Eduardo Casanova me parece un "alucinado" que, viendo el cine de Almodóvar, ha alucinado a su vez con él y ha decidido seguir sus pasos... el talento es el mismo (cero), pero la creatividad es nula.

Toda la película son escenas con estético muy Kistch (todo rosa, parece como si Casanova tuviese obsesión con ese color, y quisiese que el espectador tragase con ello) y, además añadir escenas de un desagradable subido sin venir a cuento (me recordaron a las películas de sexexplotation de los setenta, donde se veían intervenciones quirúrgicas para que los espectadores quedasen impresionados) y tonterias de la actual moda de políticamente correcto.

Las actuaciones de los actores... hacen lo que pueden; a mí, personalmente, el trabajo de Macarena Gómez me gusta bastante.

Pero, insisto, la película me parece infumable