Las mujeres y los adolescentes impulsan el crecimiento de la lectura en España
El último Barómetro anual del sector revela que más de un tercio de la población no lee nunca o casi nunca, frente a un 64,8% que sí lo hace habitualmente en su tiempo libre
Toda España lee. Por cada 100 ciudadanos, apenas hay cuatro mohicanos que resisten de espaldas a esa actividad. Es decir, 96 ciudadanos de esos 100 leen (lo que sea) al menos una vez por trimestre. Lo que varía es el cuánto, el cómo y sobre todo el qué. ¿Novelas? ¿Ensayos? ¿Reportajes? ¿Un tuit o un mensaje en Instagram? El Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España, publicado hoy por la Federación de Gremios de Editores con datos de 2022, ofrece una miríada de cifras actualizadas para analizar la relación de los españoles con la palabra escrita. Y su evolución en los últimos 10 años. Un vínculo cada vez más sólido para dos tercios de la población. Incluso un idilio para muchas, ya que ellas leen más que ellos. Aunque también hay incomprensiones y silencios: todavía más de un tercio de los encuestados —hubo 4.800 entrevistados, a partir de 14 años— no lee libros nunca o casi nunca. A continuación, un repaso a los números más destacados del estudio, junto con algún otro dato del Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Cultura y Deporte.
Qué se lee
Lo que más, periódicos: el 71,9% se acercó a ellos, ya fuera en edición impresa o digital, al menos una vez en un trimestre. Justo después, los libros seducen al 68,4%, ya sea por elección o por trabajo. Pero el Observatorio desglosa un poco más, en busca del aficionado real: el 64,8% los lee en su tiempo libre. Por placer, se sobrentiende. He aquí el mejor dato de la última década, que ha registrado un aumento constante, año tras año. Si se suman los cómics, se roza un 70% de población que disfruta con la lectura y se vuelca en ella. Y, más en general, los tebeos logran interesar a uno de cada 10 ciudadanos. Los otros ámbitos donde más se vuelca la lectura, sin embargo, son otros: webs, blogs y foros (64,9%) o redes sociales (59,5%).
Amor y odio por los libros
Un 52,5% lee libros en su tiempo personal todas las semanas. La cifra ha ido creciendo desde 2012 y se estabilizó en los últimos tres años. Aquí está, pues, un núcleo duro tan apasionado como consolidado. Frente a ello, el porcentaje de los que no leen nunca o casi nunca ha ido reduciéndose paulatinamente en el mismo periodo. Aun supone, eso sí, el 35,2% de la población.
Razones para no leer
El motivo que más aportan los entrevistados es la falta de tiempo (44%). Y todavía más la aducen los ciudadanos de entre 25 y 34 años: un 57,3% de quienes no leen en esa franja de edad. Con un porcentaje casi idéntico entre sí, en torno al 30%, las otras dos razones más frecuentes son ausencia de interés o la preferencia por otros entretenimientos. Partiendo de la base de que todo el mundo afronta un día de 24 horas, se podría argumentar que las tres respuestas en realidad dicen lo mismo: “Tengo otras prioridades”.
Resulta curioso que, tras años escuchando que internet, las plataformas o los videojuegos le han arrebatado protagonismo y afición a la lectura, las actividades que los encuestados más eligen en lugar de los libros son otras: pasear (25%); y “descansar, no hacer nada, dormir”, con un 18,1%. Más abajo, sí aparece la competencia de otros ámbitos culturales: ver series y películas (15,9%), la televisión (14,7%) o usar redes sociales (10,5%).
Producción imparable
El asunto se antoja, sin dudas, mucho más complejo. Pero es cierto que la comparación de las dos cifras asombra: a un lado, un tercio de la población que no toca los libros. Y, al otro, el récord de 90.379 primeras ediciones lanzadas en 2021, según el Anuario del ministerio. ¿Quién va a leerlas?, podría preguntarse más de uno. Aunque hay matices: el mercado ha reducido la tirada media, y la categoría de editor más poblada es la de quien saca entre dos y cuatro libros al año. Luego, por supuesto, hay 22 colosos que lanzan más de 500. Lo más editado, por cierto, son obras de Ciencias Sociales y Humanidades (39,5%). La creación literaria supone algo menos de una cuarta parte de los libros, y la infantil y juvenil uno de cada 10.
¿Y quién compra esos libros?
En realidad, cada vez más españoles adquieren libros: del 41,6% en 2012 al 52,8% del año pasado. Las librerías pueden celebrar ser el primer canal para obras no de texto (69,9%) y también la respuesta más frecuente (45%) a la pregunta: ¿dónde compraste el último libro? A la vez, sin embargo, internet suma y sigue: ya es la segunda opción para la compra en general (44%), la favorita para los jóvenes y la que más crece cuando los encuestados comparten su adquisición más reciente: el 25% lo hizo en la red, frente al 4% en 2012. A grandes rasgos, lo que han perdido grandes almacenes e hipermercados en la última década se lo ha llevado internet.
Universitaria, joven y madrileña
No debe de haber, al menos a juzgar por las cifras del Barómetro, figura más lectora en España. Porque la afición hacia los libros varía, y mucho, según sexo, geografía, edad o nivel de estudios. Así, las mujeres leen en su tiempo libre más que los hombres y que la media nacional: 69,9% de ellas, frente al 59,5% de ellos. Y, entre 25 y 34 años, la diferencia es aún mayor.
A la vez, el informe muestra una relación evidente entre educación y apego a los libros en el tiempo libre: hay un abismo entre los universitarios (lee el 86,5%) y quien cursó estudios hasta los primarios (39%). Y entre Comunidades Autónomas también se registra una brecha, aunque menor: en todas, la población lectora ha crecido desde 2012, pero sigue habiendo una notable desigualdad entre el dato de Madrid, el más alto con un 74,2% de habituales de los libros, y Extremadura, con un 55,1%, la cifra más baja. En el fondo, en el ámbito editorial, la fractura es aun mayor: uno de cada dos libros que se inscriben en el ISBN sale de Madrid o Cataluña. Extremadura, de nuevo con el dato más bajo, aporta el 0,7%, según el Anuario de Estadísticas del ministerio.
El eterno (y falso) prejuicio de que los jóvenes no leen
Todo lo contrario: son precisamente los más volcados. Entre los 14 y los 24 años lee al menos una vez por trimestre en su tiempo libre el 74,2%, unos 10 puntos por encima de la media nacional. Además, los menores con edades comprendidas entre 10 y 14 años y entre 15 y 18 registran los mayores porcentajes de lectores frecuentes de todo el país. Al revés, a partir de los 65 años los libros parecen perder atractivo: solo los busca el 51,9%. Se trata, eso sí, de la franja de edad con el mayor crecimiento desde 2012, lo que arroja más esperanzas hacia el futuro.
Aunque, en realidad, el fenómeno es mucho más generalizado: los jóvenes son el colectivo que más participa en prácticamente todas las actividades artísticas, según el Anuario de Estadísticas Culturales del ministerio. Y, casi siempre, ese entusiasmo va decreciendo con la edad hasta dispararse a partir de los 65, con excepciones como la ópera o la música clásica. Permanece, así, un interrogante que tal vez alguna administración o gestor cultural resuelva tarde o temprano: por qué, tras jubilarse, los españoles no aprovechan el mayor tiempo libre para las artes y, al revés, se alejan de ellas.
Los más pequeños aún
Un 75,9% de adultos lee libros a niños menores de seis años. Eso sí, ya sea porque hay menos cierres forzosos y más que hacer fuera de casa, o porque la mayoría de empresas españolas ha impuesto reducir o eliminar el teletrabajo, el caso es que se dedica mucho menos tiempo que hace un año a esta actividad con los pequeños: de tres horas y 23 minutos a la semana a dos horas y 48. Cuando los hijos crecen y empiezan a leer solos mantienen o hasta refuerzan la pasión: entre seis y nueve años, el 85,3% abre libros al menos de vez en cuando.
En internet, en los oídos
La lectura en soporte digital se mantiene parecida a la de 2021, con un 29,5% de la población, una tasa casi constante en los últimos cuatro años. Y estable se muestra también el interés por los audiolibros: el 5,4% los escuchó al menos una vez en el último trimestre. Eso sí, “el porcentaje de usuarios de este tipo de contenido es muy superior entre los menores de 35 años”, reza el informe.
Leer, ir al cine, visitar museos… ¿y qué más?
Muy sencillo: la población lectora registra tasas de participación más altas de la media nacional en absolutamente todas las demás actividades artísticas, como muestra el anuario estadístico de Cultura.
Babelia
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