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Críticas ordenadas por fecha (desc.)
23 de septiembre de 2012
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia dramática realizada por Luis Buñuel (1900-1983) a partir de un guión escrito por Manuel Altolaguirre, Juan de la Cabada y Luis Buñuel, que desarrolla un argumento de Manuel Altolaguirre y Manuel Reachi, con diálogos de Juan de la Cabada y Lilia Solano Galeana. Se rueda en escenarios reales de la costa del Pacífico del estado de Guerrero (Méjico) y en los platós de los Estudios Cinematográficos Tepeyac (Méjico), con un bajo presupuesto y un programa acelerado de rodaje. El film es nominado a la Palma de oro (mejor película) del Festival de Cannes (Francia). Producido por manuel Altolaguirre y María Luisa Gómez Mena para Producciones Cinematográficas Isla, se estrena el 26-VI-1952 (Méjico).
La acción dramática tiene lugar en la localidad costeña de Sanjeronimito, en la población de Petatlán (capital del municipio del mismo nombre) y en el trayecto por carretera entre ambas, a lo largo de tres o cuatro días. Oliverio Grajales (Márquez), tras casarse según las costumbres del lugar con Albina (González), se va a Petatlán (Guerrero) en autobús para requerir los servicios profesionales del notario que reclama su madre, doña Esther. El relato se desarrolla con la ayuda de la voz en “off” de un narrador y aborda, entre otros, el tema de las tentaciones que Eva plantea a Adán en el Paraíso, el viaje en busca de la salvación (versión del viaje a la Tierra Prometida) y el del mito de Eros y Tánatos o, lo que es lo mismo, entre el amor y la muerte. El relato se asienta sobre una estructura itinerante que permite encadenar con naturalidad lances diversos, situaciones diferentes e imprevistos.
Es una de las películas propias por las que Buñuel siente especial cariño, posiblemente por el peso que en ella tienen los aspectos populares. Los personajes son seres reales, sencillos y corrientes, extraídos de una región profunda y aislada de Méjico, se comportan con espontaneidad e ingenuidad, hacen uso de un lenguaje rico en expresiones coloquiales y localismos, se muestran tal como son sin pretensiones y sin artificios. Buñuel se lo pasa muy bien dirigiendo la obra e improvisando sobre la marcha la supresión de algunas escenas del guión por falta de presupuesto y sustituyéndolas por otras mucho más sencillas y más próximas a su mundo interior, como la de la niña que viaja en el autocar.
La obra contiene las escenas oníricas de rigor, propias de un Buñuel en un momento de espléndida madurez y plenitud de facultades creativas. En una de ellas pone en relación la manzana de Eva, la madre, la esposa y la amante, en el marco de una visión de gran interés y de notable penetración psicológica. Por lo demás, no falta la presencia de un número elevado de animales, exponentes de la irracionalidad que puebla el universo de los seres humanos. Se ven ovejas, cabras, bueyes, gallinas, etc.
La acción dramática tiene lugar en la localidad costeña de Sanjeronimito, en la población de Petatlán (capital del municipio del mismo nombre) y en el trayecto por carretera entre ambas, a lo largo de tres o cuatro días. Oliverio Grajales (Márquez), tras casarse según las costumbres del lugar con Albina (González), se va a Petatlán (Guerrero) en autobús para requerir los servicios profesionales del notario que reclama su madre, doña Esther. El relato se desarrolla con la ayuda de la voz en “off” de un narrador y aborda, entre otros, el tema de las tentaciones que Eva plantea a Adán en el Paraíso, el viaje en busca de la salvación (versión del viaje a la Tierra Prometida) y el del mito de Eros y Tánatos o, lo que es lo mismo, entre el amor y la muerte. El relato se asienta sobre una estructura itinerante que permite encadenar con naturalidad lances diversos, situaciones diferentes e imprevistos.
Es una de las películas propias por las que Buñuel siente especial cariño, posiblemente por el peso que en ella tienen los aspectos populares. Los personajes son seres reales, sencillos y corrientes, extraídos de una región profunda y aislada de Méjico, se comportan con espontaneidad e ingenuidad, hacen uso de un lenguaje rico en expresiones coloquiales y localismos, se muestran tal como son sin pretensiones y sin artificios. Buñuel se lo pasa muy bien dirigiendo la obra e improvisando sobre la marcha la supresión de algunas escenas del guión por falta de presupuesto y sustituyéndolas por otras mucho más sencillas y más próximas a su mundo interior, como la de la niña que viaja en el autocar.
La obra contiene las escenas oníricas de rigor, propias de un Buñuel en un momento de espléndida madurez y plenitud de facultades creativas. En una de ellas pone en relación la manzana de Eva, la madre, la esposa y la amante, en el marco de una visión de gran interés y de notable penetración psicológica. Por lo demás, no falta la presencia de un número elevado de animales, exponentes de la irracionalidad que puebla el universo de los seres humanos. Se ven ovejas, cabras, bueyes, gallinas, etc.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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15 de septiembre de 2012
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Largometraje documental sobre los Juegos Olímpicos de Verano de 1936 realizado por la alemana Leni (Helena) Riefenstahl (1902-2003) (“El triunfo de la voluntad”, 1935). Se rueda en la Acrópolis (Atenas, Grecia), el Estadio Olímpico de Berlín, Berlín y en los platós de los estudios de Olympia Film, por encargo del Comité Olímpico Internacional. Se produjeron casi 250 horas de filmación, con la ayuda de más de 30 cámaras, la construcción de numerosas torres de acero, el montaje de plataformas y raíles y el concurso de más de un centenar de colaboradores. El montaje final deja el metraje en 118 minutos (1ª parte) y 107 minutos (2ª parte). Obtiene el premio al mejor film del Festival de Venecia (1938) y la medalla de Oro del Comité Olímpico Internacional (COI). Producido por Leni Riefenstahl para Olympia Film, Tobis Filmkunst y el Comité Olímpico Internacional (no acreditado), se proyecta por primera vez en público el 20-III-1938 (Berlín), tras 2 años de montaje.
Es el primer documental que trata de unos Juegos Olímpicos. Exalta el deporte, el esfuerzo físico, la competitividad, el espíritu olímpico, el deporte en grupo, la superación personal, el valor del triunfo y del premio, etc. Se complace en mostrar la plasticidad del cuerpo humano en movimiento, la complementariedad que se da entre el deporte y la naturaleza, la fascinación que Riefenstahl siente por la gimnasia y los grandes cuadros gimnásticos geométricos. No oculta la admiración que suscitan en ella los atletas que considera los más completos (ganadores de la decatlón).
Se detiene con especial delectación en la contemplación de lo que más le gusta: las evoluciones de los números de gimnasia individual y los saltos del trampolín. Les dedica encuadres a cámara lenta, compone tomas desde ángulos y alturas diferentes, recorta las siluetas sobre la inmensidad del cielo y presenta los atletas enfrentados a ellos mismos, aislados del público, las banderas, los escudos y el sonido ambiente. A través de series de imágenes (arquitecturas, esculturas…) confiesa su admiración por el mundo clásico de la antigua Grecia que impulsó y prestigió la práctica del deporte con la creación de los antiguos juegos olímpicos, de los que los actuales son continuación. Viejos y nuevos juegos olímpicos comparten un mismo espíritu, objetivos similares y modalidades deportivas comunes como el lanzamiento de disco, peso, martillo, etc.
Por lo que respecta a la creación de imágenes, la realizadora en esta ocasión va algo más allá de lo que había conseguido en “El triunfo de la voluntad”. Incrementa la longitud y variedad de los travellings, hace uso de la cámara lenta (gimnasia) y de la cámara acelerada (caballos), incorpora composiciones esteticistas (reflejos en el agua), construye la continuidad del movimiento mediante tomas filmadas siempre desde el mismo lado y con ángulos similares. (...)
Es el primer documental que trata de unos Juegos Olímpicos. Exalta el deporte, el esfuerzo físico, la competitividad, el espíritu olímpico, el deporte en grupo, la superación personal, el valor del triunfo y del premio, etc. Se complace en mostrar la plasticidad del cuerpo humano en movimiento, la complementariedad que se da entre el deporte y la naturaleza, la fascinación que Riefenstahl siente por la gimnasia y los grandes cuadros gimnásticos geométricos. No oculta la admiración que suscitan en ella los atletas que considera los más completos (ganadores de la decatlón).
Se detiene con especial delectación en la contemplación de lo que más le gusta: las evoluciones de los números de gimnasia individual y los saltos del trampolín. Les dedica encuadres a cámara lenta, compone tomas desde ángulos y alturas diferentes, recorta las siluetas sobre la inmensidad del cielo y presenta los atletas enfrentados a ellos mismos, aislados del público, las banderas, los escudos y el sonido ambiente. A través de series de imágenes (arquitecturas, esculturas…) confiesa su admiración por el mundo clásico de la antigua Grecia que impulsó y prestigió la práctica del deporte con la creación de los antiguos juegos olímpicos, de los que los actuales son continuación. Viejos y nuevos juegos olímpicos comparten un mismo espíritu, objetivos similares y modalidades deportivas comunes como el lanzamiento de disco, peso, martillo, etc.
Por lo que respecta a la creación de imágenes, la realizadora en esta ocasión va algo más allá de lo que había conseguido en “El triunfo de la voluntad”. Incrementa la longitud y variedad de los travellings, hace uso de la cámara lenta (gimnasia) y de la cámara acelerada (caballos), incorpora composiciones esteticistas (reflejos en el agua), construye la continuidad del movimiento mediante tomas filmadas siempre desde el mismo lado y con ángulos similares. (...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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Documental
1935
Documental, Intervenciones de: Adolf Hitler, Josef Goebbels
14 de septiembre de 2012
27 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Largometraje de propaganda política realizado por la directora alemana Leni Riefenstahl (1902-2003) (“Olympia”, 1938) por encargo de Hitler. El guión, de L. Riefenstahl y Walter Ruthmann, resume los actos, desfiles, parlamentos y demostraciones que rodearon la celebración en Nuremberg (Bavaria, Alemania) del VI Congreso del Partido Nacionalsocialista en septiembre de 1935. Producido por Leni Riefensatahl para Leni Riefenstahl-Produktion, se estrena el 28-III-1935 (Alemania).
La acción tiene lugar en Nuremberg del 5 al 10 de septiembre de 1934. El protagonista principal es Adolf Hitler. Otros protagonistas son los altos jerarcas nazis: Martin Bormann, Josef Gobbels, Herman Goering, Rudolf Hess, Heinrich Himmler, etc. También son protagonistas los 52.000 militantes del partido nazi que participan en las manifestaciones con uniformes paramilitares y la población civil de Nuremberg, que asiste en las calles o desde las ventanas a los desfiles, paradas militares y demás actos públicos que tienen lugar en las calles de la ciudad.
El film constituye un discurso de exaltación de Hitler, la ideología nazi, el militarismo y los gobiernos totalitarios. Lo hace con la ayuda de los artificios de sonido, iluminación, composición, perspectiva, filmación y montaje que la realizadora tiene a su disposición. Cuenta con un equipo profesional de 120 técnicos, 30 cámaras, numerosas grúas, raíles y juegos de cables elevados que permiten tomas a 40 m de altura. Con estos medios y gracias a su trabajo, preparación y talento, la realizadora compone una narración visual que avanza a un ritmo intenso, similar al de los himnos patrióticos que se cantan, con una combinación muy imaginativa y fresca de travellings de avance, retroceso y laterales, lentos y rápidos, barridos, contraluces, planos generales, tomas cenitales, filmaciones circulares en torno al personaje central, fundidos, imágenes subjetivas, planos inferiores, superposición de imágenes, etc. No solo hay riqueza de medios y soluciones técnicas, la obra desborda imaginación, inventiva y talento. Sobre esta base la cinta constituye un recital variado y muy dinámico de imágenes seductoras que solo decae hacia el final a causa de la fatiga que producen las reiteraciones del desfile ante un Hitler que es canciller desde enero de 1933 y presidente de Alemania con el título de Führer desde el reciente fallecimiento (2-VIII-1934) del presidente alemán, Paul von Hindenburg (1847-1934).
Los desfiles y paradas de los miembros del partido nazi no son militares, sino paramilitares. Los que desfilan no llevan armas, sino solo mochilas, picos, palas, etc. La manera de sostener los picos y las palas recuerda, y a la vez evoca, los fusiles ausentes. No es casual la inclusión de un cañón de salvas. Las imágenes del águila corresponden al símbolo imperial de Alemania, no son un símbolo nazi. Los actuales euros alemanes reproducen en su anverso el águila imperial.
La acción tiene lugar en Nuremberg del 5 al 10 de septiembre de 1934. El protagonista principal es Adolf Hitler. Otros protagonistas son los altos jerarcas nazis: Martin Bormann, Josef Gobbels, Herman Goering, Rudolf Hess, Heinrich Himmler, etc. También son protagonistas los 52.000 militantes del partido nazi que participan en las manifestaciones con uniformes paramilitares y la población civil de Nuremberg, que asiste en las calles o desde las ventanas a los desfiles, paradas militares y demás actos públicos que tienen lugar en las calles de la ciudad.
El film constituye un discurso de exaltación de Hitler, la ideología nazi, el militarismo y los gobiernos totalitarios. Lo hace con la ayuda de los artificios de sonido, iluminación, composición, perspectiva, filmación y montaje que la realizadora tiene a su disposición. Cuenta con un equipo profesional de 120 técnicos, 30 cámaras, numerosas grúas, raíles y juegos de cables elevados que permiten tomas a 40 m de altura. Con estos medios y gracias a su trabajo, preparación y talento, la realizadora compone una narración visual que avanza a un ritmo intenso, similar al de los himnos patrióticos que se cantan, con una combinación muy imaginativa y fresca de travellings de avance, retroceso y laterales, lentos y rápidos, barridos, contraluces, planos generales, tomas cenitales, filmaciones circulares en torno al personaje central, fundidos, imágenes subjetivas, planos inferiores, superposición de imágenes, etc. No solo hay riqueza de medios y soluciones técnicas, la obra desborda imaginación, inventiva y talento. Sobre esta base la cinta constituye un recital variado y muy dinámico de imágenes seductoras que solo decae hacia el final a causa de la fatiga que producen las reiteraciones del desfile ante un Hitler que es canciller desde enero de 1933 y presidente de Alemania con el título de Führer desde el reciente fallecimiento (2-VIII-1934) del presidente alemán, Paul von Hindenburg (1847-1934).
Los desfiles y paradas de los miembros del partido nazi no son militares, sino paramilitares. Los que desfilan no llevan armas, sino solo mochilas, picos, palas, etc. La manera de sostener los picos y las palas recuerda, y a la vez evoca, los fusiles ausentes. No es casual la inclusión de un cañón de salvas. Las imágenes del águila corresponden al símbolo imperial de Alemania, no son un símbolo nazi. Los actuales euros alemanes reproducen en su anverso el águila imperial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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12 de septiembre de 2012
13 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Largometraje mudo realizado por el director americano de origen austriaco Josef von Sternberg (1894-1969) (“El ángel azul”, 1930). El guión, de Ben Hecht y Charles Furthman, se basa en hechos reales y en la figura del gángster Jim Colosimo (1878-1920). Se rueda en los platós de Paramount Studios (Hollywood, L.A., CA) y obtiene el Oscar al mejor guión original (Ben Hecht). Producido por Ben Schulberg y Héctor Turnbull para Paramount Pictures, se estrena el 20-VIII-1927 (EEUU).
La acción dramática tiene lugar en NYC (NY) en 1926/27. “Bull” Weed (Bancrof) es un gángster especializado en asaltar bancos y joyerías. “Rolls Royce” Wensel (Brooks) es un abogado alcoholizado con el que Bull se asocia para ayudarle a superar su adicción. “Feather” McCoy (Brent) es la novia de Bull, pero se siente atraída por el refinamiento y la inteligencia de Rolls Royce. “Buck” Mulligan (Kohler), provocador e impertinente, es el gángster rival de Bull. Este, que se distingue por su coraje, es vulgar e irascible. Rolls Royce es elegante, irónico, tiene sentido del humor y sabe callar. Su apodo responde al hecho de ser tan silencioso como un Rolls Royce. Feather es lista, siente una extraña e incomprensible pasión por las plumas y es seductoramente hermosa.
El film se caracteriza por su ritmo intenso y sostenido, la acción constante, los toques de fino erotismo y el cuidadoso estudio de los caracteres protagonistas. Incluye imágenes y situaciones que anticipan elementos de “Scarface” (Hawks, 1932), con la que comparte como guionista al escritor y periodista Ben Hecht. Como otros trabajos de Sternberg, el presente despliega una excelente puesta en escena y una exquisita dirección de actores. Por lo demás, exalta la amistad masculina, la lealtad y la rebeldía del individuo contra la sociedad que le oprime. Muchos son los que consideran que inicia el subgénero del cine de gángsters, que tuvo un gran desarrollo en los años 30 y se vio engrandecido en los años 70 por el éxito de “El padrino” (Coppola, 1972).
Es interesante observar cómo el realizador desgrana la narración y define los medios que emplea al respecto. Como buen naturalista enemigo del realismo, se sirve del recurso al artificio para dar a los elementos que integran el film el sentido que desea. La ciudad en la que tiene lugar la acción (NYC), la describe como un espacio frío y distante, en el que predominan los edificios de dimensiones sobrehumanas, los suelos áridos de asfalto, los gélidos muros de cemento, los subterráneos opresivos, los clubs ilegales, etc. Las imágenes muestran la ciudad como un universo de sombras fantasmales, desorden y caos.
La acción dramática tiene lugar en NYC (NY) en 1926/27. “Bull” Weed (Bancrof) es un gángster especializado en asaltar bancos y joyerías. “Rolls Royce” Wensel (Brooks) es un abogado alcoholizado con el que Bull se asocia para ayudarle a superar su adicción. “Feather” McCoy (Brent) es la novia de Bull, pero se siente atraída por el refinamiento y la inteligencia de Rolls Royce. “Buck” Mulligan (Kohler), provocador e impertinente, es el gángster rival de Bull. Este, que se distingue por su coraje, es vulgar e irascible. Rolls Royce es elegante, irónico, tiene sentido del humor y sabe callar. Su apodo responde al hecho de ser tan silencioso como un Rolls Royce. Feather es lista, siente una extraña e incomprensible pasión por las plumas y es seductoramente hermosa.
El film se caracteriza por su ritmo intenso y sostenido, la acción constante, los toques de fino erotismo y el cuidadoso estudio de los caracteres protagonistas. Incluye imágenes y situaciones que anticipan elementos de “Scarface” (Hawks, 1932), con la que comparte como guionista al escritor y periodista Ben Hecht. Como otros trabajos de Sternberg, el presente despliega una excelente puesta en escena y una exquisita dirección de actores. Por lo demás, exalta la amistad masculina, la lealtad y la rebeldía del individuo contra la sociedad que le oprime. Muchos son los que consideran que inicia el subgénero del cine de gángsters, que tuvo un gran desarrollo en los años 30 y se vio engrandecido en los años 70 por el éxito de “El padrino” (Coppola, 1972).
Es interesante observar cómo el realizador desgrana la narración y define los medios que emplea al respecto. Como buen naturalista enemigo del realismo, se sirve del recurso al artificio para dar a los elementos que integran el film el sentido que desea. La ciudad en la que tiene lugar la acción (NYC), la describe como un espacio frío y distante, en el que predominan los edificios de dimensiones sobrehumanas, los suelos áridos de asfalto, los gélidos muros de cemento, los subterráneos opresivos, los clubs ilegales, etc. Las imágenes muestran la ciudad como un universo de sombras fantasmales, desorden y caos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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11 de septiembre de 2012
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje que incorpora el sonoro, si bien lo hace de modo parcial ya que solo incluye el sonido en la interpretación de las canciones y en unas pocas palabras que pone en boca del protagonista. El realizador es Alan Crosland (1894-1936) (“Don Juan”, 1928). El guión, de Alfred A. Cohn, con títulos de Jack Jamunth, adapta el relato breve “The Day of Atonement” (1922), basado en la vida de Al Jolson, y la obra de teatro “The Jazz Singer” (1925), de Samson Raphaelson. Se rueda en escenarios naturales de NY, San Francisco, Chastswort (L.A.) e Iverson Ranch (Hollywood) y en los platós de KTLA Studios (Hollywood) y Warner Bros. Studios (Hollywood, L.A., CA), con un presupuesto de 422.000 USD. Obtiene un Oscar honorífico en reconocimiento de la aportación del film al cine y una nominación al Oscar al mejor guión adaptado. En 1996 es distinguido con el premio de preservación por el Nacional Film Registry. Producido por Warner Bros. y The Vitaphone Corporation para Warner Pictures, se proyecta por primera vez en público el 6-X-1927 en sesión de preestreno (NYC, NY).
La acción dramática tiene lugar en NYC (NY), Londres y Chicago entre 1907/08 y 1927. El cantante de jazz Jack Robin/Jackie Rabinowitz (Jolson) es hijo único del cantor Rabinowitz (Oland) de himnos y plegarias de la sinagoga del barrio judío de NYC. Heredó la ocupación de su padre y este del suyo hasta cinco generaciones. Sara Rabinowitz (Besserer) es la madre sacrificada y afectuosa, que mantiene con el hijo una intensa relación de amor materno-filial. Moisha Yudelson (Lederer) es el mejor amigo del padre. Mary Dale (McAvoy) es una joven bailarina clásica que actúa en el mundo del espectáculo y que consigue triunfar en Broadway. Una de las chicas del coro es Myrna Loy. Jack/Jackie, nacido en 1897/98, sensible y frágil, tiene grandes aptitudes para el canto y desde los 10/11 años siente gran afición al jazz y al ragtime. En el momento actual (1927) tiene 30 años.
La obra desarrolla la historia de una familia judía muy apegada a sus tradiciones ancestrales en tiempos de grandes cambios impuestos por el paso del tiempo, la emergencia de nuevas costumbres, el avance en el ejercicio de las libertades individuales y la mejora de los niveles de instrucción e información de la población. Las viejas costumbres endogámicas y cerradas no se sostienen en un mundo abierto, plural, libre y metropolitano como el de Nueva York. Los antiguos planteamientos se han de modificar y se han de adaptar a nuevas formas y nuevos estilos despojados de rigorismos e inmovilismos inconvenientes e innecesarios. En este orden de cosas, el film aporta elementos de juicio que invitan a una reflexión válida para muchos.
La acción dramática tiene lugar en NYC (NY), Londres y Chicago entre 1907/08 y 1927. El cantante de jazz Jack Robin/Jackie Rabinowitz (Jolson) es hijo único del cantor Rabinowitz (Oland) de himnos y plegarias de la sinagoga del barrio judío de NYC. Heredó la ocupación de su padre y este del suyo hasta cinco generaciones. Sara Rabinowitz (Besserer) es la madre sacrificada y afectuosa, que mantiene con el hijo una intensa relación de amor materno-filial. Moisha Yudelson (Lederer) es el mejor amigo del padre. Mary Dale (McAvoy) es una joven bailarina clásica que actúa en el mundo del espectáculo y que consigue triunfar en Broadway. Una de las chicas del coro es Myrna Loy. Jack/Jackie, nacido en 1897/98, sensible y frágil, tiene grandes aptitudes para el canto y desde los 10/11 años siente gran afición al jazz y al ragtime. En el momento actual (1927) tiene 30 años.
La obra desarrolla la historia de una familia judía muy apegada a sus tradiciones ancestrales en tiempos de grandes cambios impuestos por el paso del tiempo, la emergencia de nuevas costumbres, el avance en el ejercicio de las libertades individuales y la mejora de los niveles de instrucción e información de la población. Las viejas costumbres endogámicas y cerradas no se sostienen en un mundo abierto, plural, libre y metropolitano como el de Nueva York. Los antiguos planteamientos se han de modificar y se han de adaptar a nuevas formas y nuevos estilos despojados de rigorismos e inmovilismos inconvenientes e innecesarios. En este orden de cosas, el film aporta elementos de juicio que invitan a una reflexión válida para muchos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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