Durante la década de los dos mil la extinta Midway nos ofreció varios clásicos de la saga Mortal Kombat. Desde el innovador Deadly Alliance hasta el controvertido Armageddon, estos videojuegos de la sexta generación de consolas son gratamente recordados por traer consigo una idea refrescante, así como un un contenido abundante.
No obstante, no es de extrañar que tras varios lanzamientos consecutivos la fórmula necesitaba otro cambio. Es así que originalmente se tenía planeado aprovechar el poder de las consolas más modernas del momento para llevar la saga Mortal Kombat a otro nivel. No conforme con lo anterior, se tenía planeado llevar a cabo esta idea tan ambiciosa de la mano con un crossover con los famosos personajes de DC Cómics.
Desgraciadamente, las fuertes diferencias creativas dieron como fruto a un videojuego muy diferente. Temas como el derramamiento excesivo de sangre y las icónicas Fatalities no parecían congeniar con los personajes de DC según los ejecutivos. Como resultado, tenemos a Mortal Kombat vs. DC Universe como un videojuego decepcionante en más de un sentido.
Vale la pena mencionar que actualmente el juego tiene como única forma de compra oficial la tienda digital de la PlayStation 3. No existe un port oficial para PC y la tienda digital de la Xbox 360 se encuentra cerrada.
Historia – Una completa locura
El videojuego nos ofrece un modo historia con dos perspectivas diferentes. Desde el comienzo podemos escoger si pasar la campaña con un conjunto de personajes pertenecientes al universo de Mortal Kombat, o bien, un conjunto perteneciente al universo DC.
La base de la trama es una muy endeble. En general con ambos universos nos encontramos con combates demasiado gratuitos. La narrativa intenta presentar una especie de energía negativa surgida de la unión de Darkseid con Shao Khan. Sí, es tan ridículo como suena.
Sumado a lo anterior tenemos que las interacciones entre personajes son muy fugaces. Serán pocas las veces que dos personajes intercambien más de diez oraciones antes de pelear.
Como consecuencia, se tiene un desarrollo desastroso de la trama, haciéndola carente no solo de sentido, sino de momentos emocionantes. Eso sí, no se puede negar la comedía involuntaria que la trama es capaz de conseguir.
Jugabilidad – Sólida, pero anticuada
La obra tiene el mismo sistema de combate en tres dimensiones de sus predecesores. Lo que no siendo malo necesariamente, si se siente como un estancamiento. Acentuando esto, tenemos una ausencia total de armas o elementos personalizables.
Así mismo, las interacciones con el escenario se ven limitadas a unos minijuegos que dependen del azar, pues constan de adivinar el botón que presionará tu contrincante y presionarlo al mismo tiempo.
Cada personaje del juego tiene su propio set de movimientos, aunque mayormente la combinación de botones será la misma para todos los personajes. Se aprecia el hecho de que los controles sean responsivos y que cada personaje tenga movimientos muy representativos.
Lamentablemente, tampoco se puede negar que existe cierto desequilibrio dentro de la experiencia. Lo que es peor, los Hitboxes del videojuego pueden llegar a ser bastante imprecisos, provocando escenarios estresantes. No obstante, este no es un videojuego injusto, pues se puede terminar sin problemas en la dificultad más alta. Sin embargo, es decepcionante que tanto la profundidad del sistema de combate como la cantidad de contenido se queden a medias.
Para fundamentar lo anterior, en Mortal Kombat vs. DC Universe se echan en falta una amplia variedad de modos de juego o secretos adicionales vistos tanto antaño, como posteriormente.
Gráficos y sonido – Fidelidad y desperdicio
Visualmente el título cumple bastante bien. Si bien la obra se vería ampliamente superada por su secuela Mortal Kombat (2011), en esta ocasión podemos presenciar modelos de personajes y escenarios muy bien logrados. Particularmente a destacar tenemos la variedad de ambientes, muy representativos de cada universo.
Aun con todo, cabe aclarar que también se tienen escenarios muy genéricos y con poca vida. De igual forma, algunos modelos de personajes sufren de poco detalle, especialmente el antagonista principal de la historia. No cabe duda que Dark Khan es un personaje ridículo tanto visual como argumentalmente.
Un detalle descomunal que desató la ira de los fanáticos fue la extrema censura. Dentro del videojuego serán pocas las veces que veamos sangre derramarse. Del mismo modo, las fatalities del juego son en extremo suaves y poco creativas, por no hablar de que los héroes de DC tendrán sus propios «Heroic Brutalities». Nuevamente, es tan ridículo como suena.
En el apartado sonoro no podríamos tener algo más genérico. La música de este título pasa completamente desapercibida. Los pocos temas dentro del juego que logran ser buenos aun así suenan del montón.
En cuanto a las actuaciones de voz tenemos más de lo mismo. Actuaciones completamente genéricas, exceptuando a Richard Epcar como Joker. Igualmente, le hacemos mención especial a Patrick Seitz, quien hace un estupendo trabajo como Shao Khan.