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Voto de Nando_Fer_Nando:
9
7,0
35.523
Intriga. Thriller. Ciencia ficción
En Finlandia, en 1923, el paso de un cometa hizo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados; incluso una mujer llegó a llamar a la policía denunciando que el hombre que estaba en su casa no era su marido. Décadas más tarde, un grupo de amigos recuerda este caso mientras cenan, brindan y se preparan para ver pasar un cometa... (FILMAFFINITY)
15 de mayo de 2015
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo un amigo que me explicó en cierta ocasión qué ocurriría si el concepto de materia y asimismo el de antimateria se encontrasen el uno frente al otro, y lo hizo con la siguiente explicación; pongamos que “yo” mismo soy una pieza de un rompecabezas cualquiera, materia pues, y que el hueco donde iría dicha pieza del puzzle es la antimateria, mi “antiyo” entonces. En el momento en el que esa pieza (“yo”) encuentra su hueco (“antiyo”) en el rompecabezas…EL UNIVERSO EXPLOTARÍA.
Jamás podré olvidar esta sencilla y breve explicación tanto por su simpleza (dentro de su complejidad puramente científica) como por lo fascinante que subyace de ella.
Lo mismo ocurre con ‘Coherence’.
Huelga decir que mi amigo no es científico pero sí un aficionado de la ciencia, como aquí el presente y huelga decir también que esta película me ha recordado y fascinado tanto como aquella genial explicación porque aunque no vaya a explotar el universo propia ni literalmente en la diégesis de la película (“antispoiler”) y ni tan si quiera se vaya a mencionar la antimateria, sí que parece estar vinculado todo esto a lo comentado, y si no lo podréis comprobar en su visionado, lo digo porque metafóricamente sí que se generará una suerte de explosión/quebradero mental y físico para los protagonistas dentro de la diégesis narrativa, así como mental para el espectador que se enganche y aventure a darle una oportunidad a esta pequeña obra maestra. Personalmente desde los cinco minutos no pude despegar la mirada de la pantalla.
La historia arranca con unos colegas que se reúnen con la excusa de ver pasar un cometa y así disfrutar de una cena agradable (¡con unas micras de ketamina aderezada en la ensalda!) en la que actualizarse sus respectivas vidas, contar chistes, etcétera. Aunque todo da un giro cuando uno de los participantes advierte que en Finlandia, en 1923, el paso de un cometa produjo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados; incluso una mujer llegó a llamar a la policía denunciando que el hombre que estaba en su casa no era su marido…
Con esta misteriosa e inquietante sinopsis arranca esta estupenda película en la que se sumergirán los protagonistas ayudándose de la genial paradoja del gato (bien explicada en la película) creada por Schrödinger en 1935, inquietamente 10 años después del genial también ‘principio de incertidumbre’ de Heisenberg. Y en cierta manera, relacionado también.
Ópera prima de James Ward Byrkit en el mundo de los largometrajes, quien hasta la fecha sólo había ejercido de guionista para películas tan conocidas como “Piratas del Caribe” (2003) o la divertida “Rango” (2011) y poco más, además de tener un corto en su haber. Con esta genial propuesta se reafirma como uno de los grandes de la ciencia ficción de los últimos tiempos que ha conseguido parir un producto tan a la altura de esa otra obra magna de la ciencia ficción más modesta (pero inteligentísima) que es “The man from Earth” (2007).
Película que particularmente me gusta englobar en este más o menos reciente género llamado ’Mumblecore’ conocido básicamente por su escaso nivel de producción y hacer gala de lo que se conoce como cine independiente. Ojo, la película no veo que esté considerada de cine independiente ni de ‘Mumblecore’ por ningún lado, imagino porque no cumplirá exactamente todos los requisitos exactos de este género, pero vamos, bajo mis criterios personales casa muy bien con ese género y con el cine independiente. Incluso casaría también en sus aspectos formales en cuanto a que el estilo a veces roza el humor negro/socarrón propio del ‘Mumblecore’ más puro, así como en los aspectos técnicos que se media de mucha cámara en mano, con mucho enfoque/desenfoque algo arbitrario a priori, aunque justificado bajo la diégesis de confusión entre sus protagonistas y la propia alocada historia. Mención aparte destacar la continuidad de la película, me imagino la cara de la persona encargada del raccord el primer día de lectura de guión…
Un diáfano y perfecto ejemplo de que no es necesario grandes derroches de dinero, ni artificios, ni tiros de cámara montados en grúas gigantes, etcétera, para conseguir un producto final cautivadoramente interesante, estimulante, humilde, inteligente, ágil, y por extensión: sobresaliente. Porque si atendemos además a la ecuación-premisa que dice que la ciencia ficción debe presentar la progresión de lo desconocido a lo conocido por medio del descubrimiento de uno o varios enigmas, esta película se lleva la palma.
Jamás podré olvidar esta sencilla y breve explicación tanto por su simpleza (dentro de su complejidad puramente científica) como por lo fascinante que subyace de ella.
Lo mismo ocurre con ‘Coherence’.
Huelga decir que mi amigo no es científico pero sí un aficionado de la ciencia, como aquí el presente y huelga decir también que esta película me ha recordado y fascinado tanto como aquella genial explicación porque aunque no vaya a explotar el universo propia ni literalmente en la diégesis de la película (“antispoiler”) y ni tan si quiera se vaya a mencionar la antimateria, sí que parece estar vinculado todo esto a lo comentado, y si no lo podréis comprobar en su visionado, lo digo porque metafóricamente sí que se generará una suerte de explosión/quebradero mental y físico para los protagonistas dentro de la diégesis narrativa, así como mental para el espectador que se enganche y aventure a darle una oportunidad a esta pequeña obra maestra. Personalmente desde los cinco minutos no pude despegar la mirada de la pantalla.
La historia arranca con unos colegas que se reúnen con la excusa de ver pasar un cometa y así disfrutar de una cena agradable (¡con unas micras de ketamina aderezada en la ensalda!) en la que actualizarse sus respectivas vidas, contar chistes, etcétera. Aunque todo da un giro cuando uno de los participantes advierte que en Finlandia, en 1923, el paso de un cometa produjo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados; incluso una mujer llegó a llamar a la policía denunciando que el hombre que estaba en su casa no era su marido…
Con esta misteriosa e inquietante sinopsis arranca esta estupenda película en la que se sumergirán los protagonistas ayudándose de la genial paradoja del gato (bien explicada en la película) creada por Schrödinger en 1935, inquietamente 10 años después del genial también ‘principio de incertidumbre’ de Heisenberg. Y en cierta manera, relacionado también.
Ópera prima de James Ward Byrkit en el mundo de los largometrajes, quien hasta la fecha sólo había ejercido de guionista para películas tan conocidas como “Piratas del Caribe” (2003) o la divertida “Rango” (2011) y poco más, además de tener un corto en su haber. Con esta genial propuesta se reafirma como uno de los grandes de la ciencia ficción de los últimos tiempos que ha conseguido parir un producto tan a la altura de esa otra obra magna de la ciencia ficción más modesta (pero inteligentísima) que es “The man from Earth” (2007).
Película que particularmente me gusta englobar en este más o menos reciente género llamado ’Mumblecore’ conocido básicamente por su escaso nivel de producción y hacer gala de lo que se conoce como cine independiente. Ojo, la película no veo que esté considerada de cine independiente ni de ‘Mumblecore’ por ningún lado, imagino porque no cumplirá exactamente todos los requisitos exactos de este género, pero vamos, bajo mis criterios personales casa muy bien con ese género y con el cine independiente. Incluso casaría también en sus aspectos formales en cuanto a que el estilo a veces roza el humor negro/socarrón propio del ‘Mumblecore’ más puro, así como en los aspectos técnicos que se media de mucha cámara en mano, con mucho enfoque/desenfoque algo arbitrario a priori, aunque justificado bajo la diégesis de confusión entre sus protagonistas y la propia alocada historia. Mención aparte destacar la continuidad de la película, me imagino la cara de la persona encargada del raccord el primer día de lectura de guión…
Un diáfano y perfecto ejemplo de que no es necesario grandes derroches de dinero, ni artificios, ni tiros de cámara montados en grúas gigantes, etcétera, para conseguir un producto final cautivadoramente interesante, estimulante, humilde, inteligente, ágil, y por extensión: sobresaliente. Porque si atendemos además a la ecuación-premisa que dice que la ciencia ficción debe presentar la progresión de lo desconocido a lo conocido por medio del descubrimiento de uno o varios enigmas, esta película se lleva la palma.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Aunque es una gran película, también se pueden detectar algunos “fallos” por así llamarlos, leves y perdonables, pequeñísimas incoherencias que no imposibilitan que la diégesis se cierre, a la postre, en un círcurlo “totalmente coherente”. Dichos fallos no es necesario explicitarlos ni spoileralos, solamente con decir, por ejemplo, que en la paradoja original de Schrödinger no cabe la posibilidad de que un gato vivo y uno muerto se vean, ni jueguen ni interaccionen en de hecho, cada uno (el vivo y el muerto) existe al mismo tiempo dentro de su caja, pero no significa que dentro de la caja puedan estar jugando el gato vivo con el muerto, ni peleándose, etcétera.
Pero por eso mismo me gusta este director y escritor, porque sólo se apoya en la paradoja del científico para él mismo contar una historia de universos paralelos totalmente inquietante. No hace falta decir que está a muchas leguas por arriba de “Frecuency” (2000), con la que tiene algún pequeño paralelismo.
Si esta crítica al igual que la película no te han convencido puedes estar tranquilo que de seguro que en un universo paralelo cercano sí, sólo tienes que buscar un vórtice hacia ese universo para comprobarlo, la mejor manera es hacer lo que el personaje de Beth dice que no hay que hacer; colocar una foto de alguien o algo importante para ti frente a una puerta o portal vacío y sin uso, y entonces la energía negativa del universo se hará cargo del resto, en palabras más o menos textuales y predictivas del personaje de Beth…
Pero por eso mismo me gusta este director y escritor, porque sólo se apoya en la paradoja del científico para él mismo contar una historia de universos paralelos totalmente inquietante. No hace falta decir que está a muchas leguas por arriba de “Frecuency” (2000), con la que tiene algún pequeño paralelismo.
Si esta crítica al igual que la película no te han convencido puedes estar tranquilo que de seguro que en un universo paralelo cercano sí, sólo tienes que buscar un vórtice hacia ese universo para comprobarlo, la mejor manera es hacer lo que el personaje de Beth dice que no hay que hacer; colocar una foto de alguien o algo importante para ti frente a una puerta o portal vacío y sin uso, y entonces la energía negativa del universo se hará cargo del resto, en palabras más o menos textuales y predictivas del personaje de Beth…