Le Pen atrae masas en Marsella, viejo feudo comunista

"Por el renacimiento de la patria francesa y la reconstrucción del imperio europeo" fueron las últimas palabras pronunciadas por Jean-Marie Le Pen al término del mitin que reunió ayer por la tarde en Marsella, antiguo feudo comunista, a unas 20.000 personas. El nombre del candidato ultraderechista a la presidencia de la República fue entonado con el ritmo binario característico de los fascismos (Hit-ler, Du-ce, Fran-co) varias veces durante la multitudinaria reunión de lepenistas.

Los manifestantes aclamaron a su dirigente hasta la histeria en varias ocasiones, principalmente cuando alabó sus sentimientos patrióticos y propugnó medidas contra los inmigrantes o el restablecimiento de la pena de muerte.La masiva concentración en el estadio de fútbol donde juega el Olimpic de Marsella, contrasta con los pocos miles reunidos el sábado por el candidato comunista, André Lajoinie, en el Vieux Port (Puerto Viejo). Hace siete años, en la anterior campaña presidencial, el comunista Georges Marchais llenaba el estadio y Le Pen debía conformarse con agrupar a sus pocos partidarios junto a las aguas del puerto.

El Partido Comunista Francés fue en 1981 la primera fuerza política en la primera vuelta de la elección presidencial, mientras que ahora, según todos los sondeos, puede ser el Frente Nacional el que consiga el mayor número de votos, en torno al 25%. El Frente Nacional ni tan sólo existía entonces en la ciudad provenzal.

Éste ha sido un intenso fin de semana para los marselleses. El viernes, el presidente de la República realizó una rápida y discreta visita electoral, pronunció un discurso en el Ayuntamiento -de mayoría socialista- y paseó por el Viejo Puerto, antes de trasladarse a Lyón, donde pronunció el segundo mitin de su campaña. El sábado, los comunistas se reunieron bajo la lluvia ante una gran tribuna montada sobre el andén del puerto, y hoy, una coordinadora de asociaciones y partidos denominada Marsella-Fraternidad se manifestará contra el racismo y la xenofobia de Le Pen.

La concentración del líder ultiraderechista, presentada por el Frente Nacional como el acto más importante de su campaña electoral, ha sido por el momento la que mayor número de personas ha concentrado, en una muestra de la inversión del sentido del voto. Los partidarios de Le Pen, con su consigna Jean-Marie presidente, son conscientes del papel central de su partido en esta campaña electoral, en la que los grandes candidatos se ven obligados a tomar posición respecto a los temas mayores de su campaña, la inmigración principalmente.

La oposición a Mitterrand

Le Pen aseguró hace días que es el único candidato que puede hacer vencer a la derecha frente a Mitterrand y que es también el único que puede encabezar la oposición a Mitterrand si este gana. Estas declaraciones, tomadas en principio como una boutade, están apareciendo, a medida que se acerca la segunda vuelta de la elección presidencial, como trágicamente próximas a la verdad de los hechos. Jacques Chirac, el actual primer ministro y el candidato del RPR (Asamblea para la República), el mejor situado de la derecha, no podrá ganar a Mitterrand sin los votos de Le Pen. Para ello, corteja a fondo a los electores lepenistas, mediante un ambiguo lenguaje sobre la inmigración. Si, a pesar de todo, Chirac no vence, el papel jugado por Le Pen y la utilización de sus temas preferidos pueden darle un lugar privilegiado en la derecha francesa.