La juventud de Milei se abraza a la memoria de Carlos Menem para dar “la batalla cultural” contra el kirchnerismo
La agrupación La Carlos Menem convoca a “romper con la leyenda negra que se ha ceñido sobre los noventa, la etapa más gloriosa de la Argentina”
El peronista Carlos Menem intentó ser presidente por última vez en 2003, dos años después del estallido social que siguió al fin de la convertibilidad, el modelo de paridad del peso con el dólar con que había logrado domar a la inflación durante sus diez años de mandato, entre 1989 y 1999. Pero el tiempo de Menem ya había pasado. El neoliberalismo de los noventa era una mala palabra y el peronismo se acomodaba a los nuevos tiempos con el giro a la izquierda que Néstor Kirchner llevó a la Casa Rosada. El menemismo, hundido en el descrédito, fue en adelante sinónimo de pobreza, desempleo, frivolidad y, sobre todo, corrupción. Dos décadas después, el mismo sayo fue para el kirchnerismo y Menem, fallecido en 2021, resurgió de la mano de Javier Milei como “el mejor presidente de la historia argentina”. El Gobierno ultraderechista colocó en la Casa Rosada el busto de Menem que el kirchnerismo ocultaba y el apellido Menem llegó a la gestión a través de sobrinos del expresidente. Este lunes, finalmente, un grupo de jovenes mileístas lanzó La Carlos Menem, una agrupación que llegó, dicen, para “romper con la leyenda negra que se ha ceñido sobre los noventa, la más gloriosa de la Argentina”. Comparten enemigo con Milei: el kirchnerismo.
El acto de lanzamiento se realizó en el hotel Presidente, un edificio en pleno centro de Buenos Aires que en los noventa sirvió de bunker electoral para el menemismo. Menem celebró allí grandes triunfos, pero también derrotas. Fue en su salón de convenciones donde anunció en mayo de 2003 que se bajaba de la segunda vuelta contra Kirchner, resignado a que perdería. Prefirió ahorrarse el mal trago y se refugió en su provincia, La Rioja. Dos años después, ya procesado por denuncias de corrupción que siempre negó, volvió a la primera línea para convertirse en senador, cargo que ocupó sin interrupciones hasta su muerte. La decoración del Presidente apenas ha variado desde los años dorados del menemismo. El lunes, la recepción del hotel reunió a viejas glorias salidas del ostracismo con dirigentes de La Libertad Avanza, el partido de Milei, y los veinteñeros de La Carlos Menem. Eran ellos los anfitriones.
Entre la gente que se acercó al hotel Presidente estuvo Alberto Kohan, secretario general de la Presidencia durante el segundo mandato de Menem, entre 1995 y 1999. Hoy tiene casi 80 años y camina con bastón. Los jóvenes de La Carlos Menem no habían nacido cuando Kohan era uno de los hombres más poderosos de Argentina. “En el fondo, [Milei y Menem] tienen muchas cosas en común. Tal vez en las formas uno a veces espera otra cosa, pero Milei ganó con más del 50% y debemos aceptar y acompañar. Ya lo decía Perón: ‘El que gana conduce, el que pierde acompaña”, dijo Kohan, rodeado de micrófonos, como en sus mejores épocas. ¿Milei es peronista?, le preguntaron. “Nunca escuché que dijeran que Milei fuese peronista. Pero si arreglar el país es ser peronista, por que no”, respondió.
A su lado estaba Zulema Menem, Zulemita, la hija del expresidente. “Siempre seré una agradecia de Milei por la reivindicación de la figura de mi padre. Los jovenes tienen un rol enorme”, dijo. Zulema fue la única que portó el apellido Menem en la ceremonia, por la ausencia de sus primos Martín Menem, presidente de la Cámara de Diptuados, y Lule Menem, asesor de la hermana de Milei, Karina, y hoy hombre clave de la actual gestión. Tampoco estuvo el exsenador Eduardo Menem, hermano del expresidente.
La nueva agrupación rescata el liberalismo económico extremo del expresidente y, símbolo de los nuevos tiempos, lo condimenta con las ideas de “patria, familia y propiedad” que son bandera de la extrema derecha en su “guerra cultural” contra “los zurdos”. El nieto de Kohan, Fidel, es uno de los fundadores de la nueva agrupación y tiene clara la alquimia que ha hecho su generación para traer a Menem del pasado desde una perspectiva “mileísta”: “Como Menem, Milei no tiene miedo para hacer lo que hay que hacer, bajando impuestos, armando a las Fuerzas Armadas y rescatando los símbolos patrios”.
Mas extenso en la definición de los valores de la Carlos Menem fue Enzo Nicolás di Fabio, su presidente. “Somos una generación que no se avergüenza por creer en Dios, en la palabra orden, en la vida del niño por nacer como sagrada y que ve en las Fuerzas Armadas a defensores de la paz. Proclamamos además el fracaso de la Agenda 2030 y estamos contra la imposición del dogma de género. Creemos en la propiedad privada y el mercado. Eso es La Carlos Menem”, resumió Di Fabio. En más de una ocasión, el dirigente aclaró que la agrupación “no es una interna” dentro de La Libertad Avanza. “Nuestra agenda es la de Milei”, insistió, por si había dudas.
Milei ya tiene a La Carlos Menem, como el kirchnerismo tiene a La Cámpora, en honor a Héctor Cámpora, el presidente que en 1973 sirvió de ariete electoral para el regreso de Juan Perón a Argentina desde su exilio en España.
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