Border

Estamos ante una película sorprendente. Esa impresión ya la encontramos nada más empezar al ver la caracterización de la protagonista Eva Melander en su papel de Tina, una vigilante de seguridad del aeropuerto. Nos quedamos como hipnotizados, aunque en esta ocasión no es ante su belleza sino más bien al contrario.

La duda inicial seguida de la pregunta: ¿esto qué es?, se va agrandando según avanza la cinta. La trama se va abriendo como una flor en primavera y hasta los más insignificantes detalles se van agrandando para acabar de envolver una trama espesa y, casi, de cuento de hadas, en la que tiene vital importancia la mitología nórdica. Pero no os asustéis, tampoco estamos ante la exposición de un doctorado en la materia. Bastan cuatro pinceladas para que el público se introduzca en un mundo mágico y salvaje al mismo tiempo.

La maestría mostrada en el anterior trabajo del director de origen pakistaní Ali Abbasi, Shelley (2016), se confirma de manera exponencial en la cinta que analizamos, en la que el guion, a cargo del mismo director, es de un elevado nivel narrativo. La historia que cuenta mezcla sabiamente la realidad y la fantasía. Es una abstracción mundana, sin grandes alardes técnicos, los cuales no necesita para nada. Se basta y se sobra con unas crudas imágenes a las cuales uno se habitúa llegando a empatizar con unos protagonistas muy lejanos a cualquier estereotipo que os imaginéis. No obstante encontramos a faltar un poco más de truculencia. Pensamos que eso no entraba en la idea original, pero ya puestos…

Una funcionaria de aduanas desarrolla la extraña habilidad de descubrir los engaños de los pasajeros que desembarcan en el aeropuerto. Tiene una rara fijación por uno de ellos. Lo que ignora es que esto cambiará toda su existencia.

En el apartado técnico mencionar el extraordinario trabajo del departamento de maquillaje encabezado por Pamela Goldammer, realmente increíble, basta solo con comprobar el antes y el después. Creemos que es lo primero que haréis después de ver el film.

En el apartado actoral destacar a los dos protagonistas Eva Melander y Eero Milonoff, los cuales nos transportan con sus interpretaciones a un mundo de fantasía con un toque primitivo. Aparte de esto, da la impresión de que a partir de cierto momento se dejan ir, dando rienda suelta a algo que cuesta mucho mostrar en pantalla cómo puede ser la felicidad. Seguimos con Jörgen Thorsson, en un papel que sabe reflejar fielmente a un personaje algo loco, de vuelta de todo y agarrado a la seguridad de un hogar aunque éste esté gobernado por un ser bastante especial. En papeles más secundarios tenemos a Viktor Åkerblom y a Matti Boustedt.

Recomendarla encarecidamente a todo tipo de público que ame lo fantástico. Solo tienen que dejarse llevar y disfrutar de un film que, estamos seguros, alcanzará grandes cotas. La calidad y originalidad están garantizadas.

http://www.terrorweekend.com/2018/05/border-review.html

Puntuación: 7,5

Un sabueso en la aduana

En esta singular y curiosa producción sueca, nos encontramos a la horrible y repulsiva oficial de aduanas Tina (Eva Melander). Una mujer con la nariz como la de un sabueso, que utiliza para olfatear a los viajeros por si pueden tener algo que ocultar.

Ella no solo huele contrabando tradicional (alcohol, drogas) sino que también detecta a un hombre con una tarjeta SD llena de pornografía infantil. Tina es capaz de oler sentimientos de las personas como la culpa, la vergüenza o el miedo. Una característica que la hace perfecta para ser funcionaria de aduanas.

A pesar de ser un activo importante y vital en el servicio de aduanas, es una mujer sensible que no lo tiene nada fácil en su día a día. Oler la miseria en todas partes, sacarla a la luz cuando apuntas a la gente y ser consciente todos los días de que tienes un físico completamente diferente al del habitante promedio de Estocolmo, ciertamente debe ser doloroso. Ella se ve diferente pero atribuye su apariencia a un trastorno hereditario.

Tina se verá algo más que diferente cuando un día conoce al misterioso Vore (Eero Milonoff) durante su trabajo como agente de aduanas. Ese día, toda su vida cambia, cuando ese hombre con apariencia y habilidades similares cruza la frontera. Esto lleva a una relación entre ellos que hace que Tina comience a reflexionar sobre quién es ella realmente. Este será el comienzo de un viaje aterrador y tortuoso que marcará su existencia.

Border trasciende el género

El director Ali Abbasi, nacido en Irán pero residente en Suecia, debutó en el mundo del largometraje hace apenas tres años con su película Shelley en la sección Panorama de la Berlinale y en la sección oficial del Festival de Sitges. Ahora, nos presenta su segundo proyecto, Border, basado en la novela homónima de John Ajvide Lindqvist.

Recordemos que Lindqvist es el autor de la novela Dejame Entrar que se llevó al cine en 2008 por Tomas Alfredson. Una aparente película de vampiros, aunque la realidad es bien distinta, que cosechó un gran éxito de taquilla, crítica y premios. Aunque este ha sido el principal reclamo inicial para despertar el interés por Border, ambas coinciden en que trascienden el género.

Tina podría haber sido el personaje principal de un cuento de hadas, una princesa al estilo de Fiona como en la película de Shrek. En cambio, Border muestra cómo tratamos a las personas que se desvían de lo cotidiano y que son diferentes. Al mismo tiempo de como es para Tina ese proceso de aceptación, cuando conoce a alguien que se ve tan “singular y peculiar” como ella misma.

Que Border pertenece al mismo autor que Déjame Entrar se refleja en los personajes. El personaje de Tina es como Eli, enigmática y muy complejo. Su inteligencia no se manifiesta explícitamente, pero puede deducirse por el hecho de que puede funcionar perfectamente como un ser monstruoso en una sociedad humana y civilizada. Se ha adaptado bien y ya no la preocupa lo que las personas digan sobre su apariencia después de acostumbrarse a una vida llena de intimidación.

Conexión con la naturaleza

La conexión de Border con la naturaleza es una constante a lo largo del metraje. Se puede apreciar en las bellas y relajantes caminatas de Tina por el bosque. Su amor por los animales proporciona momentos sorprendentes.

Border está repleta de hermosas escenas. La de Tina haciendo una pequeña pausa en un trayecto en coche porque siente que un montón de ciervos quiere cruzar la calle. O aquella otra en la que vemos como se baña en el río.

Variedad de géneros

Ali Abbasi sabe rascar de forma muy acertada varios géneros con diferentes tonos narrativos. A veces Border resulta un cuento de hadas cómico, a veces un thriller opresivo, y otras un romance trágico.

La película es desafiante e impredecible de principio a fin. Contiene una buena mezcla de drama y fantasía. Nada resulta excesivamente exagerado y lo dramático prevalece sobre lo fantástico. La fantasía es solo una parte, pero ciertamente importante. Border es extravagante e increíblemente audaz con una dosis de emoción.

En un principio la historia resulta desconcertante, ambigua y mantiene al espectador constantemente a la expectativa, siempre a la espera de encontrar un sentido a todo lo que ve. De repente, todos esos elementos aparentemente dispares se convierten en parte de una trampa narrativa inteligente. El último acto de Border se despliega inesperadamente a un abismo, los límites de género se revientan, la película alcanza una nueva complejidad y entrega a cada espectador una dosis llena de elementos para pensar y reflexionar.

Conclusión

Border brindará al espectador una experiencia única y extraña, aunque, claro está, la historia no es impecable y podemos encontrar alguna ligera inconsistencia. Sin embargo, nos ofrece muchos giros y sorpresas, además, de atreverse a profundizar de forma existencial sobre ciertos problemas de exclusión social.

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Estamos ante la reivindicación de la diferencia. Tan diferentes son los protagonistas de este relato entre el resto de la gente, como la misma película lo es respecto a las que habitualmente llegan a nuestras carteleras. Entre sus encantos está esa mezcla de thriller (el aroma a noir nórdico envuelve la película desde la primera escena) y fantasía, tan sugestiva como inhabitual, sacudida por una historia de amor extraña, puro lirismo freak elevado a sus más altas cotas. Pero no es solo la celebración de la discordancia lo que impera en la película de Abbasi, sino también el reclamo de la naturaleza como símbolo de vida, la contraposición del bosque como refugio físico y espiritual frente a una casa que es de todo menos un hogar. Transgresora y gamberra, “Border”, no obstante, nos obsequia con retazos de poesía visual y, frente al repetitivo esquematismo formal y narrativo del cine actual, es capaz de dejarnos unas cuantas escenas para el recuerdo, que no es poca cosa.

Lo mejor: Tina y Vore, desde ya, una de las parejas cinematográficas más singulares de la historia del cine.

Lo peor: un cierto exceso con el mal gusto.

Stephen King es mi escritor de terror favorito porque en sus mejores novelas presenta un drama totalmente realista y poco a poco va introduciendo elementos de terror sobrenatural hasta que la historia pasa a ser algo totalmente distinto. Y está claro que ha influenciado mucho a John Ajvide Lindqvist, autor de la novela en la que se basa la magnífica Déjame entrar (me refiero a la sueca que es la única que he visto) y del relato en el que se basa Border (frontera en inglés). Aunque hay que advertir que esta última es mucho menos de terror pero tiene esa misma estructura típica de King.
En realidad Border es una mezcla de drama, suspense policíaco, historia de amor (eso sí, muy peculiar) y fantasía oscura que combina a la perfección dichos géneros. Y una apología de la diferencia y de la tolerancia muy necesaria en los tiempos que corren.
Está muy bien dirigida por el para mí desconocido Abbasi aunque tiene un ritmo muy lento, tanto que en ocasiones llega a aburrir, lo que me parece uno de los problemas de la película junto a un giro argumental final que veo demasiado forzado. Esa lentitud, sumada a algunas escenas muy arriesgadas como una de sexo de lo más impactante hace que la película se aleje y mucho de lo comercial.
Desde el punto de vista artístico es espléndida: la fotografía es una maravilla, la música es muy buena y está muy bien integrada y la pareja protagonista, sobre todo una Eva Melander inmensa, hace unas interpretaciones espectaculares de unos personajes bastante extremos que en manos de otros actores podrían haber llegado al ridículo. Ambos cuentan con la inestimable ayuda del increíble maquillaje de Göran Lundström y Pamela Goldammer, que no es de extrañar que haya sido nominado al Oscar y que es de lo mejor de la película.

¿Fantástico? ¿Superhéroes? ¿Thriller? ¿Drama romántico? ¿Cine social? Cualquiera de los palos que toca "Border", por dispares que parezcan, es pertinente. Cada giro que da la historia encaja (y mira que alguno parece un tanto forzado). Vamos de revelación en revelación, estableciendo con la protagonista uno de los vínculos más fuertes que se pueden sentir por un personaje.

Más que una historia, más que un sorprendente trabajo narrativo, "Border" es uno de los retratos más emocionantes del cine reciente. Todo un tratado sobre el individuo, la sociedad, la vida y las fronteras.