Rocks
401
Drama
Rocks es una adolescente con grandes sueños de futuro, amigas leales y divertidas, y un hermano pequeño algo travieso que la adora, Emmanuel. A Rocks le gusta le escuela, y vive una vida plena en el East London con sus amigas. Pero un día, el mundo de Rocks se trastoca cuando llega del colegio y se encuentra con que su madre se ha ido, dejando algo de dinero y una nota sin más explicación que "lo siento". (FILMAFFINITY)
16 de noviembre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La calidad fílmica de la película le añade un valor cuantitativo. El cualitativo se lo da la expresividad de su trama, donde sin alardes dramáticos asistimos impávidos a una realidad dolorosa, cruel y cruenta que convive en nuestro núcleo social, sin que lleguemos a entender el punto de no retorno de tales situaciones. El punto de vista que elige la directora edulcora o lleva al remanso los momentos de interpretación, haciendo llevadero el análisis, pero no por ello carente de dolor o brutalidad. Los sueños son destrozados y arrancados de raíz llevando a una parte de la sociedad a una muerte social lenta y angustiosa. El guion tiene ese toque delicado para que podamos recrear las sensaciones vividas por su protagonista, que mezcla eses momentos de ruptura del dolor para poder sobrevivir en la selva más sanguinaria, la de la supervivencia sin entendimiento. Los resortes que Sarah Gavron nos expone sientan las bases para que el espectador pueda asimilar, sin caer en lo obvio. Entender que los principios se tienen que sobrellevar es la finalidad del mensaje, pero la supervivencia es el modo de resarcirse ante el dispendio vivido en muchas familias desestructuradas.
26 de julio de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué pasa si un día tu madre se ha ido de casa, dejándote a cargo de un hermano pequeño y siendo menor de edad?
Pues esta es la odisea de Rocks, protagonista de la homónima cinta de Sarah Gavron, una película de lo más fresca y natural, que nos sumerge en la realidad de la sociedad afro-británica en Londres, y lo hace con ese agradecido realismo que nace de unos actores no profesionales y de una variante del inglés casi imposible de comprender, por mucho que se conozca el idioma, pues el slang que hablan Rocks y sus amigas poco tiene que ver con la melodiosa lengua de Shakespeare o el perfecto acento de la BBC.
Una cinta algo coja en la parte más emocional, pero sin duda interesante.
Lo mejor: La naturalidad y honestidad brutal de la propuesta, aumentada por el gran trabajo de los intérpretes, no profesionales.
Lo peor: Quizás le falta algo más de empaque emocional.
Pues esta es la odisea de Rocks, protagonista de la homónima cinta de Sarah Gavron, una película de lo más fresca y natural, que nos sumerge en la realidad de la sociedad afro-británica en Londres, y lo hace con ese agradecido realismo que nace de unos actores no profesionales y de una variante del inglés casi imposible de comprender, por mucho que se conozca el idioma, pues el slang que hablan Rocks y sus amigas poco tiene que ver con la melodiosa lengua de Shakespeare o el perfecto acento de la BBC.
Una cinta algo coja en la parte más emocional, pero sin duda interesante.
Lo mejor: La naturalidad y honestidad brutal de la propuesta, aumentada por el gran trabajo de los intérpretes, no profesionales.
Lo peor: Quizás le falta algo más de empaque emocional.
7 de octubre de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama social protagonizado de forma convincente por un grupo de chicas adolescentes, que convencen en su exposición de sus más variados sentimientos propios de su edad, pero que, por motivos ajenos a ellos, por mor de negativas y egoístas decisiones de los mayores, pudieran abocarse a luchar por la subsistencia diaria al sentirse solos e indefensos.
Un canto a la amistad y a la solidaridad, sin dejar de mostrar las diferencias existentes entre los diversos personajes, lleno de verdad que no obstante pudiera resultar previsible.
No tiene gran imaginación en ninguno de sus diversos elementos, pero Sarah Gavron, la realizadora, consigue un relato duro en el fondo, pero fresco y ágil.
Al final, convence aunque no logre emocionar mucho, pudiéndose olvidar con facilidad.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
Un canto a la amistad y a la solidaridad, sin dejar de mostrar las diferencias existentes entre los diversos personajes, lleno de verdad que no obstante pudiera resultar previsible.
No tiene gran imaginación en ninguno de sus diversos elementos, pero Sarah Gavron, la realizadora, consigue un relato duro en el fondo, pero fresco y ágil.
Al final, convence aunque no logre emocionar mucho, pudiéndose olvidar con facilidad.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
6 de noviembre de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No parece casualidad el momento en que Sarah Gavron, que se dio a conocer para el gran público con su anterior trabajo Sufragistas, ha lanzado su último largometraje: Rocks. Y es que si por algo ha estado pasando el Reino Unido en estos últimos cuatro años es por una extraña y autoinfligida crisis de identidad. El país se mueve actualmente entre unos deseos y ambiciones identitarios movidos fundamentalmente por la población blanca (o al menos de una parte de ella) y una realidad muchísimo más compleja a nivel social y cultural. Y es justamente en ese fértil terreno donde la directora pone la mirada: en un Londres en el que jóvenes de todos los orígenes entremezclan sus vidas en centros educativos. Lo hace con un equipo eminentemente femenino tanto frente como detrás de las cámaras.
Rocks pone el objetivo en la vida de una joven y su hermano pequeño, hijos de una emigrante nigeriana y de padre jamaicano que ya falleció años atrás. Esa joven, cuyo apodo es Rocks, es la fuerza motora del film cuando su madre abandona el hogar para no volver y les deja solos con poco menos que dinero para las compras de una semana y nada más. Es en ese momento cuando, empujada por el miedo a que los servicios sociales puedan separarla de su hermano, Rocks comienza una huida hacia delante en que lo intentará todo para evitar ese destino. No estarán solos en esta aventura, ya que el grupo de amigas del colegio de Rocks tendrán tanto de manera individual como colectiva un fuerte peso en el desarrollo de la trama.
Aunque escuchando el argumento pueda parecer que lo que se nos viene por delante es un drama puro y duro, lo cierto es que Rocks brilla precisamente por saber retratar simultáneamente las alegrías y las penas de todas las chicas que rodean a Rocks en este camino. Rivalidades, alianzas, el yo digital, las dudas… todo esto queda retratado por la cámara de Gavron con una fluidez envidiable y que evita el tono tremendista que suele reinar en las películas del gran director de lo social británico: Ken Loach. No quiero entrar en comparaciones, pero cuesta pensar que este director hubiese sido capaz de esta aproximación al universo femenino tan fidedigna. Y es que, si de algo nos estamos dando cuenta en estos últimos años, es que es necesaria una mayor cantidad de mujeres en el mundo audiovisual para poder realizar aproximaciones sinceras al universo femenino.
Un reparto coral estupendo, unas interpretaciones que exudan madurez y vulnerabilidad y un Londres multicultural y alejado de la postal que le gustaría ver a Boris Johnson son las armas que hacen de Rocks una película alejada de tópicos y que la convierten en un viaje duro, sí, pero también disfrutable gracias al ejercicio radical de empatía que nos propone Sarah Gavron.
Si te ha gustado esta crítica, puedes encontrar más en www.eldesencanto.com
Rocks pone el objetivo en la vida de una joven y su hermano pequeño, hijos de una emigrante nigeriana y de padre jamaicano que ya falleció años atrás. Esa joven, cuyo apodo es Rocks, es la fuerza motora del film cuando su madre abandona el hogar para no volver y les deja solos con poco menos que dinero para las compras de una semana y nada más. Es en ese momento cuando, empujada por el miedo a que los servicios sociales puedan separarla de su hermano, Rocks comienza una huida hacia delante en que lo intentará todo para evitar ese destino. No estarán solos en esta aventura, ya que el grupo de amigas del colegio de Rocks tendrán tanto de manera individual como colectiva un fuerte peso en el desarrollo de la trama.
Aunque escuchando el argumento pueda parecer que lo que se nos viene por delante es un drama puro y duro, lo cierto es que Rocks brilla precisamente por saber retratar simultáneamente las alegrías y las penas de todas las chicas que rodean a Rocks en este camino. Rivalidades, alianzas, el yo digital, las dudas… todo esto queda retratado por la cámara de Gavron con una fluidez envidiable y que evita el tono tremendista que suele reinar en las películas del gran director de lo social británico: Ken Loach. No quiero entrar en comparaciones, pero cuesta pensar que este director hubiese sido capaz de esta aproximación al universo femenino tan fidedigna. Y es que, si de algo nos estamos dando cuenta en estos últimos años, es que es necesaria una mayor cantidad de mujeres en el mundo audiovisual para poder realizar aproximaciones sinceras al universo femenino.
Un reparto coral estupendo, unas interpretaciones que exudan madurez y vulnerabilidad y un Londres multicultural y alejado de la postal que le gustaría ver a Boris Johnson son las armas que hacen de Rocks una película alejada de tópicos y que la convierten en un viaje duro, sí, pero también disfrutable gracias al ejercicio radical de empatía que nos propone Sarah Gavron.
Si te ha gustado esta crítica, puedes encontrar más en www.eldesencanto.com
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