Mudo

Es una película muy bonita, no se puede describir de otro modo. La trama es simple en extremo, y se desarrolla con un ritmo muy lento, aunque constante. Esto no es malo de por si, depende del producto que busquemos. En la película aprendemos al mismo ritmo que el protagonista, interpretado de forma muy notable por Skarsgard. De hecho todas las interpretaciones son muy buenas, aunque la caracterización de los personajes se le puede atragantar a más de uno. Rudd y Theroux, tal y como destacan incluso las críticas más negativas, son una bienvenida sorpresa.

Es difícil recomendar esta película, ya que a pesar de su simpleza, esta rodada y se origina como un proyecto muy personal de Duncan Jones (que no por nada ha dedicado esta obra a sus padres). Si conectas con ella te parecerá muy lírica y bella (bonita, vamos). A los personajes se les coge cariño solo si se conecta con el estilo que le imprime Jones. No tengo ninguna duda, después de ver esta y Moon, de que el director es un cursi (pero mucho mucho). Si tienes una sensibilidad similar, apreciarás este relato, si no, no la aguantarás, pues tal es su simpleza que o aprecias lo que te cuenta o te parecerá que no cuenta nada. Una película debe contar una historia, y Mute la cuenta. Puede parecer más o menos sencilla, puede parecernos demasiado pequeña en comparación con el mundo que muestra, pero Mute cuenta una historia, eso es innegable, y si entramos dentro del juego detectivesco que propone el director, llegamos incluso a disfrutar de momentos de tensión y angustia.

El estilo de Jones es lo que marca y define la película. Esto, unido al ritmo enormemente lento, a unos personajes que te pueden tanto encantar como exasperar y a las inevitables comparaciones con Blade Runner (en realidad es bastante más similar a la primera entrega de lo que puede parecer, aunque sin el jugo filosófico de esta), hacen que Mute, que además llegaba con unas expectativas bastante altas, se haya pegado un buen golpe (uno de campeonato, de hecho).

En realidad, el caso de Mute me recuerda al de, por ejemplo, El Bosque de Shyamalan, aunque en este caso el recibimiento es mucho peor. No tengo ninguna duda de que con el tiempo saldrá a la luz un pequeño grupo de personas a las que la película les habrá encantado (como a mí, que la nota que le pongo no es ni por compensación ni por nada). Pero lo dicho, el tono que le imprime Jones es solo para Jones y aquellos que se parezcan (en este sentido), a él. Esto no es ni bueno ni malo, pero la simpleza del relato hará que muchos se encuentren con un producto tremendamente vacío y decepcionante.

Dale una oportunidad, tal y como dice una crítica, en tu casa, simplemente puedes quitarla y ya, pero tal vez te encariñes con el mudo y desees quedarte hasta el final. Lo único que puede decir de Mute es que me parece una película muy bonita, honesta (sería fácil, como con la nueva Blade Runner, presentar un montón de elementos que apartaran la atención de la historia principal, aunque no es el caso, y eso debe ser cada espectador de forma individual quien lo juzgue) y tremendamente sensible. Ojalá, y a pesar del recibimiento que ha tenido, se le sigan dando más oportunidades a Duncan Jones.

Irregular film de cine negro ambientado en un futuro distópico y sórdido, donde un Berlín futurista se transforma en el Berlín de la República de Weimar, del film "Cabaret", un Berlín perverso, decadente, más próximo a Sodoma y Gomorra. En esa ciudad vive un amish mudo (¡toma ya!) de ideales puros que convive con una compañera del trabajo de dudosa moralidad y trabajan en un local de copas y algo más. La desaparición de la chica y la búsqueda por parte del camarero inicia una espiral de violencia y muertes que parece no terminar nunca.

Raro, raro y fallido film. Unos personajes desagradables a juego con esa sociedad de proxenetas, pervertidos, medicos corruptos, mirones, viciosos, prostitutas y prostitutos, burdeles, donde el personaje principal, aparte de mudo, parece limitado mentalmente, recordándonos a "Forest Gump" en la manera de andar y sorprenderse, algo absurdo si lleva años viviendo en ese Berlín caduco. ¿Qué pinta ese personaje en Berlín? ¿Cómo ha acabado ahí? La historia es innecesariamente enrevesada y confusa, llena de demasiados personajes, quizás innecesarios, algunos ni te acuerdas quienes son cuando los mencionan de nuevo, y que recuerda más a un videojuego por su linealidad en la historia, pasando pantalla a pantalla.

A su vez el filme parece tener varios finales, haciéndose extremadamente largo y pesado en sus varias resoluciones. La ambientación esta lograda, con esa extraña mezcla de tecnología punta y vehículos a gasolina o camas de madera, recordando tremendamente al primer (y único) "Blade Runner".

Las interpretaciones también son irregulares, debido a la cantidad de matices de los que se dota a los mismos. Todos son tremendamente complejos, lo que complica aún más el seguimiento de la trama. Sorprende Paul Rudd, al que no reconocí bajo ese bigote setentero y la camisa a flores y decepciona la interpretación del personaje del camarero mudo, Alexander Skarsgard, quizás porque es un personaje nada, pero que nada, creible, completamente artificioso y postizo. Y ese es el principal error en la historia: el protagonista.

Primer proyecto de Duncan Jones para dirigir antes de “Moon” junto a Sam Rockwell, el film ambientado en Japón con gángsters británicos resultaba demasiado caro de producir por lo que se descartó en 2009. Tras el éxito de “Moon” lo reescribió en un Berlín futurista.

En 2011 dirigió “Código Fuente” una película también muy interesante por lo que se le encumbro como un director con mucho talento, en 2016 el proyecto de “Warcraft” se le fue un poco de las manos una superproducción un tanto confusa basada en el videojuego. Es en 2017 cuando Netflix decide producirle su primer proyecto “Mudo” la cual se la dedica a su padre David Jones (David Bowie) y su niñera Marion Skene.

En el apartado visual no se le puede negar una atmósfera bien diseñada para un film de este estilo que nos recuerda sin dudas a “Blade Runner”gran trabajo del diseñador de producción Gavin Bocquet maestro constructor de mundos de las tres precuelas de “La Guerra de las Galaxias”, pero no funciona nada de lo que nos intenta contar, es un auténtico desastre unos personajes poco creíbles y sosos en un film desastroso, parece que Netflix no consigue dar en la diana en los largometrajes que produce.

El protagonista Alexander Skarsgard interpreta a un amish mudo nada convincente enamorado de una chica con un pasado turbio (Seyneb Saleh), quizá los mejores personajes sean los dos médicos Paul Rudd y Justin Theroux inspirados claramente en “Mash” de Robert Altman. (incluso Rudd lleva los mismos bigotones que usaba Elliot Gould en algunas películas).

Una historia totalmente falsa, carente de interés, aburrida y totalmente fallida.
Destino Arrakis.com

Duncan Jones perpetra una película que va de muchas cosas y no va de nada. Nadie sabría a ciencia cierta decir de qué va esta película. No sé si el director quiere hacer un cine nuevo con el que no conecto o simplemente es un incompetente que tuvo suerte haciendo "Moon", porque no se explica la diferencia. Un film en el que todo está metido con calzador y que le falta el respeto al espectador contínuamente, apostando por el efectismo en detrimento de la narrativa. Es una total pérdida de tiempo especialmente hiriente porque esconde sus cartas y descubres muy avanzada la cinta que estás viendo un producto tremendamente mediocre.

Aceptable tirando a buena o mejor. Al terminar de verla hay que admitirlo. Una entretenida película de cine negro ambientada en un futuro inmediato con detalles de una ciencia ficción que ya no lo es, sabemos que hay cosas que están por llegar al mercado en un abrir y cerrar los ojos, si es que no han llegado ya .
La historia tiene su mujer fatal de oscuro pasado, incluido violencia, sexo y miles de luces que inundan el cielo a lo Blade Runner, y como en las películas de criminales de los años 40 y 50 brillan destellos de neón, existen tugurios con matones y en las calles la fauna humana sobrevive como puede. Puro cine negro.
La línea argumental es la clásica, pero para no caer en secuencias demasiado vistas, nos sorprenden con una pareja de médicos que forman el lado malvado de la trama. No esperen encontrar al consabido héroe repartidor de tiros y comentarios jocosos, porque este tío es mudo. De fondo, tiempos de intervenciones militares en el extranjero.
Déjense arrastrar por el hooligan Paul Rudd y su violento carácter, el futuro está cerca y las historias del cine negro siempre existirán.