Tierra de sueños

Según parece, en el film hay muchas referencias autobiográficas de Jim Sheridan...

Enormemente gratificado me quedé al ver terminar este film. En ningún momento peca de sensiblero, sí es sensible, pero sabe controlarlo a la perfección. Increibles interpretaciones de Samantha y Paddy. Arrolladora, profunda, dolorosa, sensible pero ante todo preciosa.

En América es un cuento sentimental sobre los avatares de una familia de Irlandeses al emigrar a Estados Unidos. La película es sin lugar a dudas interesante e incluso en ciertos aspectos de gran calidad, pero es también una obra menor en la carrera de Jim Sheridan, tanto que da la impresión que la crítica la trató con cierta condescendencia para no rebajar el nivel de obras maestras del cineasta, empezando por En el nombre del padre y acabando por The Boxer.

La película lucha desesperadamente por no caer en el tópico y los lugares comunes, pero desgraciadamente no logra alejarse del cliché y de todo lo visto sobre la dificultad y el afán de superación de la familia unida. Su guión, curiosamente, consigue también una construcción creíble de melodrama tradicional, pero la película funciona mejor con los instantes más íntimos y sencillos de la vida cerrada de la familia que cuando trata de ser excesivamente original o grandilocuente (como esa secuencia medio onírica que no pega con el resto de la cinta y parece más un David Lynch).

El amor del director por la historia que cuenta y los personajes que describe es evidente en las imágenes, en ocasiones bastante duras, en otras tratadas con un adecuado intimismo sentimentalista, pero sin lugar a dudas lo que acaba por resaltar de una cinta en general equilibrada es la labor de un reparto en comunión, que consigue lo esencial de cara a la historia, que es crear un vínculo y unas relaciones entre sí. Samantha Morton, Paddy Considine y Djimon Hounsou crean unos personajes llenos de personalidad y fuerza con una naturalidad impresa pese a que en ocasiones algunas situaciones sean realmente límite; así mismo las hermanas Sarah Bolger y Emma Bolger ejercen de piezas angulares con sus sinceras interpretaciones de una agradable pero intrascendente fábula moral con unos bienavenidos toques mágicos.

Algunas historias no tienen necesidad de ser fastuosas o terriblemente duras para conseguir crear algun tipo de sensación en el espectador.

Algunas historias pueden llegar a generar muchos más sentimientos debido a su cercania con las experiencias del dia a dia y del ciudadano de a pie.

Algunas historias contadas desde la sinceridad, el intimismo y la simpleza pueden desencadenar más emociones, que la escena de acción más trepidante.

En america, se narra una de esas historias.
Jim Sheridan nos presenta un film intimista y emotivo, en el cual se permitió la licencia de introducir vivencias propias dada la similitud de la historia y lo que él mismo padeció.

La actuacción de Paddy Considine no es del todo brillante, pero se ve compensada con creces con la actuación de las hermanas Bolger ( Sarah y Emma ).

Algunos la han criticado negativamente debido, al parecer, a la gran publicidad que se le dió. No obstante, recibiéndola desde la humildad de la ignorancia y el desconocimiento del film que ante uno se espone, al pélicula llega a ser muchísimo más agradable y satisfactoria.

La alegría de la hija menor, la sabiduría de la hija mayor y unos padres con ganas de darlo todo para su familia, hacen de esta película una entrañable historia que todos deberían ver. Está basada en hechos reales.