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Voto de Franky_23:
7
6,5
53.249
Comedia
Ozzie Cox (John Malkovich) es un agente de la CIA que está escribiendo sus memorias en un CD, pero pierde y va a parar a manos de los empleados de un gimnasio (Brad Pitt y Frances McDormand), gente muy simplona que intenta chantajear a Cox. La CIA acaba interviniendo y el asunto se complica cuando el chico del gimnasio se encuentra con el amante (George Clooney) de la mujer de Cox. Basada en la novela "Burn Before Reading: Presidents, ... [+]
13 de octubre de 2008
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Rodada a la vez que la obra que les encumbró de gloria al concederles el Oscar a Mejor(es) Director(es) (entre otros), "Quemar después de leer" cierra la trilogía temática Coen-Clooney: la trilogía idiota, como la llama el segundo, compuesta por "O Brother!", "Crueldad intolerable" y la cinta que nos ocupa.
Un perfecto caos coreografiado al detalle que parodia en cierto modo las películas de espías, dotándolas de un halo de estupidez y disparate que arranca carcajadas. Gran parte de la culpa la tienen unos actores estupendos en sus papeles: George Clooney, Frances McDormand, John Malkovich, Brad Pitt, Tilda Swinton, y el breve pero genial J.K. Simmons, protagonista de dos de los mejores momentos de la película. Brad Pitt puede ser el que menos gracia me haga, tiene muchos momentos excesivamente sobreactuados, pero al fin y al cabo ese es el personaje que le ha tocado.
"La inteligencia es relativa". Ese es el eslogan del filme, y se cumple a rajatabla. Los malentendidos entre personajes, sus excentricidades y manías, la estupidez que rodea a cada uno de ellos, es sólo una muestra de lo que pasa cuando te crees inteligente. Y los Coen saben retratar a personajes así. Todos los momentos de guión destinados a parodiar/emular a las cintas de espías son absolutamente desternillantes.
Tras el drama que fue "No es país para viejos", se puede decir que los Coen han vuelto al terreno en que más cómodos se sienten y nos deleitan con otra buena película. No se hace larga, pero sí es cierto que puede costar un poco entrar en ella: ahora bien, una vez que termina la presentación y se pasa a la acción, el caos que en un principio pudiese parecer va mostrando sus cartas y vemos como todo encaja a la perfección.
"Quemar después de leer", un mero entretenimiento con el que saldrás del cine con una sonrisa, que si bien no vaya a ocupar un puesto de honor entre la filmografía de los hermanos sí que es una oferta muy superior a lo que se ve estos días por la cartelera. Ojala todos los "meros entretenimientos" fuesen así de buenos.
Un perfecto caos coreografiado al detalle que parodia en cierto modo las películas de espías, dotándolas de un halo de estupidez y disparate que arranca carcajadas. Gran parte de la culpa la tienen unos actores estupendos en sus papeles: George Clooney, Frances McDormand, John Malkovich, Brad Pitt, Tilda Swinton, y el breve pero genial J.K. Simmons, protagonista de dos de los mejores momentos de la película. Brad Pitt puede ser el que menos gracia me haga, tiene muchos momentos excesivamente sobreactuados, pero al fin y al cabo ese es el personaje que le ha tocado.
"La inteligencia es relativa". Ese es el eslogan del filme, y se cumple a rajatabla. Los malentendidos entre personajes, sus excentricidades y manías, la estupidez que rodea a cada uno de ellos, es sólo una muestra de lo que pasa cuando te crees inteligente. Y los Coen saben retratar a personajes así. Todos los momentos de guión destinados a parodiar/emular a las cintas de espías son absolutamente desternillantes.
Tras el drama que fue "No es país para viejos", se puede decir que los Coen han vuelto al terreno en que más cómodos se sienten y nos deleitan con otra buena película. No se hace larga, pero sí es cierto que puede costar un poco entrar en ella: ahora bien, una vez que termina la presentación y se pasa a la acción, el caos que en un principio pudiese parecer va mostrando sus cartas y vemos como todo encaja a la perfección.
"Quemar después de leer", un mero entretenimiento con el que saldrás del cine con una sonrisa, que si bien no vaya a ocupar un puesto de honor entre la filmografía de los hermanos sí que es una oferta muy superior a lo que se ve estos días por la cartelera. Ojala todos los "meros entretenimientos" fuesen así de buenos.