Herencia diabólica

Yo soy creyente, respeto a los demás (faltaría más ¿no?) y, no me meto en si creen en otras religiones o, en ninguna. Escucho y, cuando puedo, debato las cosas buenas o malas de cada situación y punto de vista. Y por eso, si igualmente patético podemos ver con ojos del siglo XXI una historieta de mediados de siglo XX en la que se nos decía que si no eras creyente irías al infierno y, sufrirías horrendas torturas en calderos gigantes de llama eterna.... tampoco me parece menos patético que la corriente de moda, por contraste, sea más o menos que culpabilizar a la religión y a la fe de todos los males del mundo mundial. Vamos que, si te dejas llevar un poco, acabarás trastornado perdido y creyendo, de veras que, si se prohibieran las religiones, se acababa con el hambre en el mundo, el asesinato, las violaciones, los abusos sexuales y, como no con las crisis... Estoy un poco quemada de que, si eres creyente: o te llamen imbécil porque digan que alguien inteligente es imposible que tenga y profese una fe o, LO QUE ES PEOR: que si no reniegas de y denostas esa fe como culpable de todo lo malo que ocurre>> pretendan hacerte CÓMPLICE o consentidor de los errores, fallos o abominaciones que, a lo largo de la historia, el hombre ha cometido en nombre de la fe. En ésta son los ya manidos y habituales recursos de intentar hacer ver que solamente los hombres con sotana abusan de niños.... en otra, es la acumulación de riquezas o la corrupción descubierta en entramados religiosos. Vamos a ver: que está claro que TAMBIÉN se dan dentro de las iglesias de todo color pero, NO SON PATRIMONIO ni exclusiva de la gente religiosa o que forma parte de una iglesia. Eso es igual de mezquino que decir que los italianos son todos mafiosos o, los españoles van vestidos de flamenco dando palmas por la calle. Pero, claro, la receta panfletaria está de moda y, basta con que presentes un guion anticlerical para que te salgan 6000 palmeros y, las críticas alaben "tu valentía", ja, como si en 2011 fuera algo peligroso o novedoso decir algo en contra de las iglesias... ¡¡uff, tela!!!Me parto. Valiente es, seguir defendiéndolas, intentando que lo que sea que esté mal dentro de ellas, se cambie, sin renunciar a lo que crees para que no te insulten o te culpabilicen. Para eso, no hace falta que nadie las destruya. Ni que nadie sustituya el mensaje del miedo y el infierno para imponer u ocultar algo manipulando a la gente por el de: si crees en las iglesias eres como un violador de niños y, así te verán todos. En fin, son modas que tarde o temprano pasarán. Mientras, la gente sensata, creyente o no, prefiere debatir sin ofender a nadie, poniendo sobre la mesa las cosas buenas (que muchas hay) y que pueden ayudar al bien común y, las malas (también muchas) que deberían ser transformadas: DE AMBAS LÍNEAS DE PENSAMIENTO Y DE ACCIÓN.