minutos...
La escena de presentación de Yves Montand es impresionante. De las que se recuerdan. Por cierto, su presencia es, literalmente, imponente, majestuosa. Un actor de una pieza. Uno de los más grandes del cine europeo.
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