Alien: Romulus se estrenó al público el 16 de Agosto de 2024, después de una larga espera de 7 años tras el estreno de su antecesor, Alien: Covenant. Siendo una serie fílmica con un generoso número de entregas, el no decepcionar será un desafío considerable. Teniendo una inmensidad de fans, el público hambriento por nuevo contenido se dirige a esta entrega con expectativas desafiantes. Con mucho que superar, el rodaje promete un anhelado regreso a lo clásico con un impresionante toque artístico.
Alien: Romulus ya está en el cine.
Advertencia: esta reseña puede contener leves spoilers.
HISTORIA – ANHELO DESDE LO MÁS PROFUNDO
La historia comienza con Rain Carradine y su hermano sintético Andy. El dúo vive en una colonia minera donde la esperanza de una vida mejor resulta un lujo inusual. Justo cuando los hermanos creen que por fin saldrán de la colonia, la corporación Weyland-Yutani le niega la libertad a Rain. Forzándola a someterse esclava del sistema que la emplea, Rain termina tomando cartas en el asunto.
El plan es simple. Rain y Andy se le unen a Tyler y su grupo en la misión impulsiva de infiltrarse en una nave espacial abandonada. Una vez dentro, podrán entrar en criostasis y viajar al añorado planeta Yvaga. Sin embargo la expedición toma un giro inesperado que pone a prueba los desgarradores instintos de supervivencia humanos.
Alien: Romulus es toda una aventura terrorífica que digerir, aunque en realidad, el veradero horror de esta entrega yace en la violencia y hostilidad que bloquea el paso hacia un futuro mejor. De cierta forma es justo decir que el Xenomorfo es la personificación de ese principio. Un elemento foráneo se interpone entre los personajes y el sueño de escapar de su lugar de origen en colapso.
Así mismo, la situación de Rain nos muestra un mundo que somete a los humanos a una deshumanización corporativa que hace alusión a la crueldad y opresión del mundo real. Al mismo tiempo que explora el horror de lo indescifrable, esta entrega hace un comentario bien fundado sobre la industrialización del sufrimiento humano.
PERSONAJES Y ACTUACIÓN – CONVINCENTEMENTE SECUNDARIO
Sí bien los actores hacen un trabajo convincente, su actuación no es sobresaliente ya que los personajes son relativamente básicos y unidimensionales. Para ser justos, su desempeño sí es bueno, pero no destaca ni deja una impresión profunda. Es cierto que verlos genera emoción, eso es un principio básico del cine, pero no es preciso decir que su actuación evoca un sentimiento de empatía.
Durante toda la película se percibe claramente que los personajes son prescindibles, motivo por el cual no pareció necesario el darles una profundidad evidente. Sin embargo, como protagonista Rain deja mucho que desear, incluso en escenas que exigen un carácter sólido y pronunciado, leal a sus convicciones.
A grandes rasgos, los personajes no son más que simples elementos que sirven para que la trama pueda avanzar. Ninguno de ellos posee suficiente complexidad para que el público trate de conectar con ellos o que busque descifrar la importancia de su papel en la historia.
RITMO Y EDICIÓN – RESPIRA, CONTEN LA RESPIRACIÓN, EXHALA
La historia se desarrolla sin pausas innecesarias. Es verdad que el inicio de esta traumatizante aventura es simple y tal vez hasta un tanto cliché, pero esta película también depende de la acción para poder avanzar. A pesar de esto, es notable que se hizo un trabajo fantástico al respetar la integridad de la trama, no abusando de los elementos de acción ni de terror.
Los momentos son justos. Respira cuando los personajes avancen. Conten la respiración cuando la tensión se eleve gradualmente. Exhala cuando no hay otra cosa que hacer más que ver cómo los personajes reaccionan. El ritmo es tan natural como el agua fluyendo, congelándose, y posteriormente quebrándose. Podría decirse que el espacio y tiempo entre cada tipo de escena está friamente calculado.
CINEMATOGRAFÍA Y SONIDO – TAN PROFUNDO COMO EL ESPACIO
Gracias al uso del enfoque profundo las tomas ofrecen una perspectiva más completa e inmersiva. Aún así, los close-ups no se quedan atrás y son utilizados arbitrariamente para brindar un sentimiento de cercanía. Ambas tomas generan tensión emocionante que no cansa al público.
Si bien la estructura de esta entrega no es innovadora, las escenas no defraudan a los amantes de esta serie. Además de que la idea de apoyarse de los efectos especiales manuales es brillante. En una era en la que el cine es gobernado por el uso de imágenes generadas por computadora, ver una película de gran escala como Alien: Romulus ser hecha a mano y volver a lo tradicional para elevarlo es sublime.
Por su parte, la estética retro de las tomas espaciales le ofrecen un panorama familiar a los fans. El uso de sets para filmar crea textura y realismo, mientras que el sonido es claro y no presenta problemas. Los efectos de sonido son realistas y usados con moderación para no romper la atmósfera. Esta entrega se caracteriza por la tensión y la mezcla de horror y acción. Su carácter es innovador, creativo y atrevido, mientras que su naturaleza es traumatizante.
Si aún no has visto Alien: Romulus corre a verla al cine más cercano.