Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with Javi McClane
0
Listas
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Javi McClane:
6
6,5
13.138
Drama
Biopic del creador de McDonald's. En los años 50, un vendedor de Illinois llamado Ray Kroc conoció a los hermanos Richard y Maurice McDonald, que llevaban una hamburguesería al sur de California. Impresionado por la velocidad del sistema de cocina de su hamburguesería de San Bernardino, Kroc visualizó el potencial de la franquicia y hábilmente se fue posicionando para arrebatárselo a los hermanos y crear el hoy imperio de un billón de ... [+]
12 de diciembre de 2019
Sé el primero en valorar esta crítica
Tenía muchas ganas de visionar este biopic sobre el “fundador” de McDonald’s. En su estreno pasó más que desapercibida, siendo bastante ignorada por crítica y público, y no optando a ningún premio, aunque sus pretensiones fueran esas.
Y es que no estamos ante ninguna gran película, pero sí ante una interesante y atractiva historia (que recuerda mucho a la superior La Red Social), pero que se cuenta con frialdad y distancia, sin que haya casi nada de emoción en sus compases, lo que resta al conjunto. Pero vayamos por partes.
La dirección de la película es correcta, sin más. No hay lugar para el aburrimiento en sus casi dos horas de duración, pero tampoco cuenta con el ritmo endiablado de otros biopics como el citado de Facebook.
En cuanto al guion, todo lo que se nos cuenta es atractivo y hay interés en la propuesta, independientemente de si eres consumidor o no de la franquicia, ya que esta no es una historia sobre las hamburguesas y las patatas fritas, más bien sobre la avaricia, el egoísmo, el poder y el capitalismo.
El problema es que todo está contando de forma distante con el espectador, sin que haya lugar para el corazón de la historia (los dos hermanos) y se centra demasiado en su cruel protagonista. Y es que es imposible empatizar con un ser tan mezquino. Tener de protagonista a un villano tan despreciable hace que estemos atentos, pero no emocionados.
Tampoco ayuda la brusca y torpe evolución del protagonista (interpretado por Keaton), que pasa de un humilde vendedor de batidoras a un monstruo imparable al que no le importa robar los sueños a los demás, con tal de llegar lejos. No me parece mal que se nos cuenta la vida de alguien así, pero se hace de forma apresurada, y el salto y evolución a su codicia está mal ejecutado.
No me lo vendas como un pobre hombre que quiere una oportunidad y luego tengamos a un gran empresario que arrasa con todos y todo. ¿Esa es la historia? Pues perfecto, pero es como si estuvieras viendo dos películas, y se haya querido engañar al espectador, no presentando al personaje como es desde el principio. No hay evolución, no hay justificación, no hay corazón, sólo frialdad.
No obstante, se agradece la sinceridad de la producción, al no querer tapar la oscuridad de la trama. Al principio parece que estás ante promoción blanda y positiva hacia la popular marca de comida rápida, pero después ves la realidad, y eso merece un aplauso por el atrevimiento. Es obvio que sus responsables han querido hacer La Red Social de las hamburguesas, y aunque no lo han conseguido (por varios motivos) han estado cerca.
En cuanto a las interpretaciones, el gran Michael Keaton destaca como protagonista ruin, aunque no es de sus mejores actuaciones, pero da la talla y se entrega al (difícil) papel, como siempre. El resto de secundarios está a la altura, sobre todo los hermanos McDonald’s (interpretados de forma fabulosa por Nick Offerman y John Carroll Lynch) pero de desaprovechan a intérpretes de la talla de Laura Dern, Patrick Wilson o Linda Cardellini en papeles muy pequeños.
En conclusión, estamos ante un correcto drama, con una historia que merece ser contada (se te van las ganas de comprar nunca más en McDonald’s) y que podría haber sido mejor, pero tampoco mereció ser tan ignorada como en el año de su estreno (2016, por cierto). Recomendable si te gustan los biopics y las historias crudas de negocios. Y es que así es el despiadado mundo de los negocios, da igual que sea hace cincuenta años o en la actualidad.
Más críticas: ocioworld.net
Y es que no estamos ante ninguna gran película, pero sí ante una interesante y atractiva historia (que recuerda mucho a la superior La Red Social), pero que se cuenta con frialdad y distancia, sin que haya casi nada de emoción en sus compases, lo que resta al conjunto. Pero vayamos por partes.
La dirección de la película es correcta, sin más. No hay lugar para el aburrimiento en sus casi dos horas de duración, pero tampoco cuenta con el ritmo endiablado de otros biopics como el citado de Facebook.
En cuanto al guion, todo lo que se nos cuenta es atractivo y hay interés en la propuesta, independientemente de si eres consumidor o no de la franquicia, ya que esta no es una historia sobre las hamburguesas y las patatas fritas, más bien sobre la avaricia, el egoísmo, el poder y el capitalismo.
El problema es que todo está contando de forma distante con el espectador, sin que haya lugar para el corazón de la historia (los dos hermanos) y se centra demasiado en su cruel protagonista. Y es que es imposible empatizar con un ser tan mezquino. Tener de protagonista a un villano tan despreciable hace que estemos atentos, pero no emocionados.
Tampoco ayuda la brusca y torpe evolución del protagonista (interpretado por Keaton), que pasa de un humilde vendedor de batidoras a un monstruo imparable al que no le importa robar los sueños a los demás, con tal de llegar lejos. No me parece mal que se nos cuenta la vida de alguien así, pero se hace de forma apresurada, y el salto y evolución a su codicia está mal ejecutado.
No me lo vendas como un pobre hombre que quiere una oportunidad y luego tengamos a un gran empresario que arrasa con todos y todo. ¿Esa es la historia? Pues perfecto, pero es como si estuvieras viendo dos películas, y se haya querido engañar al espectador, no presentando al personaje como es desde el principio. No hay evolución, no hay justificación, no hay corazón, sólo frialdad.
No obstante, se agradece la sinceridad de la producción, al no querer tapar la oscuridad de la trama. Al principio parece que estás ante promoción blanda y positiva hacia la popular marca de comida rápida, pero después ves la realidad, y eso merece un aplauso por el atrevimiento. Es obvio que sus responsables han querido hacer La Red Social de las hamburguesas, y aunque no lo han conseguido (por varios motivos) han estado cerca.
En cuanto a las interpretaciones, el gran Michael Keaton destaca como protagonista ruin, aunque no es de sus mejores actuaciones, pero da la talla y se entrega al (difícil) papel, como siempre. El resto de secundarios está a la altura, sobre todo los hermanos McDonald’s (interpretados de forma fabulosa por Nick Offerman y John Carroll Lynch) pero de desaprovechan a intérpretes de la talla de Laura Dern, Patrick Wilson o Linda Cardellini en papeles muy pequeños.
En conclusión, estamos ante un correcto drama, con una historia que merece ser contada (se te van las ganas de comprar nunca más en McDonald’s) y que podría haber sido mejor, pero tampoco mereció ser tan ignorada como en el año de su estreno (2016, por cierto). Recomendable si te gustan los biopics y las historias crudas de negocios. Y es que así es el despiadado mundo de los negocios, da igual que sea hace cincuenta años o en la actualidad.
Más críticas: ocioworld.net