StargirlSerie
2020
Geoff Johns (Creador), Andi Armaganian ...
630
Serie de TV. Ciencia ficción
Serie de TV (2020-2022). 3 temporadas. 39 episodios. Courtney Withmore es una estudiante de instituto que ayuda a un grupo de jóvenes héroes a acabar con los villanos del pasado. La serie se centra en Stargirl y el primer grupo de superhéroes: la Sociedad de la Justicia de América. (FILMAFFINITY)
3 de junio de 2020
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Les voy a contar un secreto que tal vez conozcan: el primer súper equipo de la historia del cómic no fue ni los Vengadores ni la Liga de la Justicia: fue la Sociedad de la Justicia, y tuvo su época de gloria durante la Segunda Guerra Mundial. Se trataba de un cómic facilón y primitivo, con dibujos un tanto toscos, donde primaba el garrotazo y tentetieso y la ciencia ficción de saldo, pero tenían algo... para los lectores de la época, críos en su totalidad, claro está, resultaba irresistiblemente seductor contemplar reunidos en una sola colección a los grandes ases de la época: Superman, Batman, Wonder Woman, el primer Linterna Verde, el primer Flash, Wildcat, Hourman, el Espectro, el Dr. Fate, el Dr. Midnight (y su búho... ejem... eran otros tiempos), Sandman, Johnny Thunder, el primer Átomo... y, por supuesto, Starman.
Starman era un científico así como apolíneo a la par que genial que había inventado una quisicosa llamada «vara cósmica» que le permitía, pues... hacer muchas cosas chulas, como volar, lanzar rayos y tal. Vamos, que no se habían gastado muchas neuronas en crearlo. Pero, como todos sus compañeros, tenía ese algo al que hemos hecho referencia antes.
Y, bueno, para hacer corta una historia larga, llegó el crepúsculo de los súper héroes y la Sociedad de la Justicia cayó en el olvido. Luego, a mediados de los años cincuenta, se logró un cierto revival del género (que nunca llegaría a ser tan exitoso como lo fuera en la llamada Edad de Oro) con la creación del Flash que todos conocemos por la serie de televisión y el Linterna Verde con anillo y trasfondo fantacientífico (a diferencia del primero, cuyo ornato digital tenía origen mágico), y se rescató a los entrañables vejestorios de la Sociedad de la Justicia aduciendo que habitaban una Tierra alternativa que fue bautizada, en un alarde de imaginación sin parangón en la historia, como Tierra-2. Allí vivieron aventuras diversas a lo largo de los años hasta que llegó «Crisis en Tierras Infinitas», la serie de los años ochenta en la que se destruyeron todas las Tierras excepto una, y entonces...
Y entonces, ¿qué pasó con la Sociedad de la Justicia?
Pues que no tuvieron más remedio que inventarse una serie de enmarañadas explicaciones sobre que eran los súpers originales que habían luchado en la II Guerra Mundial (borrando de la existencia las versiones abuelíticas de Superman, Batman y Wondy), y, claro está, ahora estaban para el asilo. Y, por tanto, como nadie tenía interés alguno en leer una colección protagonizada por momias geriátricas, adiós para siempre, SJA (la A es de América, que eran tipos patrióticos y tal).
¿Para siempre? ¡No! A principios del presente siglo, dos grandes guionistas, James Robinson, que ya había recreado a Starman para los tiempos modernos, y Geoff Johns, unieron fuerzas para concebir una nueva y excelente serie de la Sociedad de la Justicia. En ella se combinaba sabiamente la experiencia de los jubiletas (Flash I, Linterna Verde I, Wildcat..) con la juventud e intrepidez de los conocidos como «legacy heroes», es decir, súpers de segunda o tercera generación que de alguna manera, bien por parentesco, bien por afinidad, habían decidido continuar el legado de héroes clásicos. Y aquí es donde entra nuestra querida Courtney.
Courtney Whitmore se convierte en heredera del manto de Starman casi por casualidad. Su origen en los cómics es algo distinto del de la serie de televisión que nos ocupa, ya que lo que descubre fisgoneando entre los trastos viejos de su padrastro no es la vara cósmica, sino el cinturón cósmico de Star Spangled Kid, otro héroe de Tierra-2 pero más joven que los de la Sociedad, del que Pat Dugan, el antedicho padrastro, había sido compañero («sidekick», en argot comiquero) en tiempos con el alias (bastante gilipollas, admitámoslo) de Stripesy. Luego sí que se haría merecedora de la vara cósmica de Starman, pero eso pasó bastantes años después del debut del personaje. Pero lo cierto es que el saltarse los pasos previos en la serie de la tele resulta de una lógica aplastante. Ninguna pega al respecto.
Y, en realidad, tampoco en ningún otro. La serie combina con una sabiduría excepcional un aire de clasicismo y tradición con otro de modernidad: el pueblo de Blue Valley semeja una suerte de paraíso intemporal capaz de pertenecer a cualquier época. Sin duda, nos trae a la mente aquellos mitificados años 50 americanos, pero bajo ese barniz reluciente se adivina un fondo siniestro, como en esos limpios suburbios de peli de terror de los ochenta que ocultaban crímenes espeluznantes y secretos inconfesables de varia ralea. Sin embargo, y a pesar de un comienzo que no por esperable resulta menos desazonante, pronto se alzará Stargirl como un faro de esperanza: una súper heroína de las de antes, en la estela de Supergirl pero con personalidad propia y un ayudante talludito y simpaticote. Juntos, tendrán que enfrentarse a una verdadera legión de malos malosos de lo más vil y poderosos que imaginarse pueda mientras tratan de ocultar sus correrías a la encantadora señora Dugan y a Mike, el hijo de Pat. En definitiva, un auténtico placer para los que nos quedamos en los cómics en que estaba claro quiénes eran los buenos y quiénes eran los malos, y el homicidio y las muecas con muchos dientes eran patrimonio de los segundos.
Starman era un científico así como apolíneo a la par que genial que había inventado una quisicosa llamada «vara cósmica» que le permitía, pues... hacer muchas cosas chulas, como volar, lanzar rayos y tal. Vamos, que no se habían gastado muchas neuronas en crearlo. Pero, como todos sus compañeros, tenía ese algo al que hemos hecho referencia antes.
Y, bueno, para hacer corta una historia larga, llegó el crepúsculo de los súper héroes y la Sociedad de la Justicia cayó en el olvido. Luego, a mediados de los años cincuenta, se logró un cierto revival del género (que nunca llegaría a ser tan exitoso como lo fuera en la llamada Edad de Oro) con la creación del Flash que todos conocemos por la serie de televisión y el Linterna Verde con anillo y trasfondo fantacientífico (a diferencia del primero, cuyo ornato digital tenía origen mágico), y se rescató a los entrañables vejestorios de la Sociedad de la Justicia aduciendo que habitaban una Tierra alternativa que fue bautizada, en un alarde de imaginación sin parangón en la historia, como Tierra-2. Allí vivieron aventuras diversas a lo largo de los años hasta que llegó «Crisis en Tierras Infinitas», la serie de los años ochenta en la que se destruyeron todas las Tierras excepto una, y entonces...
Y entonces, ¿qué pasó con la Sociedad de la Justicia?
Pues que no tuvieron más remedio que inventarse una serie de enmarañadas explicaciones sobre que eran los súpers originales que habían luchado en la II Guerra Mundial (borrando de la existencia las versiones abuelíticas de Superman, Batman y Wondy), y, claro está, ahora estaban para el asilo. Y, por tanto, como nadie tenía interés alguno en leer una colección protagonizada por momias geriátricas, adiós para siempre, SJA (la A es de América, que eran tipos patrióticos y tal).
¿Para siempre? ¡No! A principios del presente siglo, dos grandes guionistas, James Robinson, que ya había recreado a Starman para los tiempos modernos, y Geoff Johns, unieron fuerzas para concebir una nueva y excelente serie de la Sociedad de la Justicia. En ella se combinaba sabiamente la experiencia de los jubiletas (Flash I, Linterna Verde I, Wildcat..) con la juventud e intrepidez de los conocidos como «legacy heroes», es decir, súpers de segunda o tercera generación que de alguna manera, bien por parentesco, bien por afinidad, habían decidido continuar el legado de héroes clásicos. Y aquí es donde entra nuestra querida Courtney.
Courtney Whitmore se convierte en heredera del manto de Starman casi por casualidad. Su origen en los cómics es algo distinto del de la serie de televisión que nos ocupa, ya que lo que descubre fisgoneando entre los trastos viejos de su padrastro no es la vara cósmica, sino el cinturón cósmico de Star Spangled Kid, otro héroe de Tierra-2 pero más joven que los de la Sociedad, del que Pat Dugan, el antedicho padrastro, había sido compañero («sidekick», en argot comiquero) en tiempos con el alias (bastante gilipollas, admitámoslo) de Stripesy. Luego sí que se haría merecedora de la vara cósmica de Starman, pero eso pasó bastantes años después del debut del personaje. Pero lo cierto es que el saltarse los pasos previos en la serie de la tele resulta de una lógica aplastante. Ninguna pega al respecto.
Y, en realidad, tampoco en ningún otro. La serie combina con una sabiduría excepcional un aire de clasicismo y tradición con otro de modernidad: el pueblo de Blue Valley semeja una suerte de paraíso intemporal capaz de pertenecer a cualquier época. Sin duda, nos trae a la mente aquellos mitificados años 50 americanos, pero bajo ese barniz reluciente se adivina un fondo siniestro, como en esos limpios suburbios de peli de terror de los ochenta que ocultaban crímenes espeluznantes y secretos inconfesables de varia ralea. Sin embargo, y a pesar de un comienzo que no por esperable resulta menos desazonante, pronto se alzará Stargirl como un faro de esperanza: una súper heroína de las de antes, en la estela de Supergirl pero con personalidad propia y un ayudante talludito y simpaticote. Juntos, tendrán que enfrentarse a una verdadera legión de malos malosos de lo más vil y poderosos que imaginarse pueda mientras tratan de ocultar sus correrías a la encantadora señora Dugan y a Mike, el hijo de Pat. En definitiva, un auténtico placer para los que nos quedamos en los cómics en que estaba claro quiénes eran los buenos y quiénes eran los malos, y el homicidio y las muecas con muchos dientes eran patrimonio de los segundos.
22 de agosto de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto la primera temporada de... Stargirl...
https://www.filmaffinity.com/es/film999298.html
La vi por el simple hecho de que participa Amy Smart, cuya sonrisa me hace feliz. Empezó siendo un poco plasta, orientada a público preadolescente. Pero a medida que avanza la historia se va animando, para tener un final bastante entretenido. Se va a llevar un 6, pero más por el final que otra cosa. Al principio era una serie de 5 justito. Incluso me planteé dejar de verla, pero... sonrisas mandan. Y ahora espero a ver cómo evoluciona la historia cuando llegue la segunda temporada.
https://www.filmaffinity.com/es/film999298.html
La vi por el simple hecho de que participa Amy Smart, cuya sonrisa me hace feliz. Empezó siendo un poco plasta, orientada a público preadolescente. Pero a medida que avanza la historia se va animando, para tener un final bastante entretenido. Se va a llevar un 6, pero más por el final que otra cosa. Al principio era una serie de 5 justito. Incluso me planteé dejar de verla, pero... sonrisas mandan. Y ahora espero a ver cómo evoluciona la historia cuando llegue la segunda temporada.
15 de agosto de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Serie entretenida, a excepción de series de un tono más serio como Daredevil, the Boys o incluso la reciente Lois y Superman, de lo mejorcito que hay en el género. Efectos especiales aceptables, un guion decente y unos villanos a la altura. Una pega que afea bastante a la serie es que en el doblaje en castellano se escuchan varios "laísmos" que descolocan bastante, no debería permitirse eso en un sector cuya principal función es "comunicar" y mucho menos en dobladores de renombre. Lamentable, y cada vez se escuchan en más producciones audiovisuales en el doblaje al castellano, más en series que en películas. De 6,5/10.
28 de mayo de 2020
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por fin ha llegado una nueva heroina a la pequeña pantalla.
En su primer capítulo promete lo mismo que sus predecesoras.
Un excelente entretenimiento satisfactorio.
Tremendamente juvenil es ella.
Stargirl.
En 2015 apareció en la pequeña pantalla una Superheroina llamada Surpergirl que rápidamente supo granjearse el favor de su fans con su personalidad ingenua y simpática. A día de hoy va por la quinta temporada, con un mínimo de 20 capítulos por año. ¿Dónde reside el éxito? Parece que se establece, como pacto tácito, superar el tercer año de emisión. Se ha convertido desde el inicio en un verdadero fenómeno televisivo tremendamente familiar. Una serie, en definitiva, enfocada para todos los públicos. Quizás en eso resida su éxito arrollador.
En 2019 le sigue el nacimiento de una nueva Superheroina llamada Batwoman cuya personalidad reivindicativa la hace un personaje tremendamente actualizado, fresco y atrevido. Una serie que, parece que hoy en día es un hándicap, muestra a una heroína protagonista abiertamente lesbiana y eso parece condicionar su exito, y es por eso que tendrá que conformarse con la fidelidad incondicional de una legión de fans capaces de seguirla a cualquier lugar. 20 episodios creados para el primer año, y una segunda temporada que viene de camino con una sorprendente e inesperada novedad. Esta es una serie más intensa, mucho más directa y oscura.
Ahora en 2020 es el turno de Stargirl otra “chica estrella” de la pequeña pantalla que parece encaminada a triunfar. Una joven adolescente que se convertirte en toda una Superheroina de la noche a la mañana al descubrir el poder interior de un bastón mágico, que se ilumina y se activa al reconocer a su legitima propietaria. Recién llegada a un nuevo hogar y lejos de la gran ciudad, iniciará una nueva vida en un pequeño pueblo agradable. Comenzar en un nuevo colegio, su primera tarea, hacer nuevas amistades, lo siguiente, y después dedicarle todo el tiempo necesario al báculo para hacerse con el control, esta será en su tiempo libre su tarea principal, ya que la relumbre de luz que evoca esta pieza poderosa de acero pose personalidad propia. Aquí se abre un abanico incierto de peligros para la protagonista. La joven vivirá en su primer capítulo una inédita experiencia llena de poder, y hará que su destino cambie para siempre, ya que se verá encaminada a enfundarse en un traje a su medida parar que sus actos la determinen y la identifiquen como una gran heroína. El primer capítulo piloto es muy dinámico, desenfadado y juvenil, y abre todo un mundo de posibilidades sumamente interesantes. Su intención, a la serie me refiero, es conquistar el corazón del público más joven y hacer que el resto de espectadores lo pasen bien viéndola.
—Una impronta grata se está consiguiendo establecer con este nuevo mundo de Superheroínas—.
>>"Supergirl" es una mujer joven y de otro mundo que no necesita antifaz para ocular quien es. Ella es sin su traje, Kara Danvers, una reportera de noticas con una vida y una personalidad y una identidad a la que no está dispuesta a renunciar, por eso nadie es capaz de reparar y reconocer que una gran heroína voladora con múltiples poderes, que vela por el bien de la ciudad, sea una persona corriente como ella o como cualquiera otra. "Batwoman" si lleva una máscara para ocultar su rostro. Ella también es una joven mujer que coge el testigo que Batman ha dejado en la ciudad de Gotham al no volver a aparecer y convertirla en huérfana de héroe. Su dedicación será conservar el legado de Bruce Wayne y mantener la ciudad a salvo de cualquier villano o malhechor que altere la vida ciudadana. "Stargirl" también lleva un antifaz para ocultar su identidad, aunque aquí lo haga más que nada por tener que continuar con su vida de joven adolescente que vive con su madre y que está en ese proceso de aprendizaje que te exige ir al instituto. Ese aire juvenil la hace muy distinta de sus predecesoras, pues ella no tiene edad suficiente para emanciparse, y su destino deberá ser por pura obligación la de compaginar la vida estudiantil, la vida familiar y su nuevo papel de convertirse en una Superheroina quinceañera que deberá aprenderlo todo sobre marcha<<.
A Brec Bassinger, la actriz que encarna a Stargirl, le va como anillo al delo el personaje y aunque la historia está contada en la actualidad, tiene un aire muy ochentero estilo regreso al futuro, con tribus de instituto o coches voladores, donde la aventura es constante para Stargirl porque está en un escenario donde todo son vivir nuevas experiencias.
En su primer capítulo promete lo mismo que sus predecesoras.
Un excelente entretenimiento satisfactorio.
Tremendamente juvenil es ella.
Stargirl.
En 2015 apareció en la pequeña pantalla una Superheroina llamada Surpergirl que rápidamente supo granjearse el favor de su fans con su personalidad ingenua y simpática. A día de hoy va por la quinta temporada, con un mínimo de 20 capítulos por año. ¿Dónde reside el éxito? Parece que se establece, como pacto tácito, superar el tercer año de emisión. Se ha convertido desde el inicio en un verdadero fenómeno televisivo tremendamente familiar. Una serie, en definitiva, enfocada para todos los públicos. Quizás en eso resida su éxito arrollador.
En 2019 le sigue el nacimiento de una nueva Superheroina llamada Batwoman cuya personalidad reivindicativa la hace un personaje tremendamente actualizado, fresco y atrevido. Una serie que, parece que hoy en día es un hándicap, muestra a una heroína protagonista abiertamente lesbiana y eso parece condicionar su exito, y es por eso que tendrá que conformarse con la fidelidad incondicional de una legión de fans capaces de seguirla a cualquier lugar. 20 episodios creados para el primer año, y una segunda temporada que viene de camino con una sorprendente e inesperada novedad. Esta es una serie más intensa, mucho más directa y oscura.
Ahora en 2020 es el turno de Stargirl otra “chica estrella” de la pequeña pantalla que parece encaminada a triunfar. Una joven adolescente que se convertirte en toda una Superheroina de la noche a la mañana al descubrir el poder interior de un bastón mágico, que se ilumina y se activa al reconocer a su legitima propietaria. Recién llegada a un nuevo hogar y lejos de la gran ciudad, iniciará una nueva vida en un pequeño pueblo agradable. Comenzar en un nuevo colegio, su primera tarea, hacer nuevas amistades, lo siguiente, y después dedicarle todo el tiempo necesario al báculo para hacerse con el control, esta será en su tiempo libre su tarea principal, ya que la relumbre de luz que evoca esta pieza poderosa de acero pose personalidad propia. Aquí se abre un abanico incierto de peligros para la protagonista. La joven vivirá en su primer capítulo una inédita experiencia llena de poder, y hará que su destino cambie para siempre, ya que se verá encaminada a enfundarse en un traje a su medida parar que sus actos la determinen y la identifiquen como una gran heroína. El primer capítulo piloto es muy dinámico, desenfadado y juvenil, y abre todo un mundo de posibilidades sumamente interesantes. Su intención, a la serie me refiero, es conquistar el corazón del público más joven y hacer que el resto de espectadores lo pasen bien viéndola.
—Una impronta grata se está consiguiendo establecer con este nuevo mundo de Superheroínas—.
>>"Supergirl" es una mujer joven y de otro mundo que no necesita antifaz para ocular quien es. Ella es sin su traje, Kara Danvers, una reportera de noticas con una vida y una personalidad y una identidad a la que no está dispuesta a renunciar, por eso nadie es capaz de reparar y reconocer que una gran heroína voladora con múltiples poderes, que vela por el bien de la ciudad, sea una persona corriente como ella o como cualquiera otra. "Batwoman" si lleva una máscara para ocultar su rostro. Ella también es una joven mujer que coge el testigo que Batman ha dejado en la ciudad de Gotham al no volver a aparecer y convertirla en huérfana de héroe. Su dedicación será conservar el legado de Bruce Wayne y mantener la ciudad a salvo de cualquier villano o malhechor que altere la vida ciudadana. "Stargirl" también lleva un antifaz para ocultar su identidad, aunque aquí lo haga más que nada por tener que continuar con su vida de joven adolescente que vive con su madre y que está en ese proceso de aprendizaje que te exige ir al instituto. Ese aire juvenil la hace muy distinta de sus predecesoras, pues ella no tiene edad suficiente para emanciparse, y su destino deberá ser por pura obligación la de compaginar la vida estudiantil, la vida familiar y su nuevo papel de convertirse en una Superheroina quinceañera que deberá aprenderlo todo sobre marcha<<.
A Brec Bassinger, la actriz que encarna a Stargirl, le va como anillo al delo el personaje y aunque la historia está contada en la actualidad, tiene un aire muy ochentero estilo regreso al futuro, con tribus de instituto o coches voladores, donde la aventura es constante para Stargirl porque está en un escenario donde todo son vivir nuevas experiencias.
22 de noviembre de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que me gusta el género de superhéroes no es una novedad, así que la mayoría de los productos me generan al menos cierta curiosidad. Esta serie cumplió con ello al ser presentada en uno de los eventos del arrowverso. y siendo una adaptación del personajes favorito creado por Geoff Johns tenía mucho potencial.
Cuando se estrena su primera temporada, me deja muy frío. Brec Bassinger está genial en su papel de Courtney Whitmore/Stargirl, Luke Wilson es el que pone un poco de cordura, y a Amy Smart siempre es un placer verla en pantalla. Pero lo demás vuelve a lo típico del canal, y es el hecho de que todo esté dirigido a un público muy adolescente. Los dramas de instituto son más importantes que lo que sucede con los villanos, los héroes que nos presentan carecen de toda formación y su único requisito parece ser el ser amigos de Courtney (esto es flagrante en el caso de Beth, el hecho de llevar unas gafas de alta tecnología no la cualifican para enfrentarse a casi nada de lo que propone la serie)
Como a veces me gusta sufrir, cuando vuelve la segunda temporada me pongo a ello de nuevo. Y al menos algo ha mejorado, y es que el villano a batir es Eclipso, un mal bicho que puede dar (y de hecho lo da) mucho juego. Pero una vez más nos vamos al instituto (siendo verano está forzadísimo que les obliguen a ir a la escuela de verano), y hay dramas insalvables para los chavales... Cuando se alejan de todo esto, la serie funciona bastante bien, pero cuando se centran en ello pierde mucho.
Siendo honestos, la culpa es casi toda mía, porque conozco el canal y el producto, y el target al que va destinado, y no soy yo desde luego. Muy bien tiene que darse para que vuelva a la tercera temporada.
Cuando se estrena su primera temporada, me deja muy frío. Brec Bassinger está genial en su papel de Courtney Whitmore/Stargirl, Luke Wilson es el que pone un poco de cordura, y a Amy Smart siempre es un placer verla en pantalla. Pero lo demás vuelve a lo típico del canal, y es el hecho de que todo esté dirigido a un público muy adolescente. Los dramas de instituto son más importantes que lo que sucede con los villanos, los héroes que nos presentan carecen de toda formación y su único requisito parece ser el ser amigos de Courtney (esto es flagrante en el caso de Beth, el hecho de llevar unas gafas de alta tecnología no la cualifican para enfrentarse a casi nada de lo que propone la serie)
Como a veces me gusta sufrir, cuando vuelve la segunda temporada me pongo a ello de nuevo. Y al menos algo ha mejorado, y es que el villano a batir es Eclipso, un mal bicho que puede dar (y de hecho lo da) mucho juego. Pero una vez más nos vamos al instituto (siendo verano está forzadísimo que les obliguen a ir a la escuela de verano), y hay dramas insalvables para los chavales... Cuando se alejan de todo esto, la serie funciona bastante bien, pero cuando se centran en ello pierde mucho.
Siendo honestos, la culpa es casi toda mía, porque conozco el canal y el producto, y el target al que va destinado, y no soy yo desde luego. Muy bien tiene que darse para que vuelva a la tercera temporada.
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