Juegos de guerra

Película hija de los 80, "Juegos de guerra" mantiene una soprendente vigencia. Aunque su estética está algo pasada de moda (ve uno el PC de Matthew Broderick y alucina: es un trasto enorme del año de maricastaña), la idea central tiene ahora más sentido que entonces si cabe.

Si hace 25 años la premisa de un hacker juvenil que se metía ilegalmente en el ordenador de defensa de EEUU sonaba bien pero era algo fantástica, en la era de Internet resulta un concepto de lo más creíble.

Hay una secuela hecha directamente para DVD -que no pienso ver ni loco-, pero este film tiene pinta de ser carne de remake. Y es que la idea de partida -como ya he dicho antes- sigue siendo realmente actual.

Una película agradable que aún entretiene.

¡Ah! Y la conclusión sobre la guerra nuclear a la que llega el film (el único modo de ganar una contienda atómica es no empezarla) es de una lógica aplastante.

Por cierto: esta es mi crítica número 600, amigos. Aleluya.

De alguna forma, en los nacidos o criados en los años 80, esta película, la hipótesis que plantea, o el personaje de Matthew Broderick ha quedado un poco en el imaginario colectivo popular. Quien no soñaba, en aquellos años, con manejar con maestría esa cosa tan misteriosa por entonces que era el ordenador (mientras jugábamos a los marcianitos con aquellos antidiluvianos Amstrad CPC 6128 o Spectrum Sinclair), usarlo para cambiar con el las notas de clase, poder hablar desde una cabina telefónica con una chapa de coca-cola de las antiguas (Juro que intente hacer lo mismo de crío), acceder a la NASA para ponerlo todo patas arriba, huir de la policía mientras investigaba un misterio, y de paso llevarse a la chica, mientras te echabas una partidita en los recreativos del barrio.

Tal vez mi nota esta un poco inflada por el efecto nostalgia, pero objetivamente me sigue pareciendo una película cojonuda.

Extraordinaria película. Impactante hipótesis de guerra y sugerente enseñanza para la paz.

Las autoridades de una gran potencia militar, en este caso USA, conscientes de las limitaciones de los hombres responsables de cumplir las órdenes de ataque y buscando la máxima eficacia en la preparación para la Guerra, confían el control de la información y la ejecución de la decisión a un Super Ordenador, programado para siempre Ganar la partida. Su desarrollo es tal, que la maquina incluso aprende de sus propios errores.

Una película muy interesante y que cuestiona el excesivo poder y fe puesta en la tecnología. Desde pequeño me ha gustado mucho y la he visto como 15 veces, y siempre es interesante por mucho que la tecnología de la película sea obsoleta.

Película ochentera que caló en lo mas hondo dentro de las incipientes mentes de todos aquellos que nos iniciábamos en el mundo de la informática; y no es broma ya que más de uno pensamos que lo que esta cinta planteaba era una hipótesis de lo mas viable en aquellos años de tensión entre el bloque Capitalista y el Socialista (EUA y la URSS).

El mundo estaba cambiando y la información o desinformación (como lo quieran llamar), logró que muchas personas se preguntaran:
¿Qué tan viable era un choque nuclear entre ambos bloques?
¿Qué curso tomarían nuestras vidas si es que algo así sucediera?
¿En manos de quién estaba esta situación?
¿Cómo sería el escenario ante un enfrentamiento como este?
Etc.

El asunto no era menor y Hollywood sacó partido de esta situación haciendo algunas películas que abordaban el tema de diferentes ángulos como en:
El día después (1983) (película que muestra el las consecuencias posteriores a una detonación nuclear en algún lugar de EUA)
Testament (1983) (Cinta que narra las consecuencias en una comunidad después de un holocausto nuclear)
Etc.

Y en ese mismo 1983, aparece esta muy buena historia enfocada hacia un público más diverso (niños y adultos), donde se toca otra forma posible de holocausto, un hacker (término por cierto desconocido en aquellos años, para la mayoría de nosotros), accidentalmente entra en el sistema de defensa norteamericano iniciando un “juego de guerra” muy real.

El argumento de la cinta está inspirado en el famoso plan de la administración Reagan llamado “La Guerra de las Galaxias”, un plan de defensa ideado y vendido en forma masiva a todo el mundo por el gobierno norteamericano para hacer frente a un ataque Soviético, (aunque muchos dudaron de su supuesta existencia) donde este es el escenario que se plantea a lo largo de la cinta. Y vamos el film es bastante “light”, pero no por eso deja de ser perturbador e inquietante en todo momento.

En resumen se logró lo que se pretendía, hacer conciencia ante la gente del momento histórico, y también se aprovechó este para hacer la cinta aun más interesante despertando el morbo ante la audiencia, que respondió logrando que esta cinta fuera una de las más taquilleras de la década.

El resultado es un entretenido film, que retrata muy bien los inicios de las telecomunicaciones informáticas, las redes, los ordenadores, hasta su asombrosa evolución hasta nuestros días, buena película, con un claro mensaje antibélico.