Sin duda, lo mejor es su originalísimo planteamiento. Un grupo de universitarios, integrados por unas tías buenorras, un par de guaperas y otro par de frikis, deciden pasar un par de días en una cabaña, en la nieve. Objetivo: follar. Pero resulta que por allí pululan unos zombies. Yo, al menos, no lo había visto nunca.

Por encima de que los muertos vivientes luzcan bonitas indumentarias nacionalsocialistas, lo cierto es que la mayor novedad es que se habla de euros en lugar de dólares, y que en vez de yankees los protagonistas viven en la vieja Europa. Sí, sí, es tan mala como semejante planteamiento pudiera hacer pensar, pero viene con ración extra de ketchup, algo de escatología y música machacona. Sólo para los muy fans del subgénero ‘Resurrection Joe'.

Lo mejor es el final, porque ya se acaba.