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Voto de Federico_Casado:
9
6,5
53.249
Comedia
Ozzie Cox (John Malkovich) es un agente de la CIA que está escribiendo sus memorias en un CD, pero pierde y va a parar a manos de los empleados de un gimnasio (Brad Pitt y Frances McDormand), gente muy simplona que intenta chantajear a Cox. La CIA acaba interviniendo y el asunto se complica cuando el chico del gimnasio se encuentra con el amante (George Clooney) de la mujer de Cox. Basada en la novela "Burn Before Reading: Presidents, ... [+]
11 de octubre de 2008
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un agente de la CIA al que despiden, mientras su mujer le pone los cuernos con un agente federal del tesoro. Una empleada de un gimnasio que desea por todos los medios hacerse varias operaciones de cirugía estética, y su compañero, un imbécil fanático del fitness. Por si faltara poco, toda la red de ¿inteligencia? de las agencias gubernamentales que intentan enterarse de qué es lo que realmente pasa -sin conseguirlo-. Imagínate, como dice uno de los protagonistas de la descacharrante pelicula "un lío de cojones". Pues así es la última genialidad de los hermanos Coen, con los que me he vuelto a congraciar tras la decepción de "No es País para Viejos". Ateniéndonos a su filmografía, "Quemar después de leer" es un bizarro mestizaje entre "Fargo" y "El Gran Lebowski"; del primero hereda la hiriente sátira sobre la sociedad contemporánea, sobre sus miserias y pecados; del segundo film hereda el surrealista sentido del humor, unos diálogos que pasarán a la historia, y una galería de personajes a cuál más ridículo -desde el analista del gobierno con problemas de alcoholismo que intenta sobreponerse de su divorcio haciendo aerobic con la televisión desde su barco, hasta el aburrido agente judicial que en sus ratos libres hace bricolage sexual mientras busca contactos para engañar a su esposa y amantes a través de páginas de internet para irse a correr después de hacer el amor...-. Tengo que confesar que el arranque del film es algo desconcertante, sobre todo porque la agudeza de los Coen no nos deja "encajar" el tipo de historia hasta que a ellos les da la gana, haciendo gala de un ejemplar dominio de la dirección. Una vez que la película entra en un frenético segundo acto, se produce el efecto acumulativo de la bola de nieve, aumentando a cada secuencia los alucinantes giros de guión que provocan un verdadero caos tragicómico que es una verdadera lección magistral de hacer cine. Eso es, así se emociona al espectador, se le hace reír, se le obliga a mirarse en un grandioso espejo donde puede ver cuán mezquinos somos los pobres mortales, siempre a la busqueda de la felicidad, del bienestar, de la comprensión, de la estabilidad... cuando en realidad todo es eso, un lío de cojones que no hay quien lo entienda. Ni siquiera la CIA -o mejor dicho, la CIA la que menos...-. Merece la pena señalar, además del genial guión basado en la novela "Burn Before Reading: Presidents, CIA Directors, and Secret Intelligence" del ex jefe de la agencia Stansfield Turner, la brillante banda sonora del habitual en las películas de los Coen, Carter Burwell -que añade perfiles de suspense y grandeza épica a la historia, dotándola de un componente granguiñolesco francamente decadente- y por supuesto, las interpretaciones de Brad Pitt y George Clooney, dos guapos y cotizadísimos actores que aún son capaces de sobreponerse a su estrellato y su glamour, para descuajaringarse en dos hilarantes -y estúpidos personajes-.