Dave Portnoy: cuñado último modelo

La última fechoría perpetrada por Dave Portnoy ha sido una diatriba contra Kim Kardashian (y en defensa, al menos en teoría, de Taylor Swift) que se produjo el 10 de diciembre. El empresario bostoniano de 46 años calificó a Kardashian de “basura” y amenazó con “encargarse” de que sus múltiples canalladas y desmanes “no queden impunes”. Aunque no estuviese del todo claro a qué se refería con sus tuits, lo cierto es que recabó la adhesión instantánea de la legión de seguidores del par de canales que lidera, Barstool Sports y One Bite Pizza Reviews.

Más de uno de ustedes debe estar preguntándose quién es Dave Portnoy y por qué debería preocuparnos lo que tenga que decir semejante individuo sobre Kim Kardashian. La respuesta es que este licenciado en Educación por la Universidad de Míchigan es un síntoma de algo inquietante, y puede que irreversible, que está ocurriendo ahora mismo con los medios de comunicación y entretenimiento popular en Estados Unidos. Portnoy lanzó Barstool Sport en 2007 como una plataforma de información deportiva orientada a jóvenes “sin prejuicios” y alérgicos a la corrección política. En los años posteriores, según la redactora de The New York Times Amelia Nierenberg, el medio se convirtió en punto de encuentro de una muy nutrida comunidad de “veinteañeros blancos muy proclives a los comentarios racistas, misóginos y homofóbicos”.

La página superó en 2015 los 250 millones de visitas mensuales, alcanzó un valor de mercado de 15 millones de dólares, convirtió a Portnoy en uno de los referentes del movimiento incel y, según muchos analistas, contribuyó a pavimentar el éxito de Trump entre la juventud que consume opioides y se entusiasma con las carreras de NASCAR.

El creador de Barstool Sports se ha embarcado últimamente en otra aventura profesional que le acaba de convertir en la personalidad más influyente del mundo de la pizza. El hombre empezó hace alrededor de 10 años a colgar de las redes sus One Bite Pizza Reviews, una serie de vídeos en los que visita todo tipo de restaurantes y chiringuitos, pide una porción de pizza, le da un mordisco y la puntúa de 0 a 10. Ha producido ya más de 1.000 piezas de un éxito viral creciente: 136 millones de likes en TikTok.

Llegados a este punto, tal y como explica Luke Winkie en la revista Slate, “si Portnoy entra en tu restaurante, en menos de 10 minutos, tu destino como empresario estará sellado”. Winkie atribuye a Portnoy prácticas poco menos que mafiosas. Es tal su poder que muchos hosteleros aseguran haber sucumbido a sus tácticas de intimidación y extorsión económica para arañar unas décimas en ese ranking digital de la excelencia pizzera que depende de los criterios de un solo hombre.

Su poder se vio reforzado con la celebración en Atlanta el pasado mes de octubre del primer One Pizza Festival, considerado por The New York Times “uno de los eventos más influyentes del sector de la gastronomía en décadas”. Miles de personas tuvieron la oportunidad de probar las porciones cocinadas por las 35 pizzerías que había seleccionado el propio Dave Portnoy. Uno de los asistentes declaró al reportero Kevin Draper que, en su opinión, Dave estaba empezando a adquirir un inquietante perfil “mesiánico”. Sin embargo, a renglón seguido le quitaba hierro al asunto, añadiendo que “después de todo, lo único que hace es puntuar las porciones de pizza que se come, no se está presentando a presidente de Estados Unidos”. Denle tiempo.