The Killing: Crónica de un asesinatoSerie
2007
Søren Sveistrup (Creador), Kristoffer Nyholm ...
2.479
Serie de TV. Thriller. Intriga. Drama
Serie de TV (2007-2012). 3 temporadas. 40 episodios. Nanna Birk Larssen, estudiante danesa de secundaria, aparece brutalmente asesinada. A lo largo de 20 días de investigación policial, dirigido por la detective Sarah Lund (Sofie Gråbøl), se suceden los sospechosos, dentro de una trama de imprevisibles consecuencias políticas y personales. Debido a su éxito, en 2011 la cadena norteamericana AMC creó un remake con el título "The Killing". (FILMAFFINITY) [+]
11 de junio de 2015
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es una buena serie.
Empiezo esta crítica con una aseveración para mí imprescindible, con el obtejivo de dejar clara la impresión general que me ha provocado esta agotadora e interminable serie danesa. Me sorprende la alta nota obtenida en filmaffinity, aunque sé que viene siendo tradición en esta página la de sobrevalorar en ocasiones series que merecen notas mediocres, porque está muy de moda eso de decir que estamos en la "década dorada de las series", porque has invertido horas en ver un bodrio y necesitas justificarte, o porque sacar como tema de conversación con los amiguetes a "Los soprano" o "Breaking Bad" ya no sorprende a nadie. Así que nos ponemos a ver una serie made in Denmark, con todo lo que ello implica, para ampliar horizontes y eso.
El estilo absolutamente aséptico de la serie va acorde con la nacionalidad de sus protagonistas y de ello te percatas desde el primer episodio. No transmite sentimientos, es fría como un témpano de hielo, formando los momentos dramáticos un espectáculo nada digerible por lo poco convincentes que resultan. No hay emoción, ni vibrarás en tu sofá por las imágenes que se suceden en la pantalla con parsimonia y una total carencia de energía. La prota parece que es la única que tiene sangre corriendo por sus venas, pero nunca llegarás a empatizar con ella. Su vida personal poco te importará, al igual que la del resto de personajes, porque aquí de lo que se trata es de descubrir al asesino y de evitar caer en las trampas que los guionistas tienen preparadas para lograr hacer de este gris entuerto un apetecible entretenimiento.
Los personajes forman una pandilla de lacónicos antipáticos que no harán méritos por caerte bien. Si se muriese alguno poco te importaría; son todos piezas inermes de una partida de ajedrez que busca dar jaque a un asesino escurridizo, movidas por unos guionistas preocupados más por crear el despiste que por dar a conocer las motivaciones e inquietudes de cada persona.
La mayor virtud de la serie reside precisamente en su trama, meticulosamente narrada, en la que te sumergirás con gusto deseando conocer y descubrir lo que se esconde detrás del crimen. Sin embargo, quedarán muchos cabos sueltos y poco creíbles momentos como fruto del afán de los creadores de la serie por sorprender.
Así que antes de invertir más de 800 minutos en ver esta serie, piénsatelo mucho. La vida es corta y esa inversión la puedes dedicar a espectáculos más cortos y mucho más placenteros. ¿Has visto la cantidad de buenas pelis que te quedan por descubrir? Yo lo tengo claro.
Empiezo esta crítica con una aseveración para mí imprescindible, con el obtejivo de dejar clara la impresión general que me ha provocado esta agotadora e interminable serie danesa. Me sorprende la alta nota obtenida en filmaffinity, aunque sé que viene siendo tradición en esta página la de sobrevalorar en ocasiones series que merecen notas mediocres, porque está muy de moda eso de decir que estamos en la "década dorada de las series", porque has invertido horas en ver un bodrio y necesitas justificarte, o porque sacar como tema de conversación con los amiguetes a "Los soprano" o "Breaking Bad" ya no sorprende a nadie. Así que nos ponemos a ver una serie made in Denmark, con todo lo que ello implica, para ampliar horizontes y eso.
El estilo absolutamente aséptico de la serie va acorde con la nacionalidad de sus protagonistas y de ello te percatas desde el primer episodio. No transmite sentimientos, es fría como un témpano de hielo, formando los momentos dramáticos un espectáculo nada digerible por lo poco convincentes que resultan. No hay emoción, ni vibrarás en tu sofá por las imágenes que se suceden en la pantalla con parsimonia y una total carencia de energía. La prota parece que es la única que tiene sangre corriendo por sus venas, pero nunca llegarás a empatizar con ella. Su vida personal poco te importará, al igual que la del resto de personajes, porque aquí de lo que se trata es de descubrir al asesino y de evitar caer en las trampas que los guionistas tienen preparadas para lograr hacer de este gris entuerto un apetecible entretenimiento.
Los personajes forman una pandilla de lacónicos antipáticos que no harán méritos por caerte bien. Si se muriese alguno poco te importaría; son todos piezas inermes de una partida de ajedrez que busca dar jaque a un asesino escurridizo, movidas por unos guionistas preocupados más por crear el despiste que por dar a conocer las motivaciones e inquietudes de cada persona.
La mayor virtud de la serie reside precisamente en su trama, meticulosamente narrada, en la que te sumergirás con gusto deseando conocer y descubrir lo que se esconde detrás del crimen. Sin embargo, quedarán muchos cabos sueltos y poco creíbles momentos como fruto del afán de los creadores de la serie por sorprender.
Así que antes de invertir más de 800 minutos en ver esta serie, piénsatelo mucho. La vida es corta y esa inversión la puedes dedicar a espectáculos más cortos y mucho más placenteros. ¿Has visto la cantidad de buenas pelis que te quedan por descubrir? Yo lo tengo claro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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30 de marzo de 2016
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Forbrydelsen/The Killing combina elementos y rasgos familiares en una mezcla inusual y desafortunadamente inefectiva. Partiendo del lugar común de las producciones nórdicas -ambientes gélidos con ausencia casi alarmante de color, crudeza narrativa- incorpora rasgos propios más de los culebrones que del thriller policíaco:
-Pocos personajes que se reparten toda la "acción"
-Historias paralelas sin gancho y prácticamente lineales
-Giros frecuentes y forzados para intentar compensar lo anterior, a razón de uno por capítulo
-Ritmo narrativo muy lento, sin aportaciones estéticas o de otra índole que lo justifiquen
-Situaciones recurrentes centradas principalmente en conflictos emocionales más que en la historia/motivo de fondo
-Superficialidad narrativa y descuido en los detalles
Estas características pesan demasiado. Las comparaciones con Millenium o Bron/Broen, más allá de la temática policíaca y el estilo autóctono, están fuera de lugar. Estas series -sirvan como ejemplo ilustrativo- presentan ritmos ágiles, personajes diferenciados y creíbles con elaborada psicología, tramas suficientemente atractivas que no requieren giros constantes. Lo mismo podríamos decir de producciones norteamericanas semejantes, de las cuales True Detective (Temporada 1) puede ser un buen ejemplo. Forbrydelsen recuerda más a Twin Peaks, Wallander o Falcon Crest que a cualquiera de las citadas, solo que parece tomar lo peor de cada una de ellas.
Los personajes, a la medida de la historia, son vagos: meros figurantes que parecen ir a la deriva de los hechos con patente desgana. La actriz protagonista (Sofie Gråbøl) realiza una desafortunada interpretación dominada en todo momento por un hieratismo exagerado (entiendo que no intencionado), mientras su personaje personifica la mediocridad en todos los aspectos, comenzando por su profesión y -¿cómo no?- repercutiendo en su vida privada. Los errores, imprudencias y faltas de sentido común en el proceder de esta policía son demasiado graves para ser perdonables y demasiado absurdos para ser creíbles dentro del contexto de la trama o de la psicología del personaje (inexistente de cara al espectador), lo que apunta sin duda a un guión o texto de referencia deficiente. Pero volviendo a la ausencia de emoción, esta es si cabe aún más molesta en personajes como el de Ann Eleonora Jørgensen, quien parece haber perdido definitivamente la movilidad de todos sus músculos faciales salvo los de los párpados, como si este fuera el único recurso dramático del que dispone para transmitir sus legítimos sentimientos al espectador.
El policía coprotagonista (a cargo de Søren Malling), mejor interpretado, sigue a regañadientes los erráticos pasos de su compañera de equipo: uno se pregunta si esta sensación de insatisfacción ocurre únicamente en el universo ficcional.
Antes hablaba de historias paralelas. Sin entrar en "spoilers", prácticamente son tres: investigación del crimen, familiares afectados, sospechosos involucrados. La primera, únicamente por su naturaleza, puede ser la más entretenida de todas. La segunda es prácticamente insufrible, sin apenas movimiento durante un 90% de la temporada, salvo por el trabajo del secundario Nicolaj Kopernikus. La tercera, defendida a duras penas por un correcto Lars Mikkelsen, aburrida y previsible, como un House of Cards con puñaladas de trapo.
Sospechosos que dejan de serlo y vuelven a serlo una y otra vez, hastiando a la vez a los interrogados... y a los espectadores. Alcaldables manchados por oscuros affaires. Padres desesperados convertidos en torpes justicieros. Y no hablaré de la banda sonora porque prácticamente no existe. A falta de originalidad, uno espera al menos algo de pasión, como la de Martin Rohde (sin necesidad de llegar a Carrie Mathison), o su carencia patológica, rigurosamente trazada en Saga Norén. Pero ni lo uno ni lo otro. Al final solo se salva aquel lugar común que decía, un Copenhague de luces, sombras, palacetes, puentes y canales bien reflejado, dentro de los cánones escandinavos. Lástima que tampoco sea nada original.
-Pocos personajes que se reparten toda la "acción"
-Historias paralelas sin gancho y prácticamente lineales
-Giros frecuentes y forzados para intentar compensar lo anterior, a razón de uno por capítulo
-Ritmo narrativo muy lento, sin aportaciones estéticas o de otra índole que lo justifiquen
-Situaciones recurrentes centradas principalmente en conflictos emocionales más que en la historia/motivo de fondo
-Superficialidad narrativa y descuido en los detalles
Estas características pesan demasiado. Las comparaciones con Millenium o Bron/Broen, más allá de la temática policíaca y el estilo autóctono, están fuera de lugar. Estas series -sirvan como ejemplo ilustrativo- presentan ritmos ágiles, personajes diferenciados y creíbles con elaborada psicología, tramas suficientemente atractivas que no requieren giros constantes. Lo mismo podríamos decir de producciones norteamericanas semejantes, de las cuales True Detective (Temporada 1) puede ser un buen ejemplo. Forbrydelsen recuerda más a Twin Peaks, Wallander o Falcon Crest que a cualquiera de las citadas, solo que parece tomar lo peor de cada una de ellas.
Los personajes, a la medida de la historia, son vagos: meros figurantes que parecen ir a la deriva de los hechos con patente desgana. La actriz protagonista (Sofie Gråbøl) realiza una desafortunada interpretación dominada en todo momento por un hieratismo exagerado (entiendo que no intencionado), mientras su personaje personifica la mediocridad en todos los aspectos, comenzando por su profesión y -¿cómo no?- repercutiendo en su vida privada. Los errores, imprudencias y faltas de sentido común en el proceder de esta policía son demasiado graves para ser perdonables y demasiado absurdos para ser creíbles dentro del contexto de la trama o de la psicología del personaje (inexistente de cara al espectador), lo que apunta sin duda a un guión o texto de referencia deficiente. Pero volviendo a la ausencia de emoción, esta es si cabe aún más molesta en personajes como el de Ann Eleonora Jørgensen, quien parece haber perdido definitivamente la movilidad de todos sus músculos faciales salvo los de los párpados, como si este fuera el único recurso dramático del que dispone para transmitir sus legítimos sentimientos al espectador.
El policía coprotagonista (a cargo de Søren Malling), mejor interpretado, sigue a regañadientes los erráticos pasos de su compañera de equipo: uno se pregunta si esta sensación de insatisfacción ocurre únicamente en el universo ficcional.
Antes hablaba de historias paralelas. Sin entrar en "spoilers", prácticamente son tres: investigación del crimen, familiares afectados, sospechosos involucrados. La primera, únicamente por su naturaleza, puede ser la más entretenida de todas. La segunda es prácticamente insufrible, sin apenas movimiento durante un 90% de la temporada, salvo por el trabajo del secundario Nicolaj Kopernikus. La tercera, defendida a duras penas por un correcto Lars Mikkelsen, aburrida y previsible, como un House of Cards con puñaladas de trapo.
Sospechosos que dejan de serlo y vuelven a serlo una y otra vez, hastiando a la vez a los interrogados... y a los espectadores. Alcaldables manchados por oscuros affaires. Padres desesperados convertidos en torpes justicieros. Y no hablaré de la banda sonora porque prácticamente no existe. A falta de originalidad, uno espera al menos algo de pasión, como la de Martin Rohde (sin necesidad de llegar a Carrie Mathison), o su carencia patológica, rigurosamente trazada en Saga Norén. Pero ni lo uno ni lo otro. Al final solo se salva aquel lugar común que decía, un Copenhague de luces, sombras, palacetes, puentes y canales bien reflejado, dentro de los cánones escandinavos. Lástima que tampoco sea nada original.
30 de enero de 2015
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y digo lo del extremo porque toca dos extremos importantes:
-Es extremadamente bueno el argumento. Tiene todo el rato sentido. Tiene peso cada uno de los planteamientos en cuanto a lo que va sucediendo y en cuanto a las descripciones de los personajes que van apareciendo.
-Es extremadamente oscuro. Es como si no hubiera instalación de luz en cada una de las casas o locales donde están. Se ha cortado la luz. No pueden dar nunca a un interruptor. Hacen reuniones de altas jerarquías con la luz de un flexo con bombilla floja.
Cuando se va a retransmitir por televisión un debate político, la luz está en el fondo, casi no en los personajes que discuten.
Bueno. Pero lo importante es que es capaz de mantener el interés durante los veinte capítulos que dura la serie.
Es una maravilla.
-Es extremadamente bueno el argumento. Tiene todo el rato sentido. Tiene peso cada uno de los planteamientos en cuanto a lo que va sucediendo y en cuanto a las descripciones de los personajes que van apareciendo.
-Es extremadamente oscuro. Es como si no hubiera instalación de luz en cada una de las casas o locales donde están. Se ha cortado la luz. No pueden dar nunca a un interruptor. Hacen reuniones de altas jerarquías con la luz de un flexo con bombilla floja.
Cuando se va a retransmitir por televisión un debate político, la luz está en el fondo, casi no en los personajes que discuten.
Bueno. Pero lo importante es que es capaz de mantener el interés durante los veinte capítulos que dura la serie.
Es una maravilla.
28 de abril de 2018
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver Broen, esta serie decepciona. Los primeros capítulos me interesaron, a pesar de que, para mantener el suspense, se recurriera a algunas trampas. Las repetidas meteduras de pata por parte de la policía parecen más cosa de comedia de polis torpones que de una poli supuestamente inteligente. Increíble también el alto índice de asesinos potenciales por metro cuadrado.
A partir del capítulo 10 empecé a impacientarme. Demasiadas idas y venidas. En el 16 claudiqué. Me importaba un pimiento quién fuera el asesino. Me parecía que me estaban tomando el pelo.
Una lástima, porque el tema y algunos personajes prometían.
A partir del capítulo 10 empecé a impacientarme. Demasiadas idas y venidas. En el 16 claudiqué. Me importaba un pimiento quién fuera el asesino. Me parecía que me estaban tomando el pelo.
Una lástima, porque el tema y algunos personajes prometían.
26 de enero de 2012
6 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Había visto el remake americano y me había gustado bastante, la calificaría con un 7,5. Me enganche a ésta no sé por qué, pero poco a poco me ha ido gustando más y más, hasta el punto de que a la americana le he bajado la nota a 5. Es una serie magnífica. Los personajes son totalmente creíbles y muy bien interpretados. LOs padres de Nana, el compañero de Sara... En fin, que esperaré con impaciencia la segunda temporada.
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