Los problemas vuelven a crecer en el Real Madrid
A ocho puntos del Barcelona y azotado por el caso Vinicius, el equipo blanco viaja a la semifinal del Mundialito sin Courtois, Benzema y Militão, aunque el club no los descarta para una hipotética final
Parecía que el Real Madrid había enderezado la figura después de un arranque de 2023 muy errático, pero los últimos días lo han metido en otra curva: a ocho puntos del Barcelona en Liga, azotado por el caso Vinicius y la enfermería en un nuevo repunte. Thibaut Courtois, Karim Benzema -que este curso ya se ha perdido 11 partidos-, y Éder Militão no viajaron este lunes a Rabat para las semifinales del Mundial de Clubes de este miércoles (20.00, Telecinco) contra el equipo egipcio del Al Ahly. Fuentes del club blanco precisaron, no obstante, que ninguno de los tres se encuentra descartado para una hipotética final, que disputaría el sábado (20.00) ante el vencedor del Flamengo-Al Hilal (martes, 20.00). En el horizonte de todos ellos se encuentra el choque en Anfield contra el Liverpool el próximo martes 21 de febrero, en la ida de los octavos de la Champions.
Si los merengues perdieran este miércoles en Marruecos, todavía les quedaría el compromiso por el tercer y cuarto puesto, también el sábado (16.30). Estas tres ausencias se unen a las ya sabidas de Eden Hazard (tendinitis rotuliana en la rodilla izquierda), Mendy (lesión en el músculo semimembranoso de la pierna izquierda) y Lucas Vázquez (esguince de la sindesmosis peronea del tobillo derecho). En cambio, en la lista entraron los canteranos Luis López, Cañizares (ambos guardametas), el defensa Marvel, y los medios Mario Martín y Arribas.
El último en caer fue Courtois, que en el calentamiento en Son Moix sintió molestias en el abductor izquierdo que le dejaron en el banquillo. Este lunes se le realizó una ecografía, pero para obtener un diagnóstico más exacto debe esperar a la resonancia de este martes. De momento, se quedó en casa y, en función de los resultados clínicos, el club decidirá si se incorpora a la concentración. Benzema, con una sobrecarga muscular, y Militão, con problemas en el abductor izquierdo, aguardan turno para la posible final del Mundialito si su recuperación lo permite.
La lesión le sobreviene al meta después de un inicio de año con varias actuaciones muy destacadas. De hecho, él fue lo único rescatable del Madrid en unas primeras citas post mundialistas muy pobres. Se trata de su segundo parón esta temporada. En octubre se perdió seis encuentros, incluido el clásico en el Bernabéu, debido a una ciatalgia y a una distensión en la rodilla derecha, y la recuperación requirió de infiltraciones. Su baja vuelve a sacar del fondo del armario a Andriy Lunin, de 23 años, que en sus dos primeras campañas apenas se le había visto en cinco choques y en esta ya suma ocho.
La bola de nieve de Vini
En un momento de dudas, un calendario abrasivo y a dos semanas del viaje a Liverpool, estas bajas médicas afectan a la línea troncal de un equipo en dificultades y con la necesidad de levantar el Mundial de Clubes si no quiere ver agravada su situación. Este domingo, tras varias actuaciones meritorias que aliviaron la herida de la final de la Supercopa, el conjunto de Ancelotti volvió a ofrecer una pobre actuación que lo alejó de la cabeza de la Liga, donde los azulgranas mantienen un ritmo que lo ha sacado de rueda.
Penalizado por un tanto en propia puerta de Nacho nada más empezar y un penalti fallado por Asensio en la segunda mitad, los blancos no encontraron la manera de abatir a un Mallorca que dominó el juego y ese otro fútbol. Unas carencias deportivas que se multiplicaron este fin de semana con el ya asunto Vinicius, una bola de nieve que no ha dejado de crecer. Por la oleada de insultos desde la grada (LaLiga investiga ataques racistas), y por marcajes muy rigurosos (recibió 10 faltas de los bermellones, más que nadie esta temporada en Europa) y hasta burlas del rival que han terminado por destemplar al brasileño.
Durante meses se le notó incluso cómodo en esas refriegas con los defensores, pero en los últimos meses la sensación es que, con la multiplicación del problema, lo han sacado del carril. Todo ello en un momento en que, con Benzema lesionado o lejos de su versión del Balón de Oro (suma 13 dianas y la pasada campaña alcanzó las 44), el ataque blanco tiende a colgar en gran medida de su capacidad de desborde.
Sin tiempo para detenerse a pensar por una agenda sin tregua, el Madrid encara la opción de un nuevo título con problemas en la enfermería, en la clasificación liguera y con el ruido de fondo del tema Vini.
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