Isa Cantos (Crónicas de una Merodeadora)'s Reviews > Labyrinth Lost

(2.5)

“Not all loves are meant to last forever. Some burn like fire until there is nothing left but ash and black ink on skin”.


Hace mucho tenía ganas de leer algo sobre brujas y demás, pero este libro se me quedó corto y me pareció muy juvenil para mi gusto. Ya sé, estoy vieja.

Aquí nos encontramos a Alejandra, una chica bisexual que, además, es la bruja más poderosa de su generación. A pesar de eso, a Alejandra nunca le han gustado mucho sus poderes y por eso planea deshacerse de ellos. El día en el que se celebra su Deathday, que es cuando las brujas aceptan completamente sus poderes y demás, a Alex se le ocurre usar un canto (una especie de hechizo) para eliminar esos poderes de su vida. Sin embargo, obvio todo le sale mal y lo que termina haciendo es exiliar a su familia a otra dimensión extraña. Entonces allí empieza su camino hacia Los Lagos, este extraño limbo, para salvarlos, pero va a necesitar la ayuda de Nova, otro brujo.

La verdad es que la premisa me parecía interesante, pero la ejecución de las ideas y el desarrollo de la trama se quedó plano, en mi opinión. La autora tenía muchísimo potencial que podía explotar con las diferentes tradiciones, con todo el color de la cultura y demás, pero el libro sencillamente no lo transmite muy bien. Más allá de eso, creo que la misión de Alex terminó estando llena de clichés y nunca logró separarse de los miles de libros paranormales que ya existen, ¿saben? Chica que no quiere sus poderes, familia en peligro, interés amoroso medio shaddy, etc.

Una de las cosas que la autora intentó hacer y que, en mi opinión, no salieron bien, fue crear un triángulo amoroso en la que la protagonista bi tuviera que decidirse entre un chico y una chica. Pero en ningún momento sentí que se fuera construyendo tensión de un lado ni de otro, así que cuando suceden cosas parecen forzadas.

En fin, creo que, en general, mi problema fue que la trama quería hacernos creer que era súper grande, peligrosa e impresionante, cuando en realidad no se sentía que lo que estuviera en juego fuera importantísimo.