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First published January 1, 1937
Janie saw her life like a giant tree in leaf with the things suffered, things enjoyed, things done and undone. Dawn and doom was in the branches.
"She was borned in slavery time when folks, dat is black folks, didn’t sit down anytime dey felt lak it. So sittin’ on porches lak de white madam look lak uh might fine thing tuh her. Dat’s whut she wanted for me – don’t keer whut it cost. Git up on uh high chair and sit dere. She didn’t have time tuh think whut tuh do after you got up on de stool uh do nothin’."
Yo’ mama don’t wear no Draws
Ah seen her when she took ‘em Off
She soaked ‘em in alcoHol
She sold ‘em tuh de Santy Claus
He told her ‘twas aginst de Law
To wear dem dirty Draws
‘She searched as much of the world as she could from the top of the front steps and then went on down to the front gate and leaned over to gaze up and down the road. Looking, waiting, breathing short with impatience. Waiting for the world to be made.’
‘He looked like the love thoughts of women. He could be a bee to a blossom – a pear tree blossom in the spring. He seemed to be crushing scent out of the world with his footsteps. Crushing aromatic herbs with every step he took. Spices hung about him. He was a glance from God.’
"He looked like the love thoughts of women. He could be a bee to a blossom-a pear tree blossom in the spring. He seemed to be crushing scent out of the world with his footsteps. Crushing aromatic herbs with every step he took. Spices hung about him. He was a glance from God."
“El amor es como el mar. Es una cosa en movimiento que, en resumidas cuentas, adapta su forma a la de la playa, y en cada playa tiene una forma diferente.Es fácil deslizarse por el lado más negativo en la crítica a esta novela. En sus tiempos, los años 30, ya fue acusada de mantener la perspectiva folclórica que los blancos tenían de los negros o por ridiculizar los modos y maneras de estos —su pereza, su histrionismo, su servilismo, su tendencia al cotilleo, a la maledicencia, a la superchería y la superstición—, o por no cargar las tintas sobre el denigrante trato que les daban los blancos. Posiblemente haya en la novela algo de esto (o mucho, no estoy en la mejor posición para valorarlo), no se puede olvidar que la autora era políticamente conservadora, pero prefiero pensar que se trata de todo lo contrario, la reprobación de algunas de esas actitudes y, hasta en algún caso, la reivindicación orgullosa de la idiosincrasia de los de su raza. De hecho, es absolutamente feroz el ataque que la autora lanza sobre aquellos que imitaban a los blancos, que los endiosaban mientras menospreciaban a los de su comunidad, más cuánto más negra fuera su piel y más cuanto más negras fueran sus facciones y gestos.
“-Yo no puedo soportar a esos negrazos tan oscuros. No me extraña que los blancos los odien, porque yo misma no puedo soportarlos… ¡Me tienen harta! ¡Siempre riendo! ¡Se ríen demasiao y demasiao alto! ¡Siempre cantando viejas canciones negras! Siempre haciendo el mono pa los blancos. Si no fuera porque hay tantos negros, no habría problemas de raza. Los blancos nos dejarían vivir con ellos. Son los mismos negros los que nos hacen p’atrá… No es la pobreza, es el color y las facciones. ¿A quié le gusta ver a un bebé negro metío en su cuna, si parece que es una mosca que ha caío en la leche?”Tampoco es fácil pasar por encima de todo aquello que concierne a la situación de la mujer negra, supeditada al hombre, sometida a él y por él, maltratada sin que ello parezca ser censurado por parte de la autora.
“No fue una paliza brutal en absoluto. Se limitó a darle unos bofetones para demostrarle quién era el que mandaba… Despertó una especie de envidia, tanto en los hombres como en las mujeres… hacía que las mujeres vieran visiones y el modo en que ella se acurrucaba desvalida contra él hacía que los hombres soñaran fantasías.“Supongo que hay que contextualizar históricamente la novela. De hecho, en otro sentido, me ha parecido muy valiente para su época el ansia de libertad que otorga a su protagonista, nieta de esclava, que no se resigna a la vida que le tienen asignada y busca el amor y lo persigue sin importarle el fracaso o lo que de ella puedan decir los demás.
“Sintió que también había una respuesta para ella, pero ¿dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo?”Literariamente hablando no me ha encandilado, lo que quizás se deba a que una buena parte de la novela, y de su atractivo, son sus muchos diálogos en los que la autora intenta, ignoro con qué habilidad, captar el habla popular. Aunque confío en la capacidad como traductor de Andrés Ibáñez, creo muy difícil trasladar a otra lengua los modismos y la musicalidad del lenguaje en general y especialmente cuando este se sale de lo académico, cuando se trata de captar una forma marginal del mismo. Todo esto creo que ha jugado en su contra y no ha podido ser compensado por el maravilloso humor que abundan en la novela y por sus bellos momentos, que no son pocos.
“En el interior de la mente hay una alberca donde las palabras flotan alrededor de los pensamientos y los pensamientos alrededor de los sonidos y de las imágenes. Hay además un abismo del pensamiento, inasequible a las palabras, y en lo más hondo, una sima de sentimientos sin forma a la que ni siquiera llegan los pensamientos.”