Aunque los giros inesperados en el guión son ya un tópico en el cine de intriga, la trama es muy ingeniosa bajo mi punto de vista, y consiguió absorber por completo mi atención.

Las interpretaciones me parecieron fabulosas, especialmente la de Ricardo Darín, pero sin desmerecer a un gran Gastón Pauls, que junto al resto de sus 'compinches', me hizo morder el anzuelo.

Son muchas las críticas en las que he leído que el final era muy previsible, y la verdad que me gustaría que me explicaran que les hizo darse cuenta de como iba a terminar la historia, porque sinceramente no me lo creo. La única posibilidad que comtemplo es que muchos de ellos leyeran que el final era inesperado o que algún 'colega' les dijera lo sorprendente que era el final, antes de ver la película. Y claro, mientras la visionaban, sus brillantes mentes pensaron: "¡Está clarísimo!" Y yo, voy, y me río.

Por eso, a pesar de lo que digan estos 'genios', pienso que el final está muy bien logrado. A mi por lo menos me dejó fuera de juego. ¡Dios mío! ¿Será que soy muy tonto? ¡Ojalá que no!