Cuando la apariencia sí importa: libros de cocina para decorar además de leer
El peso de una buena sesión de fotos o de un trabajo gráfico de alto nivel son fundamentales en el ‘storytelling’ de un libro de gastronomía
Se podría escribir la historia de la humanidad siguiéndole la pista a la escritura y, con ella, al inicio del libro. Desde los primeros garabatos tallados en piedra, a las tablillas de arcilla, la importancia del papiro y los códices, a esas primeras encuadernaciones que se hacían cosiendo dichos papiros en pieles de animales. Desde ese instante, el arte del libro ha ido siempre más allá de la mera protección o de la indiscutible necesidad de preservar el pensamiento. El libro fue y siempre será un bello objeto de deseo. Y en gastronomía mucho más. El 98% de los libros que se editan con contenidos culinarios llegan a las librerías ilustrados. Por esto mismo, ¿por qué hay ciertos libreros que se enojan cuando alguien les pide un libro para decorar su casa?
Es así. Existe el cliente que entra con la sana intención de comprarse un libro porque acaba de reformar su cocina o porque ha abierto una casa rural o porque tiene que llenar una estantería de libros para darle un toque más intelectual a su restaurante. ¿Quiere decir esto que, dichos ejemplares, jamás se abran? Si algo tiene un buen libro editado es que tienta a ser adquirido, ojeado y, por supuesto, leído.
El peso de una buena sesión de fotos o de un trabajo gráfico de alto nivel son fundamentales en el storytelling de un libro de cocina. Es cierto, que existen los ensayos y las novelas culinarias, sin imagen ninguna. Y que, estos también tienen su lugar en nuestras librerías; pero si tuviéramos que elegir algún libro por su significante (léase, diseño) más que por su significado (contenido) aquí van seis referencias que cualquier amante del diseño debería de tener en algún rincón especial de su casa:
A cualquier libro de Taschen se le podría poner un marco. Su línea editorial está marcada por los libros ilustrados con papel grueso e imágenes excelentes. Podríamos bautizar sus libros como ediciones boutique. En gastronomía, hay muchas referencias dignas de ocupar ese lugar privilegiado en nuestra casa, pero por mencionar dos de las últimas ediciones, merece la pena el último monográfico de ingredientes que la editorial ha publicado: The Gourmand’s Lemon. A collection of Stories and Recipes. Una portada sin más imagen que un limón y un interior riquísimo en contenido e ilustraciones. El libro es un recorrido profundo sobre el cítrico y todo lo que le rodea: historia, arte y, claro, la cocina. El limón ha sido inspiración para artistas como Picasso o Warhol, o un icono para Philippe Starck, entre otros muchos. Entre tanto y tan bello, encontramos más de 60 recetas y unas maravillosas fotografías de Bobby Doherty. La edición nos ha llegado en inglés, estamos seguros de que, como pasó como su antecesor El Huevo, pronto llegará la traducción a nuestras librerías. En general, una joya.
Hablando de joyas. El libro Yoshihiro Narisawa. Satoyama Cuisine (también de Taschen) es uno de esos caprichos solo para coleccionistas. Se imprimieron 1.000 ejemplares, en formato apaisado, protegido por un estuche, y salió a la venta al precio de 1.250 euros. Entender este libro supone saber, en primer lugar, quién es Yoshihiro: su restaurante en Narisawa, Tokio, tiene dos estrellas Michelin. Su cocina hace de la tradición nipona una explosión lograda gracias a las nuevas técnicas. Fue uno de los primeros en su país en crear platos donde naturaleza e innovación se daban la mano. De esa conexión y creatividad se han quedado platos, ya emblemáticos en la cocina actual, como la sopa de tierra, la esencia de bosque o la ensalada de agua. Las páginas de este libro invitan a ser acariciadas; las fotografías, de Sergio Coimbra, te transportan a la placidez del medio natural. Pocos libros se encuentran en las librerías como este.
Otra de las grandes editoriales preocupadas, con acierto, en el diseño de sus libros es Phaidon. Libro que publica, libro que apetece comprar. Uno de ellos es el libro México. Gastronomía Vegetariana. Su tapa dura, cubiertas verde aguacate troqueladas, dibujando un paisaje de cactus, es de una belleza que salta de la librería. En el interior, encontramos el diseño de páginas muy al estilo de esta editorial: sobriedad en la redacción de las recetas y tentación en las fotografías. Ya metiéndonos en el contenido: es de lo mejor que se ha publicado en temática vegetariana. Por la sorpresa, la variedad y la riqueza de sus ingredientes.
Si el libro sobre la cocina mexicana vegetariana es para lucirlo por su portada, el libro The Photography of Modernist Cuisine es para ir abriendo una página cada día y dejar que la fuerza de las fotografías de su interior te hipnotice. Para ponernos en situación: este libro nació del exhaustivo trabajo del equipo de Nathan Myhrvold (creador del libro más rompedor y llamativo sobre cocina de vanguardia, Modernist Cuisine). El libro de fotografía se editó en formato sábana, papel brillante y una apuesta por dejar que la vista se deleite con los procesos de cocina, los platos de vanguardia, las técnicas más avanzadas. Esta es, sin duda, una de las mejores apuestas para los que se dedican profesionalmente a la fotografía culinaria o para un gourmand caprichoso.
Por último, rescatamos de la librería dos volúmenes, editados por Debate, que guardan el amplio y maravilloso recetario de Julia Child (la cocinera que ‘enseñó’ a cocina francesa a los americanos): los de El arte de la cocina francesa. A nivel estético irradian sobriedad y elegancia. En su interior, encontramos una mirada serena de la tradición francesa. Sin duda, por ambas razones, un indispensable en ese rincón soleado de nuestra cocina.
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