She Could Fly: Documentary Escape Game, es una combinación de videojuego, galería de arte y documental que, además de entretener, produce en el jugador un aprendizaje y consciencia sobre el trastorno obsesivo compulsivo, pero además, nos sumerge en una experiencia de juego entretenida, estéticamente agradable y, en cierto sentido, frustrante por el tema tan delicado en torno al que gira su trama.
En este sentido, es difícil encontrar títulos que además de entretenidos, nos proporcionen una experiencia educativa valiosa. Los juegos pedagógicos suelen enfocarse tanto en la parte educativa, que muchas veces la experiencia de juego queda en segundo plano.
El juego, desarrollado por Wowbagger Productions, está disponible en Steam por sólo $76.99 MXN.
Historia
El juego tiene como protagonista a Hana Rampersad, una artista rechazada del Máster en Bellas Artes que sufre de un trastorno obsesivo compulsivo. Nuestra misión es escapar de su apartamento a través de la recolección de piezas de un cómic llamado She Could Fly.
Para ayudarnos en nuestra tarea, tenemos dos elementos: Tiger Orchid y un sillón de reafirmación. La primera es la voz interna de Hana, que al principio parece buena compañía haciendo comentarios graciosos. No obstante, a medida que avanzamos en nuestro proceso de liberación, esta voz se torna más pasivo-agresiva y se revela como lo que siempre fue: los pensamientos intrusivos de Hana.
Por otra parte, el sillón de reafirmación funge como guía al jugador y, además de proporcionarnos pequeñas pistas, nos da palabras de aliento para continuar en la aparentemente repetitiva tarea de escape.
Cada vez que recuperamos una página completa de este cómic, se desbloquea una serie de videos documentales elaborados por expertos y gente joven que padece este desorden, quienes nos ayudan a entender cómo opera este trastorno, que a su vez nos ayuda a pasar de nivel y liberarnos del laberinto mental que supone el apartamento.
El cómic
She Could Fly es una novela gráfica real creada por Christopher Cantwell e ilustrada por Martín Morazzo junto con Miroslav Mrva. La historia gira en torno a Luna, una adolescente de quince años obsesionada con una mujer voladora. En su obsesión, Luna piensa que descubrir la identidad de la mujer ayudará a resolver sus propios problemas mentales.
La novela está disponible en Amazon por US$2.09
El trastorno obsesivo compulsivo
El apartamento de Hana funciona como una metáfora excelente sobre una mente que se cicla en una obsesión, aliviada temporalmente a través de compulsiones. Los creadores del juego han hecho un trabajo impecable de investigación y representación sobre el trastorno que, aunque conocido generalmente, carece de concientización sobre aquellos quienes lo padecen o sobre su funcionamiento y tratamiento.
Los documentales recuperan las experiencias de personas que padecen este trastorno, por lo que además de darnos una idea más clara sobre cómo manejar la situación de Hana, ayuda a empatizar con aquellas personas, a menudo incomprendidas y aisladas, al tiempo que nos proporciona herramientas para desarrollar redes de apoyo con ellas.
Jugabilidad
Movimiento
En términos de jugabilidad, el juego deja algo que desear. El movimiento se basa en el «point and clic», por lo que en un principio puede ser incómodo para quienes estamos acostumbrados a movernos con las teclas WASD. Sin embargo, la curva de adaptación es rápida y no toma más de cinco minutos habituarnos.
Por otro lado, no esperes horas y horas de entretenimiento; incluso para una mente poco acostumbrada a los juegos de rompecabezas, este juego no proporciona más de dos horas de contenido, sino que su valor reside en la parte educativa y, por qué no, en el arte gráfico.
La galería de arte
Aquí tenemos que hablar de otro aspecto importante del juego: la galería de arte. En el apartamento de Hana encontraremos cuadros con ilustraciones del trabajo real de quienes colaboraron en el juego. Estas obras funcionan como una especie de portafolio para conocer más de sus trabajadores.
El problema es que dichos portafolios no están incorporados como tal en el juego, sino que nos redirigen a una página externa de internet donde podemos aprender más de estos artistas. Tal vez habría sido una mejor idea incorporar información relevante sobre dichos ilustradores al juego para no romper con la inmersión únicamente con el fin de conocer su trabajo.
Requisitos de hardware
El juego es muy ligero en este aspecto, ya que pide únicamente 2GB de RAM, una tarjeta de vídeo DX10 con 1GB de VRAM y 3GB de memoria para el almacenamiento del juego, lo que se traduce en un juego amigable para todo tipo de ordenadores.
Gráficos y audio
Evidentemente, los gráficos están pensados para encajar con el estilo del juego, por lo que podemos encontrar una ilustración llamativa que nos remite directamente al cómic. En este sentido, el estilo es muy propio, dando la sensación de ver el mundo a través de los ojos de una artista joven adulta, que lucha con el pago de las cuentas de luz, la vida social y familiar desde su desorden obsesivo.
La banda sonora empata a la perfección con la vibra juvenil de los gráficos; la música que ambienta nuestro viaje es un trabajo de composición excelente a cargo de Toya Delazy.
Opciones de idioma
Este punto puede resultar negativo para los no angloparlantes, dado que su interfaz, voces y subtítulos sólo están disponibles en inglés. Por lo tanto, la barrera del lenguaje puede ser motivo para no adquirir el juego.
En definitiva, este juego es una obra de arte pedagógica, que no descuida ni los elementos educativos ni el diseño del videojuego en sí. Es una experiencia necesaria para aquellas personas que disfrutan de la gamificación de la educación. Sin embargo, hay puntos que pueden mejorar en torno a la jugabilidad y accesibilidad.
She Could Fly: Documentary Escape Game, fue reseñado en PC, con un código de juego proporcionado por Wowbagger Productions, a través de KeyMailer.
Reey
que gustos tan buenos, reseña 10/10 y GOD.