Cuestión de sangre
5,696
Drama. Thriller
Bill Baker (Matt Damon), un rudo operario de una plataforma petrolífera estadounidense, viaja a Marsella para visitar a su hija, que está en prisión por un asesinato que afirma no haber cometido. Lejos de casa, las cosas no serán nada fáciles para un padre dispuesto a todo para demostrar la inocencia de su hija.
22 de agosto de 2021
147 de 164 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es de aquellas en que uno se pregunta si los críticos y el público han visto lo mismo.
Luis Martínez dice: “La película avanza muy pendiente de cada una de sus incertidumbres”. Coño, ¡no me digas! ¿Y qué película no avanza muy pendiente de su guion? Dice: “desequilibrada, inverosímil”. ¿Desequilibrada en qué? A mí me parece que el tono de la película es bastante uniforme y equilibrado; es decir, que los guionistas saben combinar a la perfección la parte más relacionada con la búsqueda del personaje protagonista y, por otra parte, la de un padre que se siente como incapaz de avanzar y se va estancando con la madre y la hija que conoce en Marsella. Para mí cumple con creces lo que para Nando Salvá no: “trata de ser a la vez un thriller, un drama romántico y el estudio psicológico de un personaje necesitado de redención”. Y creo que sobradamente: yo vi una historia que, pese a 2 o 3 decisiones de guion algo forzadas, me resulta creíble y plausible. No me chirría. Y Salvá remata: “movida por unos pocos momentos emotivos”. Pues qué queréis que os diga: a mí me ha emocionado como no esperaba que fuera a emocionarme. A mí la relación entre Damon y la niña me parece muy tierna, así como me parecen tremendamente emotivos los momentos que pasa con su hija. Y esto me ocurre todo el tiempo, no en momentos aislados.
Estoy de acuerdo con Carlos F. Heredero cuando dice que está “protagonizada por un soberbio Matt Damon” y con Elsa Fernández-Santos cuando dice que “borda a un hombre de la América profunda”, pero no cuando dicen que “todo transcurre, exactamente, como cualquier aficionado al cine adivina desde el principio” (hay 2 o 3 escenas en que yo barajaba al menos 2 posibilidades de resolución y no me decantaba por ninguna) o que se trata de una “película algo rocambolesca” (¿en qué? Todo ocurre de forma más o menos natural, más allá de esas 2 o 3 decisiones de guion algo forzadas que decía). De hecho, a mí me gusta cómo McCarthy y Bidegain hacen avanzar al personaje, tanto físicamente como psicológicamente.
Solamente encuentro una crítica acertada, la de Irene Crespo, que resume muy bien el carácter de una película que, obviamente, no es perfecta: “La primera hora funciona a la perfección (...) después, aunque con buenas intenciones sociales y dramáticas, acaba alargándose (...) Sin embargo, como siempre, McCarthy mira con empatía a todos sus personajes (...)”. Nada más que añadir.
Esta película, está claro, se ha valorado a la ligera, como si los críticos ya hubieran preparado sus críticas afiladas de antemano y hubieran tratado de hacerlas encajar a la fuerza mientras veían la película. Seguramente les molestó que durara tanto, 140 minutos, y eso les impidiera publicarla con más rapidez.
Luis Martínez dice: “La película avanza muy pendiente de cada una de sus incertidumbres”. Coño, ¡no me digas! ¿Y qué película no avanza muy pendiente de su guion? Dice: “desequilibrada, inverosímil”. ¿Desequilibrada en qué? A mí me parece que el tono de la película es bastante uniforme y equilibrado; es decir, que los guionistas saben combinar a la perfección la parte más relacionada con la búsqueda del personaje protagonista y, por otra parte, la de un padre que se siente como incapaz de avanzar y se va estancando con la madre y la hija que conoce en Marsella. Para mí cumple con creces lo que para Nando Salvá no: “trata de ser a la vez un thriller, un drama romántico y el estudio psicológico de un personaje necesitado de redención”. Y creo que sobradamente: yo vi una historia que, pese a 2 o 3 decisiones de guion algo forzadas, me resulta creíble y plausible. No me chirría. Y Salvá remata: “movida por unos pocos momentos emotivos”. Pues qué queréis que os diga: a mí me ha emocionado como no esperaba que fuera a emocionarme. A mí la relación entre Damon y la niña me parece muy tierna, así como me parecen tremendamente emotivos los momentos que pasa con su hija. Y esto me ocurre todo el tiempo, no en momentos aislados.
Estoy de acuerdo con Carlos F. Heredero cuando dice que está “protagonizada por un soberbio Matt Damon” y con Elsa Fernández-Santos cuando dice que “borda a un hombre de la América profunda”, pero no cuando dicen que “todo transcurre, exactamente, como cualquier aficionado al cine adivina desde el principio” (hay 2 o 3 escenas en que yo barajaba al menos 2 posibilidades de resolución y no me decantaba por ninguna) o que se trata de una “película algo rocambolesca” (¿en qué? Todo ocurre de forma más o menos natural, más allá de esas 2 o 3 decisiones de guion algo forzadas que decía). De hecho, a mí me gusta cómo McCarthy y Bidegain hacen avanzar al personaje, tanto físicamente como psicológicamente.
Solamente encuentro una crítica acertada, la de Irene Crespo, que resume muy bien el carácter de una película que, obviamente, no es perfecta: “La primera hora funciona a la perfección (...) después, aunque con buenas intenciones sociales y dramáticas, acaba alargándose (...) Sin embargo, como siempre, McCarthy mira con empatía a todos sus personajes (...)”. Nada más que añadir.
Esta película, está claro, se ha valorado a la ligera, como si los críticos ya hubieran preparado sus críticas afiladas de antemano y hubieran tratado de hacerlas encajar a la fuerza mientras veían la película. Seguramente les molestó que durara tanto, 140 minutos, y eso les impidiera publicarla con más rapidez.
14 de agosto de 2021
67 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirada en el caso de Amanda Knox, Cuestión de sangre se centra en el personaje de Matt Damon, un tipo all-american que se desplaza a Marsella, donde su hija está presa condenada por el asesinato de una compañera de estudios. Es un drama criminal bastante sólido, que se ve perjudicado por alguna que otra inverosimilitud y la extensión del tramo central. Tom McCarthy ofrece una película efectiva y sobria, rodada con buen pulso, y Damon está excelente como un hombre para el que después de la dura experiencia por la que pasa ya nada volverá a ser lo mismo.
12 de agosto de 2021
52 de 57 usuarios han encontrado esta crítica útil
Inspirado en el caso de la estadounidense Amanda Knox –aunque responde más a la ficción que a los hechos reales–, Tom McCarthy, junto a Thomas Bidegain, Noé Debré y Marcus Hinchey, han sabido escribir un relato duro pero que enternece, que cuenta con un gran trabajo a nivel de dirección (McCarthy) y un gran elenco.
Antes que nada, advertir que, a pesar de estar clasificada como thriller, si lo que se busca es el más puro suspense, la película no cumple esas expectativas. Tiene momentos de intriga y misterio, pero no es lo que protagoniza la trama.
Sin embargo, el secreto del film no reside en su género, sino en su historia y, sobre todo, en su figura principal, Bill: tan interesante y complejo que atrapa. Hay una crónica y quieres saber cómo termina, pero sobre todo importa cómo la vive él. Ahí se aprecia el trabajo de Matt Damon, quien consigue convencer con su papel y le da ese punto de conexión con el público.
La banda sonora, además, aporta la intensidad que le podría faltar; si algo no va bien, lo sabes por la música. Es usada como recurso narrativo de forma inteligente.
Es cierto que el metraje de la cinta es un tanto extenso, y se puede hacer largo y pesado si no se llega a simpatizar con el argumento o se espera otra cosa. Es una producción para ver sin prisas ni impaciencias, para disfrutar y desentrañar su potencial.
De este modo, Cuestión de sangre es una cinta para almas empáticas, calmadas, que sepan deleitarse y leer a los personajes, sin necesidad de muchas palabras. Si se accede a ella esperando un gran thriller, por el contrario, sus expectativas no van a cumplirse.
www.contraste.info
Antes que nada, advertir que, a pesar de estar clasificada como thriller, si lo que se busca es el más puro suspense, la película no cumple esas expectativas. Tiene momentos de intriga y misterio, pero no es lo que protagoniza la trama.
Sin embargo, el secreto del film no reside en su género, sino en su historia y, sobre todo, en su figura principal, Bill: tan interesante y complejo que atrapa. Hay una crónica y quieres saber cómo termina, pero sobre todo importa cómo la vive él. Ahí se aprecia el trabajo de Matt Damon, quien consigue convencer con su papel y le da ese punto de conexión con el público.
La banda sonora, además, aporta la intensidad que le podría faltar; si algo no va bien, lo sabes por la música. Es usada como recurso narrativo de forma inteligente.
Es cierto que el metraje de la cinta es un tanto extenso, y se puede hacer largo y pesado si no se llega a simpatizar con el argumento o se espera otra cosa. Es una producción para ver sin prisas ni impaciencias, para disfrutar y desentrañar su potencial.
De este modo, Cuestión de sangre es una cinta para almas empáticas, calmadas, que sepan deleitarse y leer a los personajes, sin necesidad de muchas palabras. Si se accede a ella esperando un gran thriller, por el contrario, sus expectativas no van a cumplirse.
www.contraste.info
19 de agosto de 2021
32 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una obra que se toma su tiempo para contar las cosas, no tiene ninguna prisa en desarrollar la trama y los personajes, excepto en ciertas ocasiones que peca de ir demasiado rápido por miedo a que el metraje sea más largo de lo estrictamente necesario. Quizás un poco más de equilibrio no le vendría mal. Pero a pesar de todo esto no se hace pesada ni aburrida.
La película nos enseña un poco el choque entre dos mundos. El de la sociedad americana con sus armas y su filosofía de tomarse la justicia por su mano. Y la sociedad europea donde nos resulta extraño todo esto, pero somos más libres a la hora de hablar de sexo sin tapujos o al mostrar nuestros sentimientos.
La pareja protagonista la verdad es que son como el día y la noche, él es callado y estoico y ella es abierta y muy habladora. Para terminar, tenemos a la niña que se encariña de él porque la trata con cariño y respeto sin caer en la condescendencia típica de los adultos al tratar con niños.
En definitiva, me ha parecido una película lenta pero bien estructurada, fácil de ver y muy disfrutable. Con una historia para pensar y reflexionar.
La película nos enseña un poco el choque entre dos mundos. El de la sociedad americana con sus armas y su filosofía de tomarse la justicia por su mano. Y la sociedad europea donde nos resulta extraño todo esto, pero somos más libres a la hora de hablar de sexo sin tapujos o al mostrar nuestros sentimientos.
La pareja protagonista la verdad es que son como el día y la noche, él es callado y estoico y ella es abierta y muy habladora. Para terminar, tenemos a la niña que se encariña de él porque la trata con cariño y respeto sin caer en la condescendencia típica de los adultos al tratar con niños.
En definitiva, me ha parecido una película lenta pero bien estructurada, fácil de ver y muy disfrutable. Con una historia para pensar y reflexionar.
16 de agosto de 2021
27 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fox Searchlight Pictures fue un estudio propiedad de 20th Century Fox, el cual se dedicaba a sacar adelante películas pequeñas/medianas que solían contar con una estrella al frente o con un reparto conocido. Era cine independiente bajo el amparo de una gran productora como era la Fox. Su listado de películas populares es inmenso: 'Juno', 'Pequeña Miss Sunshine', 'El luchador', 'Slumdog Millionare', '(500) días juntos'... y podría seguir hasta aburriros.
No es que el estudio haya desaparecido: Ahora es propiedad de Walt Disney, una compañía a la cual no le interesan las producciones modestas, precisamente. El futuro es algo incierto, pero en mi humilde opinión, el estilo que se había marcado bajo este sello no creo que se mantenga. 'Cuestión de sangre' aunque no lo parezca a simple vista, bien podría pertenecer a ese sello aunque esté producida por Dreamworks, Amblin y otras tantas.
Estamos ante una película mucho más madura de lo que se puede ver en su tráiler o en los diferentes carteles que han sacado, ninguno le hace justicia. La imagen que da es la de una película de venganza, como 'Venganza' con Liam Neeson, pero está muy lejos de eso. La película mezcla varios géneros, algo que ya de por sí es atípico, y aunque haya una parte importante que es thriller vengativo, el drama es lo que predomina. También hay una parte importante que es el choque cultural entre un estadounidense y los franceses. El acercamiento a la figura de un padre que ha actuado mal en el pasado y ahora trata de enmendar sus errores ayudando a su hija encarcelada, es el núcleo de la cinta.
Matt Damon interpreta a Bill Baker, un estadounidense modelo con el que empatizas rápidamente gracias a su fantástica interpretación. Ahí hay un personaje bien desarrollado y construido, con sus conflictos internos y externos que realmente afectan a su vida, y cuenta con un punto de inflexión que verdaderamente modifica su comportamiento. Algo bastante alejado del personaje de su hija, interpretado por una Abigail Breslin que parece confundida y fuera de lugar en varias escenas, siendo la interpretación más floja de todo el reparto. Aún así, su enlace, su relación, es creíble y te implicas en ella. El núcleo de la cinta funciona, aunque a veces se pase de efectista.
La mezcla de diferentes géneros hace que el tono de la película vaya variando a medida que pasan los minutos. Eso le da dinamismo a su extensa duración y hace que no se haga pesada en ningún momento. Los momentos en los que cobra protagonismo el thriller son tensos y vibrantes gracias a una dirección de Tom McCarthy, muy solvente y que le da un toque especial. También brilla en los momentos más intimistas, donde se le nota más cómodo. Es lo que la hace ver como si se tratase de cine independiente. La buena BSO de Mychael Danna, habitual en este tipo de producciones, también suma a que el aspecto del film sea así.
El mayor problema que le veo al conjunto es que trata de tocar muchos aspectos de la vida, sin centrarse especialmente en uno en concreto. Le falta un foco y eso puede ser un problema, porque por momentos es algo dispersa y ambigua. Bajo mi punto de vista, eso la convierte en algo interesante. En una película que intenta hacer cosas que otras no, aunque ello signifique fallar alguna vez, lo que acaba siendo más estimulante que otras cintas menos atrevidas.
No es que el estudio haya desaparecido: Ahora es propiedad de Walt Disney, una compañía a la cual no le interesan las producciones modestas, precisamente. El futuro es algo incierto, pero en mi humilde opinión, el estilo que se había marcado bajo este sello no creo que se mantenga. 'Cuestión de sangre' aunque no lo parezca a simple vista, bien podría pertenecer a ese sello aunque esté producida por Dreamworks, Amblin y otras tantas.
Estamos ante una película mucho más madura de lo que se puede ver en su tráiler o en los diferentes carteles que han sacado, ninguno le hace justicia. La imagen que da es la de una película de venganza, como 'Venganza' con Liam Neeson, pero está muy lejos de eso. La película mezcla varios géneros, algo que ya de por sí es atípico, y aunque haya una parte importante que es thriller vengativo, el drama es lo que predomina. También hay una parte importante que es el choque cultural entre un estadounidense y los franceses. El acercamiento a la figura de un padre que ha actuado mal en el pasado y ahora trata de enmendar sus errores ayudando a su hija encarcelada, es el núcleo de la cinta.
Matt Damon interpreta a Bill Baker, un estadounidense modelo con el que empatizas rápidamente gracias a su fantástica interpretación. Ahí hay un personaje bien desarrollado y construido, con sus conflictos internos y externos que realmente afectan a su vida, y cuenta con un punto de inflexión que verdaderamente modifica su comportamiento. Algo bastante alejado del personaje de su hija, interpretado por una Abigail Breslin que parece confundida y fuera de lugar en varias escenas, siendo la interpretación más floja de todo el reparto. Aún así, su enlace, su relación, es creíble y te implicas en ella. El núcleo de la cinta funciona, aunque a veces se pase de efectista.
La mezcla de diferentes géneros hace que el tono de la película vaya variando a medida que pasan los minutos. Eso le da dinamismo a su extensa duración y hace que no se haga pesada en ningún momento. Los momentos en los que cobra protagonismo el thriller son tensos y vibrantes gracias a una dirección de Tom McCarthy, muy solvente y que le da un toque especial. También brilla en los momentos más intimistas, donde se le nota más cómodo. Es lo que la hace ver como si se tratase de cine independiente. La buena BSO de Mychael Danna, habitual en este tipo de producciones, también suma a que el aspecto del film sea así.
El mayor problema que le veo al conjunto es que trata de tocar muchos aspectos de la vida, sin centrarse especialmente en uno en concreto. Le falta un foco y eso puede ser un problema, porque por momentos es algo dispersa y ambigua. Bajo mi punto de vista, eso la convierte en algo interesante. En una película que intenta hacer cosas que otras no, aunque ello signifique fallar alguna vez, lo que acaba siendo más estimulante que otras cintas menos atrevidas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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